NEGOCIAR CON DIOS - 2ª Parte

SINTESIS SATSANG 09.02.2019
Enseñanzas de Amma, compartidas por Ânand
Negociar con Dios – 2ª parte

*La C tiene un hueco, no es como la O.

*En un matrimonio, él está contento, ella opina que con un poco más de dinero estaríamos mejor.

*Si tienes una casa bonita, puedes pensar en otra mejor, o con un coche,...

*Por eso el mundo es como la letra C.

*Nunca serás capaz de sentirte completo a través de logros mundanos, y además vas creando karma.

*Se necesita mucho esfuerzo para romper la cadena del karma.

*En la vida espiritual podemos alcanzar la O.

*Si quieres paz mental, sólo es posible en la vida espiritual.

*Actuar de forma desinteresada y ayudar a los demás, así no creamos nuevas cadenas de karma.

*Para un aspirante espiritual, es más fácil quebrar la cadena del karma que hemos creado.

*Un logro mundano es igual a cero.

*Un logro espiritual, tiene por lo menos un 1 que ponerle delante del cero, con lo que el valor cambia.

*Podemos tener miles de ceros, pero no tienen ningún valor si no tenemos algún otro número: 1, 2, 3, que ponerle delante.

*Muchos se quejan porque no progresan.

*Si practicamos, siempre hacemos progresos.

*Debemos ser pacientes y perseverantes.

*Practicar desinteresadamente, no esperar nada.

*El progreso es sutil.

*Y las vasanas (tendencias) son muy fuertes.

*Ejemplo: Un recipiente que estuvo mucho tiempo con sal, lo vaciamos y ponemos un helado.

-Al principio no se nota tanta dulzura en el helado, pero en la medida que lo vamos usando, poco a poco desaparece el sabor a sal.

*Lo conseguido nunca se pierde.

*Si una casa se cae, hay que hacerla de nuevo.

*El progreso espiritual, siempre está allí.

*Si lo dejas y reinicias, coges donde lo dejaste, no has perdido nada, no hay retroceso.

*Tener más paciencia y hacer más esfuerzos.

*Y comprender lo que pasa con los logros mundanos, y los logros espirituales.

RESUMEN

Sí, es cierto, no es nada fácil vivir en el mundo, y no pedirle a Dios, las cosas que creemos necesitar para vivir en el mundo.

Pero esto es negociar con Dios.

Nuestra tendencia es pedirle cosas a Dios y quejarnos si no nos las da.

Cuando le pedimos cosas a Dios y no nos las da, a lo mejor pensamos que es porque no nos las merecemos, o a lo mejor pensamos que Dios está enfadado con nosotros, pero probablemente no sea ni una cosa, ni la otra, sino que simplemente no nos da lo que pedimos porque no nos conviene.

Y hasta puede ocurrir que en el paso del tiempo nos demos cuenta de que era por este motivo.

La vida en este planeta no nos dejará nunca totalmente satisfechos, con el intento de que nuestros deseos se cumplan.

Cuando un deseo se cumple sentimos una cierta felicidad, pero pronto se diluye, y aparece otro pensamiento con el deseo de ser satisfecho.

Un deseo, nos lleva a otro deseo, es como si fuéramos corriendo detrás de la felicidad.

Pero no llegamos nunca a instalarnos definitivamente en ella.

Debe ser por eso que Dios no nos da todo lo que pedimos.

Para hacernos reflexionar acerca de lo que estamos pidiendo, y sus consecuencias.

Para que reflexionemos en que estamos en el mundo para encontrar la verdadera felicidad, pero no por el sitio que la estamos buscando.

Amma nos lo transmite así:

“La C tiene un hueco, no es como la O”.

“Nadie está satisfecho del todo en el mundo”.

“En un matrimonio, él está contento, ella opina que un poco más de dinero estarían mejor”.

“Si tienes una casa bonita, puedes pensar en otra mejor, o en un coche,...”.

“Por esto el mundo es como la letra C, nunca serás capaz de sentirte completo a través de los logros mundanos, y además vas creando karma”.

A través de las cosas del mundo nunca alcanzaremos la felicidad plena, nos dice Amma, el mundo es como la letra C, por este hueco se escapa la felicidad permanente.

Y además tenemos que ir con cuidado de no crear más karma, al caminar por caminos inadecuados en la búsqueda de la felicidad donde nos queremos instalar.

Por este motivo Amma nos dice:

“Se necesita mucho esfuerzo para romper la cadena del karma”.

“En la vida espiritual podemos alcanzar la O”.

“Si quieres paz mental, sólo es posible en la vida espiritual”.

“Para un aspirante espiritual, es más fácil romper la cadena del karma que hemos creado”.

“Actuar de forma desinteresada y ayudar a los demás, así es como no creamos nuevas cadenas de karma”.

“Muchos se quejan porque no progresan”.

A veces nos quejamos porque el camino espiritual no es fácil, y efectivamente es cierto, todos los maestros espirituales verdaderos lo dicen, y Amma nos lo confirma en este satsang: se necesita mucho esfuerzo para romper la cadena del karma.

Y si no rompemos la cadena del karma no podremos alcanzar la O, donde se encuentra la felicidad que ya no se va, la felicidad permanente.

Y nos quedaremos en la C, por cuyo hueco abierto se escapa la paz mental.

El secreto está en estar dispuestos a hacer los esfuerzos que Dios nos va pidiendo.

Esta actitud es la que caracteriza a un verdadero aspirante espiritual.

Amma nos dice lo que representan los logros mundanos, y los logros espirituales.

“Un logro mundano es igual a cero”.

“Un logro espiritual tiene como mínimo un 1 que poner delante del cero, con lo que el valor cambia”.

“Podemos tener miles de ceros, pero no tienen ningún valor si no tenemos algún otro número: el 1, el 2, el 3, que poner delante”.

Lo que nos viene a decir Amma es que todo lo que consigamos en el mundo tiene muy poco valor si no está en armonía con la voluntad de Dios.

Todos los logros del mundo son ceros, nos dice Amma, son ceros a la izquierda que decimos nosotros, y que no tienen ningún valor.

Una y otra vez y de diferentes maneras, nos recuerda este mensaje Amma, para que nos hagamos conscientes que lo que verdaderamente importa son las prácticas espirituales.

Lo importante es vivir la vida con conciencia de que Dios lo impregna todo, y actuar de acuerdo a esta realidad, esta es la verdadera espiritualidad:

Vivir por y para Dios, sin desanimarnos.

Amma nos lo dice así:

“Si practicamos siempre hacemos progresos”.

“Debemos ser pacientes y perseverantes”.

“Practicar desinteresadamente, no esperar nada”.

Cuanta importancia tiene en el camino espiritual la paciencia.

La paciencia nos permite tomarnos el tiempo necesario en cada situación para descubrir si estamos actuando de acuerdo a la voluntad de Dios.

El practicar la paciencia, es lo que nos da el entusiasmo para perseverar.

La perseverancia en la práctica devocional es la que nos proporciona los progresos.

La perseverancia nos permite ir coleccionando cifras de valor para poner delante de los ceros.

Cuando perseveramos con la actitud adecuada, Dios de una o de otra manera nos dice: es por ahí hija! Es por ahí hijo!

Amma nos continúa diciendo:

“El progreso es sutil”.

“Las vasanas (tendencias) son muy fuertes”.

“Ejemplo: un recipiente que estuvo mucho tiempo con sal, lo vaciamos y ponemos un helado, al principio no se nota tanta dulzura en el helado, pero en la medida que lo vamos usando, poco a poco desaparece el sabor a sal”.

“No podemos verlo enseguida, pero sí progresamos. Nos daremos cuenta a través de nuestras prácticas espirituales, de nuestras acciones desinteresadas”.

Las vasanas, los hábitos son nuestra principal dificultad.

No podemos saber desde donde vienen, o desde cuando están los hábitos en nosotros.

Los hábitos requieren paciencia y valentía.

Tener paciencia con nosotros mismos.

Tener valentía; tener la valentía de reconocerlos, tener la valentía de aceptarlos, tanto si nos gustan, como si no nos gustan.

Tener la valentía de abordarlos, de trabajar con ellos con paciencia.

Cuando Amma nos habla del recipiente con sal, se refiere a que nuestra personalidad contiene sal, la sal son los hábitos, y si los vamos trabajando, poniendo el esfuerzo necesario, nuestra personalidad será más dulce.

Será más dulce el recipiente, quiere decir que ganará equilibrio y claridad en saber lo que le pide Dios en este momento de su vida.

Por ejemplo una tendencia o hábito muy generalizado en el ser humano es la búsqueda de reconocimiento.

Trabajarnos este hábito nos aporta paz mental.

Este es un ejemplo de los logros mundanos que no nos aporta nada, el conseguir este logro del reconocimiento es un cero a la izquierda, no tiene ningún valor. Es un logro del mundo.

La búsqueda de reconocimiento nos puede llevar a la práctica del amiguismo.

Y cuando practicamos el amiguismo en busca de reconocimiento, nos suele llevar a la acción incorrecta.

Cuando tenemos presente que sólo lo que nos llega de Dios es lo que importa, podemos prescindir de la búsqueda de reconocimiento, podemos renunciar a la práctica del amiguismo.

Cuando tenemos presente que sólo Dios es lo que importa, nos vamos convirtiendo en un receptáculo dulce y firme a la vez. Pues incluso nuestros hábitos o tendencias los ponemos a los pies de Amma y le pedimos actuar de acuerdo a Su Voluntad.

Estos son los esfuerzos que nos permiten que nuestra mente vaya ganando paz.

Son esfuerzos acumulativos, se van acumulando los méritos y los notamos en como van perdiendo fuerza estas tendencias o hábitos, y va entrando la paz.

Amma nos recuerda:

“Si una casa cae hay que hacerla de nuevo”.

“Pero lo conseguido nunca se pierde”.

“El progreso espiritual siempre está ahí”.

“Si lo dejas y reinicias, lo coges donde lo dejaste, no has perdido nada, no hay retroceso”.

“Tener más paciencia y hacer más esfuerzo”.

“Y comprender lo que pasa con los logros mundanos y los logros espirituales”.

Ya vemos que todos los esfuerzos están ahí, son acumulativos.

Lo podemos percibir en nuestra propia vida.

En la medida que perseveramos en el esfuerzo, observamos los cambios de conciencia que se van produciendo.

Hay que tener mucho cuidado con lo de dejar y reiniciar, cogiendo el testigo donde lo dejamos.

Las enseñanzas de Amma son un gran puzzle, y muchas veces hay que juntar varias piezas del puzzles, para darnos cuenta del mensaje real, o más global.

Si este mensaje de Amma lo enlazamos con otros mensajes que Ella nos transmite, veremos que todo dependerá de la actitud con la que abandonamos el camino, y lo que hagamos al abandonarlo.

Pues si nuestra actitud no es dhármica, si puede haber un retroceso importante o muy importante.

Hay personas que han estado vinculadas a Amma y a Su Obra Humanitaria, y han abandonado el camino de forma inadecuada, y a preguntas que le han formulado a Amma sobre estos casos. Amma ha respondido que a estas personas les puede costar muchísimas vidas volver a encontrar el camino en el que han estado.

Como resumen de estas dos partes, que hemos compartido la semana pasada y la actual, del satsang negociar con Dios podríamos indicar que en la medida que oremos y oremos fervientemente a Dios, en la medida que oremos con todas nuestras fuerzas a Amma, pidiéndole que nos dé paciencia, pidiéndole que nos dé perseverancia, pidiéndole que nos dé entusiasmo, que nos dé la firmeza y dulzura que nos permita servirla en armonía y de acuerdo a Su Voluntad, y esta oración sea una prioridad diaria, no tendremos necesidad de pedirle nada más a Dios, no tendremos necesidad de negociar con Dios.

Esta oración devocional será suficiente para que todo fluya armoniosamente en nuestra vida.

OM NAMAH SHIVAYA

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