Onam representa la celebración de las relaciones humanas. Representa el momento en que las relaciones entre familiares, amigos y parientes se refuerzan. Vivimos en una era  en la que los vínculos humanos se han debilitado. Maridos y mujeres se convierten en extraños. Las relaciones entre padres e hijos, maestros y alumnos, entre vecinos se han debilitado. Onam se nos acerca portando el mensaje que revitalizará y fortalecerá estas relaciones. Onam es Onam, únicamente cuando esto se logra.

Sin embargo, Onam no es solo una celebración de relaciones humanas. También es una celebración del vínculo entre la naturaleza y la especie humana. Y va más allá, también es la celebración del vínculo entre Dios y la humanidad. Lo que distingue la fiesta de Onam de otras celebraciones es su plenitud. La fiesta de Onam incluye todos los aspectos de la vida. Niños, mujeres, jóvenes y mayores tienen su rol en esta festividad. La celebración es relevante tanto a nivel familiar como a nivel social. Asimismo impacta en nuestro entorno inmediato, en la totalidad de la Naturaleza y también en nuestros cuerpos y mentes. Onam también es la fiesta de los valores culturales y de las formas artísticas.  

Además Onam es la historia de la transformación del Emperador Mahabali. Aunque era un rey justo, Bali estaba orgulloso de sus habilidades y buenas cualidades. Cuando su gurú Sukracharya, le advirtió de que Vamana, el niño enano era en realidad el Señor Vishnu, comenzó una batalla dentro de él. O bien adherirse a la verdad y perder su nombre y posición, o intentar salvaguardar su nombre y posición volviéndole la espalda a la verdad. Mahabali eligió la primera opción, el camino de la renuncia.

Al final, cuando el enano Vamana creció hasta atravesar la tierra y los cielos con dos pasos, el orgullo de Mahabali se rompió en pedazos. Para  mantener su palabra y sostener la verdad, entregó su propio ser.  No obstante, la derrota  fue su éxito. Es una ley infalible de la Naturaleza que aquel que renuncia a todo lo consigue todo. Mahabali fue como el oro purificado por el fuego. Se convirtió en purnam, -el todo- y alcanzó la fama inmortal.

La batalla que tuvo lugar en el corazón de Mahabali, se produce en todo ser humano como la batalla entre el bien y el mal, entre las emociones positivas y negativas, entre el egoísmo y la generosidad. Aquellos que eligen la senda correcta son afortunados. La historia de Mahabali es un mensaje al hombre de hoy que se enorgullece de sus propias habilidades pero se tambalea sin respuestas cuando tiene que afrontar los retos de la vida.

Mahabali era un asura, miembro de una estirpe de demonios. Prahlada también lo era. Vibhishana era un rakshasa, un tipo diferente de demonio. A pesar de ello los tres se convirtieron en seres perfectos, lo que prueba que la bondad existe en todos nosotros y que si lo intentamos podemos despertarla.

Hoy en día juzgamos a las personas como grandes o no, basándonos en la fortuna que poseen y en su posición social. Pero cuando las pierden, también pierden su ‘grandeza’. Esta es la ley del mundo. Pero en términos de espiritualidad esto no es cierto. Uno solo se hace grande cuando pierde su identidad como ‘yo’y como ‘mío’y sus consecuentes apegos. Así es como el hombre se torna en Dios. Cuando Mahabali entregó todo a la omnipresente conciencia de Vishnu, trascendió los umbrales del ‘yo’ y lo ‘mío’y alcanzó el Supremo. Este es el principio que está detrás de esta historia.

El Discernimiento es la llave que enciende la luz del conocimiento

El reinado de Mahabali marcó una era dorada en la que la mentira no tenía cabida y en la que no existían el engaño ni la calumnia. Hoy en día vivimos la situación opuesta. Esta era parece tener un solo slogan: ¡Mi propia felicidad! ¡Mi propia ganancia!. Esta actitud solo puede conducirnos a la oscuridad y el dolor. Se cree que el rey Mahabali visitaba a sus súbditos en Thiruvonam y se interesaba por su bienestar. El principio tras esta creencia es que deberíamos despertar de nuestro estupor y egoísmo y ver el mundo a nuestro alrededor  a través de los ojos de Mahabali. Son los pequeños actos de amor y respeto que mostramos hacia nuestro prójimo los que llenan de gozo nuestras vidas. Cuando cada uno de nosotros piensa en lo que puede hacer para hacer felices a los demás, de forma natural nuestros corazones se llenan de gozo. Esto era todo lo que deseaba Mahabali. Quería que sus súbditos gozaran de paz, prosperidad, felicidad y contentamiento. Nunca deseaba nada para sí mismo. La visión de Mahabali sobre sus súbditos era como la visión de un Mahatma hacia la totalidad del mundo. Era una visión carente de egoísmo.

Cada experiencia en la vida encierra una lección. Pero necesitamos sraddha y viveka, -atención y discernimiento- para poder reconocer las lecciones que la vida trata de enseñarnos. El discernimiento es la llave que enciende la luz del conocimiento. Los que poseen el discernimiento pueden comprender el mensaje  de cada experiencia positiva y negativa de la vida y aceptan todo lo que suceda por el camino con una sonrisa.

Existe la tradición de estrenar vestidos en la fiesta de Onam. Según eso, adoptemos la tradición de tomar nuevas decisiones beneficiosas para la sociedad. Hijos, disfrutad de las canciones y juegos tradicionales de Onam. Lograd que este gozo sea permanente aprendiendo a vivir una vida fundada  en los principios espirituales. En Onam competimos para hacer los pookkalams más grandes y preciosos. Al mismo tiempo, hagamos también un diseño floral en nuestros corazones, hecho con flores de amor, de paciencia, de autosacrificio y de humildad. Intentemos construir nuestro mayor y más expansivo círculo de compasión. Si así lo hacemos, podemos transformar nuestras vidas en grandes celebraciones de Onam.

-Extractos del mensaje de Amma en Thiruvonam.