Pongamos por ejemplo un super ordenador. Si lo utilizáramos sólamente para almacenar nuestro gasto en compras de alimentos y equilibrar nuestras cuentas domésticas, esto supondría un enorme desperdicio de sus posibilidades. Un super ordenador puede almacenar datos de toda una ciudad. O imaginad, que desperdicio supondría utilizar un camión para el transporte de la cartera escolar de nuestro hijo.
Desgraciadamente, hoy en día, así es como estamos utilizando el cuerpo y la mente. Yoga es como la senda del despertar de nuestro potencial infinito y para hacernos conscientes de nuestra completitud inherente, mediante los ajustes apropiados de cuerpo, mente e intelecto.
En la vida cotidiana, también el yoga ayuda a incrementar nuestra eficiencia, salud y felicidad. En nuestros días, cuando el estilo de vida nos enferma y las enfermedades mentales aumentan, la relevancia del yoga continúa aumentando persistentemente.
Mucha gente se pregunta qué es único en el yoga, cuando lo comparamos con otras formas de ejercicio. Cualquier tipo de actividad física es beneficiosa para el cuerpo y la mente. Lo que se obtiene del yoga, no obstante, es mucho mayor que lo obtenido de meras rutinas de ejercicios. Otros sistemas conducen a la reducción de grasa corporal y a elevar el tono muscular mediante movimientos rápidos, pero el yoga canaliza nuestro prana-shakti en la dirección correcta, contribuyendo a la salud integral que incluye la de nuestros órganos internos, ayudando a su mejor funcionamiento. Purifica nuestro sistema nervioso, ayuda a la relajación de nuestro cuerpo y mente, mitiga la enfermedad. Además, aumenta la fuerza y foco mentales. Contribuye a la elasticidad y fuerza muscular. El yoga es más efectivo que cualquier otro ejercicio en la reducción de la depresión y mantenimiento del ánimo.
Hay una diferencia entre la salud física y la mental. La primera mejora con el ejercicio y el movimiento. En cambio la mente requiere quietud para permanecer saludable. Por ejemplo, si durante unos días no dormimos, empezamos a percibir nuestra estabilidad mental como comprometida. Cuando dormimos, no tenemos conciencia, y eso relaja el cuerpo y la mente. Pero el yoga se realiza con conciencia y es más relajante que el sueño para nuestro cuerpo y mente, así como para la claridad intelectual.
Las asanas de yoga son diferentes a cualquier otra forma de ejercicio. Deben hacerse despacio, lo que requiere practicar la respiración consciente. Además, requiere que observemos y permanezcamos conscientes de cada movimiento corporal. Esto calma la mente, y puede crear una experiencia afín con la meditación. De este modo, el yoga beneficia por igual el cuerpo, la mente y el intelecto.
La autora es una líder espiritual y humanitaria reconocida mundialmente.