Enseñanzas de Amma, compartidas por Ânand
Cuando estamos bajos de moral
Pregunta: Oración a AMMA, me siento muy cansada, dónde estás? No te puedo encontrar, estoy detrás del confort, he disminuido mi intensidad de buscar la Meta, estoy fría como una roca; cómo abrirse cuando uno se siente con el corazón cerrado? Por favor ayúdame Madre, no dejes que me ahogue en el océano del mundo, sálvame.
AMMA: Muchas veces podemos tener pensamientos de que no hay esperanza para nosotros, pero no debemos apegarnos a estos pensamientos, debemos hacer el esfuerzo. Si tenemos hambre y no tenemos comida, pediremos dinero para comprarla, si no nos lo dan, pediremos comida, y si tampoco nos la dan, y no podemos aguantar más el hambre, pensaremos en robar la comida donde esté.
Amma no dice que vayamos a robar, es un ejemplo de hacer el esfuerzo, lo que da, o sea, que si el hambre se convierte en algo intolerable, iremos a robar para saciar el hambre.
Si hacemos esto por el hambre, de la misma manera, cuando el amor por Dios es tan intenso, trataremos de hacer cualquier cosa para ir hacia la Meta.
Lo que realmente le da sabor a la vida, es la fe, el amor hacia el Supremo, la focalización en la Meta.
Aunque sintamos desánimo, necesitamos poner entusiasmo, y renovar este entusiasmo.
En el presente estamos atrapados en las olas de la turbulencia, y no ponemos tierra a nuestro alrededor. Hay una tormenta que viene a pasos agigantados, pero debemos tratar por lo menos de nadar para mantenernos a flote; nunca debemos de abandonar el esfuerzo, nunca sientas, Oh! Estoy tan débil, tan cansado.
Debemos ser como un niño cuando aprende a andar, lo intentará mil veces, y se caerá otras tantas, pero no se desanima, este es el entusiasmo que debemos tener. Sin paciencia, sin fe y sin entusiasmo en nuestras prácticas espirituales, no lograremos los frutos. Al principio debemos ser pacientes.
No debemos estar derramando lágrimas todo el tiempo por la Divinidad, pero si orar permanentemente.
Nuestros cuerpos han crecido y crecen en todas direcciones, pero no nuestros corazones. Debemos tener la actitud del niño cuando empieza a caminar.
Ejemplo: El bebé recién nacido, no puede hacer nada por sí mismo, cuando tiene hambre se limita a llorar, y su madre llega y lo alimenta. Llorar se convierte en un estado de indefensa, entonces el llorar es el estado actual, pedir la atención de la Madre.
Otro ejemplo: Cuando los pequeños gatos lloran, cuando los oye la mamá gato va hacia ellos.
Si en nuestra llamada existe esta inocencia, si en nuestras plegarias a Dios hay sinceridad, Dios acude.
No es que Dios esté fuera o esté dentro nuestro, sino que las oraciones nos ayudan a sintonizarnos con Él.
Reflexionemos acerca de la naturaleza del mundo, en la transitoriedad de los placeres mundanos, nada nos hará felices ni contentos de lo que el mundo nos puede ofrecer, sólo la experiencia con Dios nos dará el gozo permanente.
Si reflexionamos sobre la naturaleza del mundo, conseguiremos un estado de desapego y nos acercaremos a Dios.
Historia: La del ser que van a ahorcar, si le traen los mejores manjares o cofres llenos de joyas y alhajas, qué tentación le va a producir? Si sabe que en cualquier momento se abrirá la plataforma y morirá. Sólo espera que se produzca algo que le salve, como una carta del presidente, por ejemplo. Esta es su única atención.
Nuestra condición es muy similar, a pesar de que no vemos la soga, siempre está alrededor de nuestro cuello, y todo lo que podamos lograr del mundo, es como la plataforma del convicto.
Lo que necesitamos es desarrollar la conciencia de que la muerte puede llegar en cualquier momento, y nada ni nadie vendrá con nosotros, y sólo nos valdrán las prácticas espirituales.
Si adquirimos esta conciencia, nada del mundo nos distraerá, y estaremos centrados en Dios.
Cuando al pez, le arrastran las olas hacia la orilla, se desespera por volver hacia dentro, hacia el agua, esta desesperación es la que necesitamos para la práctica espiritual, y nada nos podrá parar.
A pesar de que nos parezca que no avanzamos, poner el mejor de los esfuerzos, y el resto dejarlo en manos de Dios. Dios no está lejos, está en nuestro interior.
El Sol está lejos, pero los rayos de sol, hacen que la flor de loto florezca.
Debemos prender el amor dentro nuestro, y la presencia de Dios se hará patente.
Orar: Señor, permíteme ser Tu instrumento, como el pincel en las manos del pintor,… con esta actitud estaremos receptivos a la Gracia de Dios.
RESUMEN
El camino hacia Dios, es un camino que tiene en sí mismo obstáculos.
En realidad el camino hacia Dios, no es un andar hacia adelante, es un caminar hacia atrás.
El camino hacia Dios es un camino de regreso a Casa.
Cuando tomamos la decisión de dedicar nuestra vida o parte de la misma a buscar a Dios, es cuando tomamos esta decisión de volver a Casa.
Y en este momento empezamos a desandar el camino que hemos recorrido hasta aquel instante.
Regresamos a Casa, regresamos a nuestro verdadero origen.
¿Y qué nos encontramos en el camino de vuelta a Casa?
Pues nos encontramos con todo aquello que uno mismo ha creado, a lo largo de su periplo de vidas, mientras recorría el camino en dirección contraria a Dios.
Y esto que uno ha creado a lo largo de su existencia, son los obstáculos que se encuentra cuando regresa a Casa, y es necesario limpiar el camino de obstáculos para poder avanzar.
Esto es a lo que decimos karma.
Cada ser humano cuando toma la decisión de buscar a Dios, se encuentra en el camino de regreso a Casa, con los obstáculos que él mismo creó, y que sólo los puede ir apartando a través de la vivencia.
Hay obstáculos de muchas clases, y cada uno/a se los encuentra de acuerdo al karma con el que ha nacido en esta vida.
El camino de regreso a Dios, no es un camino lineal, y nos encontramos los obstáculos justo en el preciso momento que Dios cree que estás preparado/a para solventarlos.
Dios te crea la circunstancia de traspasar un obstáculo, cuando sabe que estás preparado para traspasarlo.
¿Qué ocurre?
Que si hacemos el esfuerzo y lo traspasamos, ya hemos recorrido un poquito del camino de regreso. Ya estamos un poco más cerca de Dios.
¿Y qué nos dice la mente?
No puedes con este obstáculo. No avances más.
Pues no podemos olvidar que la mente está al servicio del ego, y el ego le ordena a la mente que no te deje avanzar en la dirección que te lleva a Dios.
Dios te dice: hijo/a ven a mí, ven conmigo, y te tiende la mano al otro lado del obstáculo, para que lo traspases, y la mente te dice, pero que no te das cuenta que no puedes, de ninguna manera podrás atravesar este obstáculo.
Esto son las mentiras de la mente.
Y caemos, la persona que pregunta se siente lejos de Dios, está inmersa en las cosas del mundo, y se da cuenta, por lo que le pide a Amma que le saque de allí.
¿Pero que hace ella para salir?
Ahí es donde aparece el esfuerzo que Amma nos pide continuamente.
Dios te tiende la mano, para que la cojas, pero te pide tu esfuerzo a través de la vivencia que te propone vivir, para que pueda fluir Su Gracia, y en consecuencia con menos esfuerzo puedas atravesar el obstáculo, que creaste en otro plano de tu existencia, o en esta misma vida.
Seguimos este renglón del libro de instrucciones de la espiritualidad que Amma nos transmite o caemos, y caemos porque hemos seguido a la mente.
¿Cuándo tenemos un dolor físico o una enfermedad, en lugar de preocuparnos y tener miedo, nos preguntamos, le preguntamos al dolor, dialogamos con la enfermedad, diciéndole?:
Gracias por estar conmigo.
¿Podrías decirme por favor a qué has venido a mi vida?
¿Por favor me puedes hacer saber la enseñanza que llevas para mi, la quiero aplicar sabes?
Cuándo este dolor es emocional, y proviene de la relación con otros seres humanos.
¿Te preguntas si en esta misma vida o en otros planos de tu existencia, tú ocupabas el lugar de la otra persona, que ahora es la causa de tu dolor?
Cuando todas estas circunstancias ocurren en nuestra vida, y ocurren a menudo, nos suelen llevar a una cierta bajada de moral. Nos encontramos bajos de energía y en consecuencia de ánimo.
Que nos dice el manual de instrucciones de Amma en este satsang, ¿qué remedio nos propone?
“Muchas veces podemos tener pensamientos de que no hay esperanza para nosotros, pero no debemos apegarnos a estos pensamientos, debemos hacer el esfuerzo”.
“Lo que realmente le da sabor a la vida, es la fe, el amor hacia el Supremo, la focalización en la Meta”.
“Aunque sintamos desánimo, necesitamos poner entusiasmo, y renovar este entusiasmo”.
“En el presente estamos atrapados en las olas de la turbulencia, y no ponemos tierra a nuestro alrededor. Hay una tormenta que viene a pasos agigantados, pero debemos tratar por lo menos de nadar para mantenernos a flote; nunca debemos de abandonar el esfuerzo, nunca sientas, Oh! estoy tan débil, tan cansado”.
“Debemos ser como un niño cuando aprende a andar, lo intentará mil veces, y se caerá otras tantas, pero no se desanima, este es el entusiasmo que debemos tener”.
“Sin paciencia, sin fe y sin entusiasmo en nuestras prácticas espirituales, no lograremos los frutos”.
“Debemos orar permanentemente”.
“No es que Dios esté fuera o esté dentro nuestro, sino que las oraciones nos ayudan a sintonizarnos con Él”.
“Orar: Señor, permíteme ser Tu instrumento, como el pincel en las manos del pintor,… con esta actitud estaremos receptivos a la Gracia de Dios.
“Reflexionemos acerca de la naturaleza del mundo, en la transitoriedad de los placeres mundanos, nada nos hará felices ni contentos de lo que el mundo nos puede ofrecer, sólo la experiencia con Dios nos dará el gozo permanente”.
“Si reflexionamos sobre la naturaleza del mundo, conseguiremos un estado de desapego y nos acercaremos a Dios”.
“Lo que necesitamos es desarrollar la conciencia de que la muerte puede llegar en cualquier momento, y nada ni nadie vendrá con nosotros, y sólo nos valdrán las prácticas espirituales”.
“Si adquirimos esta conciencia, nada del mundo nos distraerá, y estaremos centrados en Dios”.
“A pesar de que nos parezca que no avanzamos, poner el mejor de los esfuerzos, y el resto dejarlo en manos de Dios”.
El manual de instrucciones espirituales de Amma nos transmite que cuando estemos bajos de moral, las soluciones son:
*Hacer el esfuerzo en orar: te amo Dios mío y quiero seguir Tu Voluntad, dame Luz para saber que deseas de mi, y la fuerza para ejecutar lo que me pides.
*Hacer el esfuerzo de mirar a nuestro alrededor y observar que nos ofrece el mundo, y que nos ofrece Amma, y de ahí saldrá el entusiasmo para seguir el camino por el que transitamos en busca del Señor.
*Hacer el esfuerzo de tener la actitud de un niño, una actitud inocente, pero no una actitud infantil.
*Hacer el esfuerzo de no tener expectativas en los resultados de nuestras prácticas, los resultados siempre están en manos de Dios, y tener la certeza de que avanzar siempre avanzamos. Tener la certeza de que Amma siempre está a nuestro lado, no nos abandona ni por un segundo. Esta es la fe con la que tenemos que vivir.
*Hacer el esfuerzo en practicar la paciencia. La paciencia y la humildad nos conectarán con el entusiasmo de seguir andando el camino, sean cuales sean los obstáculos.
*Pensar en que te vas a morir, y que no sabes cuando puede ocurrir relativiza mucho todo lo que ocurre en nuestra vida, y es de gran ayuda para afrontar y traspasar todos los obstáculos que necesitamos traspasar para acercarnos un poquito más a Dios.
*Cuando pienses que te vas a morir, piensa en el gozo que hay en el tránsito, visualiza que los brazos divinos de Amma te están recibiendo, y que en realidad no abandonas nada, sino que vas a un plano de mucha paz.
El pensar en que hay un momento en que vas a abandonar el cuerpo, te hace vivir la vida teniendo más presente la espiritualidad, una espiritualidad bien comprendida, y recorriéndola con el manual de instrucciones que Amma pone en tus manos.
Tienes toda una bateria de herramientas para no quedarte en las bajadas de moral, más de 3 segundos. Recurre a ellas y libérate de los malos momentos.