Alcanzar el conocimiento acerca del mundo externo es simplemente reunir información. Por otra parte, el conocimiento de la verdadera esencia del mundo y de nuestro Ser, es el conocimiento que nace del discernimiento y ese es el principio del conocimiento verdadero. La primera clase de conocimiento está cambiando continuamente. La segunda clase es la verdad permanente y eterna. Como discípulos, el guru toma nuestra mano y nos guía al mundo de ese conocimiento, que es la fuente de todo otro conocimiento.
La relación guru – discípulo existe en todas las esferas de la vida. Pero la relación espiritual guru – discípulo es incomparable. Es la mayor y más pura de todas las relaciones. El amor, devoción y fe del discípulo en el guru es lo que mantiene esa pureza y grandeza. El guru espiritual es desapego y siempre está liberado, vacío de ego, gustos y aversiones. Pero el guru también es la encarnación de una compasión y paciencia ilimitadas. Esta compasión y paciencia mantienen al discípulo cercano al guru. Esto no significa que el guru perdone todas las indiscreciones del discípulo.
Un ser autorrealizado tiene dos facetas – la de madre y la de guru. En esta Kali Yuga (era de Kali) están forzados a apegarse a la de la madre, por encima de la del guru. De otro modo sería difícil elevar al discípulo. Por eso Amma dice a veces: “ Aquí no hay discípulos, solo una madre y sus hijos”. El guru está dentro del discípulo. Pero para que el guru despierte en el discípulo, primero el discípulo debe despertar al guru que está dentro del ser realizado. Pero en Kali Yuga, si el guru se manifiesta verdaderamente, solo aquellos que tienen una ecuanimidad y propósito sinceros por alcanzar el objetivo podrán mantenerse en él. Por esta razón Amma da más importancia al aspecto de madre. Es como poner la anestesia antes de la operación. Solo una madre puede perdonar y tolerar compasivamente los errores de sus hijos. Esto puede no ser posible para el guru. Así como la Naturaleza nos pide que toleremos sus leyes, ciertas reglas y tradiciones deben ser observadas en presencia del guru. La madre naturaleza perdona todos los errores de sus hijos. Pero pasado un cierto límite, comienza a advertir al ego humano, enviándole fuertes avisos.
Cuando el guru intenta romper la dura concha del ego del discípulo, puede ser doloroso. El discípulo está enamorado de su ego, le nutre y piensa que eso es la verdad. Pero el guru conoce la auténtica verdad, la verdad que está tras un enorme árbol que esconde en su interior la concha con la pequeña semilla. Para que el árbol se libere, la concha del ego debe abrirse, y para que esto suceda el discípulo debe cooperar. Si un paciente patalea y grita, no se puede realizar la cirugía. Incluso si se intenta, nunca podría salir bien. Por eso el doctor administra anestesia. Del mismo modo, el amor y afecto del guru son como la anestesia previa a la operación, para salvarnos del samsara, la enfermedad del engaño de que estamos separados de Dios.
Antiguamente, cuando los discípulos vivían con el guru durante su aprendizaje, recibían la enseñanza de las escrituras en detalle, por lo que la vida espiritual no era difícil para ellos. Antes de zambullirse en esas aguas, conocían elementos básicos de la natación. Así, el guru solo tenía que observarlos a distancia. Uno solo sabe nadar realmente cuando puede flotar en aguas profundas. Si no sabemos cómo, podemos ahogarnos. Los discípulos del pasado sabían nadar, no solo mantenerse a flote en aguas profundas. Así el guru solo actuaba de salvavidas, asegurándose de que no se ahogaran.
La entrega nos ayuda a descubrir tanto nuestras joyas internas como las externas. Ningún buscador espiritual ha muerto jamás de hambre. Mediante la entrega alcanzamos todo lo que necesitamos. Debemos intentar desarrollar esta entrega. Mucha gente va al mar, al océano. Algunos disfrutan del infinito cielo azul y de la belleza del océano. Otros pescan para satisfacer su apetito. Otros gozan de la brisa marina en su rostro. Pero muy pocos bucean en lo profundo del océano y capturan perlas. Del mismo modo, mucha gente se acerca a un sadguru por varias razones. Pero muy pocos entienden realmente el principio del guru y de la entrega, para encontrar ahí su Ser verdadero. Que la divina gracia ayude a todos los hijos de Amma a desarrollar ese valor, poder y entrega.