A continuación, devotos llegados de todo el suroeste ofrecieron a Amma varios objetos, el primero un libro conmemorativo de gratitud y recuerdo de cómo Amma ha motivado e impactado positivamente sus vidas. Otra ofrenda consistió en una pieza de cerámica hecha especialmente por un alfarero norteamericano nativo local de Pueblo Jemez llamada Storyteller, que representa a una madre con sus hijos. Después se proyectó un vídeo corto que documenta los treinta años de visitas de Amma a Nuevo México. Dirigiéndose al público, Amritapriya Schmidt clausuró las ceremonias, ‘por favor, uniros a mí para dar gracias a Amma por su gracia y amor ilimitado, infinito y compasivo, que lleva otorgándonos desde hace treinta años en Nuevo México.’

La segunda noche del retiro incluyó muchas actuaciones culturales. Los niños locales representaron una obra de teatro utilizando imágenes de animales de cartón hechas por ellos mismos. La historia contaba cómo los animales estaban tristes por el daño que están causando los humanos al clima de la Tierra. Una niña vio su sufrimiento y les dijo que si rezaban a Amma quizá los humanos cambiaran de conducta. Sus oraciones fueron ciertamente oídas y el medio ambiente y el clima se tornaron sanos y todos eran felices. También hubo una actuación de baile flamenco y un hermoso solo de violín.

Justo antes de la Âtma Puja de Devi Bhava, Amma bendijo dos retoños  que serán plantados en el ashram de Santa Fe. Steve Schmidt dijo a la audiencia: “Realicemos tu sueño en nosotros, tus hijos, para lograr un mundo mejor”.