SINTESIS SATSANG 14.04.2018
Enseñanzas de Amma, compartidas por Ânand
Educación de los hijos
*Pregunta: El viernes pasado se habló de la acción correcta e incorrecta, dharma y adharma. ¿Es adhármico para un padre que inculque a su hijo que se case en lugar de ser bramachari?
*Hay que tener cuidado con la educación de los hijos.
*Se deben seguir las inclinaciones del hijo.
*Impartir o enseñar los dos tipos de conocimiento, el mundano y el espiritual, y respetar la decisión del hijo.
*Es imposible marcar un camino entre rocas.
*Moldear el carácter de nuestro hijo de pequeño, pues es más fácil.
*De todas maneras depende de las cualidades heredadas por el niño.
*Podemos entrenarnos y convertirnos en un buen músico, pero si un niño nace con talento musical, se le hace más fácil.
*Las cualidades con las que venimos las desarrollaremos más fácilmente en nuestra vida.
*Igualmente en la vida espiritual, si la llevan dentro, saldrá de una manera espontánea, y se convertirán en buenos monjes.
*Miles y millones de personas estudian música, pero... ¿cuántos se convierten en maestros?
*Lo mismo ocurre en lo espiritual.
*Deberíamos dar la oportunidad a nuestros hijos de ser cualquier cosa que ellos deseen ser.
*Nuestro deber de padres es darles los dos tipos de formación, pero deben escoger ellos.
*Si como padres les educamos más espiritualmente y deciden ir por lo mundano, siempre llevarán el fundamento espiritual.
*Hay dos tipos de sannyasis, el renunciante interno y el externo.
*El verdadero renunciante es cuando el ego muere.
*Esto es lo que simboliza el color naranja: yo estoy muerto de cuerpo y de mente.
RESUMEN
Esta es una de las tareas más difíciles que tiene el ser humano, la educación de los hijos.
La función de padres desde la responsabilidad de formar adecuadamente a los hijos, transmitiéndoles sólidos valores humanos y morales, y conocimiento para desenvolverse con comodidad y firmeza en su vida diaria, pesa lo suyo.
Por lo que he vivido personalmente, y por lo que he observado en mi alrededor, la tendencia que tenemos los padres es a querer que nuestros hijos sean o hagan aquello que nosotros deseamos, ya que es lo mejor para ellos, decimos.
Y hasta nos podemos sentir molestos e incomprendidos por los hijos si ellos toman sus propias decisiones, decisiones que no coinciden con lo que tenemos previsto para ellos.
Pero si nos ponemos en el papel de los hijos, y dependiendo de las edades, el hijo también se puede sentir mal, por la presión de los padres.
He aquí una experiencia que tuve con unos vecinos durante la época antes de irme a vivir a la India, cuando vivía en la casa de l,Ametlla de mar.
Me decía Lydia, la abuela de un niño, que le había dicho a su madre, la nuera de Lydia: no me riñas mamá, no me riñas que estoy enfermo. La madre se asustó ¿qué te pasa hijo? ¿porqué no me has avisado? ¿qué te duele? Dime.
Estoy enfermo mamá, tengo la pubertad.
Esta misma semana he tenido una vivencia con un persona, un empresario, que me contaba que tenía 51 años, y que pronto se empezaría a retirar de su actividad. ¿porqué le pregunté?
Pues mira, tengo un hijo de 21 años que no quiere seguir el negocio, cuando yo no sólo seguí a mi padre y a mi abuelo desde los 12 años, sino que le compré la empresa a mi padre, que en aquel entonces tenía 100 clientes y yo tengo 1.250 clientes, y mi hijo me ha quitado la ilusión al no querer seguirme, no sé si mi hija que tiene 17 años va a querer continuar, y para esto conservaré unos cuantos clientes, con los que me siento más a gusto, y me dedicaré con la mujer a otras cosas que ya hemos empezado a preparar.
Según la edad de los hijos requieren un tipo de relación u otro.
En relación a la edad, Amma dice en este satsang:
“Hay que tener cuidado con la educación de los hijos”.
“Seguir las inclinaciones del hijo”.
“Impartir o enseñar los dos tipos de conocimiento, el mundano y el espiritual”.
“Es imposible marcar un camino entre rocas”.
“Debemos moldear el carácter de nuestro hijo de pequeño, pues es más fácil”.
“De todas maneras depende de las cualidades heredadas por el niño”.
En otros satsangs Amma ha dicho que la mente de un niño es como un campo de césped recién plantado, y que los mensajes que recibimos de niño son como surcos que condicionan nuestro comportamiento de mayores, son surcos como si en el campo de césped cuando va creciendo la hierba vas pisando varias veces por el mismo lugar, allí es donde abres un camino, pues el césped no vuelve a crecer en este lugar.
A esto se refiere Amma cuando dice que no se puede marcar un camino en las rocas. O sea cuando nos hacemos ya mayores.
Entonces, la época más importante en la educación de los hijos es la de la infancia.
Y ya vemos como Amma hace hincapié en transmitirles a los hijos los valores espirituales en esta edad infantil, junto a lo que se va a encontrar en el mundo, y la manera de vivir en el mundo, pero teniendo sumo cuidado en observar las cualidades en forma de tendencias con las que el hijo ha nacido.
Es sumamente importante observar las tendencias del hijo, de la hija, pues a través de sus tendencias muy probablemente nos están indicando por donde enfocar aquella vida.
A veces pienso, sobre todo cuando veo a varias generaciones con la misma profesión, desde el tatarabuelo al biznieto, toda una saga de abogados, o toda una saga de médicos, o otros tipos de sagas, y me pregunto: ¿será una tendencia con la que han venido de niño, cada uno? O ¿será una influencia que han ejercido de padres y/o abuelos a hijos?
Puede ser que haya de todo, puede ser que haya de ambas opciones.
U na de las cosas importantes en la educación de los hijos es, que los mensajes que les demos estén basados en el ejemplo de nuestra propia vida, o sea, que haya una absoluta coherencia entre lo que les decimos, y lo que nos ven hacer.
En relación a este punto Amma cuenta una historia de un padre que insistía mucho a su hijo en que no debía de ir a las discotecas, que en las discotecas se vivían y se veían muchas cosas negativas, y le insistía en todo lo negativo para el ser humano que se recoge en frecuentar las discotecas.
Un día el hijo le dijo a su padre que había ido a la discoteca y que ciertamente había observado muchas cosas negativas, pero sobre todo vio una que fue la que le llamó poderosamente la atención.
¿Qué viste hijo, le preguntó el padre?
Te vi a ti.
Educar bien a los hijos, educarles desde el ejemplo supone hacer un esfuerzo también por parte de los padres, en todo lo que decimos y hacemos, que es precisamente lo que van a recoger los hijos.
La relación de padres e hijos a veces no es fácil, o en algunos casos es fluctuante, se pasan diferentes etapas, algunas más difíciles que otras.
Puede depender de los temas kármicos que tengamos que resolver en esta relación.
Linda Brady, una astróloga kármica dice que todas las personas que nos encontramos en la vida, aunque sólo sea que les veamos una vez, tienen alguna función que nos puede ayudar a liberar karma, y que antes de nacer ya lo sabemos, que incluso firmamos contratos con estas personas, con el tipo de encuentros que vamos a tener, y que los contratos más duros están entre padres e hijos, parejas, hermanos, amigos íntimos,... Esta es su opinión.
Cuando aparece un conflicto entre padres e hijos, puede ayudarles el pensar que a lo mejor en otros planos de nuestra existencia los papeles estaban invertidos.
Pero sobre todo lo que debemos repasar cuidadosamente son los mensajes de Amma:
“Debería respetarse la voluntad del hijo”.
“Podemos entrenarnos y convertirnos en un buen músico, pero si un niño nace con talento musical se le hace más fácil”.
“Igualmente en la vida espiritual, si la llevan dentro saldrá de una manera espontánea y se convertirán en buenos monjes”.
“Las cualidades con las que venimos las desarrollaremos más fácilmente en nuestra vida”.
“Miles y millones de personas estudian música, pero... ¿cuántos se convierten en maestros?”.
“De la misma manera en lo espiritual”.
“Deberíamos dar la oportunidad a nuestros hijos de ser cualquier cosa que ellos deseen ser”.
Aunque no lo parezca el amor de padres a hijos es condicional, no es un amor puro, hay condicionalidad en este amor.
Mi madre dedicó su vida entera a sus dos hijos, a mi hermana y a mí; estábamos muy por delante de su propios deseos, pero en la medida que se hacía mayor le iba saliendo la condicionalidad y expresaba: cuando sea más mayor no me llevéis a una residencia, no quiero estar en una residencia de ancianos, ni me llevéis tampoco al hospital. Si lo hacéis habéis terminado para mí. Murió tranquilamente en casa de mi hermana.
Personalmente estoy sumamente agradecido a Dios, por los padres que eligió para mí. Tuve una infancia feliz, pude estudiar aquello que deseaba y elegir los colegios de mi agrado, y más tarde cuando mis padres compraron un bar, y pasaron del campo, de la agricultura a esta otra actividad, yo regentaba el bar, pero hubo un momento que me apetecía hacer otras cosas, se lo propuse a mis padres y mi padre que ya estaba casi retirado, se levantó de la silla y volvió a llevar él el bar, mientras yo salía de viajante toda la semana.
Debía tener un buen karma con mis padres, pues siempre tuve una excelente relación con ellos.
Aparte de los temas kármicos de los que no sabemos el origen, ni tampoco hace falta, Amma nos da un mensaje muy importante a los padres en relación a que se debe de respetar la voluntad del hijo y darle oportunidad de ser cualquier cosa que él desee ser.
Los padres que respeten esta enseñanza de Amma nunca podrán tener ninguna frustación pase lo que pase con las actividades que desarrollen sus hijos, pues son las que ellos han elegido.
Y aunque en la comprensión del mundo, se pueda interpretar que hay pérdidas de tiempo, y hasta incluso fracasos en las elecciones de los hijos, en realidad no lo son, en realidad aquel ser lo que está haciendo es quemar karma, mientras adquiere la experiencia necesaria para vivir en el mundo, a la vez que está acercando más y más su alma a Dios.
Cuando vivía en Amritapuri, presencié el caso de una madre e hija que vivían juntas en el ashram, la niña creo que casi había nacido allí, y cuando llegó a la adolescencia quería abandonar Amritapuri, quería ir a vivir en el mundo, le insistía mucho a su madre. Su madre le preguntó a Amma y Amma le respondió que la dejara volar, y que no se preocupara, que las semillas de la espiritualidad que llevaba en su interior serían su mejor guía.
Esta jovencita, hoy toda una mujer, vivió y vive lo que ha de vivir en el mundo, con un enfoque totalmente espiritual y estando siempre que puede al lado de Amma.
El mensaje de este satsang para los padres podría ser:
Respetar la voluntad de los hijos.
OM NAMAH SHIVAYA