Los voluntarios de Amma Mexico en Cancún están acostumbrados a organizar comedores sociales para ayudar a las personas que viven en la pobreza dentro de su área. Sin embargo, con el distanciamiento social como principal preocupación, la pandemia del coronavirus ha dejado esa acción en suspenso. En su lugar, los voluntarios preparan paquetes de comestibles y artículos de primera necesidad para distribuir en los hogares de las personas necesitadas.
Mario Martínez, uno de los voluntarios, lo explica así: “Los efectos económicos y sociales que acompañaron a esta crisis de salud nos impulsaron a recaudar fondos para donar suministros a familias que han perdido sus trabajos. Son personas que en condiciones normales ya viven en la pobreza, y con la situación actual aumenta su desesperación”.
En estas semanas, México ha informado de un nuevo un hito sombrío a la Organización Mundial de la Salud. Se han producido más de 83.500 muertes debido al COVID-19. A nivel mundial, ocupa el cuarto lugar en número de muertes. Respecto a casos confirmados, México se sitúa en el noveno lugar con más de 814,000 personas infectadas.
La propagación del virus ha devastado una economía mexicana ya enferma, que ahora se prevé que se contraerá hasta un 13% este año. Esta es la recesión más profunda que sufre el país desde la Gran Depresión de la década de 1930.
“Un alto porcentaje de la población de México vive de trabajos temporales, por lo que la pandemia les ha cortado los medios para ganarse el sustento”, dice Mario Martínez. “En Cancún, la principal fuente de empleo es el turismo, que ha dejado a miles de personas que trabajan en el sector desempleadas”.
Los paquetes de suministros de Amma México contienen 13 productos: arroz, frijoles, azúcar, sal, aceite, lentejas, atún, galletas, pasta, jalapeños, harina, papel higiénico y jabón. En abril, el equipo entregó 308 paquetes; en junio, otros 336; y en agosto, otros 240. Un total de 884 familias han recibido los artículos tan necesarios en Cancún y sus alrededores. La próxima entrega está prevista para diciembre.
Mario Martínez explica que compartir estas necesidades básicas ayuda a los beneficiarios a tener la salud y la fuerza necesarias para seguir adelante. Un paquete donado no cambia la situación general, pero al menos cuentan con algo para comer durante una semana. Es un pequeño logro si se piensa en un solo hogar, pero es bien relevante cuando se multiplica por más de 800 familias.
“Las comunidades que hemos apoyado son familias que antes de Covid ya estaban luchando --nos dice el coordinador del proyecto-- es importante reconocer nuestra vulnerabilidad ante una crisis global como la que estamos viviendo y hacer lo que podamos para ayudar a los más desfavorecidos, aunque sea mínimamente”.
Desde el comienzo de su misión general, el objetivo de Amma México ha ido más allá de garantizar que se satisfagan las necesidades nutricionales básicas. Entregan la comida con amor y devoción para que las personas que la reciben también se sientan gratificadas en sus corazones. Los voluntarios pasan tiempo con cada familia para escuchar sus problemas y así tratar de proporcionar cualquier otra cosa que les pueda faltar. Mario Martínez dice que el coronavirus ha aumentado profundamente esta comprensión del sufrimiento mental y emocional de las personas a las que pretenden ayudar.
“La pandemia nos ha enseñado que tenemos que vivir en el presente y no hacer grandes planes para el futuro. Esperamos seguir ayudando cada vez más en función de las circunstancias”, concluye Mario Martínez. “El escucharlos y ver sus rostros de alegría cuando reciben los suministros nos permite reconocer que recibimos más de lo que damos”.
Foto 1: Mario Martínez con Amma México entrega una bolsa de víveres a una mujer en un barrio empobrecido de Cancún.
Foto 2: Voluntarios preparando paquetes.
Foto 3: Colocación de los paquetes en un camión.
Foto 4: Mario Martínez observa a los niños en uno de los hogares visitados.
Foto 5: Una caja de suministros contiene arroz, frijoles, azúcar, sal, aceite, lentejas, atún, galletas, pasta, jalapeños, harina, papel higiénico y jabón.