¿Es bueno decir no a hacer seva?

SINTESIS SATSANG 11.01.2020
Enseñanzas de Amma, compartidas por Ânand

 ¿Es bueno decir no a hacer seva?

*Pregunta: ¿Hay algún momento apropiado en donde uno pueda decir no para hacer servicio?

¿Sobre todo si uno no tiene tendencia al karma yoga, es correcto decir no? Amma dice que aprovechemos las oportunidades de servicio, de servir ¿Este sentimiento viene por mi pereza o mi mala actitud, o es válido que pueda decir no?

*Amma va a aprovechar toda oportunidad aunque sea gateando para servir a sus hijos, como cualquier madre con sus hijos.

*Cuando tenemos dolor físico queremos que nos cuiden.

*Cuando vemos a los demás como a nosotros mismos no hay ninguna duda en servir.

*Amma sabe que tienes aún deseos mundanos y decir no, puede aumentar tu ira.

*Poder servir a otra persona es una gran bendición, una gran oportunidad.

*En la naturaleza hay una actitud de entregar, pero en los seres humanos, no.

*Mira una mariposa, vive sólo unas horas y beneficia a todos los que la rodean; o el arco iris que inunda de felicidad a todos a pesar de su corta vida, o las flores,... y tantas cosas en la naturaleza que expresan felicidad por un corto espacio de tiempo.

*Si te sientes mal, puedes decir no, pero explicar el motivo, si es a causa de tu salud física, y que cuando te sientas mejor lo atenderás.

*Cuando hacemos seva recordemos de donde viene el poder que nos permite hacerlo, este poder viene de la Divinidad, no es solamente por nuestro poder.

*Ser conscientes de que la fortaleza que fluye por nosotros no es nuestra, sino de la Divinidad.

*Si este poder deja de funcionar no podremos hacer nada.

*Una vez que este poder deja de fluir en nosotros, es que estamos sin vida.

*Es mejor que el cuerpo se desgaste que no que llene de óxido.

*La vida es frágil, no sabemos lo que sucederá mañana, vivamos el momento presente con amor, con amabilidad, positivamente.

*Si no podemos hacer seva, debemos aclarar que no nos sentimos bien, y que cuando nos sintamos mejor ya lo atenderemos.

*Apareció un avioncito que filma.

*Miren el avión volando, si el avión dijera: mírenme soy grande, sería tonto, pues vuela porque alguien lo mueve a distancia, no es grandioso como él cree.

*Es lo mismo que nos ocurre a nosotros.

*No tenemos el derecho a ser egoístas, con respecto a nuestras acciones, hay un control remoto que es divino.

RESUMEN

Todos sabemos que es hacer seva, pero...

¿Qué es seva?

¿Qué es hacer seva?

Hacer seva es hacer voluntariado.

El seva es dedicar un tiempo de tu vida al servicio de los demás.

Hacer seva es una donación, estás donando un tiempo que podrías dedicar a tus propias cosas personales, o a trabajar para ganar dinero, y decides destinar este tiempo de tu propia vida a hacer de voluntario/a, haciendo cosas que ayudan, que benefician a otras personas necesitadas.

Esto es seva: voluntariado, donación de tu tiempo.

Recuerdo que el primer año que vino Amma a España, en 1.997, me ofrecían seva, y me ocurrían dos cosas, la primera que no comprendía que me estaban pidiendo, pues en catalán seva, es cebolla, y no sabía que querían decir cuando se me acercaba alguien y me decía: tengo un seva para ti.

Y ya después cuando me lo explicaron, me resistí un montón a hacer seva, pues no conocía a Amma, ni su misión en el mundo, esto por una parte, y por otra que estaba verdaderamente orgulloso de mis muchas horas de meditación diaria, y creía firmemente que esta era la práctica espiritual más positiva, y más rápida para recorrer el camino hacia Dios.

De hecho en las reuniones de los grupos de meditación de Paramahansa Yogananda que frecuentaba había una pregunta clave:

¿Cuántas horas meditas al día?

Pues el número de horas de meditación determinaba el que estuvieras haciendo el camino a una velocidad o a otra, pues esta era la solución.

Y no es que Paramahansa Yogananda no hablara del seva o voluntariado en sus libros y en sus lecciones, al contrario le daba la importancia que tiene, pero el ambiente entre nosotros era este.

Esto es lo que me ocurrió al principio de conocer a Amma, dije no al seva que me ofrecían, y aunque era un no por ignorancia, incluso después cuando ya hacía un poco de seva, Amma me decía que eran muy buenas las prácticas que hacía de meditación. Así me motivaba a seguir con Ella.

A la persona que pregunta, no sé si por los mismos motivos, le pasa algo similar, dice que no tiene tendencia al karma yoga. El karma yoga significa tener una dedicación importante en el seva y una actitud de realizar el seva con amor.

Y claro pregunta si es adecuado decir no a las propuestas de seva, y desea saber si este proviene de su actitud perezosa.

¿Qué dice Amma?

“Amma sabe que tienes aún deseos mundanos, y decirte no puede aumentar tu ira”.

“Cuando tenemos dolor físico queremos que nos cuiden”.

“Si te sientes mal, puedes decir no, pero explica el motivo si es a causa de tu salud física, y que cuando te sientas mejor lo atenderás”.

“Cuando hacemos seva recordemos de donde viene el poder que nos permite hacerlo, viene de la Divinidad, no es solamente por nuestro propio poder”.

“Ser conscientes de que la fortaleza que fluye por nosotros no es nuestra, sino de la Divinidad”.

“Si este poder deja de funcionar, no podremos hacer nada”.

“Una vez que este poder deja de fluir en nosotros, es que estamos sin vida”.

“Si no podemos hacer seva, debemos aclarar que no nos sentimos bien, y que cuando nos sintamos mejor ya lo atenderemos”.

Como vemos lo que Amma responde es, que digamos no al seva, si el cuerpo no está en buenas condiciones, y que tengamos la amabilidad de explicar que no lo podemos atender en este momento, pero en cuanto nos encontremos bien, lo vamos a realizar.

Pero que si no es por un motivo de salud, mejor aceptar el seva que te proponen.

Lo que quiere decir que si rechazas un seva, pudiéndolo hacer, puedes encontrar el motivo en la pereza, o cualquier otra resistencia que tu mente te ponga.

Para traspasar estas resistencias de tu mente Amma nos propone que tengamos bien presente que la fuerza necesaria para hacer seva no es nuestra, que procede de la Divinidad.

Si nos hacemos conscientes de que sólo podemos movernos por la Gracia de Dios, nos será más fácil atender el seva sin resistencias.

Cuando vivía en Amritapuri, Stéfano un chico italiano que se encargaba de distribuir el seva en aquellos tiempos, me dijo: no creas que el seva lo distribuyo yo. A mi es al que veis, pero en realidad quien mueve los hilos es Amma, quien verdaderamente reparte el seva es Amma.

Y no tardé mucho en oírle a la propia Amma: a veces llegan al ashram, ejecutivos o empresarios que piensan: ahora cuando llegue al ashram me darán un seva de lo que sé hacer: dirigir, y me pondrán en un cuarto con aire acondicionado, con una secretaria, para que pueda desempeñar bien mi papel; y Amma lo primero que hace es mandarles al garbage, o sea a recoger y a reciclar la basura.

Entonces no sólo comprendí lo que me había dicho Stéfano, de que es Amma quien reparte el seva, sino que lo viví en mis propias carnes.

No hay que forzarse en ninguna situación, pero si te encuentras físicamente bien, mejor que aceptes el seva que te llegue, el seva que te proponga la persona que se encarga de ello, pues es a quien Amma utiliza para que te llegue lo más conveniente para ti, en este preciso momento.

Amma, una encarnación divina, ha hecho de su vida un seva.

Podríamos decir que la vida de Amma es un ejemplo vivo, un ejemplo continuo de seva.

La vida de Amma está al servicio de la humanidad, todo el tiempo.

Así es como nos anima a hacer seva, poniéndose Ella como ejemplo, en primera línea.

Por este motivo le responde a la persona que le pregunta en estos términos:

“Amma va aprovechar toda oportunidad aunque sea gateando para servir a sus hijos, como cualquier madre con sus hijos”.

“Poder servir a otra persona es una gran bendición, una gran oportunidad”.

“En la naturaleza hay una actitud de entrega, pero en el ser humano no”.

“Mira una mariposa, vive sólo unas horas y beneficia a todos los que la rodean, o el arco iris, que inunda de felicidad a todos, a pesar de su corta vida, o las flores... y tantas cosas en la naturaleza que expresan felicidad en un corto espacio de tiempo”.

“Es mejor que el cuerpo se desgaste, que no que se llene de óxido”.

“La vida es frágil, no sabemos lo que sucederá mañana, vivamos el momento presente con amor, con amabilidad, positivamente”.

“No tenemos el derecho de ser egoístas, con respecto a nuestras acciones, hay un control remoto que es divino”.

Amma medita, Amma canta bhajans, pero...

¿Qué parte del día y de la noche dedica a estas prácticas espirituales, y cuánto tiempo le dedica al seva?

Una de las cosas que Amma nos dice es: que la gente que sufre, sufre por su karma, que esto es cierto, pero Amma continúa y pregunta... ¿y tu karma, cuál es tu karma? Tu karma es el de ayudar al que sufre.

Este es uno de los motivos por los que Amma nos anima a que hagamos seva.

Es como si formáramos parte del mismo círculo: ayudas a los demás, colaborando a que quemen karma, y esto ocurre en el mismo acto que estás quemando parte de tu propio karma.

Casi siempre en el seva interactuamos con más personas, y en estas relaciones haciendo seva Amma crea muchas ocasiones para que podamos deshacernos de karma negativo.

Amma adora que hagamos seva, pues a través del seva que nos hace llegar, Ella puede desarrollar mejor su propio seva de escultor divino, con nosotros.

Con el dintel divino nos va dando un golpe tras otro para ir puliéndonos, para que nuestras impurezas vayan perdiendo fuerza poco a poco, y nos convirtamos en más transparentes.

En este satsang nos dice que aunque sea gateando no parará de servir a sus hijos, y otras veces ha dicho que su sueño es servirnos hasta el último suspiro.

En cuanto a la naturaleza, Amma es la Divinidad que la ha creado, la naturaleza es divina, por esto nos pone todos los ejemplos de como la naturaleza es puro altruismo, puro servicio a la humanidad, y que tomemos nota de ello, para actuar nosotros de la misma manera.

Parece una cosa simple, pero han de ser muy profundas las cosas que se mueven en nosotros a través del seva.

Y Amma quiere que hagan seva hasta las personas más mayores, y que no queden anclados en la cama.

En Amritapuri por ejemplo les dice a las abuelas y abuelos que viven allí desde hace muchos años, que aunque sea recostados en la cama, no dejen de hacer seva, empaquetando inciensos, o cualquier otra cosa.

Cuando hacía tours con Amma y compartía seva con Tejas, Amma motivaba a los demás por la actitud de karma yogis que tenían las dos personas más mayores del grupo: Tejas y Ânand.

Deberíamos tener presente lo que nos dice Amma en este satsang, la gran oportunidad que es el poder servir a otra persona, pues es la llave que abre la puerta de las bendiciones divinas.

Este es el poder del seva, sin olvidar que tampoco debemos sentirnos orgullosos por hacer seva, o por hacer más o menos seva, o por hacer un seva más importante o menos importante.

Pues el seva no sólo es Amma quien nos lo hace llegar, Amma también es quien nos da la fuerza y la energía para hacerlo.

Gracias pues, por permitirnos hacer seva para la Obra Humanitaria de Amma.

Amma nos dice que nuestra vida tendría que ser como la de un incienso, quien va derramando su fragancia en la medida que se va consumiendo, ofreciendo su vida al servicio de los demás.

En la medida que podamos estar dispuestos a hacer todo el seva que nos sea posible.

En la medida en que podamos realizar el seva con amor a Amma.

En la medida en que podamos hacer seva con humildad hacia los demás.

Nos estaremos tomando la mejor medicina, para nuestra peor enfermedad: el ego.

Así se fue Amma de Granollers, en noviembre pasado, diciendo: seva, seva, seva,.. esta es la medicina.

OM NAMAH SHIVAYA

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