Disciplina en las prácticas espirituales - 1ª parte

SINTESIS SATSANG 10.02.2017

Enseñanzas de Amma, compartidas por Ânand

DISCIPLINA EN LAS PRÁCTICAS ESPIRITUALES - 1ª parte

*Hoy es el día de la meditación, y esperaba que todos estuvieran aquí meditando, pero cuando llegué había muy poca gente.

*Amma siente claramente que nadie tiene amor y obediencia a la Madre, si no se expresaría en acciones.

*Amma ve que nadie está dispuesto a seguir sus enseñanzas y consejos.

*Muchos de sus hijos se quejan de que no tienen tiempo para meditar, y  Ella en sitios como la imprenta, puso tres turnos, para que tuvieran tiempo para meditar, y en otros sitios igual, pero ni aún así.

*Cuando empezó el ashram, los que hoy son swamis, meditaban 8 horas y trabajaban también mucho, 8 ó 10 horas diarias, y había dos que incluso trabajaban fuera.

*Swami Ramakrishna meditaba en el bote al cruzar la ría, pues para que perder el tiempo.

*De las 8 horas de meditación, Amma pedía que por lo menos 3 horas fueran en postura fija.

*Este tipo de postura ayuda a tener concentración, y cuando se hace con fe de alcanzar la Meta, no es una tortura, sino que disfrutas de sentarte a meditar.

*El big-swami, y todos los demás se solían sentar en el Templo (kalari) todo el día. Ellos no salían por nada y cuando les dolían las piernas, paseaban, recitaban el mantra-japa y volvían a la meditación.

*Ni siquiera comían, sólo dos bananas, que les mandaba Amma y un poco de agua.

*Este tipo de sed y pasión deberíamos tener con nuestra sadhana.

*Si tenemos amor a Dios y a Amma, no es tortura el sentarse a meditar.

*Cuando hay amor, no hay esfuerzo.

*Ejemplo: Cuando una madre cuida a su hijo, lo disfruta, pero si lo cuida una niñera, ya no, porque es el hijo de otra.

*No es la acción, es la actitud detrás de la acción, lo que nos da felicidad o tristeza.

*Si nuestra actitud es la correcta, conseguiremos felicidad por todas nuestras acciones.

*Si no hay amor en nuestras acciones, no.

*Si hay un trabajo urgente, por ejemplo Matruvani, que se retrasa tanto su envío, está bien que medite uno, una hora menos y ayude.

*Amma invita a gente sabia de fuera del ashram, para que aparte de la meditación, podamos tener clases de las escrituras, de música, pero no ve que lo usemos con intensidad.

*Sentarse todo el día a meditar, puede prestarnos verdaderamente ayuda.

*Un verdadero aspirante espiritual, debe ser:

-Cuando hay mucho trabajo, prestar ayuda incondicional (seva), hacer este trabajo y ofrecerlo a los pies del Señor.

-Pero cuando no hay mucho trabajo, ampliar las horas de meditación.

-Adaptabilidad: el controlar nuestra mente está en nuestras manos.

*Ejemplo: Los frenos de un coche, nos permiten parar el coche justo donde queremos.

*Así debe ser nuestra mente, tenerla bajo nuestro control.

*Cuando hay trabajo urgente, trabajar muchas horas, y cuando no lo hay meditar muchas horas.

*Esta práctica de sentarnos a meditar por muchas horas, aquieta nuestra mente, y desarrolla nuestra paciencia.

*Pero Amma ya no se siente inspirada a empujar para que sus hijos sean mejores.

*Es como tener una esponja en el agua apretada con las manos. Si la sueltas se llena de agua otra vez.

*O sea, que no nos va a forzar más, no vale la pena, porque no ve ningún cambio en nosotros.

*Si uno está dormido, se puede despertar, pero si se hace el dormido, nunca se le puede despertar.

*En este momento Amma piensa que cada uno haga lo que crea más conveniente.

*Ella siente que ha fracasado en tratar de despertar a sus hijos, y en todo caso no es un fracaso, son sus hijos los que triunfan o fracasan.

*Amma tiene mucho trabajo.

*Aquí en el ashram somos casi tres mil entre estudiantes, bramacharis, bramacharinis, occidentales, y  todos van a que Amma les guíe.

*Amma recibe miles de cartas de todo el mundo.

*Cien personas a sueldo, no podrían hacer el trabajo que desarrolla Ella.

*Y esto comporta que no tiene ni tiempo para Ella.

*Amma espera salir los martes al Templo, y  encontrarnos allí a todos juntos, meditando, esperándola a Ella, para que nos inspire, pero ve que no mostramos ningún interés.

RESUMEN

En ocasiones los Maestros se enfadan.

¿Habéis visto alguna vez enfadada a Amma?

Pues mejor, o bueno no sé si mejor o no que hayáis tenido la ocasión de vivir un enfado de Amma, pues también puede ser una oportunidad perdida.

Amma puede mostrar enfado, y esto es lo que ven nuestros ojos, y lo que oyen nuestros oídos, pero Ella no está alterada para nada.

Amma siempre permanece en la más absoluta paz.

Y digo que no sé si es mejor o no estar en Su presencia cuando muestra enfado, porque por una parte sientes congoja, pero por otra sabes que es por tu bien.

En los 7 años que viví en India, en su ashram de Amritapuri, y los 20 años que llevo siguiéndola y sirviendo a su Obra Humanitaria, la he visto enfadada muy pocas veces.

Casi siempre han sido muestras de enfado hacia un colectivo, pero en cierta ocasión fue un enfado hacia mí, un enfado fugaz, pero muy, muy profundo; tocó cosas de mi interior que ni siquiera conocía.

Estábamos en un tour por el Norte de la India, era un programa de muchos miles de personas, Amma igual estaba dando más de dos mil abrazos en una hora, y me invitaron a dar prasad. Ya sabéis poner el vibhuti (sobrecito de cenizas sagradas) y el caramelo en Sus manos, para que a su vez Ella los entregue a las personas que le da dharsan (abrazo), y en aquellos tiempos se le daban de uno en uno.

Estaba pendiente todo el tiempo de Su mano, pero aún y así no le debía dar los sobrecitos de vibhuti y el caramelo tan rápido como Ella quería, y se dio la vuelta, me miró y me dijo: fast!, fast!, fast!  (más rápido).

Su mirada penetró todo mi ser, tan profunda fue aquella mirada que me quedé aturdido.

Entonces Ella paró el dharsan me miró sonriendo, y me dijo: “Mirad a Ânand, es español, y no sabe inglés”, como suavizando la cosa de que estaba aturdido porque no había entendido el mensaje en inglés.

Pero todo esto que ocurrió en muy pocos segundos, llegó a unos niveles de mi conciencia que me ayudaron a liberar cosas que tenía pendientes sin saberlo con mi madre física, con la que había tenido una excelente relación toda la vida, y que precisamente ya había abandonado el cuerpo.

El satsang que compartimos nace de un enfado de Amma, y esto sólo beneficios puede aportar a nuestras vidas.

En la época que estuve viviendo en Amritapuri, Amma salía al Templo Kali los martes por la mañana, de media mañana en adelante, pero como el martes era el día de meditación semanal, al finalizar el archana a las 6 de la mañana debíamos quedarnos en el Templo meditando todo el día, pero no lo hacíamos.

Un martes, desde su cuarto Amma llamó por teléfono a la persona que se encarga de tocar la campana, que se oía desde todo el ashram, anunciando Su llegada para que no la tocara, y apareció en el Templo a las 9 de la mañana, en donde no había casi nadie, y ordenó cerrar las puertas del Templo.

Aún y sin tocar la campana, en cuestión de minutos, nos enteramos que Amma estaba en el Templo y todos corrimos para allá, pero no pudimos entrar porque estaban las puertas cerradas.

Luego Amma llamó a Shubamrita swami, y le dijo que se pusiera en la puerta de entrada al Templo, y tomara nota de todos los bramacharis que se habían quedado fuera, en la medida que fueran entrando.

Y cuando estábamos todos dentro del Templo, Amma nos riñó:

“Hoy es el día de la meditación, y Amma esperaba que todos estuvieran aquí meditando, pero cuando llegó había muy poca gente”.

“Amma siente claramente que nadie tiene amor y obediencia a la Madre, sino se expresaría en acciones”.

“Amma ve que nadie está dispuesto a seguir Sus enseñanzas y ejemplos”.

Antigüamente los Maestros hacían pasar por numerosas pruebas a los discípulos con ansia de crecimiento espiritual.

En cambio Amma por pura compasión nos da el mantra personal con solo pedirlo, pone a nuestro alcance técnicas de meditación sencillas, pero muy poderosas y profundas, y nos aconseja como hacer la travesía de la vida para encontrar la paz y la armonía con nosotros mismos.

En este satsang Amma nos pone unos ejemplos:

“Cuando empezó el ashram (Amritapuri) los que hoy son swamis, meditaban 8 horas al día, y también trabajaban 8 ó 10 horas diarias, y había dos swamis que incluso trabajaban fuera”.

“De las 8 horas de meditación, Amma pedía que por lo menos 3 horas fueran en postura fija. Este tipo de postura ayuda a tener concentración”.

“Cuando se medita con fe de alcanzar la Meta, no es una tortura, sino que disfrutas de sentarte a meditar”.

“El big swami, y todos los demás swamis se solían sentar en el Templo (kalari) todo el día”.

“No salían por nada y cuando les dolían las piernas, paseaban, recitaban el mantra-japa y volvían a la meditación”.

“Ni siquiera comían, sólo dos bananas que les mandaba Amma, y un vaso de agua”.

“Este tipo de sed, de ansia, de pasión, deberíamos tener con nuestra sadhana, con nuestras prácticas espirituales”.

“Si tenemos amor a Dios, a Amma, no es tortura el sentarse a meditar”.

“Cuando hay amor, no hay esfuerzo”.

Esta es la disciplina que les pedía Amma a los que ahora son swamis en aquellos tiempos, estamos hablando de hace 40 años, o más.

Y aunque la disciplina en las prácticas espiritual es es básica, no nos pide Amma a nosotros la misma disciplina que les pedía a los swamis en los inicios que acudieron a Ella.

Pero si nos pide un mínimo de disciplina en todo aquello que nos va transmitiendo.

Por ejemplo, si a través de los instructores autorizados por Amma, y por decisión propia nos llega a nuestra vida una técnica de meditación. Deberíamos tener la disciplina de meditar cada día, sin que hubiera nada que nos lo impidiera.

Y si por ejemplo tenemos que meditar a una hora determinada, y hay algún motivo que nos lo impida, buscar cualquier otro momento del día, pero no dejar de practicar la meditación.

¿Adónde nos lleva esta disciplina?

Esta disciplina nos lleva a la actitud correcta.

Así lo manifiesta Amma:

“No es la acción, es la actitud detrás de la acción, lo que nos da felicidad o tristeza”.

“Si nuestra actitud es la correcta conseguiremos felicidad en todas nuestras acciones”.

“Cuando hay mucho seva, que es prestar ayuda incondicional, cuando estamos haciendo este trabajo, pues hacerlo, y ofrecerlo a los pies del Señor”.

“Pero cuando no hay mucho trabajo (seva), ampliar las horas de meditación”.

Amma está hablando a personas que tienen un cierto interés en la búsqueda de esta paz, inherente en el interior de cada ser humano.

Lo cierto es que el tener una disciplina en la meditación, nos irá conectando paulatinamente con esta paz que cada uno de nosotros podemos alcanzar.

Y para esto necesitamos la disciplina de practicar diariamente la meditación.

Así es como iremos aquietando a la mente.

Así nos iremos dando cuenta que van cambiando cosas en nuestras vidas.

O que a lo mejor no cambian, pero nos es posible vivirlas de otra manera.

Podríamos concluir la primera parte de este satsang, con este reducido resumen:

-La disciplina en las prácticas espirituales nos lleva a la actitud correcta.

-Y desde la actitud correcta conseguimos felicidad en lo que hacemos.

OM NAMAH SHIVAYA

 

 

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