Cuando nace un nuevo año, nuestro corazón se llena con la esperanza de que el futuro nos reserve buenos momentos y de que todo cambie para mejor. Pero no siempre las cosas suceden tal y como esperamos. Puede que tengamos que afrontar obstáculos y adversidades. La espiritualidad nos enseña a afrontarlo todo con una sonrisa. Para un nadador las olas del mar son deliciosas. Pero para quien no sabe nadar, el mar y sus olas son terroríficos, ya que podrían ahogarle. Así, lo que nos ayuda a afrontar los altibajos de la vida es el conocimiento y actitud correctos. La sonrisa que florece en nuestros labios es la firma de Dios en nuestro rostro. No permitamos que el dolor o la ira la borren. Mis hijos deben tener siempre la conciencia que mantenga esa sonrisa y la fe en Dios.

Mirando hacia el año al que despedimos, vemos los muchos eventos traumáticos que le han caracterizado. Ataques terroristas extremadamente crueles que se llevaron muchas vidas en distintas partes del mundo, las crisis de refugiados que rompe el corazón, terremotos, inundaciones desastrosas como la de Chennai, fueron algunos de ellos. En Chennai, la gente se fue felizmente a la cama por la noche y por la mañana el agua había crecido y se había llevado cuanto tenían. Así es la naturaleza de la vida, lo que no significa que no debamos aportar algún esfuerzo. Tenemos que hacer todo lo posible para evitar esas tragedias naturales.

Sin embargo, incluso en medio de desastres como el de las inundaciones de Chennai, hubo un rayo de esperanza, el de los hombres y mujeres que se olvidaron de sí mismos y con riesgo de sus propias vidas enjugaron lágrimas y salvaron vidas de otros. Traspasaron barreras de casta, religión y nacionalidad. Nos mostraron con su ejemplo que la compasión no se ha extinguido, que el lenguaje del servicio desinteresado se sigue hablando aquí. Esto nos inspira esperanza. Recemos porque la lámpara de la compasión continúe ardiendo brillantemente en al menos, algunos corazones humanos.

Los desastres naturales como el de las inundaciones de Chennai nos advierten acerca de la alerta que debemos mantener cuando se trata de proteger la armonía de la naturaleza. Hoy en día, estamos seriamente preocupados por el calentamiento global y sus efectos. Si la temperatura del planeta sigue aumentando, el resultado será desastroso. El planeta Tierra podría seguir existiendo, pero podría no sobrevivir ni un solo individuo de la raza humana. En diciembre, los líderes de 195 países firmaron un acuerdo al final de la Conferencia por el Cambio Climático de Naciones Unidas (COP 21) en París. Esperemos y recemos porque sus esfuerzos por resolver el cambio climático global tengan éxito y porque sus decisiones se cumplan.

Si la situación se sigue deteriorando, para 2020 o 2022 la temperatura de la tierra será sofocante. Todos conocemos la disminución de la capa de ozono en la estratosfera y el agujero de ozono.

Este año, hagamos un esfuerzo suplementario en plantar árboles y en extender la agricultura orgánica. Sería fantástico, que cada hogar hiciera su propia composta. Incluso aquellos que viven en pisos pueden separar sus residuos orgánicos y hacer composta con ellos. También pueden cultivar hortalizas y plantar árboles, ya sea en cubos, barriles de plástico o tiestos.

Deberíamos fomentar compartir coches. El número de vehículos en carretera ha crecido, aumentando la contaminación atmosférica. Cinco personas que comparten lugar o zona de trabajo podrían usar un coche en lugar de cinco. Podrían compartir el coste de gasolina y ayudar así a reducir gastos y contaminación. También reduciría el tiempo de llegada a destino al disminuir el número de vehículos en circulación. Además, con el dinero ahorrado podemos ayudar a gente necesitada.

Normalmente hacemos resoluciones por Año Nuevo, pero en unos días las olvidamos. Digamos por ejemplo, hacemos la resolución de dejar de fumar, pero para empezar no se la comunicamos a nadie por si acaso. Por lo tanto es fácil romper esta resolución. Casi el 99% de las resoluciones de Año Nuevo fracasan. Pero en el caso de que hayamos informado a nuestros parientes y amigos de nuestra decisión, nuestras oportunidades de éxito serán más o menos del 10%. Si buscamos el apoyo de un grupo de ex – fumadores, nuestra probabilidad de éxito aumentará. La buena compañía ayuda a resistir la tentación. Por tanto, mis hijos deberían tratar de cultivar buenas amistades.

En lo que concierne a aspirantes espirituales, el nuevo año es una oportunidad de hacer introspección, algo de auto – evaluación, para comprobar lo que hemos avanzado en la senda de la espiritualidad. Tenemos un largo camino por delante y nos queda poco tiempo.

Cuando la compasión entra en nuestras acciones, sus ondas empiezan a influir en otros. Tales acciones nos permiten recibir la gracia de Dios. Todos deberíamos tener una mente que no crece en arrogancia con el éxito, que no flaquea ante el fracaso, una mente que se deleita en dar, que acepta la crítica con elegancia. Los que tienen una mente así nunca fracasan. E incluso si lo hacen, esos fracasos no afectan a su interior. La situación externa puede no ser siempre favorable, pero ellos nunca interiorizan sus decepciones o fracasos. Estarán agradecidos a todo lo que su vida les depare. Y serán fieles a su conciencia.

Incluso el viaje más largo comienza con un paso pequeño. Demos la bienvenida al Nuevo Año empezando a hacer pequeños cambios en nuestra vida. Si cada uno de nosotros puede hacer esto, ¡quién sabe! ello puede ser el comienzo de una nueva era. Entreguémoslo al Paramatman y sigamos juntos adelante con una sola mente al servicio de un único objetivo.

¡Amma desea un feliz Año Nuevo a todos sus hijos!