Enseñanzas de Amma, compartidas por Ânand
Obediencia – Preguntar a Amma
*Pregunta: ¿Qué lección tenemos que aprender de Bacalaria del Mahabharata, que perteneció a una casta baja, y le preguntó al Guru, yo quiero ser tu discípulo?
*En aquel tiempo a la casta baja no se le permitía aprender, había esta costumbre o tradición.
*El Guru no pudo aceptar a Bacalaria, como discípulo.
*Pero Bacalaria se fue al bosque prometiendo ser un buen arquero, y practicando todos los días, adorando a su Guru, y entrenando con el arco, llegó a ser muy habilidoso.
*Se decía que llegó a ser mejor que Arjuna.
*El Guru pasó un día por allí y vio que Bacalaria practicaba perfectamente, y se sorprendió mucho.
-Le preguntó: ¿quién te enseñó?
-¿Has buscado a otro Maestro, puesto que yo no te acepté.
*Bacalaria, dijo no, te he adorado sólo a Ti, y lo he conseguido por Tu Gracia.
*Bacalaria, fue tan eficiente que podía ganar a cualquiera.
*El día que debía recibir la dakshina de su Guru, el Guru le pidió que se cortara el dedo pulgar y se lo ofreciera. Lo que suponía tener que dejar de manejar el arco, pues es muy difícil hacerlo sin el dedo pulgar.
*Bacalaria no dudó en ofrecer su dedo pulgar a los pies de su Guru.
*Enseñanza:
-Que lejos del Guru, Bacalaria debido a la entrega recibía el Conocimiento.
-Esto nos enseña que depende de la sintonía que tengamos, sentiremos la presencia del Maestro y conseguiremos Su Gracia.
*En cuanto al dedo, es la entrega.
*Tendríamos que entregarnos así.
*Un discípulo verdadero, no piensa nunca en sí mismo.
*Simplemente sigue las órdenes del Maestro.
*Si lo hacemos así, vamos a progresar muy rápido.
*Asimismo debemos tener la fe y la obediencia de Bacalaria.
*Un bhakti es el que obedece siempre al Guru.
*Esto es verdadera devoción al Guru.
*El obstáculo es el ego, que es el que se interfiere con la obediencia al Guru.
*Namayara: repetición de nombres divinos.
*Se necesita anhelo, orar con anhelo de conseguir a Dios.
*Se necesita discernimiento entre lo real (eterno), y lo irreal (no eterno).
*Se necesita servir a los demás.
*Repitiendo el nombre de Dios (mantra), la mente se vuelve sutil.
*Si uno ama, a uno se le olvida todo.
*No hay mundos que separen el amor.
*No hay sentido de dualidad. Hay sólo Unión.
*No preocuparse por el tiempo, dejar fluir.
*Pregunta en relación al Maestro o Guru.
*Cuando preguntamos algo al Maestro, debemos estar abiertos a recibir lo que el Maestro nos diga, no para chequear el nivel de lo que va a responder el Guru.
*La pregunta es desde nuestro ego, o desde la sed de Conocimiento?
*Un arrepentimiento verdadero, ayuda a ir más allá del ego.
*El arrepentimiento hace el ego más débil.
*Cuando cometes un error, pedirle perdón a Dios.
*Esto es verdadero arrepentimiento.
*Y no hacer como el elefante, que se baña y limpia en el río, y al salir se revuelve otra vez en la arena de la orilla.
RESUMEN
Las dos últimas semanas hemos hablado de la devoción, en esta que vamos a hablar de la obediencia al Guru, y de como preguntar a Amma, ya en la primera línea nos podemos dar cuenta de como enlazan las piezas del gran puzzle que conforma las enseñanzas de Amma.
Nos decía Amma en los dos últimos satsangs que Bhakti es devoción. devoción al Guru.
Y en este satsang de hoy nos dice:
“Un bhakti es el que obedece siempre al Guru”.
“Esto es verdadera devoción al Guru”.
“El obstáculo es el ego, que es el que interfiere en la obediencia al Guru”.
Por lo tanto la obediencia al Guru forma parte de la devoción.
La obediencia al Guru, es el camino más recto para llegar a Dios
¿Quién interfiere?
Interfiere la mente al servicio del ego. Interfiere el ego.
Cuando Amma me propuso representarla dirigiendo Su ashram en España, no tuve ningún problema en aceptar Su Voluntad.
Era un palo dejar de estar al lado de Su cuerpo físico, como habían sido los años que viví en Amritapuri, pero estaba y estoy feliz de poder servir a Amma allí donde Ella me indique.
Aunque me quedaban muchas asignaturas que resolver en relación a la obediencia al Guru.
En una reunión europea se mostró que los ashrams de Amma dependíamos directamente de Ella. Y Ânand lo asumió así.
No tardó mucho tiempo en presentarse en el ashram temas para resolver, y Ânand, ni corto ni perezoso cogió el avión y se fue a San Ramón, donde estaba Amma haciendo el tour por Estados Unidos, a despachar directamente con Ella.
A todas las preguntas Amma respondió con el mismo mensaje:
“Habla con Shubamrita swami, que es el representante de Amma en Europa, o... habla con el swami Ramakrishna, segundo discípulo de Amma, que es el presidente de la Fundación que da soporte legal a la Obra Humanitaria de Amma en España, ETW.
No me dio ninguna solución a los temas propuestos, si antes no hablaba con los swamis.
Amma no crea una jerarquía, para hacer bonito, la crea para que se respete.
He de confesar que fue un golpe para mi ego, el no poder resolver los asuntos de Su ashram directamente con Ella.
Y tardé un tiempo en recuperarme.
Pero que positivos son los golpes al ego que Amma te da.
Comprendí finalmente, que la obediencia al Guru, tal como Amma la desea, es obedecer las instrucciones de los swamis.
Y si lo que les planteas no lo tienen claro, ellos van y lo consultan con Amma, contigo o sin ti.
Las cosas más o menos importantes que pasan en el ashram, y que Ânand les comenta a los swamis, les hacen expresar en ciertas ocasiones: hazte respetar Ânand.
Ellos hacen lo mismo, desde una humilde firmeza.
Y no es un hacerse respetar por querer tener la razón, sino simplemente por desempeñar correctamente la responsabilidad que Amma te ha dado.
La obediencia al Guru, pasa pues por seguir las instrucciones de Sus representantes, sin dejarse llevar por las emociones en una relación cotidiana, en el día a día en un ashram, por ejemplo.
Todo es más fácil si seguimos las instrucciones de la Fuente, las enseñanzas de Amma:
“Se necesita anhelo, orar con anhelo de conseguir a Dios”.
“Se necesita discernimiento entre lo real (eterno) y lo irreal (no eterno)”.
“Se necesita servir a los demás”.
Si hay anhelo de alcanzar a Dios. Si nos vamos haciendo conscientes de para que estamos aquí, en este mundo, como seres humanos, hay más disposición de servir a los demás, haciendo voluntariado, y desde este estado de conciencia es mucho más fácil la obediencia, porque nos importa más lo que conseguimos a través de la práctica de la humildad, que la obediencia conlleva.
Dice también Amma en este satsang:
“Repitiendo el nombre de Dios (mantra) la mente se vuelve sutil”
“Si uno ama, a uno se le olvida todo”.
“No hay mundos que separe el amor”.
“En el amor puro no hay sentido de dualidad, hay sólo Unión”.
“No preocuparse por el tiempo, dejar fluir”.
El amor puro es todo obediencia, pues percibes al otro como a ti mismo.
Al amor puro llegamos repitiendo el nombre de Dios.
Repetir el mantra es repetir el nombre de Dios.
Hay una fuerza, hay una esencia, hay una conciencia, que lo sostiene todo.
Todas las formas de las que está compuesto el planeta: toda la naturaleza, todos los seres vivos, hasta los objetos inertes, están sentados sobre esta energía.
Es esta energía a la que llamamos la Verdad.
La llamamos Verdad porque si esta fuerza dice basta, todo se cae, todo desaparece.
Esta única Verdad es el sostén de todo, por esto todo lo demás es lo que nos parece que es, porque estamos identificados con las formas y los nombres, pero no es.
Sólo existe esta única Verdad.
Pues bien, el mantra nos lo da Amma, quien es consciente de manera permanente que Ella no es el cuerpo con el que se comunica con nosotros, sino que Ella es la única Verdad.
Y desde la Verdad nos inicia con un mantra.
Lo que quiere decir que el mantra contiene exactamente la misma energía de la Verdad.
De ahí que Amma nos dice que repetir el mantra, es repetir el nombre de Dios.
Por esto el repetir el mantra nos conecta con la Verdad, desde donde todo es más fácil, incluso la obediencia a quien corresponda.
Con este Conocimiento sólo hay que ocuparse de repetir el mantra, sin esperar resultados.
Nos dice Amma en este satsang que no nos preocupemos por el tiempo y que dejemos fluir.
Recientemente me ha dicho Amma: “De nuestra parte sólo podemos hacer el esfuerzo, el resultado no está en nuestras manos”.
Uno de los mejores actos de obediencia a Amma, es invocar la presencia de Dios en nosotros, recitando y repitiendo el mantra sin cesar.
El ejemplo de Bacalaria, relatado en el Mahabharata es verdaderamente motivador.
Una actitud de de obediencia al Guru absoluta. Primero aceptando el rechazo a aceptarle como discípulo, por parte del Maestro, pero se inspira en Él, hasta que consigue ser un arquero de muy alto nivel. Y luego renunciando a todas sus habilidades entregándole en obediencia al Guru su dedo pulgar.
La pregunta a hacernos es:
¿Tengo la suficiente confianza en el Guru para obedecerle hasta en este punto de cortarme el dedo pulgar y entregárselo?
En la reflexión está la respuesta de adonde se encuentra nuestro nivel de obediencia.
Las preguntas que realizamos directamente a Amma, están muy relacionadas con la obediencia.
Dice Amma:
“Cuando preguntamos algo al Maestro, debemos estar abiertos a recibir lo que el Maestro nos diga, y no para chequear el nivel de lo que va a responder”.
“La pregunta es: ¿Formulamos la cuestión a Amma desde nuestro ego, o desde la sed de Conocimiento?”.
“Un arrepentimiento verdadero, ayuda a ir más allá del ego”.
“El arrepentimiento hace el ego más débil”.
“Cuando cometes un error, pedirle perdón a Dios, esto es verdadero arrepentimiento”.
“No hacer como el elefante, que se baña y limpia en el río, y al salir se revuelve otra ves en la arena de la orilla”.
Siempre que le queramos hacer una pregunta personal a Amma, merece la pena hacer este ejercicio:
-Voy a aceptar tu respuesta.
-Voy a obedecer lo que me digas en tu respuesta, sea lo que sea, tanto si me gusta como si no me gusta.
Si no integramos la obediencia en nuestro corazón, no hay sed de Conocimiento, y entonces Amma te responde con lo que tu ego quiere oír, para que no te espantes y te vayas.
Luego las circunstancias que te crea ya es otra cosa.
Hay que tener muy presente la obediencia incondicional cuando le preguntamos a Amma.
Cuando vivía en Amritapuri, ayudé a una persona a confeccionar una pregunta personal a Amma. Estaba realizando una actividad empresarial, y quería cambiar a otra, y deseaba saber si era correcto.
En su fuero interno no aceptaba que Amma ni nadie le dijera que no era correcto el cambio, y que debía continuar con lo que estaba.
Amma le respondió: Si tú lo ves bien hijo, puedes cambiar de actividad.
Han pasado más de 15 años, y continúa con la misma actividad con la que estaba, no ha cambiado.
Pero si Amma le hubiera dicho que tenía que continuar, su ego se hubiera revelado.
Luego las circunstancias le han hecho continuar con lo que estaba.
Tampoco hay que tener ninguna prisa en que se cumplan las respuestas de Amma.
Sólo Ella sabe el alcance y el significado de sus respuestas.
Hace más de 16 años, mi hija la menor me vino a ver a Amritapuri, y le hizo una pregunta a Amma.
¿A qué se debía dedicar para ser feliz?.
Amma le respondió, pero tuvieron que pasar 10 años para que se materializara la respuesta de Amma.
Mi hija ya ni lo recordaba.
Me he visto involucrado parcialmente en el proceso de esta respuesta de Amma a mi hija, por lo que le he tenido que hacer preguntas personales a Amma, para saber donde estaba mi dharma.
Si queremos de verdad avanzar espiritualmente debemos concienciarnos muy bien cuando decidamos preguntarle a Amma, y sobre todo si el objetivo que perseguimos viene de nuestro ego.
Lo más importante es tener plenamente integrada la obediencia en el corazón.
Deberíamos de ser capaces de tener el grado de obediencia de aquella historia que está en el libro la Autobigrafía de un Yogi.
Estaba Lahiri Mahasaya, en la cueva que Babaji tenía en los Himalayas. Babaji era el Maestro de Lahiri Mahasaya, y hasta allí llegó un hombre que quería ser discípulo de Babaji.
Pero Babaji no lo aceptó. El hombre insistió, e insistió, en que ya estaba preparado para ser su discípulo, así le insistía a Babaji.
Finalmente Babaji le dijo: pues si es así, si ya te consideras preparado para ser mi discípulo échate al precipicio.
Sin dudarlo un momento el discípulo se tiró al precipicio.
Lahiri Mahasaya, le decía a Su Maestro, le decía a Babaji: ¿pero qué clase de Maestro eres Tú, que matas a tus discípulos?
Babaji respondió: Era una prueba. Y le dijo al hombre sin vida en el fondo del acantilado. Ya puedes subir. Y el hombre apareció con vida delante de Babaji y Lahiri Mahasaya.
Con este grado de obediencia, podemos ir a preguntar a Amma cada día.
Y Amma estará feliz en respondernos.
OM NAMAH SHIVAYA