ABANDONARSE A DIOS PARA AFRONTAR EL KARMA

SINTESIS SATSANG 19.05.2018

ABANDONARSE A DIOS PARA AFRONTAR EL KARMA

(¡Despertad hijos! Vol. VI)

 Un invitado preguntó: “Amma, ¿hay algún período especial en la vida en el que la ley del karma comienza a actuar? ¿Es posible recibir alguna señal antes de que esto ocurra?”

                Con una sonrisa pícara en la cara, Amma respondió: “Cuando los sentimientos egoístas del `yo´ y `mío´ aparecen, entonces la ley del karma comienza a actuar sobre vosotros. Cuando emerge el ego, os olvidáis de Dios. Habláis y actuáis contra las leyes de la naturaleza. Degeneráis en todos los sentidos. Todas vuestras virtudes y buenas cualidades, como la preocupación por los demás, el amor y el perdón desaparecen. Es entonces cuando la ley del karma surte efecto. Cuando le dais vueltas al pasado, cuando criticáis e insultáis a los demás por los contratiempos que ocurren en esta vida, cuando planeáis y soñáis  un futuro lleno de promesas y os olvidáis de vivir el presente, ahí es cuando la ley del karma empieza a actuar en vosotros. Tanto en el caso de una persona en concreto o en el de una sociedad entera, esto ocurre cuando olvidamos a Dios. Es entonces cuando la gente entra en el ciclo del karma. En verdad, esta vida y este cuerpo son resultado del karma. Pero hay una manera sana e inteligente de que el karma actúe en vuestras vidas, una manera que nos permita llevar una vida feliz y alegre a la vez que nos enfrentamos a cada experiencia kármica predestinada.”

                Otro invitado preguntó: “¿Cuál es esa manera sana e inteligente de acabar con las experiencias kármicas?”

                “No os olvidéis nunca de vuestro verdadero Ser”, respondió Amma. “No os olvidéis nunca de que vuestra verdadera existencia es en Dios y de que todo lo que reclamáis como vuestro es pasajero. Si convertimos esto en nuestro lema y lo ponemos en práctica en nuestra vida cotidiana, tenemos la forma más inteligente de acabar con nuestras experiencias kármicas.

                >>Nunca os olvidéis de Dios. Nunca olvidéis vuestro verdadero Origen. Nunca os alejéis del verdadero centro que hay en vosotros. ¿Podéis hacerlo? Si es así, es posible superar la ley kármica. Si practicáis esto, el karma y sus efectos no os dañarán. El karma se neutraliza mediante la Gracia de Dios o la del Gurú.

                >>Sin Gracia, nadie puede enfrentarse al destino. El esfuerzo humano es, en verdad, poderoso. Pero los seres humanos carecen de discernimiento. Actúan por egoísmo y es por ello que, esencialmente, sus actos no tienen efecto en lo que a su destino se refiere. Abandonaos al Paramatman. Actuad sin enorgulleceros de vuestro poder; orad y tratad de sentir la presencia  de Dios en todo lo que hagáis. Agradecer su Gracia. Esto es lo más importante. Los seres piensan que es posible oponerse  al destino, pero no es así. Aunque luchéis con toda vuestra fuerza y energía, seréis derrotados y totalmente desarmados. El peso del destino os aplastará.”

                Después se planteó otra pregunta: “¿Está diciendo Amma que el hombre está desvalido ante el karma o el destino?”.

                Amma respondió: “No, no se trata de eso. La cuestión es que hagáis frente al karma sin sentiros egoístas por vuestro propio poder, sino invocando y confiando en Dios. Sólo se puede invocar  el poder de Dios cuando os habéis rendido a Él y rendirse significa ser humilde, ser capaz de inclinarse. Hijos, el camino es la humildad. Inclinaos con humildad y el karma no os afectará; pasará sobre vuestras cabezas porque sois siervos de Dios y Él os protege.

                >> A Amma le gustaría relataros dos incidentes que ocurrieron en la vida del Señor Krishna. Ambos sucedieron durante la gran batalla de Kurukshetra y este es el primer ejemplo. Cuando Drona, el gran maestro de armas de los Pandavas y los Kauravas fue asesinado por los primeros, Aswathama, su hijo, montó en cólera. Se sentía tan disgustado por el traicionero asesinato de su padre que disparó el Narayanastra, el misil más destructivo de todos. Escupiendo fuego y lanzando miles de armas destructivas desde su interior, el poderoso misil hizo estragos entre las filas de los Pandavas. En unos segundos, murieron miles de soldados. El Señor Krishna era el único que sabía cómo evitar este gran misil. Corrió entre los batallones de soldados, instruyendo a todos para que tirasen sus armas y se echasen al suelo. La orden de Krishna fue obedecida de inmediato y la tropa Pandava al completo puso cuerpo a tierra, todos salvo Bhima, el segundo hermano Pandava, el cual permaneció en el campo de batalla gritando, vociferando y retando al arma mortal. No quería rendirse. Se negaba por completo a entregar sus armas y echarse al suelo. Como deseaba enfrentarse cara a cara con el gran misil Narayanastra, siguió retándole con descaro, provocando a Aswathama. Así que Bhima, uno de los hombres más fuertes del mundo, permaneció de pie, sin miedo, delante de la flecha.

                >>Por desgracia, ésta era extremadamente poderosa y resultó demasiado colosal incluso para él. El fuego que desprendía empezó a envolver a Bhima, que seguía bailando, gritando y saltando como una bola de fuego encolerizada. Al ver el inevitable peligro que amenazaba a Bhima, Krishna y Arjuna se le acercaron corriendo, gritándole, pidiéndole que arrojase sus armas y se echase al suelo. Pero sus ruegos resultaron inútiles hasta que Krishna y Arjuna le arrebataron las armas y las lanzaron lejos. Entre los dos, le agarraron y le obligaron a tumbarse. El efecto fu inmediato; el poderoso misil se retiró y se alejó de Bhima.

                >>Bien, hijos, el poderoso Narayanastra representa el karma. Nada podía evitar que este atacase a los soldados; incluso los guerreros más valientes y fuertes como Bhima se encontraban indefensos ante su poder. Sólo la orden del Señor `Echaos, sed humildes´, podía salvarles. Bhima era un egoísta. Pensó que podía vencer utilizando su fuerza, pero fue atacado y casi derrotado. Se habría convertido en un puñado de cenizas en unos segundos si no hubiera sido por la intervención del Señor. Bhima había actuado por voluntad propia, se había esforzado, había intentado contraatacar. Había actuado, pero de manera errónea, en el momento y lugar equivocados.

                >El mismo Señor les instruyó: `Echaos, abandonad vuestras armas´. Pero Bhima era demasiado egoísta para obedecer. Pensó que era grande, poderoso, que nadie le podía derrotar. La mayoría de las personas son egoístas y piensan que pueden hacer muchas cosas, pero el destino es mucho más potente y os destruirá a menos que sigáis las enseñanzas de un Maestro Perfecto o de Dios. Incluso entonces, el Señor le salvó porque Bhima estaba dispuesto a rendirse. Siempre había obedecido a Krishna, así que el Señor tuvo compasión de él y le salvó.

                >>Hijos, ante las experiencias kármicas, las armas del ego y la fuerza no valen para nada a menos que las abandonéis siguiendo las instrucciones del Gurú y os entreguéis con humildad. No podéis escapar del karma. Si la Gracia de Dios o del Gurú está con vosotros, la flecha del karma, que ya ha salido disparada del arco de vuestro pasado, no os herirá.”

                Después de una breve pausa, la Madre continuó: “Escuchad ahora este segundo incidente que ocurrió en el mismo campo de batalla del Mahabharata. En la lucha entre Arjuna y Karna, Karna era muy superior en el manejo del arco y la flecha. Con intención de herir a Arjuna en la cabeza, disparó un misil divino. El Señor Krishna, quien conducía el carro de Arjuna, previó el gran peligro kármico que acechaba a este. De inmediato, el compasivo Señor, presionando con su pulgar, obligó a los cuatro caballos a arrodillarse. Es más, la poderosa presión que el Señor ejerció con su pulgar hundió las ruedas del carro unos cuantos centímetros debajo de la tierra. Esto permitió que la flecha sólo se llevase la corona de Arjuna sin lastimar ninguna parte de su cuerpo.

                >>Aquí hay también varios puntos que recordar. En primer lugar, era el mismo Señor el que llevaba el carro de Arjuna, lo cual significa que Arjuna eligió al Señor para llevar las riendas del carro de su vida. Antes de que comenzase la batalla, a Arjuna y a Duryodhana se les dieron dos opciones. Krishna les dijo: `Puedo dejar el control de todo mi ejército a uno de vosotros, pero yo no iré. O puedo ir, conduciendo vuestro carro, pero desarmado. ¿A quién elegís: a Mí o a Mi ejército?´ Sin dudarlo un instante, Arjuna replicó `Te elijo a ti, Señor. Tú sólo eres suficiente. No necesito al ejército.´ Así que Arjuna eligió al Señor como Maestro. Al rendirse, Arjuna obtuvo la Gracia del Señor. Arjuna tuvo capacidad de discernimiento; él no eligió a soldados humanos como amigos y ayudantes, eligió la ayuda del Señor Divino. Ahí está la diferencia. La Gracia del Señor hace que la flecha kármica pase por encima de vuestras cabezas, tal vez destruyendo una corona insignificante o algo parecido, pero salvándoos de un contratiempo fatal.

                >>Arjuna era muy poderoso, pero no tan poderoso como Karna. Arjuna representa la acción, el esfuerzo humano; Karna es el destino que os aguarda. Karna era mucho más poderoso que Arjuna. Sin embargo, todos los esfuerzos de Arjuna no le habrían ayudado a salvar su vida ante la flecha fatal de Karna si la Gracia del Señor Todopoderoso no hubiera estado allí.  Como podéis ver, Durdyodhana tenía un ejército más grande  y mejor que los Pandavas. Contaba en sus filas con muchos guerreros valiosísimos. Su ejército era más poderoso desde todos los puntos de vista. Durdyodhana y su ejército representan la fuerza  y el poder humanos sin la Gracia. Los Pandavas contaban en sus filas con el Señor Krishna, la mismísima fuente de Gracia y Poder. Estaba escrito que la batalla tenía que ocurrir. Nadie podía evitarlo. Era la culminación de todas las acciones pasadas realizadas tanto por los Kauravas como por los Pandavas. Era el fruto de sus acciones. Pero la auto rendición, la fe y la devoción ayudaron a los Pandavas a superar la situación, mientras que la arrogancia, la malicia y el egoísmo arruinaron a los Kauravas. Ellos fueron víctimas fáciles de la poderosa fuerza del karma.”

                En esta satsang Amma nos instruye de forma sencilla acerca de aspectos profundos de la realidad. Ella nos enseña con amor y ternura qué pasos son necesarios dar para evitar el sufrimiento que nosotros mismos hemos creado durante innumerables vidas. Amma nos dice que para evitar los zarpazos del karma hay que poner en práctica la humildad. Esto nos lo dice en este satsang de dos maneras diferentes. Ella dice: “Actuar sin enorgullecerse” y (cito literalmente) “El camino es la humildad”. No dice que la humildad sea “un” camino entre otros posibles. Ella dice literalmente: “El camino es la humildad”. Ambos son uno. La humildad es el camino, el camino es la humildad. Sin duda, este solo ingrediente hará que nuestro camino hacia Dios sea mucho más fácil y seguro. 

                Me gustaría compartir hoy con vosotros una segunda parte de esta enseñanza de Amma sobre cómo evitar el dolor del karma que tenemos que vivir en esta vida de forma inevitable, para que su peso sea más ligero y llevadero, o incluso evitado. En esta segunda parte, Amma centra sus enseñanzas en un tipo concreto de karma que todos, algunos más, otros menos, pero que todos en algún momento de nuestras vidas hemos experimentado: los insultos. En este satsang, Amma nos enseña cómo hacer frente a los insultos.

                Amma había reprendido a un brahmachari con severidad por su desorden en la habitación y su poca sraddha en cuanto a la limpieza de su espacio y del polvo acumulado en  su dyana rupam, su foto de meditación. Aunque el brahmachari estaba un poco molesto al haber sido evidenciado en público, confesó estos sentimientos de rebeldía a Amma, lo que provocó mucha risa en los presentes. Amma se animó y empezó a reírse también.  Cuando se calmaron, Amma dijo: “Hijo, cuando la gente no puede hacer algo o le resulta muy difícil conseguirlo, trata de justificar sus propias acciones. Así es la naturaleza humana. Cuando se da cuenta de que va  a perder, busca la salida.  Aun si esto no tiene mucho sentido, lo racionaliza. Este es un vasana muy sutil, otro de los trucos de la mente. Tened cuidado y estad alerta ante este aspecto de la mente. Un buscador no debería caer presa de tal debilidad mental.”

Ahora que el brahmachari se sentía mejor, Amma prosiguió hablando: “Hijo, no hay nada de lo que preocuparse. Surgirán los sentimientos negativos; es el pasado. Al menos, has confesado tus sentimientos. Eso significa que no eres un hipócrita. Hay muy poca gente que pueda permanecer tranquila e indemne cuando se muestran sus faltas y debilidades. Estos sentimientos heridos han salido a la superficie ahora, en presencia de Amma, y los sentimientos negativos desaparecerán con tu amor por Ella. Pero en otros casos, la negatividad permanece y así crea otra herida profunda. Tened cuidado con esto.

>>La negatividad acumulada formará una larguísima cadena  en vuestro interior. Os han insultado y os han reñido muchas veces en los innumerables nacimientos  que habéis tenido. Cuando alguien os insulta, lo hace desde su pasado y, cuando vosotros reaccionáis, también lo hacéis desde vuestro pasado. Ambos habéis sido víctimas de insultos y habéis hecho a otros vuestras víctimas tanto en vidas anteriores como en esta. Por eso, todas vuestras acciones y palabras, ya sean positivas o negativas, reflejan el pasado. La acumulación del pasado se encuentra en vuestro interior, y el almacén está lleno, incluso sobrecargado. En primer lugar, para vaciar el ego, el cual es la suma total de todos estos sentimientos negativos, deberíais sentir toda su pesadez. En verdad me maravilla que no sintáis la pesada carga. Empezar a sentir esa pesadez es una buena señal. De ahora en adelante, comenzaréis a descargarla.

>>Amma ha escuchado la historia de un discípulo cuyo maestro le instruyó de esta manera: durante tres años tenía que dar dinero a todo el que le insultara y no debía replicarle. Una vez que este periodo de prueba terminó, el maestro le dijo: `Ahora puedes ir al mundo del verdadero conocimiento y aprender sabiduría´. Cuando el discípulo estaba a punto de entrar en el mundo del verdadero conocimiento, se encontró con un sabio sentado a la puerta insultando a todos los que entraban y salían. Este hombre también insultó al discípulo, quien inmediatamente se echó a reír. ` ¿Por qué te ríes cuando te insulto?´, le preguntó el sabio. `Porque durante tres años he pagado por esto y ahora me lo das a cambio de nada´, respondió el discípulo. El hombre sabio le contestó: `Entra en el reino del conocimiento; es todo tuyo.´

>>Reíros de corazón de aquellos que os insultan mientras veis cómo su pasado se refleja en sus palabras. Premiad a aquellos que os insultan. Intentad no replicarles nada malo y poco a poco, a su debido tiempo, tratad de no guardar ningún resentimiento hacia ellos. Actuad pero no reaccionéis. Si lo hacéis así, entraréis en lo más profundo de vuestra conciencia.

>>Ahora, cuando pensabas que Amma te estaba insultando (le dice Amma al brahmachari), te mantuviste tranquilo y no reaccionaste. Es más, confesaste que te sentías herido cuando Amma pronunció esas palabras. Esa es una buena señal. Intenta hacer lo mismo con otros. Cuando te insulten o se enfaden contigo, intenta no responder, mientras imaginas que estás en presencia de Amma y que reaccionar así sería una falta de respeto. Trata de respetar a la otra persona, porque en verdad, está haciendo algo bueno para ti. Te está enseñando a guardar silencio y a tener paciencia. Empieza a sentir piedad por él, por su pasado herido y siente verdadera compasión y preocupación por él. `Pobre hombre, sufre por todas esas profundas heridas del pasado, está enfermo. Debería ayudarle tanto como pueda.´

>>Puede que todavía reacciones por dentro y que te hierva la sangre. Sin embargo, mediante un adecuado entendimiento y con conciencia, trata de comprender que quien te acusa está sufriendo por sus heridas pasadas. Y tú no quieres hacer daño a una persona herida y que sufre, porque eso es crueldad y tú no quieres ser cruel. Eres un sadhak, un buscador, y deseas ser amable y compasivo.

>>Es posible  que sientas respeto pero no compasión ni preocupación. Una vez que aparece la compasión, perdonas al otro y olvidas sus insultos. Una persona compasiva no puede reaccionar, sólo puede sentir compasión. En tu estado mental actual, esto es difícil de lograr, pero está bien. Soltar no es tan fácil. Puede que no sientas amor, tal y como te ha ocurrido en esta ocasión con Amma. Primero, tu silencio provenía del respeto y la reverencia, o llámalo miedo por Amma. Pero todavía reaccionaste un poco por dentro. Después, reflexionaste lo suficiente como para confesar esta reacción mental a Amma. Así que, si sientes respeto por la otra persona, considéralo como un maestro que te enseña paciencia; o, si puedes imaginarte que Amma te está hablando a través de él, podrás guardar silencio. Es como cuando tu profesor de escuela te riñe por portarte mal en clase o por no haber estudiado la lección bien. Tú no le replicas; te callas por respeto, ¿no? Guarda silencio y retírate de la persona que te insulta porque si permaneces físicamente a su lado, al cabo de un tiempo puede que reacciones, aunque hayas conseguido no decir nada al principio. Así pues, aléjate físicamente de este tipo de situación.

>>Si tienes que quedarte, intenta traer a tu memoria recuerdos queridos, como los sucesos más inolvidables que te acontecieron con tu maestro espiritual, el día en que lo conociste, cómo él te mostró su compasión y su amor por ti. Recordar ideas que elevan y acariciar dulces recuerdos puede ayudarte a guardar silencio.

>> Sin embargo, aunque seas capaz de permanecer en silencio mientras él te insulta, puede que todavía tengas pensamientos de odio  y venganza hacia él por su conducta mezquina y abusiva. Debes tener cuidado de no abrigar ningún sentimiento vengativo hacia esa persona. No lleves la herida del enfado y del odio en tu mente. Recuerda que él quería enseñarte algo, que tenía un mensaje para ti. Debes tener oídos y corazón para escuchar el mensaje y absorberlo. Más tarde, tendrás que trabajar para aceptar esto. Medita, reza, canta, repite tu mantra  y reflexiona profundamente para librarte de estos y otros obstáculos emocionales.”

Que la Gracia de Amma nos ayude a sentir compasión por nuestros semejantes y a erradicar todos los sentimientos negativos de nuestro corazón.

Gracias.

Om Namah Shivaia

                 

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