LA ESPIRITUALIDAD ES LA PRACTICIDAD DE LA VIDA

¿Qué es satsang?

 

Satsang: Sat: Verdad, Ser. Sanga: unirse a.

Satsang: unirse a la Verdad, al Ser. Estar en compañía de un Mahatma (Maestro Realizado). También escuchar un debate o charla espiritual. Encuentros para hablar de la Verdad Suprema. 

En el centro Amma de Piera el satsang consiste en una breve meditación, en la recitación de los 108 nombres de Amma, lectura y reflexiones por parte de Ânand de las enseñanzas de Amma, bhajans (cantos devocionales), meditación MA-OM, meditación de las flores con la voz de Amma y Arati.

Iniciamos con una breve meditación que nos sirve para interiorizarnos y estar más presentes en el ahora.


SINTESIS SATSANG 13.08.2020
Enseñanzas de Amma, compartidas por Ânand

LA ESPIRITUALIDAD ES LA PRACTICIDAD DE LA VIDA

 16 de diciembre de 2019, Amritapuri Ashram - de Amma's Satsang

El gusano come, duerme y procrea, ¿cuál es la diferencia entre nosotros y el gusano, ya que estamos haciendo lo mismo? 

Cuando nuestra mano accidentalmente toca nuestro ojo, perdonamos instintivamente a nuestra mano y acariciamos nuestros ojos. 

Del mismo modo, también deberíamos poder mostrar compasión hacia los demás. 

Entonces la tristeza de otros se convierte en nuestra tristeza, la alegría de otros se convierte en nuestra alegría, porque nos vemos reflejados en ellos a través de la compasión. 

Esta es la esencia de la espiritualidad. 

Si tocamos fuego, nos quemaremos, si tocamos un cable con corriente  recibiremos una descarga eléctrica, pero una vez que tenemos conocimiento de estas cosas, vamos con mucho cuidado porque se desarrolla una conciencia que nos impide actuar de manera nociva o perjudicial para nosotros 

Del mismo modo, una vez que comprendas la naturaleza del mundo y como es el comportamiento de las relaciones en él, podrás tratar con las personas y vivir en el mundo de la manera correcta. 

En todas y cada una de las situaciones podrás tomar la decisión correcta. 

Si hay un festival al que vas a ir, y sabes de antemano que habrá fuegos artificiales y petardos, no te sorprenderás cuando escuches los fuertes estallidos. 

Si vas a un lugar, si vas a un país donde las explosiones de bombas son comunes y no se te informa de antemano sobre la naturaleza de lo que está ocurriendo, te sorprenderás y te asustarás. 

Entonces, con la comprensión espiritual, podrás llevar una vida mejor y estar preparado para afrontar las situaciones, y vivirlas de manera correcta. 

             

Las diversas religiones son como punteros, son como indicadores. 

Amma nunca le ha pedido a nadie que cambie su religión, Amma nos muestra cómo ama a los demás y nos pide que amemos a todos como Ella los ama. 

Cuando comprendes la espiritualidad te das cuenta que es, como mirarte en un espejo. 

Al mirarte en el espejo, puedes ver si hay algo de hollín o manchas en la cara y luego los puedes eliminar. 

Con la espiritualidad, comprenderás lo que te falta o lo que está mal en ti y te esforzarás por corregirte. 

Lo que Amma nos pide es que nos demos verdaderamente cuenta de quiénes somos realmente, no que cambiemos la religión, o que cambiemos de religión. 

Las escrituras son como un mapa, y si las has aprendido bien, puedes conducir con facilidad. 

Puedes aprender yoga y meditación, pero el Vedanta es la base. 

Si una persona normal es como una farola, un sannyasi es como un transformador que genera energía para todo un pueblo. 

Pequeñas corrientes de agua se recogen en una presa, y luego con su fuerza combinada se genera electricidad. 

Si la luz solar se enfoca a través de una lente, tiene el poder de quemar cosas. 

Pero nuestra mente se está dispersando y distrayendo en todas las direcciones, aunque si logramos concentración y conseguimos enfocarla, resultará de un inmenso poder que luego podremos utilizar para el bienestar del mundo. 

Esa es la esencia de la espiritualidad.

RESUMEN

La espiritualidad es la esencia de la vida.

La espiritualidad nos enseña a leer la vida, de diferente manera a como nos la enseñaron a vivir en la infancia

La espiritualidad es la que nos proporciona las herramientas para que nuestra vida sea práctica, alegre, efectiva.

En el corazón mismo de la espiritualidad encontramos la compasión.

La espiritualidad nos hace compasivos, y a su vez la compasión potencia que podamos vivir la vida de acuerdo a los principios espirituales.

Amma dice que la compasión está en el principio de las prácticas espirituales, y al mismo tiempo la compasión también es la misma Meta.

Mostrar compasión hacia los demás, practicar la compasión con los demás, nos proporciona paz interior, le da sentido a nuestra vida.

Recordar, nos dice Amma, que al realizar buenas acciones, por la Gracia de Dios recibiremos el correspondiente retorno, recibiremos cosas de retorno.

En ocasiones nos encontramos con personas con las que no congeniamos, o que hasta incluso nos sacan de quicio.

Esta es una buena oportunidad para practicar la compasión.

Una buena práctica es reflexionar en el porqué esta persona se comporta de una manera determinada, pues a lo mejor los condicionantes con los que ha vivido en su infancia no le permiten actuar de otra manera.

Amma dice que los mensajes que recibimos de niños se graban profundamente en nuestra mente y nos condicionan en nuestra manera de comportarnos.

Pone el ejemplo de que en un campo de césped recién sembrado, si paseas varias veces por el mismo lugar, allí la hierba no crece, y ya se queda un pasillo en el campo sin hierba.

De la misma manera ocurre en nuestras mentes infantiles, se crean unos pasillos faltos de fertilidad que nos condicionan en nuestra vida.

Cuando hay encuentros con personas de conductas altisonantes deberíamos reflexionar en este mensaje de Amma, pues esto nos ayuda a comprender mejor a la otra persona, y  poder ayudarla con una actitud amorosa.

Esta es una compasión que ayuda a los demás, esta es una compasión que te ayuda a ti mismo.

Hace unos meses Amma me permitió practicar en este sentido.

Años atrás cierta persona empezó a enviarme emails atacándome, e insultándome. Emails, que Ânand no respondía, a pesar de que sus ataques e insultos iban subiendo de tono. Hasta llegó a presentar una denuncia en la policía, me envió una copia. Aunque la policía nunca me dijo nada, ni vino al ashram. Se debieron dar cuenta de que aquello no tenía ningún sentido.

Pasaron los años, y un sábado esta persona apareció en el local de Piera, donde celebrábamos los satsangs, vino a recoger prasad, y me dijo Om Namah Shivaya Ânand, y le respondí Om Namah Shivaya. Y así repitió algunos sábados.

Pero un día apareció en al ashram, y vino directamente a mi encuentro:

Om Namah Shivaya Ânand,  Om Namah Shivaya, respondí, ¿me puedes atender, por favor? Me dijo.

Por lo vivido con esta persona, aparecieron las emociones en mi mente. Había un rechazo rotundo a hablarle.

Pero me quedé quieto, cerré los ojos por unos segundos, y me vino a la mente: Amma la ayudaría.

Abrí los ojos, y al mirar los suyos leí en su mirada que suplicaba ayuda.

Desaparecieron las emociones, y apareció otro estado de conciencia.

Dejé el seva que estaba haciendo, y le dije: en que te puedo ayudar?, y me concentré en escucharla de una manera profunda. Intenté que todo mi ser estuviera bajo su piel.

Hubo muy pocas respuestas por parte de Ânand.

Al terminar, se quedó un buen rato en silencio, Ânand también, y se despidió diciéndome: gracias por tu ayuda. Me sirve de mucho.

Estoy convencido que le ayudó más el estado de escucha profunda, que las palabras que le transmití.

Y aquí se cerró un encuentro, del que Ânand se siente verdaderamente agradecido, por haberle permitido Dios liberarse de emociones y sentimientos negativos, lo que le hizo posible actuar con conciencia, en la relación con otro ser humano.

El poder actuar con conciencia, despierta la compasión en nosotros.

En algún momento Amma ha dicho que cuando empiezas a darte cuenta de lo que tienes que sanar, es cuando conectas con la esencia de la espiritualidad, y que en este punto empieza de verdad tu camino hacia Dios.

La elección es nuestra. Eliges vivir de acuerdo a los principios del mundo, en cuyo caso tu vida va a ser como la de estos animalitos que menciona Amma en este satsang. O eliges hacer el esfuerzo de vivir con conciencia, una conciencia que te propicie la compasión. Si esa es tu elección, no te preocupes, siempre sabrás lo que Dios te pide, o si Dios desea que le sirvas de una manera o de otra.

Lo que importa es tener una disposición total a armonizarse con la Voluntad de Dios.

Si eres sincero en tu relación con Dios, con Amma, te cueste más o te cueste menos esfuerzo seguirás las llamadas que se produzcan en esta relación.

Como Amma nos dice, es precioso ser un ser humano, por lo que no debemos dedicar nuestra vida a cosas pequeñas. Debemos actuar de acuerdo a nuestro dharma.

Y también debemos saber que el vecino tiene el mismo Atma que nosotros.

¿Qué podríamos hacer para despertar una conciencia que nos lleve a la compasión?

Haciendo seva con una actitud totalmente altruista, con entusiasmo y devoción, estamos practicando la compasión.

En el Programa de Amma en Valencia, el 2017, Amma me llamó para despachar algunos asuntos con Ella y los swamis, y me dio una grata sorpresa:

“El seva, y según la manera que lo haces es compasión”. Se refería a uno de los sevas que hago en el ashram.

Tenía claro los beneficios de hacer seva, pero nunca había asociado el seva con la compasión.

Es un tema para anotarnos, pues desde cualquier parte que estemos o vivamos, podemos hacer seva, y hacerlo desde el corazón, sirviendo a Amma y a Su Obra Humanitaria.

Otra de las cosas que Amma nos propone es que conozcamos la naturaleza del mundo, pues si no reconocemos la casa en la que vivimos nos será más fácil darnos tortazos y tropezones mientras andamos por el interior de nuestra casa.

En este sentido Amma cuenta una historia:

En cierta ocasión hubo alguien que fue a ver a su amigo que era director de un hospital pisiquiátrico. Al llegar al hospital le recibió su amigo, y le invitó a dar una vuelta por el hospital. Mientras paseaban por la planta baja llegaron frente a una celda, cuyo ocupante se daba golpes de cabeza contra la pared pronunciando un nombre: Pum! Pum!, Pum!, Pum!, Pum! Pum!, y el amigo le preguntó al director, qué que era lo que le pasaba a este hombre?, y el director le respondió que era un hombre que tenía una novia que se llamaba Pum! Pum!, y le había dejado por otro, de ahí procedía su estado.

Continuaron paseando por el hospital y al llegar a la segunda planta, se pararon delante de una celda, donde había un hombre que se daba cabezazos contra la pared, mientras pronunciaba un nombre: Pum! Pum!, Pum! Pum!, Pum! Pum!.

Anda le dijo al director: Este hace lo mismo que el que vimos en la planta baja. ¿Qué le pasa a este hombre? Y el director respondió: Este es el que se casó con Pum! Pum!.

Esta historia refleja la naturaleza del mundo y lo que podemos esperar de él.

Esta historia refleja nuestro sufrimiento cuando deseamos algo y no lo podemos conseguir, pero que también continuamos sufriendo cuando ya la hemos conseguido.

Por esta razón Amma nos insiste en reconocer el lugar por donde estamos transitando. Si sabemos, si tenemos integrado que el mundo es un lugar donde hay muchos cohetes y petardos, no nos sorprenderán sus estallidos, y podremos estar más centrados en lo que verdaderamente hemos venido a hacer en este mundo.

Comprenderemos que el mundo tiene muchos altibajos, que por supuesto los tenemos que vivir, a cada uno los que le toque, pero los tenemos que vivir, con una Confianza total y absoluta en Dios, en Amma, que es el único refugio válido.

Es una conciencia que la vamos desarrollando poco a poco, y mientras la vamos desarrollando, hay más comprensión en nosotros de la naturaleza del mundo, y en consecuencia, desde esta conciencia, nos es más posible conectar con la compasión.

Una vez vamos entrando en la comprensión y conciencia de lo que es la naturaleza del mundo, podríamos pasar a otra de las prácticas que Amma nos recomienda para llegar al principio y Meta de la vida: la compasión.

Dice Amma que todos tenemos conciencia, pero necesitamos el discernimiento, y que necesitamos el discernimiento, porque debemos usar esta vida humana con la mayor conciencia posible, pues este cuerpo se nos entregó para cumplir con una misión elevada.

Uno de los principios que nos ayuda a que el discernimiento aparezca de una manera fluida, es el tener una comprensión de que todo lo que llega a nuestra vida, a la de cada uno, se lo manda Dios, y se lo envía para su bien.

Esta comprensión, cuando se instala como certeza, hace que aparezca más espontáneamente la aceptación a lo que sea que esté ocurriendo en nuestra vida, y desde la aceptación, podemos entrar con más facilidad a discernir.

Podemos llegar con más facilidad a preguntarnos el para qué, ha aparecido cierta circunstancia en mi vida, y desde ahí poder intentar averiguar que enseñanza o enseñanzas lleva aparejada la situación.

Es por este motivo que Amma nos insiste en la importancia de tener una actitud de aprendizaje. Pues si todo lo que ocurre en mi vida es para mi bien, estaré dispuesto a aprender con todo aquello que aparezca en mi vida, y sobre todo con aquellas cosas que no comprenda.

Y a través de una actitud tranquila podré averiguar que me está pidiendo Dios, ahora mismo.

Amma dice en este mismo satsang que cuando comprendes la espiritualidad es como mirarse en un espejo, y que al mirarte en el espejo, puedes ver si hay algo de hollín o manchas en la cara, y así luego los puedes limpiar, los puedes eliminar.

El espejo nos sirve para lo que nos falta o está mal en nosotros, y así podemos esforzarnos en corregirnos.

Lo que nos pide realmente Amma es que nos demos verdaderamente cuenta de quien somos. Que trabajemos en esta dirección. Por este motivo menciona el mirarse al espejo.

En el espejo de nuestra propia conciencia, sobre todo en lo que despiertan las relaciones con los demás.

Hace unos días recogí un artículo redactado por un escritor llamado Jonathan Robinson, el cual tiene un cierto fondo espiritual y ha publicado 12 libros, acerca del entrenamiento en la vida. Explica de una manera muy gráfica su experiencia de mirarse al espejo cada día, y precisamente su espejo es nada más y nada menos que Trump, el presidente de Estados Unidos. Con vuestro permiso os voy a leer este artículo, que además lo relaciona con el dharma, pues así titula su artículo:

DHARMA DIARIO

Convirtiendo el trauma del triunfo en el Dharma diario
Sólo he visto a Trump una vez, pero me causó una gran impresión. Después de que le dije unas ocho palabras, me dijo que me fuera a la m...... Esto es lo que pasó: Hace unos 20 años, iba a estar en el programa de televisión Geraldo por un libro que había escrito. Trump también estaba en el programa, y se estaba maquillando mientras yo esperaba cerca. Con todo lo que la maquilladora hizo, Trump tuvo una queja. Era implacable en sus críticas.
Finalmente, cuando terminó, vio que yo estaba esperando al lado para maquillarme y me dijo: "Ni siquiera te molestes con ella. Es terrible". Sorprendido por su dureza, reaccioné diciendo ocho palabras a nuestro futuro presidente. Lo miré directamente a los ojos y le dije: "No le diste mucho con qué trabajar". Fue entonces cuando el Sr. Trump me dijo que me fuera a la m..... y se fue rápidamente.
Me puse santurrón, pero pensé que al menos no tendría que volver a ver a este imbécil. Las cosas no resultaron de esa manera. Ahora es el Presidente de los Estados Unidos, y va a estar en mi vida por lo menos durante el próximo año y medio. Por lo tanto, he tenido que crear un plan para hacer frente a su locura sin sucumbir a la constante molestia.
Después de reflexionar un poco, pensé en la utilidad de tener agitadores en mi vida. Normalmente, oculto ciertos "aspectos de sombra" de mí mismo tanto a mí como a los demás. El hecho de que Trump se convirtiera en nuestro presidente trajo tantas "cosas" negativas en mí que no pude apartarlas más. He usado esta nueva epifanía para mi ventaja espiritual.
La mayoría de mis amigos están pasando por este "trauma de Trump". Para algunos, Trump les provoca mucho miedo, incluso paranoia. Para otros, los pone tristes, abrumados o enojados. Para mí, él mayormente saca a relucir sentimientos de auto-justificación. Todos esos sentimientos siempre estuvieron al acecho bajo la superficie, pero ahora son visibles y obvios. Gracias a nuestro "agitador en jefe", mis amigos y yo cada vez somos más conscientes de nuestro lado oscuro.
Ilustraré exactamente cómo esto es útil con un ejemplo personal. Como he mencionado, tengo una larga historia de ser santurrón. En mi vida diaria, no suelo ver esto como un problema (aunque mi esposa ciertamente no lo disfruta). Sin embargo, cada frase de Trump es como combustible de cohetes para mis tendencias santurronas. Ahora puedo ver que soy un adicto santurrón. Disfruto sintiéndome santurrón. Me hace sentir que tengo razón y que otros están equivocados; que soy dominante y que soy mejor que otros. Por supuesto, también me impide sentirme en paz y amar a los demás.
Gracias al Presidente Trump, ahora me enfrento a mi lado oscuro una docena de veces al día. A lo largo de los años, he aprendido que el primer paso para superar un problema es admitir que lo tienes. Ahora sé que mi autoestima está claramente en el camino de ser una persona más pacífica y amorosa. De hecho, estoy aprendiendo sobre la humildad. Cuando veo a alguien santurrón, pienso: "Este es como yo". Cuando alguien exagera o miente para quedar bien, reflexiono: "Este es igual que yo. Exagero todo el tiempo, y lo hago para lucirme".
Gracias al Presidente Trump, me siento humilde hoy en día, lo que es bueno si estás tratando de crecer espiritualmente. Incluso tengo una foto de él en mi altar, junto a mi foto de Buda y Jesús. Cada mañana cuando miro su foto, recuerdo la advertencia de Jesús de "amar a tus enemigos". Mirando a Trump, puedo ver hasta dónde tengo que llegar para tener un corazón verdaderamente compasivo.
Así es como he convertido mi trauma de Trump en mi dharma diario. Por supuesto, todavía me levanto en la resistencia y llamo a mi congresista para protestar por lo que está pasando. Está en mi alma honrar mi verdad y conectar con gente de ideas afines. Al mismo tiempo, hago mi práctica diaria de notar lo que Trump desencadena en mí. Tomo esta información como un signo revelador de mis mayores obstáculos para la paz interior. En cierto modo, nuestro presidente es como mi terapeuta personal. Sus palabras y acciones ayudan a revelar mi lado oscuro con una precisión exquisita. Y como un buen terapeuta, de que manera Trump ayuda a revelar mis obstáculos internos, los cuales se disuelven gradualmente a medida que me hago más consciente de ellos. Y lo mejor de todo, es que Trump proporciona este servicio de forma consistente - ¡y gratis!
Hay un dicho, "El Señor trabaja de maneras misteriosas". Nunca pensé que el hombre que me dijo que "me fuera a la m....." hace muchos años se convertiría en mi terapeuta personal y motivador espiritual. Sin embargo, ahora que Trump es el presidente, eso seguramente significa que cualquier cosa puede suceder en este mundo... incluyendo la transformación del trauma de Trump en un camino de liberación.
Jonathan Robinson es un entrenador de vida, autor de "Más Amor, Menos Conflicto", y de 12 libros más.

Sin ninguna duda el mirarnos al espejo, nos ayuda, y nos ayuda enormemente a conocernos a nosotros mismos.

Evidentemente necesitamos mirarnos al espejo, con humildad, con mucha paciencia con nosotros mismos, y con una aceptación total a lo que hay en nuestro interior.

Desde ahí irá apareciendo un discernimiento que nos hará despertar más y más conciencia, una conciencia que irá conectando con el aspecto compasivo que todos y cada uno llevamos en nuestro interior.

Y la práctica de la compasión, nos llevará a la esencia misma de la espiritualidad.

La esencia de la espiritualidad es para practicar cada día, hasta donde cada uno pueda. Es una medicina  que crea adicción en la medida que te la vas tomando. En la medida que vas practicando, te vas dando cuenta que la esencia de la espiritualidad, es un alimento para nuestra alma, y el alma nos va reclamando este alimento cuando se lo dejamos de proporcionar.

Vamos a hacer práctica, alegre y eficaz nuestra vida, teniendo presente los mensajes de Amma y poniéndolos a Su servicio en el día a día. Poco a poco, con paciencia, con amor, un amor que empieza en uno mismo.

OM NAMAH SHIVAYA

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