Dijo Lucia Rijker: “Amma es mi inspitación, mi ejemplo, un ejemplo que va más allá de las capacidades humanas. Todo lo que hace Amma es indescriptible. Sentir cómo carga nuestras baterías y cómo nos conecta una y otra vez con la pureza de nuestros corazones para que podamos compartir este amor con el mundo. Así lo vivo yo.  A veces, el trabajo que hago en el mundo es intenso. Con Amma recargo y cuando me siento baja de ánimo pienso en Amma sentada a veces durante 19 horas, hasta que abraza a la última persona que acude a ella, con una perseverancia sobrenatural.”

Para conmemorar el vigésimo aniversario de las visitas de Amma a Holanda, sus hijos holandeses le hemos preparado una sorpresa especial. Holanda es conocida como la nación de las flores y así, cada miembro de la audiencia llevaba una rosa en la mano mientras cantaban una canción tradicional holandesa, “Cien mil rosas para ti” mientras depositaban las rosas y enormes ramos lentamente sobre el estrado detrás de Amma, donde las arreglaban como un jardín de rosas, mientras todos cantaban 

Honderdduizend rozen                      (Cien mil rosas (x 3)
Honderdduizend rozen                      para ti, Amma)
Honderdduizend rozen voor U
Amma

En su sátsang Amma habló de la necesidad de recordar la verdadera importancia del mundo natural, así como de darnos cuenta de nuestra propia naturaleza verdadera, advirtiendo que no podemos refugiarnos únicamente en la tecnología. La excesiva fascinación por la tecnología y las muchas ilusiones que se construyen en torno a ella, está dando al hombre un falso sentido de seguridad. Desastres naturales recientes, nos han enseñado que independientemente de la importancia de la ciencia y la tecnología, ellas nunca podrán reemplazar a nuestra humanidad básica. Mucha gente tenía casas equipadas con todas las instalaciones modernas, pero no podían estar en ellas. Muchos tenían coches, pero no podían conducirlos en condiciones de seguridad. Muchos tenían tarjetas de crédito y débito, pero no podían sacar dinero. Muchos tenían móviles, pero no la electricidad para cargarlos. El hombre nunca podrá lograr seguridad completa dependiendo de las máquinas. Tenemos que encontrar la seguridad real dentro de nosotros.”