En ruta a Hyderabad.
Amma siempre se asegura de que su caravana viaje a la par de los autobuses, aunque el viaje sea de veinte horas. El árido paisaje tenía pocas tierras de cultivo, lo que hacía difícil encontrar un sitio para parar. Finalmente encontramos una granja rural cerca de Gooty, con quince altos tamarindos que daban sombra a los más de 700 miembros de la gira. Amma invitó a todos a meditar antes de comer. Había varios monos en los árboles. Esto sugirió a Amma a hablar acerca del mono Hanuman, el fiel servidor del Señor Rama, símbolo de amor, fe, dedicación y servicio al Gurú. Amma también recordó que desde la construcción del puente Amrita Setu, los monos han encontrado su camino a Amritapuri.
Nirmala, una devota de Suiza, había escrito un poema para Amma. Empezaba con “qué podría ser más hermoso que sentarme con mi Gurú en el establo”. (click here to read the whole poem) (clica para leer todo el poema).
Amma dijo: “Cuando llega el amor, no hay dos, solo un amor y nada más. Para una madre no es demasiado limpiar la caca, mocos y escupitajos de su hijo, lo hace sin aversión alguna. Cuando hay amor, nada se siente como separado de ti. El amor es la base. El amor no ve nada como suciedad, nos capacita para aceptar las cosas como son. Si tienes amor puedes convertir cualquier cosa en dulzura. Es como el loto creciendo en el barro. Cuando ese amor despierta, no hay oscuridad, solo luz. Puedes ver todos los objetos en la luz del sol, pero no reconoces al sol. En la luz de la luna, solo puedes ver la luna. El Gurú es como la luna llena.”
Después de otras cinco horas por las carreteras polvorientas de Karnátaka, tras cruzar el río Krishna, Amma paró de nuevo, esta vez para bhajans, chai y cena. Al fondo de cada lado de Amma, se veían dos grandes colinas. Amma se tomó un tiempo para cantar bhajans en marati la lengua local. Cantó “Vithala, Vithala, Vithala” más y más rápido, cargando a todos de energía para las cuatro últimas horas de viaje. Después de servir chapattis y curry, Amma pidió una historia. Una de los hijos de Amma contó un sueño en el que ella rogaba a Amma que le diese amor, devoción y entrega. Con la luna iluminando la oscuridad, todos supimos que un día ese sueño sería realidad.