SINTESIS SATSANG 30.09.2017
Enseñanzas de Amma y comentarios de Ânand
Cuando alguien te agrede
*Pregunta: Cuando dos personas riñen, los dos se perjudican. También ocurre con celos y otras reacciones ¿Cómo se puede proteger uno?
*He contestado a esta pregunta millones de veces, los dos se perjudican, el agresor y el agredido.
*Cuando alguien se enfada, luego le entra remordimiento, y este remordimiento crea una herida en ti, y ocurre lo mismo con el otro.
*Estas heridas no son fáciles de sanar.
*Si no hay un verdadero perdón, permanecerán incluso después de la muerte.
*Si uno interioriza y trata de ver profundamente y no ve los motivos por los que sufre, es que son lecciones del pasado.
*Y esto ocurre con los celos, la lujuria,...
*Y ocurre, porque perdemos el sentido del discernimiento y nos volvemos esclavos de nuestras emociones.
*Este actuar inconsciente crea estas heridas.
*¿Podemos protegernos?
*Podemos protegernos si practicamos, si nos hacemos conscientes,.
*Se trata de controlar tus negatividades.
*Si alguien te agrede, y tienes una actitud de paciencia y perdón, lo mantendrás de lado, no te afectará la agresión.
RESUMEN
La persona que pregunta lo hace sobre la base de que cuando dos personas riñen, se perjudican ambas, y lo que le interesa es saber como protegerse de las agresiones.
Y Amma confirma una vez más que efectivamente el perjuicio es tanto para el agresor como para el agredido.
Puede haber diferentes tipos de agresión, aunque a las que se refiere esta persona, son a las agresiones verbales, procedentes de celos y otras reacciones.
Por este motivo Amma expresa:
“Cuando alguien se enfada, luego le entra remordimiento, y este remordimiento crea una herida en ti, y una herida en el otro”
“Estas heridas no son fáciles de sanar”.
“Si no hay un verdadero perdón, estas heridas permanecerán incluso después de la muerte”.
“Si uno interioriza y trata de ver, y no ve los motivos por los que sufre, es que los motivos están en acciones del pasado”.
“Y esto ocurre con los celos, la lujuria,... porque perdemos el sentido del discernimiento y nos volvemos esclavos de nuestras emociones”.
“Este actuar inconsciente crea estas heridas”.
Cuando a través del discernimiento adquirimos conciencia, no nos afectan las agresiones de los demás, lo que consideramos agresiones, tanto activas como por omisión.
O sea, tanto la acción verbal en que alguien manifiesta su ira hacia nosotros, como por omisión, o sea, cuanao alguien no nos dirige la palabra.
Amma nos dice como debemos protegernos de las agresiones:
“Si practicamos, si nos hacemos conscientes, se trata de controlar tus negatividades, y si alguien te agrede y tu tienes una actitud de paciencia y perdón, lo mantendrás de lado, no te afectará la agresión”.
No podremos hacernos conscientes si no practicamos, la práctica en este caso está en hacer un entrenamiento, entrenarnos cuando estamos tranquilos, para evitar la reacción en el momento en el que creemos que nos están agrediendo.
El entrenamiento nos llevará a la respuesta, y nos evitará la reacción.
Amma cuenta una historia, diciéndonos el porque debemos evitar la reacción:
“Una persona iracunda que te agrede es una persona enferma, es un ser que está al borde del precipicio; si tu reaccionas de la misma manera, es como si te abrazaras a esta persona, y entonces caéis los dos al fondo del abismo”.
Entonces... ¿cómo deberíamos actuar antes las agresiones que nos hacen?
También lo explica Amma en una historia:
“Si alguien te trata mal, ten paciencia con él/ella, si no baja el tono, continúa siendo amable con la persona, responde suavemente, si sigue en sus trece, invitale a tomar un café, y si sigue incordiándote dile que le invitas a comer a un restaurante que le guste; si aún y así continúa en su estado de agresión, vete, y si te sigue, aprieta a correr, y si te persigue y te va a alcanzar, párate coge un palo, y dile: no te acerques que te voy a dar, levanta el brazo con el palo, pero no lo bajes”.
He vivido personalmente esta enseñanza protagonizada por la propia Amma, en mi primer tour con Ella por el norte de la India.
En las paradas que se hacen con Amma de una ciudad a otra, para mitigar el cansancio de los largos viajes, y en las que Amma nos da de comer, o nos da chai. En aquel entonces, hace alrededor de 15 años, viajábamos 8 ó 9 autobuses de los cuales, la mayoría eran ocupados por bramacharinis y bramacharis, y en estas paradas sobre todo las bramacharinis corrían frenéticamente para estar al lado de Amma.
En una de las paradas que hicimos, alguien estaba indicando donde se sentaría Amma al llegar, Amma siempre llegaba más tarde que los autobuses en el lugar de la parada, y las bramacharinis todas en tropel iban hacia allí, levantando una gran nube de polvo, la India es muy polvorienta; pero a los pocos minutos desplazaban la silla de Amma a otro lugar, y otra vez el grupo de bramacharinis corriendo y levantando la consiguiente polvareda, y así tres o cuatro veces.
Finalmente llegó Amma, y se dirigió a un lugar diferente de donde la había preparado la silla, y las bramacharinis corriendo de nuevo en tropel para estar al lado de Amma.
Amma se enfadó y les dijo: esto no es amor, esto es ego, y si tuviera un palo a mano, os daría con el palo. A su lado estaba swamiji que casualmente mantenía un palo en su mano, y se lo cedió a Amma. Amma levantó el brazo con el palo en Su mano, pero no lo bajó.
Lo que Amma nos quiere transmitir es que debemos comportarnos con paciencia, ante las agresiones que suponemos nos hacen, y actuar con firmeza amorosa, después de agotar todos los recursos que disponemos para no abrir heridas a los demás, ni abrirnos heridas a nosotros mismos.
Deberíamos de ser conscientes, y nos lo dice Amma en este satsang que nos podemos abrir heridas que no seamos capaces de sanar en esta vida, y pasen a otras vidas.
Estos puedes ser los escollos que nos encontramos en esta vida, y que si no somos capaces de sanar, tendremos que volver para sanarlos en la próxima, o próximas vidas.
Estos escollos son o están en las personas que nos encontramos en esta vida, y por lo que sea nos es difícil la relación con ellas, sin darnos cuenta que son precisamente las personas que necesitamos para atravesar estos obstáculos, y expandir la conciencia, evitándonos volver en otras vidas.
¿Podemos evitar a estas personas?
Claro que las podemos evitar, pero debemos saber que a la vuelta de la esquina nos encontraremos con Juanito, que tiene las mismas características que el Pepito, del que nos hemos deshecho, y que tanto nos molestan a nosotros.
Amma nos dice dos cosas:
Por una parte: “No huyas de nada, no huyas de nadie”.
Por otra: “Que a las personas que vivimos en un ashram, e incluso fuera, como somos todos piedrecitas cortadas, con cantos vivos, Amma nos pone a todos dentro de un cilindro y lo remueve con fuerza, para que todas las piedrecitas en el roce entre ellas se vayan puliendo”.
Si vamos recogiendo los mensajes de Amma, convertiremos lo que consideramos agresiones en motivos de crecimiento, de expansión de conciencia.
Si hacemos caso a los consejos de Amma, no agrediremos a nadie, ni por activa, ni por pasiva, expondremos de una manera razonada nuestra opinión, y aceptaremos la respuesta.
Con esta actitud ni nos abriremos, ni abriremos en los demás nuevas heridas, al contrario iremos sanando las heridas que podamos arrastrar del pasado.
Uno de los entrenos principales para por una parte no agredir, y por otra situarnos en la actitud adecuada si nos sentimos agredidos, es practicar el que no nos importe tener la razón.
Cuando queremos tener la razón a toda costa, o estamos dispuestos a agredir, o no estamos dispuestos a responder adecuadamente a la agresión.
El que no nos importe tener la razón, es un actitud de humildad, y este entrenamiento nos puede liberar de mucha tensión en nuestra vida.
Vivir sin tanta tensión nos hace ser más objetivos a las circunstancias que Amma nos va creando a todos, para expandir la conciencia, y en lugar de querer tener la razón, sentimos una profunda gratitud hacia Amma por permitirnos servirLa y seguir Sus enseñanzas desde la actitud adecuada.
OM NAMAH SHIVAYA