La relación guru – sishya se completa solo si el discípulo tiene fe y auto entrega. Tanto el principio del guru como su gracia y presencia siempre están presentes, independientemente del tiempo y el espacio. Están en todas partes, lo penetran todo. Como el vientre de la madre se expande para acomodar al bebé que crece, también debe expandirse el corazón del discípulo. La humildad, la fe y el discernimiento correcto deben crecer en él. Solo así podrá el discípulo ver al guru en las piedras, viento, océano y en cada grano de arena. No es fácil cultivar estas cualidades. Por eso se dice que solo cuando el discípulo existe el guru existe.
Aquellos que deseen ser discípulos deberán poder considerar al guru como su mejor amigo. Para nosotros es fácil escuchar y seguir el consejo de un buen amigo que nos ama sinceramente. Le escuchamos atentamente, con el corazón abierto, porque sabemos que nuestro amigo solo nos dará consejos beneficiosos. Nuestro entendimiento, amor y fe en nuestro amigo nos motivará y fortalecerá. Si consideramos a nuestro guru como nuestro amigo íntimo, ello nos ayudará a crecer en la calidad de discípulo, en la devoción y en la entrega.
Todas las cosas del mundo son una mezcla de buenas y malas cualidades. Pero el guru es alguien que está completamente libre de cualquier imperfección. El guru es íntegro y completo. De ahí que lo que quiera que haga el guru revertirá en beneficio del discípulo. El brillo del sol dispersa la oscuridad pero también puede causar insolación. Pero la luna no es así. Aunque dispersa oscuridad aporta frescura. Está llena de belleza y transmite alegría al observador. El guru es así, es como la brillante luna llena, libre de mácula. La compasión del guru desciende sobre nosotros como sutiles rayos de luna. De un satguru solo pueden emerger cosas beneficiosas, lo que no significa que un discípulo no pueda ser reñido cuando cometa una falta, por la que puede ser castigado, pero solo por su propio bien.
La mayor riqueza de un buscador espiritual es el tiempo. Sin perder tiempo, con una actitud de entrega, ojalá que mis hijos sean capaces de obedecer las instrucciones del guru y llenar de sentido sus vidas. Que podáis lograr esto con la bendición de la gracia.
