Satsang y meditación en línea con Swami Purnamritananda Puri - 13 de mayo 2020
Oraciones
Om Amriteshwaryai Namah
Mis humildes pranams a todos mis hermanos y hermanas divinas. Me siento muy bendecido por compartir algunos de mis pensamientos con todos vosotros. El mundo entero está pasando por un momento muy duro. Nunca en la vida habíamos pasado por la experiencia de una situación tan difícil. La gente de todo el mundo está sufriendo por el ataque del virus Corona. Un virus minúsculo e invisible ha conseguido paralizar todas las actividades de la vida moderna.
De hecho, Amma había mencionado el desastre que se avecinaba mucho tiempo atrás. Durante las giras mundiales e indias de Amma, en cada sede, Amma comenzaba su charla con un aviso, con una fuerte advertencia. Amma decía: “Hijos, la naturaleza está agitada a causa de los pensamientos y acciones egoístas de la gente. Amma solo ve oscuridad en todas partes. Si la gente continúa viviendo así, podría producirse una reacción inimaginable de la naturaleza. Tenemos que rezar más, tenemos que proteger la pureza de la naturaleza, plantar más árboles, proteger a las aves y a los animales. De lo contrario, la naturaleza tratará de reajustarse de una forma que podríamos sentir como un desastre natural”.
Realmente Amma dice que la solución a este problema está en acercarse más y más a esta naturaleza. Necesitamos la ayuda divina para superar esta crisis.
Durante mis años de facultad, tenía el profundo sentimiento de que la tecnología bastaba para resolver los problemas humanos. La ayuda divina no era necesaria. En ese tiempo, solía frecuentar muchos lugares donde se hablaba de poderes sobrenaturales, espíritus malignos y casas poseídas. Frecuentaba a personas que aseguraban poseer poderes divinos. En cada uno de estos lugares se explotaba la fe humana en el nombre de Dios. Estuve en casas encantadas, en cementerios y descubrí que los espíritus malignos son mucho menos dañinos que los seres humanos. Esa búsqueda, me llevó a Amma.
Le hice muchas preguntas a Amma. Le pregunté si había un Dios.
Amma dijo: “Es una pregunta tonta. Esto es como si me preguntas si tienes lengua con tu propia lengua. ¿Qué más quieres preguntar?
Respondí: “Si hay un Dios, siento tanta ira que sería capaz de matarlo”.
Amma preguntó: “¿Por qué?”
Y dije: “En este mundo mucha gente padece pobreza y diversas enfermedades mientras algunos viven lujosamente. En esta creación, cada criatura es el alimento de otra criatura. Si hay un Dios que ha creado un mundo tan cruel, siento una ira capaz de matarlo”.
Amma dijo, “Me gustas, porque estás enfadado con Dios, no por egoísmo, sino por compasión hacia los que sufren. Dios habita en un corazón en el que hay amor y compasión”.
Y Amma añadió: “Dios no es alguien que castigue a todo el mundo. Él es el protector, ¿cómo podría castigarnos? Él es la encarnación del amor, la encarnación de la compasión. Nos castigamos a nosotros mismos por medio de nuestras palabras y acciones”.
Dijo Amma: “Si tiras piedras al cielo no esperes que te lluevan flores”.
Amma me recordó la ley de Newton. Por cada acción hay una reacción igual y opuesta que no solo es aplicable a grosso modo, sino también a nivel sutil. Incluso nuestros pensamientos tienen su propia reacción. ¿Sabes qué sucede cuando piensas? Cuando pensamos, la energía es absorbida del cuerpo y convertida en energía de pensamiento. Cuando pensamos en algo, estamos transmitiendo ondas de pensamiento. Viaja a la velocidad de la luz, golpea todos los objetos de este mundo, multiplica su poder un millón de veces y retorna a ti.
Si transmites un pensamiento positivo, puede retornar como una bendición. Si transmites un pensamiento negativo puede volver a ti como una maldición. Así que tu futuro puede cambiar si sabes cómo cambiar las calidades de tus pensamientos actuales. Dios no es responsable de eso.
Dijo Amma: “Si tiras una piedra al cielo tiene que bajar y puede caer sobre tu cabeza. La piedra no tiene la culpa, ni la Tierra, es una ley de la naturaleza. La naturaleza no tiene compasión, tiene leyes. Dios es la encarnación del amor y la compasión, pero la naturaleza solo tiene leyes”.
Tanto si un hombre culto, un analfabeto o un ministro, un mendigo o un niño se tiran por un balcón, el resultado es el mismo. Así que tenemos que respetar las leyes de la naturaleza para vivir una vida feliz. Esa ley se llama dharma. Si violas el dharma, la vida humana puede llenarse de sufrimiento. Dios no es responsable de nada de eso. Se te permite el placer de conducir, siempre que respetes las reglas de tráfico. Si dices: “Tengo más de dieciocho años, no estoy dispuesto a inclinarme ante ese sucio semáforo rojo”, tu vida puede acabar en medio de una carretera. Tenemos que inclinarnos ante una luz corriente para disfrutar de la conducción. Del mismo modo tenemos que respetar las leyes de la naturaleza, porque si no lo hacemos, la naturaleza reaccionará severamente.
Pregunté a Amma: “¿Eres Dios?
Amma dijo: “Estoy loca. Nadie me encarcela, por eso estoy aquí. No tienes que creer en mí o en un Dios en el cielo. Tienes que creer en ti. Todo está dentro de ti. Del mismo modo que un árbol grande y poderoso está contenido en una pequeña semilla, la divinidad está en todos los seres. Invoca esa divinidad por medio de buenas acciones, oraciones y meditación. Puedes alcanzar el estado de perfección suprema. Dios no es una persona, es una posición. Cualquiera puede alcanzar ese estado de perfección suprema. Igual que el presidente de un país no es una persona ni el primer ministro de un país no es una persona. Cualquiera puede llegar a ser presidente o primer ministro del país mediante los votos de la gente. Del mismo modo, para alcanzar el estado de perfección suprema, es necesaria la bendición de todos y cada uno de los objetos de este mundo. Tenemos que estar dispuestos a inclinarnos en todo lugar”.
Después de ver todas las cualidades de Dios en Amma, puse fin a mi búsqueda de Dios. Y tuve la sensación de que todos los científicos tendrían que estar en contra de Dios. Una vez terminados mis estudios, me uní al Instituto de Investigación Raman en Bangalore. Una de las científicas más eminentes que era cristiana y mi jefa, me dio un precioso consejo: “Vas a investigar la radiación solar, así que por favor recita el mantra Gayatri durante unos minutos antes de empezar tu trabajo de investigación, porque es imposible tener éxito en ese trabajo sin intuición. Para triunfar en la vida, es muy necesario el conocimiento intuitivo”.
Todos vosotros debéis conocer el mantra Gayatri.
Om Bhur Bhuvaḥ Swaḥ
Tat-savitur Vareñyaṃ
Bhargo Devasya Dheemahi
Dhiyo Yonaḥ Prachodayāt.
Cuando el rishi vio el sol naciente, no pensó en él como en una bola de fuego, sino que lo sintió como la divinidad, irradiando desde ese sol. Y rezó, “Oh Dios Sol, que iluminas todos los objetos de la creación, que transmites luz y energía a todos los seres de este mundo y de otros mundos, por favor ilumina también mi inteligencia”.
Ciertamente, era una oración a la naturaleza para pedir el conocimiento intuitivo. En su oración, dijo: “Oh Dios Sol, que transmites luz y energía a todos los seres de este mundo y también de otros mundos”. Eso significa, que él no rezaba solamente al sol externo. Cuando vio el sol naciente pensó en los millones de soles que brillan en el cielo porque todas las estrellas también son soles. Y pensó en el sol que ilumina todos los soles externos. Eso es âtma surya. Estaba rezando al âtma surya que brilla en el interior. Así que rezó al âtma surya: “Te pido que ilumines también mi inteligencia”.
Verdaderamente era una oración por el conocimiento intuitivo. El conocimiento intuitivo es muy necesario para triunfar en la vida, tanto en lo personal como en lo profesional y en lo espiritual. Necesitamos este conocimiento intuitivo en todas partes. Basta adoptar una decisión equivocada para destruir todos los logros de nuestra vida. Una decisión equivocada es suficiente para destruir toda nuestra vida. La toma de decisiones es muy importante. Así que tenemos que hallar la respuesta correcta en nuestro interior. Cuando tenemos que adoptar una decisión instantánea, el conocimiento intelectual no puede ayudarnos. La respuesta correcta debe llegar del interior y para que eso suceda tenemos que activar nuestro conocimiento intuitivo. ¿Cómo podemos activarlo? Por medio de nuestra pureza. Y para conseguir esa pureza tenemos que rezar e introducirnos en la práctica espiritual. Tenemos que conectarnos con esta inteligencia cósmica.
Amma solo estudió hasta el cuarto grado, pero tiene un doctorado de la Universidad del Estado de Nueva York. Yo estuve presente en esa ceremonia, así como académicos de todo el mundo. Después de la ceremonia, algunos de ellos se acercaron a Amma y le hicieron varias preguntas a las que dio preciosas respuestas. Y ellos sintieron curiosidad: “Amma, ¿cómo es posible que respondas a todas esas difíciles preguntas sin pensarlo?”
Y Amma dijo: “Es posible porque no sé nada”. A continuación, Amma hizo una hermosa declaración: “Si puedes vaciarte, puedes gozar de la belleza de la plenitud”.
Tratamos de alcanzar la pureza del vacío mediante la espiritualidad. El conocimiento de Amma no procede del intelecto sino de la intuición. Recuerdo que, durante su primera visita a Bombay, un grupo de científicos del Centro de Investigación Atómica Bhabha vino a verla. Durante dos horas y media hicieron muchas preguntas a Amma. Ella respondió a todas sus preguntas y al final Amma les hizo una pregunta que dejó sin palabras a todos los científicos: “¿Qué es más expansivo que el espacio exterior?” Los científicos no supieron cómo responder a esa pregunta.
Entonces Amma dio la respuesta: “El mundo interior. ¿Qué habéis hecho para explorar los misterios del mundo interior? La fuente de la felicidad está ahí. Tratad de encontrar esa fuente de felicidad”.
Recuerdo una de las últimas palabras del más grande de los científicos. “He pasado toda mi vida para aprender más y más acerca del mundo exterior, pero soy un ignorante total acerca de mi mundo interior. Ahora estoy muriendo como un animal, sin tener control alguno sobre mi cuerpo”. Fueron las últimas palabras de un súper científico.
Dijo Amma: “Tenemos que encontrar la fuente del conocimiento desde el interior. Para eso necesitamos recitar mantras, realizar acciones desinteresadas y practicar la meditación. Solo así podremos disfrutar de nuestra vida. Nuestra pureza es muy importante y nuestra inocencia es mucho más poderosa que nuestra inteligencia. La educación moderna no basta para alcanzar esa inocencia”.
Vemos a personas que se acercan a Amma y lloran sin razón aparente. Cuando lloran, si les preguntas ¿por qué estáis llorando? responderán que no lo saben. Solo los niños pueden llorar sin una razón. Cuando nos acercamos a Amma, nos volvemos como niños. Amma activa la inocencia interior. Así, esa inocencia es mucho más poderosa que nuestra inteligencia.
Amma dice que “para tener éxito en la vida, así como para alcanzar el estado de perfección suprema, tenemos que ser un instrumento en las manos de Dios”.
Recuerdo un incidente que sucedió durante una de las giras mundiales de Amma. Uno de los hijos espirituales de Amma, Viveka de Japón, que aún no era residente del ashram, se unió a la gira norteamericana de Amma. Después del programa de Boston debía regresar a Japón. Quería decirle algo a Amma. Durante el Devi Bhava, se me acercó y me pidió que le tradujera su pregunta para Amma. Realmente no era una pregunta, sino una petición. Le quería decir: “Amma por favor, haz de mí tu instrumento”.
El quería que le escribiera esa frase en malayalam, para poder decírsela directamente a Amma. Traté de enseñársela. Él podía repetirla fácilmente y así lo hizo varias veces. “Oh, ya la sé bien, puedo decírsela a Amma”. Volvió a la fila. Un minuto más tarde volvió y me dijo: “La he olvidado, por favor, enséñamela otra vez”. Volví a enseñársela, pero finalmente me dijo: “Para mayor seguridad, voy a escribirla en la palma de mi mano”. Con un bolígrafo la escribió con caracteres japoneses en la palma de su mano, y volvió a la fila.
Quise ver lo que sucedía cerca de Amma, así que me situé detrás de ella. Amma no me vio. Y cuando él llegó cerca de Amma, se quedó en blanco, no podía preguntar, no podía hablar. Miró a Amma y después, de pronto, pensó en lo escrito en su palma. Intentó leer lo que había escrito, pero no podía verlo claramente, porque alguien ya le había quitado sus gafas. Sus ojos se llenaron de lágrimas. Amma se volvió hacia donde yo estaba de pie. Ella miraba al profesor. Entonces, Amma dijo: “Bueno, él solo se ha convertido en un auténtico instrumento. Un instrumento no habla. Un instrumento permite que el músico lo toque. Deberíamos ser cómo un instrumento en presencia de Dios y así produciría música divina”.
Por tanto, Amma nos da esa fuerza que permite que ella actúe a través de nosotros por medio de su divino amor. Se necesita un cierto caudal de pureza para sentir esa entrega total y no es fácil lograr esa entrega. Necesitamos esa fuerte conexión con el maestro para convertirnos en un verdadero instrumento. Al igual que la piedra, que permite al escultor eliminar la parte no deseada para que aparezca la hermosa forma de la deidad. Después, la piedra será instalada en el santuario de un templo. La piedra ha adquirido la fuerza para salvar millones de vidas y hacer felices a millones de personas.
Amma dice que “el propósito de nuestra vida es alcanzar el estado de perfección suprema y convertirnos en la encarnación de la felicidad”.
Recuerdo que durante una gira mundial de Amma, un joven le hizo una pregunta: “Amma te conozco desde el comienzo de mi vida. Cada año cuando vienes a California vengo a verte y obtengo tus bendiciones. Ahora acabo de completar mis estudios, tengo un buen trabajo, ¿crees que debería casarme?”
Amma respondió: “Hijo, si no deseas la felicidad, cásate”.
Yo estaba traduciendo, pero él no lo entendió y me miró. Amma entonces explicó: “Si quieres dar felicidad, cásate; pero si esperas felicidad, puede ser que te sientas decepcionado. Quien ha esperado felicidad, hasta el momento nunca la ha encontrado. Pero si tú te conviertes en un dador de felicidad, ciertamente la encontrarás, porque esa es la ley de la naturaleza. En lugar de buscar la felicidad, trata de convertirte en un dador de felicidad”.
Con eso Amma le estaba enseñando las bases y la esencia de la espiritualidad. Al convertirte en un dador de felicidad, todo el mundo empezará a amarte. Amma es el ejemplo. Si buscas la felicidad es imposible encontrarla. Conviértete en un dador de felicidad. Amma ha demostrado esta verdad a través de su vida. Ella es la dadora de felicidad, no necesita nada de nadie.
Amma dice que “para obtener felicidad necesitamos seguir ciertas normas”. Para vivir una vida dichosa, tenemos que seguir ciertas leyes de la naturaleza. Para alcanzar el estado de perfección suprema, debemos seguir ciertas normas. Esa norma es el Dharma. Debemos seguir cinco dharmas, llamados Pancha maha yajna.
La primera obligación es hacia los Devas.
Necesitamos las bendiciones de Dios para que nuestras acciones tengan éxito y también las necesitamos para alcanzar el grado de perfección suprema. Cada día debemos hacer oración. Antes de usar un dispositivo electrónico tenemos que cargar la batería. Igualmente, antes de dar comienzo a nuestras actividades diarias, debemos hacer nuestras oraciones, tenemos que cargarnos de energía divina. Para ser perfectos en nuestras actividades y obtener la gracia divina, tenemos que rezar al menos dos veces al día. La mañana es buena para hacer oración, porque la atmósfera es muy pura, lo que facilita la concentración. Podéis absorber el máximo de energía divina en menos tiempo que a cualquier otra hora del día. La hora del crepúsculo, también es buena para la oración, porque esa hora está llena de energía negativa y si no rezamos durante esa hora, las vibraciones negativas pueden afectarnos. Esa es nuestra obligación hacia Dios.
El segundo dharma es a los rishis.
Los rishis han revelado todos los secretos para superar todas las dificultades de la vida y para alcanzar el estado de perfección suprema mediante los Vedas. Por tanto, necesitamos aprender la esencia de los Vedas y también enseñar los secretos de esta creación a nuestros hijos y a los otros, enseñarles a cómo vivir en este mundo y a cómo tener vida dichosa. Este es nuestro deber hacia los rishis.
Y también tenemos ciertos deberes hacia nuestros antepasados.
Todo lo que disfrutamos en esta vida lo debemos a los esfuerzos de nuestros antepasados. Debemos recordarlos, realizar rituales para ellos, así como cuidar de todos los que nos rodean y hacerlos felices. Se considera que hacer esto es un deber hacia los antepasados.
En este cuarto maha yajna tenemos deberes para con nuestros semejantes. Y también ciertos deberes para con nosotros mismos.
Tenemos que cuidar nuestro cuerpo, dice Amma. Mantener el cuerpo sano y puro, respetarlo, no insultarlo. Tenemos que respetar nuestro cuerpo, no tenemos derecho a destruirlo ni a insultarlo, porque necesitamos sus bendiciones para alcanzar a Dios. Necesitamos las bendiciones del cuerpo para tener éxito en la vida. No ignoréis al cuerpo, mantenedlo sano y puro. Para mantener el cuerpo sano, tomad alimentos fácilmente digeribles y bebed bebidas puras. Amma también insiste en la práctica de yoga o ejercicios para mantener el cuerpo sano.
También mantened la mente sana: la imaginación siempre positiva y recitad vuestro mantra. Recitad el mantra todo el tiempo porque purifica la calidad de vuestros pensamientos. Si tenéis un cuerpo puro y sano y una mente pura, tendréis fuerza suficiente para hacer buenas acciones y prácticas espirituales.
También debemos compartir nuestros bienes con nuestros semejantes. Quizá no podamos ayudar a todo el mundo, pero sí podemos dar palabras de consuelo y mostrar amor y compasión al prójimo. Tenemos que poder compartir nuestros bienes. Es nuestro deber para con nuestros seres cercanos. Eso es nara.
Por último, la Bhuta yajna.
Tenemos ciertos deberes para con todos los seres de este mundo. Debemos respetar las plantas, las aves y los animales. Para mantener la armonía de esta naturaleza, necesitamos las bendiciones de aves y animales. Con motivo del 50 aniversario de Amma, la celebración del programa tuvo lugar en el Estadio Internacional de Cochín. Hubo cinco días de celebraciones. Personas de todo el mundo se reunieron allí. Cada día hubo diversos tipos de programas culturales. Un día se celebraron programas culturales tradicionales de todos los países. Los indios rojos de Estados Unidos representaron sus danzas, vestidos con trajes de pájaros y animales. La televisión les hizo una pregunta: “¿Por qué representáis un programa de danza vestidos de pájaros y animales?” Y ellos respondieron que: “Según nuestra fe, cuando Dios creó este mundo pidió a los devas y devatas que se convirtieran en plantas, aves y animales, así que tenemos que respetarlos. Debemos protegerlos, porque ellos son nuestros protectores. Los devas y devatas se volvieron plantas, aves y animales para protegernos. Si los destruimos, estaremos destruyendo a nuestros protectores. Así que hemos hecho este programa para mostrar la importancia de las plantas, aves y animales. Porque proteger a las plantas, aves y animales es nuestro deber”. Amma también nos dice que plantemos más árboles y que protejamos a las aves y animales. Podemos ver el amor y compasión de Amma hacia todos los seres de este mundo.
Así que si seguimos estos cinco dharmas nos resultará fácil alcanzar la purificación y el estado de perfección suprema. Para superar todos los problemas de la vida y alcanzar ese estado de perfección suprema, necesitamos orar, practicar meditación y realizar acciones desinteresadas. La meditación es muy importante. De hecho, la meditación es un viaje a través de los territorios desconocidos de la vida. No es fácil enseñar a meditar, solamente sucede. Cualquier cosa que hagamos en nombre de la meditación, no es meditación, es una preparación para la meditación, del mismo modo que nadie puede enseñarnos a dormir. Podemos cerrar las puertas, abrir la cama, apagar las luces y tumbarnos en la cama, esperando a que llegue el sueño. Te deslizas hacia el estado de sueño, sin tu conocimiento. Igualmente, en la meditación hacemos ciertas preparaciones. Después, nos deslizaremos hacia el estado de meditación sin nuestro conocimiento. Amma dice que “la meditación es un viaje a través de los territorios desconocidos de la vida”.
Hoy en día sabemos muy poco acerca del mundo externo. Toda la información nos llega por los órganos de los sentidos, que no es necesariamente correcta. No podemos ver todos los rayos. No podemos escuchar todas las ondas sónicas ni detectar todos los olores. Hay ondas de sonido mucho más potentes, como las ondas de radio y las ultrasónicas, que no son audibles para el ser humano. Hay rayos de luz potentes, como los rayos X y los rayos cósmicos que no podemos ver. Los poderes de los órganos de los sentidos son muy limitados. Tenemos que ir más allá de estos órganos y para ello debemos practicar la meditación. Así nos será posible abrir nuestro tercer ojo. Y eso es posible a través de la pureza. Por lo tanto, la meditación es un viaje a través de los territorios desconocidos de la vida.
Para practicar la meditación, en primer lugar, tenemos que aprender a sentarnos como una estatua. No os preocupéis por la concentración, porque la concentración no es meditación. En la concentración hay un esfuerzo y la meditación es relajación total. Así que una persona que practique meditación debe entrenar su cuerpo para sentarse como una estatua. Donde hay movimiento, la oscilación de la mente es máxima. Así que lo primero es entrenar el cuerpo para sentarse sin movimiento, lo que significa que necesitamos desarrollar asana siddhi. Esto significa que, aunque estés sentado largo tiempo, las oscilaciones de la mente decrecerán, pero la mente seguirá funcionando. La mente es el curso de los pensamientos. Cuando el número de pensamientos es máximo, la fuerza mental es mínima y a la inversa, cuando el número de pensamientos es mínimo la fuerza mental está al máximo. Así que tenemos que disminuir las oscilaciones de la mente. No intentéis parar los pensamientos. Si lo hacéis, estos retornarán con el doble de fuerza. En meditación tenemos que utilizar ciertos trucos para eliminar los pensamientos.
La Bhagavad Gita empieza con un versículo:
El rey ciego pregunta a su ministro Sanjaya: “¿Qué sucede en el campo de batalla de Kurukshetra?” Él es un rey ciego y todos nosotros somos ciegos como Dhritarashtra. Nunca hemos intentado ver lo que sucede en nuestro interior. Siempre intentamos ver lo de fuera, pero nunca intentamos ir al interior. Una lucha constante tiene lugar en el interior. La guerra del Mahabharata tiene lugar todo el tiempo en el interior, sin nuestro conocimiento: lucha entre nuestras negatividades y virtudes. Las virtudes fueron enviadas al bosque, solo están activadas las negatividades. La sociedad siempre intenta activar nuestras cualidades negativas. No hay nadie ahí para ver nuestra bondad. Solamente el Guru puede verla y puede activar nuestras virtudes. Así que una persona que practique la espiritualidad está intentando encontrar lo que sucede en el interior. Ese es el primer paso de la meditación. Un buscador intentará encontrar lo que sucede en el campo de batalla de su mundo interno. Es una lucha constante. Cuando intentamos observar lo que sucede, podemos perder la confianza, porque las cualidades negativas son más numerosas. Nuestras buenas cualidades no bastan para luchar contra esas negatividades. ¿Cómo tener éxito en mi práctica espiritual? Se puede perder la confianza como Arjuna. Arjuna era realmente poderoso, pero perdió la confianza en el campo de batalla de Kurukshetra.
Recuerdo una historia. Un incidente ocurrido en la facultad. En un examen, un alumno se desmayó. El profesor corrió hacia él y roció con agua la cara del alumno. Este abrió los ojos y el profesor le preguntó: “¿Qué ha ocurrido?” y el alumno respondió: “He estudiado mucho, pero ahora no recuerdo nada”. Esto les ocurre a muchos estudiantes, cuando entran en un examen, lo olvidan todo. Cuando salen, vuelven a recordarlo todo. Así que esto es lo que le ocurrió a ese alumno, que dijo haberlo olvidado todo. Entonces el profesor le sopló un secreto al oído. Inmediatamente se levantó y empezó a escribir el examen, ganando así el primer asalto. ¿Qué secreto le dijo el profesor? El mismo secreto que Krishna le reveló a Arjuna. Arjuna casi se desmaya en medio del campo de batalla y entonces Krishna le dijo un secreto. Ese secreto es el texto de la Bhagavad Gita. La esencia de ese conocimiento le fue transferido a Arjuna en unos segundos, como quién transfiere un montón de información de un lápiz de memoria al disco duro del ordenador. Así mismo, el Guru puede transferir todo el conocimiento en cuestión de segundos, cómo en un clic.
Así reveló Krishna un secreto a Arjuna. “No te preocupes, Arjuna. Mi Shudárshana chakra, la rueda giratoria, basta para destruir a todos los Kauravas en un segundo. Simplemente arroja una flecha, yo haré lo demás. Pero quiero que tú te lleves los méritos. Así que, por favor, arroja una flecha”. Inmediatamente Arjuna obtuvo confianza, luchó sin temor y ganó la batalla. Justo lo que el profesor dijo al alumno: “Oh, hijo mío, sé que eres un estudiante muy inteligente. Yo soy quién evaluará tu examen. Sé que trabajas mucho, así que empieza a escribir algo. Yo te daré la mejor nota”. Inmediatamente el alumno recuperó la confianza perdida y escribió todo, sin ayuda del profesor. Pudo escribirlo todo y obtuvo la máxima calificación.
Esta es la acción del Guru. El Guru nos da confianza. Amma nos da confianza. No hay nadie ahí para inspirarnos. Hay mucha gente por allí para decepcionarnos en esta vida. Solo el Guru es la persona que nos inspira y esa inspiración nos acerca a Dios más rápidamente. En la meditación intentamos conectarnos con nuestro maestro. Cuando nos vaciemos, podremos escuchar en nuestro interior la voz del maestro. Para eso necesitamos recitar un mantra que reemplace a los pensamientos. Cuando recitamos un mantra una y otra vez, se borrará cualquier otro pensamiento y lograremos una afinación con la inteligencia y el poder cósmicos, una afinación con el maestro. Entonces recibirás en tu interior las respuestas a todas tus preguntas.
Así que en la meditación lo primero es entrenar el cuerpo para que pueda permanecer sentado largo tiempo sin moverse, después reemplazaremos los pensamientos recitando mantras. Después, incluso el mantra desaparece. En ese momento entramos en estado de meditación. Todas las técnicas de meditación deben disolver la mente. Los paisajes naturales poseen un poder misterioso que disuelve la mente. La música tiene un poder misterioso para disolver la mente.
Ahora haremos una meditación corta. Solamente escucha esta música. Imaginad que todos estáis sentados a la orilla del océano observando una hermosa puesta de sol. Tocaré una raga que recreará la sensación del crepúsculo. Todos los objetos del mundo ansían volver a fundirse con lo supremo. Dentro de cada uno de nosotros hay un anhelo y cuando nos sentamos delante del mar podemos sentirlo con mayor intensidad. Especialmente si estás solo, si observas la puesta de sol. La hora de la puesta de sol es la ceremonia diaria del crepúsculo. Se siente ese anhelo desde dentro. Activa ese anhelo, escucha esta música, medita en la puesta de sol. La música tiene un poder misterioso para disolver la mente. Todas las técnicas de meditación son para disolver la mente. Los escenarios naturales también tienen ese poder de disolver la mente. Cuando detenemos todas las actividades del cuerpo y la mente, obtenemos una sintonía con la siguiente capa de experiencia, que es mucho más hermosa que la experiencia actual.
Habitualmente recitamos OM unas cuantas veces antes de empezar la meditación. Om tiene el poder misterioso de desconectarnos del mundo externo. Es la combinación de tres sonidos: A, U, M. [AUM en inglés]
Cuando decimos A, la boca está completamente abierta. Representa el estado de vigilia. Todos nuestros sentidos están completamente abiertos al mundo externo. Eso se llama jagrat, el mencionado estado de vigilia.
Cuando decimos U, la boca está parcialmente abierta. Representa el estado de sueño, un estado semiconsciente.
Y cuando decimos M, la boca está completamente cerrada. Representa el estado de sueño profundo.
En sánscrito, jagrat, swapna, sushupti: Estados consciente, semiconsciente e inconsciente o estado de vigilia, de sueño y de sueño profundo. Hay un estado más del que nunca hemos tenido experiencia. Es el estado de turiya, el estado super consciente, el cuarto estado. La cuarta parte de AUM es el silencio. Cuando recitamos AUM llegamos más allá de los estados de vigilia, de sueño y de sueño profundo. Alcanzamos el cuarto estado, el silencio. El silencio también está incluido a lo largo del AUM. La cuarta parte es silencio, y representa el estado de súper consciencia. En la meditación tratamos de alcanzar ese estado de turiya. Entonces habremos llegado al conocimiento de todos los secretos de la creación.
Por favor, imaginad que estáis sentados a la orilla del mar, observando una hermosa puesta de sol. Todos los objetos del mundo ansían volver a fundirse con el Supremo. Hay un anhelo dentro de todos. Podemos sentir ese anhelo cuando estamos sentados delante del mar, observando la hermosa puesta de sol. Activad ese anhelo, escuchad la música, meditad en la puesta de sol.
Comienza el sonido de la flauta.
Om Lokah Samastah Sukhino Bhavantu...