Satsang: Sat: Verdad, Ser. Sanga: unirse a.
Enseñanzas de Amma, compartidas por Ânand
BUSCAR AFUERA 2ª PARTE
*Cuando van al templo la gente cree que Dios necesita el dinero, la vela, el aceite, etc., creen que Dios está en la oscuridad.
*Dios no necesita nada, pero la gente lo toma como una transacción, te doy y me das.
*Lo único que podemos ofrecerle a Dios es nuestra mente.
*La mente está adherida a la riqueza y objetos externos, por eso ofrecemos estas cosas externas a Dios, todo lo que nos gusta: dulces, etc., lo ofrecemos a Dios, este es el principio de nuestro ofrecimiento, pero esto no tiene ningún valor.
*Así como el cuerpo necesita ejercicio para que funcione bien, el archana, el mantra, etc., crea en nuestro interior una disposición correcta.
*Hay movimientos como el Tai-Chi, y otros, que aunque los movimientos son externos, son ejercicios internos.
*El mantra es un sonido que repercute en nuestro interior y sirve para calmar la mente.
*Dios no precisa nada de nosotros. Sólo basta que nos centremos en lo que hagamos, con concentración la mente se relaja totalmente.
*Hay un ritmo similar en todos los mantras, y por lo menos cuando recitamos el mantra no tenemos pensamientos negativos en nuestro interior, y cada una de nuestras células está viva, energetizada. -En nuestra mente se produce una purificación y en nuestro cuerpo también.
*Debemos ver a Dios en todo, todas las prácticas espirituales son para expandir las facultades divinas en nuestro interior.
*Dios no necesita nada. Somos nosotros los que tenemos que tomar cosas de Dios.
*Pagar por un mantra o por recibir la realización no es posible, es algo que proviene de nuestro interior, que debe venir de nuestro interior. No puede ser forzado.
*Las cosas deben venir de nuestro interior.
*Debemos comprender la esencia de las cosas, esto es advaita.
*De acuerdo a la cultura de cada individuo, hay prácticas diferentes.
*En occidente existe esta comprensión, hay sed por el Conocimiento, por comprender más, y van volviéndose hacia los valores espirituales.
*Aquí hay una tradición de que el discípulo le ofrece algo al visitar al Gurú. Antiguamente le ofrecía madera. Esta ofrenda debe venir de parte de la persona que quiere adquirir Conocimiento. *El discípulo quiere el Conocimiento.
*En occidente hay un aumento de sed de adquirir Conocimiento, conocer la Verdad. Han tratado todo lo externo y ven que no les da alegría, y se están volviendo hacia la India.
.*En occidente, hay más libertad, pero están más abiertos a aceptar la espiritualidad.
*La cultura del trabajo es muy fuerte en occidente, están dispuestos a trabajar duramente.
*En Japón, cuando el marido va a trabajar y regresa antes de 12 horas, la mujer le riñe, por eso el país progresa rápidamente, y en Estados Unidos, también. Es algo que debemos crear en nuestro interior para el progreso del país.
*Aunque la gente tiene la actitud de tomar, pero no de dar.
*37 hijos han regresado de occidente, todos han estado trabajando allá. Uno de ellos trabajaba todos los días de la semana y 15 horas cada día. La capacidad innata existe, pero necesita ser despertada. . *Necesitamos levantarnos y andar... este despertar, debe de ser un despertar del Ser, en el interior. *Este despertar es necesario, para que el mundo cambie.
*Debemos orar.
*Oren para que no ocurran incidentes.
*Y oren por los que causan problemas y por las víctimas, para que se efectúe un cambio en sus mentes, que experimenten la paz y que todo el mundo encuentre la paz.
*Orar por todos.
RESUMEN
Hasta el último átomo de nuestro cuerpo, involucrado en nuestro campo emocional, el que a su vez depende totalmente de la mente, nos hace buscar afuera.
Afuera encontrarás lo que necesitas.
Afuera está la felicidad.
Son mensajes que están grabados a fuego en nuestras mentes infantiles, y que nos condicionan en gran manera el resto de nuestra vida.
Son mensajes que conforman unos patrones de vida, de acuerdo a los cuales nos comportamos y a los que nos es muy difícil renunciar.
Pues además en nuestro entorno más cercano, y también en el más lejano, nos damos cuenta que casi toda la gente tiene los mismos principios, y enfoque de vida.
Lo que hace que sigamos esta corriente generalizada que tiene establecida la sociedad de consumo.
Si reflexionamos un poquito nos daremos cuenta de que esto es así.
Y si continuamos reflexionando, nos podemos preguntar:
¿Hemos encontrado la felicidad prometida por la familia y la sociedad afuera?
La respuesta viene sola.
La felicidad es lo que necesitamos, sí, pero para establecerse en la felicidad, dicen los Maestros Verdaderos, lo dice Amma, hay que ir hacia dentro, hay que focalizarse en nuestro interior.
Afuera no nos será posible alcanzarla, simplemente porque afuera la felicidad no existe.
Precisamente ahora está el coronavirus entre nosotros. En todos los rincones del planeta hay constancia de su presencia, y se supone que debe estar aquí por algún motivo.
¿De qué nos está advirtiendo el coronavirus?
Amma dice:
Que la Naturaleza nos está comunicando en voz alta y muy seriamente: basta ya. Basta ya de tantas agresiones, a lo largo de tantos y tantos años.
Y la Naturaleza dice Amma ha tomado la decisión de sanarse a sí misma, por lo que se deduce que ha aparecido el coronavirus, con el objetivo de que cambiemos pautas de conducta.
El consumo nos ha llevado a consumir cosas que se cultivan, elaboran o producen en la otra parte del mundo.
Por ejemplo que sentido tiene:
-Que tomemos frutas o verduras cultivadas a miles de kilómetros de distancia, con el consiguiente consumo energético en el transporte, las cámaras de frío, etc., pues esta energía la tenemos que extraer del planeta..
Cultiva tus propios vegetales en el balcón de tu casa, dice Amma, y lo dice desde hace mucho tiempo.
-Lo mismo para todo tipo de cosas que consumimos y compramos, como ropa y todo tipo de artículos, el uso indebido que hacemos de nuestros vehículos, etc., etc.
Buscando la felicidad afuera, nos hemos lanzado a unos hábitos de consumo, que en el total de lo que consumimos, y de lo que consumimos innecesariamente, forman como un boomerang, por todo lo que se necesita para producir, lo que nuestras “necesidades” demandan, y producirlo de la manera que lo estamos haciendo, más luego transportarlo a lugares remotos.
Este boomerang lo conforma la cantidad de agresiones que debemos hacer a la Naturaleza para obtener los recursos que se precisan para producir, transportar, y comercializar, nuestra demanda.
Y este boomerang vuelve ahora hacia nosotros, en forma de virus.
Y no vuelve para castigarnos, no es un castigo el coronavirus.
Es simplemente un aviso.
Es como si a alguien que le estamos incordiando continuamente y de manera más agresiva día a día, se diera la vuelta, y con una sonrisa que arranca de su corazón nos dice: “por favor, para con tus agresiones”.
Y este alguien tiene mucho más poder que nosotros.
De hecho este alguien tiene todo el poder.
Las agresiones pararán si cambiamos nuestros hábitos de consumo.
Las agresiones pararán si tenemos la firme voluntad de que nuestra actitud de vida sea otra.
Las agresiones pararán si aceptamos vivir de otra manera.
Por lo mismo de que nos es tan difícil dejar de buscar afuera, nos resulta sumamente difícil cambiar nuestros comportamientos habituales.
Ya hay economistas, pocos, pero los hay, que apuntan que es un error que intentemos recuperar la actividad económica tal como estaba establecida hasta ahora.
Ellos dicen:
-Apoyar más a las personas y a las iniciativas empresariales que promuevan mayor protección a la Naturaleza, para favorecer a que el cambio climático no avance más, y que progresivamente se reinvierta la situación
-Cultivar y producir la mayor parte de necesidades de manera regional y local, lo que creará puestos de trabajo y abaratará costes, se consumirá mucha menos energía, y se dejará de hacer tantas agresiones al planeta.
-Utilizar los recursos naturales de cada lugar, de cada región, de cada espacio del planeta y diversificar la producción de acuerdo a estos recursos locales, y consumir de acuerdo a esta producción.
-Dice uno de ellos que debemos de salir de una economía con dependencia planetaria global, para no encontrarnos en casos como en Bangladesh, en donde se han especializado en la industria textil, hasta el punto que su economía depende en un 80% de este tipo de industria, y ahora que a causa del coronavirus les han cancelado los pedidos en todo el mundo, su economía se hunde. Lo que supone familias sin dinero, y sin recursos ni siquiera para comer.
Si los cambios se producen desde las bases, está claro que el momento de reflexionar cada uno en donde se encuentra, y que cambios personales le pide la situación.
Tenemos que ir con mucho cuidado de abordar los cambios desde los principios espirituales, para que la mente no nos traicione al pedirle los cambios de comportamiento en nuestra vida diaria, tanto de consumo, como de actitud hacia nosotros mismos y hacia los demás.
Son momentos difíciles, que si tomamos la decisión de abordarlos con sinceridad, debemos también de tener en cuenta que nuestras mentes se pueden resistir, de ahí la importancia de tener presente las enseñanzas de Amma.
Lo que es cierto es que es un momento idóneo para cambiar el sentido de la búsqueda, y pasar el enfoque de nuestra vida hacia dentro, e ir dejando nuestra dependencia de la búsqueda hacia afuera.
Amma nos dice en este satsang:
“La gente tiene la actitud de tomar, no la de dar”.
“Lo único para ofrecerle a Dios es nuestra mente”.
“Así como nuestro cuerpo necesita ejercicio para que funcione bien, el archana, el mantra,etc... crean en nuestro interior una disposición correcta”.
“El mantra es un sonido que repercute en nuestro interior, y sirve para calmar a la mente”.
“Cuando recitamos el mantra no tenemos pensamientos negativos, y cada una de nuestras células está viva, energetizada. Se produce una purificación en nuestra mente y en nuestro cuerpo”.
“Con concentración la mente se relaja totalmente”.
“Todas las prácticas espirituales son para expandir la Divinidad que hay en nuestro interior”.
“Necesitas despertarte y andar,... este es el despertar necesario”.
Apoyémonos en las prácticas espirituales, para abordar los cambios que la vida nos propone, y no dejemos de abordarlos con toda la firmeza, pero teniendo la paciencia necesaria con nosotros mismos, para que nuestras mentes no se rebelen, y si se rebelan dejarles un pequeño espacio, sin que pase a mayores, para que no nos hagan caer.
Ámate a ti mismo.
La mejor manera de amarte a ti mismo es dejar paso a Dios en tu vida.
Deja que Dios sea el director de todo lo que hagas. Deja que la Voluntad de Dios gobierne tu vida.
Dejemos de buscar afuera, pues sólo dentro nuestro tenemos todas las soluciones que precisamos.
Y a eso es a lo que nos invita Amma, nuestra amada Madre.
OM NAMAH SHIVAYA