Cuidado con lo que hablamos

SINTESIS SATSANG 17.03.2018

Enseñanzas de Amma, compartidas por Ânand

Cuidado con lo que hablamos

*¿Qué le pasa a una persona que estando en el camino espiritual, enferma y se suicida?

*Nunca lleves a cabo el suicidio de una manera consciente, porque esta vida te es dada por Dios y sólo Él puede quitártela.

*Sólo Dios tiene el derecho, esta acción es un pecado.

*Esto es dicho de manera general para todo el mundo.

*De todas maneras esta persona, era una persona muy enferma.

*Había días que Amma no comía ni dormía pensando en esta mujer.

*En el Devi Bhava Amma se dio cuenta que algo inauspicioso iba a pasar, porque un trozo de alcanfor encendido cayó encima suyo y no se quemó porque intervino la gente que estaba a Su lado.

*La lámpara que hay enfrente suyo fue movida, porque alguien no podía ver a Amma.

*Amma indicó que siempre hubiera alguien con esta mujer.

*Hay críticas de los residentes por falta de rejas.

*Hay que tener cuidado con lo que hablamos, y como lo hacemos, pues aquí viven miles de personas de buena fe, y les puede afectar.

*En esta habitación quitaron las rejas este matrimonio, sus propietarios, sin pedir permiso.

*De ahí la importancia de obedecer incondicionalmente al Guru.

*No salgan del ashram después de la puesta del sol.

*Cuando Amma nos dice que no hagamos algo, por favor no hacerlo, de lo contrario puedes irte a algún otro sitio que actúes por tu cuenta.

*Cuando Amma nos habla son mensajes divinos.

*Historia: Hubo una vez que el Guru dio dos figuras a su discípulo el rey, y le dijo cuida bien de ellas, porque el día que se rompa una, mal tiempo se avecina.

Un día un criado por falta de atención rompió una. El rey furioso, le condenó a muerte, pero antes de ajusticiarlo le pidió que expresase su último deseo, a lo que el criado respondió: romper el otro jarro, para salvar la vida del próximo sirviente.

*Y esto le abrió los ojos al rey.

*Porque hay una atmósfera sagrada, de seguro que esta mujer alcanza un plano de conciencia más elevado, por hacerlo en el ashram.

*Pero, por favor, no hagan esto.

*Si uno es demasiado paciente con alguien que comete errores continuamente, puede no ser adecuado.

*De acuerdo al karma, se podría decir que deberíamos ver lo bueno en la otra persona, pero si un coche está mal aparcado, debes por lo menos tocar el claxon.

*De la misma manera Amma será paciente y nos perdonará muchas veces, pero en ciertas ocasiones será estricta.

*Hay una bramacharini, que tiene un corazón inocente, pero hace acciones incorrectas por falta de discernimiento.

*La verdadera paciencia es la que lleva a la otra persona hacia el dharma.

*El aspirante espiritual debe saber decir la verdad y tener discreción.

*Hay algunas cosas que no se pueden decir para todos, por su diferente configuración mental.

*Si a alguien le dices que se parece a un mono, aunque sea verdad, puedes herirle, hay que saber decirlo,

*Y en ciertas circunstancias mejor estar en silencio.

*Cada cual ha de comer lo que le gusta.

*En la ropa, igual, cada cual gasta un tipo de talla.

*Los candados no se abren con cualquier llave, sólo se abren con la llave correcta.

*De la misma manera Amma sólo puede responder según como y a quien, no en público.

*Debemos de tener mucho cuidado cuando hablamos en  público, debemos de tener mucho cuidado cuando hablamos con los demás.

RESUMEN

Este es un satsang en el que Amma hace hincapié en que tengamos mucho cuidado con lo que hablamos, pero que da para hablar de varios temas.

Uno de estos temas es el suicidio, que es el motivo desde donde arranca la pregunta.

Amma deja muy claro que sólo Dios puede disponer de la vida de cada uno de nosotros. Dios es quien nos da la vida, y solamente Dios tiene la responsabilidad de decidir cuando una vida debe terminar.

Es un grave error el que alguien tome la decisión de quitarse la vida por su cuenta.

En otros satsangs ha dicho Amma que cuando esto ocurre estas almas sufren muchísimo y buscan desesperadamente poder volver a encarnar para subsanar su error.

Esta pregunta se originó por el suicidio que cometió una mujer enferma en Amritapuri, el ashram principal de Amma en el mundo.

Y nuestra afición al talking, talking, hizo aparición de inmediato.

Por este motivo la propia Amma salió al paso de estas habladurías:

“Amma indicó que siempre hubiera alguien con esta mujer”.

“En esta habitación quitaron las rejas este matrimonio, sus propietarios, sin pedir permiso”

“Hay críticas de los residentes de Amritapuri, por falta de rejas”

“Debemos tener cuidado con lo que hablamos, y como lo hacemos, pues aquí viven miles de personas de buena fe, y les puede afectar”.

“Hay que tener mucho cuidado cuando hablamos en público, o cuando hablamos con los demás”.

“Hay cosas que no se pueden decir para todos,, por su diferente configuración mental”.

“Y en ciertas circunstancias, mejor estar en silencio”.

“Un aspirante espiritual debe saber decir la verdad con discreción”.

“Si a alguien le dices que se parece a un mono, aunque sea verdad, puedes herirle, hay que saber decirlo”.

“Amma sólo puede responder según como y a quien, pero no en público”.

Aprovechando la conyuntura de este satsang, podría ser un buen momento para reflexionar en cuanto tiempo invertimos cada día en hablar.

Podría ser un buen momento para reflexionar que hay de grano, y que hay de paja en todo lo que hablamos durante el transcurso de un día.

Podría ser un buen momento para reflexionar que nos aporta todo aquello de lo que merece la pena hablar, y como nos sentimos con todo aquello que hablamos y que no sirve para nada.

En el propio Amritapuri en un momento puntual se desencadenan habladurías que afectan a la propia Amma, y Amma sale al paso.

No es que Amma necesite defenderse de nada, simplemente nos dice que vayamos con mucho cuidado con lo que hablamos, nos invita a reflexionar sobre ello.

Amma ha repetido muchas veces que Dios nos ha dado dos oídos y  una boca, pero que nosotros hacemos muy mal uso de estos órganos, pues hablamos diez veces más de lo que escuchamos.

Hay un gustito ahí, cuando charlamos, cuando curioseamos, cuando criticamos, pero si nos preguntamos: ¿qué hay detrás de todo esto?

La respuesta es: vacío. Detrás de esta actitud sólo encontramos vacío.

El tiempo que viví en Amritapuri y haciendo tours con Amma, aunque no sé inglés había gente que me hablaba igual en este idioma, porque no hablaban español, y por cortesía les escuchaba, pero a pesar de no entender lo que me decían, no pasó nunca nada por no entender,, por lo que podemos deducir que tenía muy poco importancia o ninguna lo que me decían.

En cambio cuando hablas de temas necesarios, cuando hablas de temas importantes,  cuando hablas de Dios te sientes muy bien contigo mismo.

Otro de los mensajes que Amma nos da: “Cuando dos o más personas se reúnen para hablar de temas banales. Dios se aleja del lugar”.

La reflexión la tenemos antes de empezar a hablar, recordando el mensaje de Amma: “cuidado con lo que vas a hablar”, y si no es necesario, si no aportas soluciones con lo que vas a decir, mejor guardar silencio.

Es silencio es un gran refugio, el silencio nos ayuda a conectarnos con nosotros mismos.

Cuando vivía en Amritapuri, había una persona que también vivía allí que me decía: no sé como puedes tener tan claro, no sé como puedes estar en la certeza de que la Divinidad ocupa el cuerpo de Amma, pues yo la veo allí sentada y jugando con las bramacharinis, o tirando de la oreja a algún bramachari, incluso gastándonos bromas a nosotros los occidentales, que pierdo de vista su divinidad, la percibo como una más, que está entre nosotros.

Si esto ocurre nos es más difícil practicar Sus mensajes, los mensajes de Amma, y en consecuencia tenemos más dificultades para seguirla, por esto Amma nos recuerda:

“De ahí la importancia de obedecer incondicionalmente al Guru”.

“No salgan del ashram después de la puesta del sol”.

“Cuando Amma nos dice que no hagamos algo, por favor, no hacerlo, sino puedes irte a algún otro lugar que puedas actuar por tu cuenta”.

“Cuando Amma nos habla, son mensajes divinos”.

Mientras Amma estaba dando estos mensajes, había gente que continuaba saliendo del ashram de noche, y algunas veces tenían problemas, sobre todo mujeres, y entonces se quejaban de que aquello no podía ser, que no había derecho a que esto ocurriera,...

Nos olvidamos que cuando estamos con un Maestro, ha de ser más fácil seguirle, ha de ser más fácil obedecerle, que querer actuar por nuestra cuenta.

Sino, como vas a expander la conciencia.

Por este motivo, ante esta rebeldía o anarquía de hacer lo que a mí me apetece, sin hacer caso al Guru, el Maestro te  invita a irte a otro lugar.

El Maestro es la paciencia infinita, y forma parte de la paciencia lo que Amma nos recuerda:

“Si uno es demasiado paciente con alguien que comete errores continuamente, puede no ser adecuado”.

“De acuerdo al karma se podría decir que deberíamos ver lo bueno en la otra persona, pero si un coche está mal aparcado, por lo menos debes tocar el claxon”.

“De la misma manera Amma será paciente y nos perdonará muchas veces, pero en ciertas ocasiones, será estricta”.

“Hay una bramacharini que tiene un corazón inocente, pero hace acciones incorrectas por falta de discernimiento”.

“La verdadera paciencia es la que lleva a la otra persona hacia el dharma”.

El mensaje que Amma nos quiere transmitir es que tenemos que practicar la paciencia, pues la paciencia es un gran antídoto para calmar la ira, pero forma parte de la paciencia cuando alguien se reitera en el error, por ejemplo: no respetar la norma de una manera más o menos continuada, como por ejemplo el querer asumir un papel que no te toca, como puede ser el tomar decisiones que no te corresponden, o querer inmiscuirse en la responsabilidad de otro, o el quejarse continuamente de algo, o de muchas cosas.

Todo esto ocurre en el ashram, porque el ashram es un laboratorio de expansión de conciencia.

Pues bien, cuando esto ocurre, forma parte de la paciencia, nos dice Amma, el dar un silbido, indicando: por ahí no es.

De lo contrario no hay crecimiento de lo contrario no hay expansión de conciencia.

En relación al silbido Amma cuenta una historia de la serpiente y el Guru.

Había una serpiente muy grande cerca de un ashram que silbaba y mordía a los devotos que acudían al ashram, y el Guru tenía paciencia con la serpiente, pero como las mordeduras se incrementaban, el Maestro llamó a la serpiente y le dijo que tenía que dejar de morder a las personas o debería tomar medidas en su contra, en contra de la serpiente.

La serpiente le hizo caso, pues no quería tener problemas con el Guru y dejó de morder a la gente.

¿Qué ocurrió?

Que la gente la vio tan domesticada, que cuando la veían la pisoteaban, la golpeaban,  hasta que un día la dejaron muy maltrecha.

Ante esta situación la serpiente fue a hablar con el Maestro y le dijo: estoy casi moribunda, mírame como estoy, y todo a consecuencia de los maltratos que recibo de la gente, que me ve tan pasiva que casi me matan.

El Maestro le preguntó:

¿Silbas cuando alguien se acerca a ti?

No, respondió la serpiente.

El Maestro continuó: te dije que dejaras de morder a las personas, pero no te dije que dejaras de silbar.

Si continúas silbando la gente no se acercará a ti, porque tendrá miedo de que les muerdas, y tú te mantendrás en tu lugar y la gente estará tranquila sin tus mordeduras.

Muchas veces nuestras palabras son picaduras, son mordeduras de serpiente, y no sólo hacemos daño a los demás, nos lo hacemos a nosotros mismos.

Amma nos pide que tengamos mucho cuidado con lo que hablamos, y en todo caso que respetemos el silbido de alguien que prefiere estar en silencio, con alguien que quiere mantener el silencio, con alguien que desea guardar silencio.

En el silencio encontramos a Dios.

En el silencio está Dios.

Dios es silencio.

OM NAMAH SHIVAYA

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