Debemos ser las manos, ojos y oídos de Dios. Nuestra inspiración, fuerza y valentía deben venir de Dios. Entonces, ni el temor, la duda ni el pecado nos mancharán jamás.
El sol no necesita velas. Del mismo modo, Dios no necesita nada de nosotros. Tarde o temprano el cuerpo perecerá. De modo que es mejor que la actividad lo desgaste que dejar que se oxide por falta de uso. De otro modo, ¿cuál sería la diferencia entre personas y gusanos? Los gusanos también comen, duermen, se reproducen y mueren. ¿Qué otra cosa estamos haciendo con nuestras vidas?
Hijos, que Dios exista o no, es una fuente de debate. En cualquier caso, ninguna persona sensata puede decir que el sufrimiento humano no existe, cuando podemos ver este sufrimiento con nuestros propios ojos. Amma considera que el servicio a estas personas es la adoración a Dios. Amma reza para que esta actitud de auto sacrificio se despierte en sus hijos. Ojalá el mundo se dé cuenta a través de vosotros, que las aguas del amor, la compasión, la generosidad y el sacrificio no se han secado en los corazones humanos.