Domingo, 12 Julio 2015 19:55

Conciliar la antigua sabiduría espiritual y la tecnología moderna para la transformación social. Destacado

Naciones Unidas ‘Impacto Académico’. La Universidad Amrita da inicio a la Conferencia sobre Tecnología para un Desarrollo Sostenible con un discurso inaugural de Mata Amritanandamayi Devi, Rectora de la Universidad Amrita. Nueva York 8 de Julio de 2015.

Amma, en su calidad de Rectora de la Universidad Amrita, dirigió su discurso a un auditorio de investigadores que asistían en representación de  93 universidades internacionales a una conferencia co-presentada por la Universidad Amrita y  ‘Impacto Académico Naciones Unidas’ (en inglés UNAI). El Sr. Ramu Damodaran, como responsable de UNAI fue quien presentó a Amma a la audiencia.

Dedico mi humilde saludo a las autoridades reunidas hoy aquí. Y aprovecho esta oportunidad para expresar de corazón mi gratitud a Impacto Académico Naciones Unidas por organizar este evento, así como a los principios de unidad representados por Naciones Unidas.


Algunos de ustedes podrían preguntarse, “¿qué hace aquí una persona espiritual como Amma”? Precisamente es mi fe en la validez del conocimiento espiritual  lo que me ha traído hoy aquí, ante ustedes. Muy a menudo reflexiono profundamente en el futuro de la Tierra, la conservación de la naturaleza y la desaparición de la armonía entre la humanidad y la naturaleza. Esta reflexión me lleva a la convicción de que la ciencia, la tecnología y la espiritualidad deben permanecer unidas para asegurar una existencia equilibrada y sostenible  en el mundo. La era actual y el mundo que nos rodea están demandando esta transformación.

Día tras día, la ciencia y la tecnología crecen incesantemente de forma incontrolada. Nadie parece saber adonde conduce este crecimiento. Miramos a nuestro alrededor y vemos como promotores, productores, distribuidores y consumidores parecen estar atrapados  por un frenesí por adquirir lo último, lo mejor, lo más grande. El estado actual de la humanidad es como el de un niño al que han dejado solo en una tienda de dulces.

Hoy en día, desde la cama.  podemos encargar cualquier cosa, para comer, beber, mirar o escuchar y tenerlo servido en casa. Ya no necesitamos ir de tiendas para comprar cosas nuevas o usadas. Hay páginas web para cualquier cosa y para todo. El Internet ha revolucionado el mundo y eso está bien. Con un simple click de nuestro dedo podemos comprar cualquier cosa, excepto una: Amor. 

Todos tenemos aire acondicionado en nuestras casas, coches y oficinas. Pero muchas personas no pueden conciliar el sueño en su habitación con aire acondicionado, tienen que recurrir a pastillas para dormir. ¿Qué significa esto? Que no podemos alcanzar la paz mental solo mediante las comodidades externas. Para esto tenemos que instalar aire acondicionado en la mente. La espiritualidad ayuda a conseguir esto.

Vivimos en la era de Internet. Dondequiera que vayamos por este planeta  necesitamos Internet. Pero junto a la conexión a Internet, también necesitamos  redescubrir la conexión a nuestra Inner-net (red interna) . La espiritualidad nos enseña a manejar nuestro mundo, interno y externo. Para el que sabe nadar, retozar entre las olas del océano.

¿Qué está sucediendo en la sociedad? Atrapado en un apresuramiento vital, el género humano ha olvidado los valores humanos más básicos. Subestimamos su significado. Tratamos de justificar toda la violencia e injusticias que cometemos, desde el nivel individual al internacional. Así que encajamos la racionalización de estas acciones en el resto de la sociedad.

Ha habido problemas en el mundo desde el principio de los tiempos. Durante siglos, la humanidad  ha sufrido guerras, conflictos, discriminación por casta, creencias o posición social, así como por falta de armonía familiar. Pero nuestros antepasados tenían una actitud distinta ante la vida. Tenían un conocimiento intrínseco de tres factores: humano, naturaleza y del poder invisible que los unía armoniosamente.

Su visión de la vida no solo tenía en cuenta la existencia física de los individuos y la naturaleza. Creían en un poder que  está en la base de los cimientos de la naturaleza y de todos los seres vivos; un poder invisible  que conecta a todos los seres con la naturaleza. Ellos reconocían  este poder como la parte más importante de la vida. También creían que todo en la naturaleza y cada uno y todos los seres vivientes en el universo son como cuentas, de formas y tamaños diferentes, ensartadas en el único hilo de la creación. Por eso daban tanta importancia a compartir, a ser solidarios, a la consideración y empatía. Hoy en día, hemos etiquetado esta mentalidad como primitiva , rehusando esta forma de vivir.

Miramos a la vida moderna y vemos una sociedad opulenta sumergida en la tristeza. La codicia excesiva ha cegado al género humano y el resultado es una incidencia creciente de acciones inhumanas. La agitación mental y el estrés son la causa de nuevas y hasta ahora desconocidas enfermedades.  

La humanidad se encuentra en una encrucijada. En este momento, el género humano vive con una dependencia única de la ciencia y la tecnología. Sin embargo, a la luz de la situación actual, deberíamos también, al menos intentar incorporar el pensamiento espiritual.

Recientemente, hemos presenciado un buen número de desastres naturales y cambio climático alarmantes, con inclusión de un rápido calentamiento global. Tenemos que reflexionar profundamente en si solo el esfuerzo humano bastará para poner freno a una inminente catástrofe mundial.

En otros tiempos, cuando la gente vivía en armonía con la naturaleza, solían buscar un día propicio para plantar o cortar un árbol. Antes de cortar un árbol, la gente le honraba  y después le pedía disculpas diciendo: “Por favor perdóname por la acción que estoy a punto de acometer. Te corto solo por necesidad”. Pero, ¿qué sucede hoy en día?  No solo raramente plantamos árboles sino que los destruimos sin piedad y con ellos toda la naturaleza.

Cuando Amma era una niña, la gente solía poner estiércol en sus heridas. Esto aceleraba la curación y evitaba la infección. Pero si hoy hiciéramos esto, la herida se infectaría inmediatamente. Lo que solía ser medicinal en el pasado se ha vuelto venenoso ahora. Esto es la causa de una naturaleza contaminada.

Lo mismo que celebramos el Día de la Madre, el Día del Padre, San Valentín y el Día de Acción de Gracias con mucha ostentación, deberíamos tener un día para respetar y venerar a la Madre Naturaleza. En ese día, todo el mundo debería  al menos intentar plantar un árbol. Incluso podríamos celebrar ese día, el día de Año Nuevo, para empezar el año con una nota propicia. Si hacemos esto, este planeta se convertirá en un paraíso. Un árbol es como una casa que construimos para la Madre Tierra.

 En la creación, cada cosa tiene su ritmo, una relación innegable entre todo el universo y  cada criatura viviente en él. El universo es como una vasta interconexión de redes. Suponed que hay una red. Si se la agita en un lugar, la vibración se siente por doquier. Del mismo modo, estemos o no conscientes de ello, todas nuestras acciones resonarán en toda la creación, ya estén realizadas individual  o grupalmente. No somos islas individuales, sino eslabones de una cadena común a todos.

La armonía se produce cuando el hombre, la naturaleza y el poder más allá de ambos funcionan como una unidad. Sin embargo, ahora solo damos importancia a los seres humanos y sus descubrimientos. Hoy en día, en nuestras vidas no hay lugar para los valores. La creencia general es que los valores son irrelevantes y superfluos.

Para que cualquier máquina funcione con fluidez, necesita aceite. El aceite que nos ayuda a vivir sin mucha fricción son nuestros valores. Y estos valores se desarrollan mediante el pensamiento espiritual.

Hay dos tipos de educación: educación para vivir y educación para la vida. Cuando estudiamos en la facultad, nos esforzamos para ser doctores, abogados o ingenieros. Esta es la educación para vivir. Por otra parte, la educación para la vida, requiere un entendimiento de los principios básicos de la espiritualidad. El objetivo real de la educación no es crear individuos  que puedan únicamente entender el lenguaje de las máquinas. El propósito principal de la educación debería consistir en impartir una cultura del corazón; una cultura basada en valores perdurables.

También la espiritualidad es una ciencia, una rama válida del conocimiento que no puede ser ignorada. La comunidad científica investiga el mundo físico en un intento por descubrir los secretos del universo. En realidad, las escrituras espirituales narran las experiencias de aquellos que llevaron a cabo una intensa indagación interior con el propósito de revelar los mismos secretos. Cuando nos proponemos ver la espiritualidad únicamente a través de las matemáticas, la física o la lógica, podemos dejar de captar sus sutilezas. Necesitamos acercarnos a ella con la fe de un niño, y con el asombro que brilla en los ojos y la mente de un niño. Reconocidos científicos del pasado consideraron el universo y sus sutilezas  con asombro y admiración. Sus investigaciones poseían la fe y la curiosidad  de un niño inocente. De hecho, muchos eminentes científicos pasados y presentes reconocieron la espiritualidad  hacia el fin de sus vidas, pero para entonces ya era demasiado tarde.  Amma reza para que los científicos que lideran la comunidad científica en la actualidad no cometan el mismo error.

La vida es una combinación perfecta de lógica y misterio, quizá más misteriosa que lógica. En todas los aspectos de la vida,  la cabeza y el corazón deberían ir juntos. Por ejemplo, cuando se mezclan arena blanca y azúcar, es muy difícil separarlas, incluso para un ser humano muy inteligente. Sin embargo, la aparentemente insignificante hormiga, que representa la humildad, las discrimina fácilmente y se come solo el azúcar.

 Amma nació en una pequeña aldea de pescadores, donde el 90% de la gente vivía de un salario por día de trabajo. Muchos de los aldeanos padecían una enfermedad cardiaca valvular, diagnosticada como bloqueos en la válvula cardiaca. Como las válvulas de repuesto eran de importación y muy costosas, los campesinos no podían permitirse la operación, así que personas que hubieran podido vivir 70 u 80 años, morían entre los 30 y los 40. Amma pensaba, “si pudiéramos  encontrar un modo de hacer válvulas menos caras”. Así empezó Amma a interesarse  en la investigación al servicio de los pobres..

La mortalidad infantil es un grave problema en muchos países. Para investigar sus causas, visitamos muchas aldeas de la India. En algunas pudimos observar que las mujeres comían  principalmente hierbas y  matojos. Cuando les preguntábamos porqué comían esto, la respuesta era que como sus maridos solo tenían salario el día que trabajaban y solo encontraban trabajo cada tres o cuatro días, la escasez de ingresos hacía que la poca comida que podían comprar la dejaran para sus maridos. Y para no sentir hambre comían esa clase de hierbas y matojos. Subsistían con esa dieta incluso durante los embarazos. ¿Cómo podían sobrevivir los hijos nacidos de esas madres desnutridas?

En otros pueblos, algunas mujeres nos decían: “Muchos de nuestros maridos gastan la paga en alcohol y otros malos hábitos. Vuelven a casa borrachos y abusan de nosotras. Aunque tenemos comida suficiente en casa, no tenemos ganas de comer.”

En algunos pueblos las mujeres eran analfabetas, así que los maridos las explotaban  falsificando sus firmas, incluso para obtener cualquier pequeña ayuda gubernamental que pudieran recibir. Por eso iniciamos programas de alfabetización para mujeres. Y también decidimos facilitar formación profesional a estas mujeres, utilizando recursos hápticos.

La brecha existente entre tener y no tener es la pesadilla en todo el mundo y esta disparidad crece a diario. Una montaña aquí y un abismo allá, tal es la situación normal. Por una parte, están los que viven derrochando millones en lujos y por la otra aquellos que luchan por ganar para una sola comida o para tener medicación para un día. Si posponemos la reducción de esta brecha por más tiempo, ello culminará en violencia, incluso en revueltas generalizadas. Necesitamos desesperadamente un puente de amor y compasión que una a estos dos grupos.

La pobreza es una situación terrible en la humanidad, que destruye toda bondad y talento. Es la causa de toda degradación moral.

Una vez, durante un programa de Amma en el extranjero, un grupo de niños sin hogar que más o menos vivían bajo los túneles del metro, vinieron a recibir darshan. Habían hecho dibujos para Amma. La mayor parte de los dibujos eran escenas violentas de bombas, misiles y barcos de guerra. Uno de los niños había dibujado a Jesucristo y a María con pistolas en sus manos. Cuando Amma preguntó al niño porqué había dibujado a Jesús con una pistola, éste respondió: “Cuando tiene hambre, ¿no necesita comer? Si tiene una pistola puede atracar a alguien.”

Amma preguntó, “hijo, apuntar con una arma a alguien, es el único modo de conseguir dinero?”

El chico respondió, “eso es lo que hace mi papá.”

 “Y no puede tu padre trabajar para ganar dinero?” preguntó Amma.

El chico respondió: “Mi papá tiene salud para trabajar. Fue a muchas entrevistas, pero nunca quiso emplearle nadie. Nadie quiere dar trabajo a gente como nosotros. Por  eso mi papá usa una pistola. Así puede mantenernos.”

Las experiencias y situaciones presenciadas por niños dejan marcas profundas en sus mentes. La pobreza y el complejo de inferioridad se manifiestan a menudo en tendencia a la violencia, incluso a edades muy tempranas. Así es como se erosionan los valores en la sociedad. En tales ocasiones el amor y la compasión son especialmente necesarias.

Mucha gente se muestra cínica con respecto a la espiritualidad. ¿Qué es la espiritualidad? La verdadera espiritualidad es compasión en acción. Empieza y culmina en compasión. Si pudiéramos transformar una mera palabra en una acción compasiva, podríamos resolver el 90% de los problemas humanitarios del mundo.

El primer paso para ayudar a otros es impartir conocimiento. Si a pesar de medicarse regularmente, un  diabético continua comiendo dulces, su nivel de azúcar en sangre aumentará. De modo que, el control de la dieta y la modificación del estilo de vida son tan importantes como la medicación. Amma recuerda un incidente que sucedió en uno de los pueblos adoptados por el Proyecto Amrita Serve o Laboratorios-en-Vivo. Inicialmente  enseñamos en cada pueblo a un grupo nuclear a construir un aseo y allí se les deja el edificio. Cuando después de un tiempo volvimos , observamos que la gente no usaba el aseo. Abrían la puerta, miraban al interior como si visitaran un templo, cerraban la puerta y se iban a aliviarse  al lago cercano, como era su costumbre. Así que empezamos a educar a los aldeanos explicándoles que la defecación en abierto, contamina el agua y el terreno, que posteriormente contamina los alimentos y lleva a toda clase de infecciones parasitarias, tales como helminto, etc. Esto ayudó a crear la muy necesitada concienciación en la comunidad.

Cuando intentamos amar o servir sin comprender a aquellos a quienes servimos, a menudo causamos daño a la sociedad y a nosotros mismos. Para que el servicio sea beneficioso, necesita ir de la mano con el discernimiento. Esta es la esencia del desarrollo sostenible.

Un pez  iba saltando y salpicando por el río. Un mono llegado para saciar su sed se fijó en él y pensó: “Ese pobre pez está sufriendo, atrapado por la corriente. ¡Debo salvarle!” Impulsivamente el mono atrapó al pez y lo depositó en la orilla del río. El pez empezó a boquear y a poco murió.

Si el mono hubiera intentado comprender al pez antes de sacarle del agua, si le hubiera preguntado, ¿quieres que te saque del agua? El pez hubiera respondido, “Oh, no! Si haces eso moriré!”. La acción sin conocimiento es semejante al intento del mono de salvar al pez. El corazón y el intelecto  deben ir unidos en todas nuestras acciones.

En una ocasión, un hombre trajo a Amma un niño de 10 años. Quería que Amma criara al niño en el ashram y la contó la historia de cómo se había quedado huérfano. Su padre había muerto dos años antes y su madre y hermana habían ido a trabajar en una fábrica de velas cerca de su casa. Después la madre fue diagnosticada de una enfermedad renal crónica y tuvo que dejar el trabajo, postrada en la cama. Aunque la hermana ganaba muy poco, era suficiente para cubrir las necesidades.

Tiempo después, la ley prohibió el trabajo infantil. El propietario de la fábrica de velas fue arrestado y la compañía cerrada. Mandaron a casa a los niños que trabajaban ahí. Consternada por la pérdida de su única fuente de ingresos, la madre envió a su hijo a la escuela por la mañana y envenenó a su hija y a sí misma.

El cierre de tales fábricas es justificable, pero nos olvidamos de las familias de los niños que dependen de esas fábricas para vivir. Si en nuestro intento de resolver el problema, solo vemos uno de sus aspectos e ignoramos el otro, las repercusiones las sufren las personas que no tienen otro recurso.

La gente pregunta: “¿Cuál es el significado de la espiritualidad? La espiritualidad nos ayuda a desarrollar el discernimiento para diferenciar entre lo esencial y lo superfluo. Por ejemplo, necesitamos un reloj para saber la hora. Eso lo hace tanto un reloj de 100 dólares como uno de 50.000. Si compramos el de 100 dólares e invertimos el resto del dinero en ayuda a los pobres, haremos un gran servicio a la sociedad. Aunque podamos ver mil soles reflejados en mil vasos de agua, realmente solo hay un sol. Igualmente nuestra consciencia interior es una y la misma. Con esta actitud podemos cultivar una mente  que tenga en cuenta a los otros antes que a nosotros mismos. Lo mismo que nuestra mano derecha se afana en ayudar a la izquierda cuando tiene dolor, podemos amar y ayudar al prójimo como haríamos con nosotros mismos.

Hay dos tipos de pobreza en el mundo. El primero se debe a la escasez de alimentos, vestido y refugio. El segundo tipo es el de la pobreza de amor y compasión. El primero que debemos abordar es el segundo tipo. Porque si tenemos amor y compasión, serviremos de corazón y ayudaremos a los que carecen de alimento, vestido y refugio.

En un pueblo, había una hermosa estatua de un mahatma con los brazos abiertos. En una placa bajo la estatua estaban inscritas estas palabras: “ Venid a mis brazos.” Con los años los brazos se rompieron. Los aldeanos que amaban la estatua etaban compungidos. Se reunieron para decidir que podían hacer. Algunos pensaban que debían derribar la estatua. Otros objetaban si podrían hacerse unos brazos nuevos. Finalmente, un anciano se levantó y dijo: “No. No os preocupéis por hacer unos nuevos brazos. Dejadla sin brazos.”.Los otros aldeanos replicaron. ¿Y que pasa con la placa que dice venid a mis brazos? Y respondió el anciano: “No hay problema. Justo bajo esas palabras, ‘venid a

Debemos ser las manos, los ojos y oídos de Dios. Nuestra inspiración, fuerza y valor deben proceder de Dios. Así, el temor, la duda y el pecado nunca nos mancharán.

El sol no necesita la luz de una vela, así como Dios no necesita nada de nosotros. Tarde o temprano el cuerpo perecerá. Por lo tanto, ¿no es mejor fatigarle con actividad que dejarle que se oxide por falta de uso? En otras palabras, ¿cuál es la diferencia entre la gente y los gusanos? También los gusanos comen, duermen, se reproducen y al final mueren. ¿Que más estamos haciendo con nuestras vidas?

Hijos, si Dios existe o no, puede ser una fuente de debate. En cualquier caso, ninguna persona racional  puede decir que el sufrimiento humano no existe; podemos ver el sufrimiento con nuestros propios ojos. Amma considera  que el servicio a los que sufren es adorar a Dios. Amma reza porque esta actitud de sacrificio propio despierte en sus hijos. Ojalá el mundo llegue a darse cuenta mediante vuestro testimonio, que las aguas del amor, la compasión, el altruismo y el sacrificio no se han secado en los corazones humanos.

En la aldea donde Amma nació, solo había un grifo para cerca de mil familias. Como máximo, cada persona solo podía llenar un cacharro con agua y eso requería esperar de la mañana a la noche. A veces, no podíamos conseguir agua. Debido a estas experiencias, si Amma ve alguna vez agua goteando de un grifo, siente que en lugar de agua gotea sangre. Podemos pensar, “¿Cómo podemos evitar  desperdiciar el agua? ¿A quién recurrimos para hallar la solución?” Amma vivió sin estas comodidades básicas y presenció el sufrimiento a su alrededor. Como resultado, en cuanto ve a alguien que sufre, instintivamente siente la necesidad de ayudarle. La Naturaleza es nuestra madre. Mientras que la madre que nos vio nacer puede llevarnos en su regazo unos cuantos años, la Madre Naturaleza nos lleva en su regazo durante toda nuestra vida.

Amma tiene un deseo. Todas las universidades deberían enviar al alumnado a zonas rurales empobrecidas o barrios pobres urbanos por uno o dos meses como mínimo, durante el periodo de educación. Así podrían ver directamente  los problemas que los pobres deben afrontar. Así podrían implementar soluciones, producir documentos sobre todo lo que han aprendido. Esto nos ayudaría a ayudar a los pobres del modo más eficaz y al mismo tiempo despertaría la compasión en la juventud actual.

Hoy en día, las universidades y sus investigadores son clasificados principalmente por el monto de financiación que reciben, el número de documentos que publican y por su categoría intelectual. Los docentes se promocionan en base a estos mismos criterios. Además de esto, deberíamos tomar en consideración hasta que punto hemos sido capaces de utilizar el resultado de estas investigaciones en el servicio a los estratos sociales más bajos y vulnerables. Esto significaría tanto como dar fragancia al oro.  En nuestro acercamiento al desarrollo sostenible, no deberíamos olvidar que mediante el robustecimiento de la gente que se encuentra en la base de la pirámide es como conseguiremos que todo el edificio social goce de salud y fortaleza.

Segregar la ciencia y la espiritualidad ha sido uno de los mayores delitos cometidos contra la humanidad en el siglo pasado. Estas dos ramas principales del conocimiento que deberían haber ido de la mano fueron divididas y los profesionales fueron etiquetados como científicos modernos o como representantes de credos religiosos. “Solo los descubrimientos científicos pueden aplicarse a la lógica y a la inteligencia. Ellos son la única verdad. La fe religiosa es ciega e informa mal.” Esta fue la ideología popularizada. Todos los desastres naturales recientes y los cambios alarmantes en el clima global constituyen un reto a la supervivencia en la hermosa tierra en la que vivimos. Ahora, muchas personas no pueden evitar pensar que todo esto puede ser el resultado de pesar ciencia y espiritualidad  en balanzas distintas y considerar que una es mucho más importante que la otra.   

Si queremos que nuestras acciones den soporte a los resultados deseados, se necesitan tres factores: el tiempo adecuado, el propio esfuerzo y la gracia de Dios. Amma pone como ejemplo a un hombre que tiene que viajar una larga distancia para asistir a una entrevista de trabajo. Se despierta muy temprano, llega a tiempo en su coche al aeropuerto. Pero, tras registrarse, escucha que un motor  del avión tiene un problema mecánico o que el tiempo es demasiado malo para volar, por lo que el vuelo se cancela. Así, el hombre puso el esfuerzo necesario para llegar al aeropuerto a tiempo, pero careció de la gracia y no pudo llegar a la entrevista. De modo semejante, necesitamos la gracia de Dios para que nuestras acciones sean completas y significativas. La práctica espiritual y la compasión no son dos cosas, sino una. Nuestras acciones altruistas vuelven a nosotros transformadas en gracia de Dios.

Que el árbol de nuestras vidas pueda estar enraizado en la tierra del amor. Que las buenas acciones sean las hojas, las palabras amables las flores y la paz el fruto. Que el mundo florezca como una familia, unido en el Amor. Que así seamos capaces de crear un mundo en el que la paz y la alegría prevalezcan. Esta es la sincera oración de Amma.

|| lokah samastah sukhino bhavantu ||
“Que todos los seres, en todas partes sean felices y estén en paz”.

Conferencia de Amma: http://www.amritapuri.org/21112/15-un.aum


Introducción sobre Amma: http://www.amritapuri.org/21150/15-impact.aum

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