TU ERES EL HACEDOR 1ª PARTE

SINTESIS SATSANG 10.08.2019
Enseñanzas de Amma, compartidas por Ânand

 

Tú eres el hacedor - 1ª parte

*Pregunta: Si Dios es el Hacedor de todas las acciones, y Él nos da el fruto de las acciones. ¿Cuál es el papel del esfuerzo personal?

*Dios no es un juez, que da un veredicto basado en los argumentos de las dos partes.

*Dios es compasivo, y si nosotros hacemos esfuerzo, todavía lo es más, y atraemos la Gracia de Dios, que es Todo.

*Cuando tenemos la noción de que yo soy el hacedor, nos causa problemas, pues si pensamos esto, tenemos que experimentar los frutos, pero si tenemos el sentimiento de que no soy el hacedor, es shraddha, es humildad.

*Realiza las acciones en estado de alerta.

*Ejemplo: si en un pequeño pueblo hay un policía, ayuda a que haya menos crímenes, porque la gente le tiene miedo.

*Cuando tenemos el sentimiento de que yo soy nada, Dios es Todo, esta humildad es lo que vale.

*Arjuna: yo no soy el que está batallando en esta batalla, es el Señor quien lo está haciendo a través de mí.

*Este entendimiento le proporcionó la Verdad.

*Es la actitud equivocada, lo que nos causa problemas.

*Si tú eres consciente de que Dios es el Hacedor, tú eres instrumento de Dios, y recibes el fruto como prasad del Señor.

*¿De dónde viene esta fuerza que experimentamos en momentos determinados? De Dios.

*Desde el mundo se dice: yo puedo destruirlo, apretando un botón, pero de donde viene esta fuerza. De Dios.

*No hay nada que podamos llamar nuestro.

*Tenemos la ilusión de que lo hacemos todo, pero en realidad, todo le pertenece a Dios.

*La fuerza que nos permite actuar viene de Dios.

*Debemos estar conscientes de cada una de nuestras acciones, y esto nos llevará a ser más conscientes de Dios.

*Estamos muy envueltos en el mundo material, y nos cuesta despertar en el mundo espiritual.

*Ejemplo: hay alguien que está viendo en la T.V., su novela favorita, y le avisan de que Dios acaba de llegar, y que viene a iluminarle, y contesta: no, la novela es una vez a la semana, y Dios puede venir todos los días.

-Pero si le dicen, la silla se está quemando, sale volando.

*Si se hacen buenas acciones, se recogen buenos resultados, haciendo malas acciones, se recogen malos resultados.

*Parábola: En un pequeño pueblo, había una ganadero y un panadero que llevaban muchos años intercambiando un kilo de pan, por un kilo de mantequilla.

-Un día se le ocurrió al panadero pesar la mantequilla y vio que le faltaban 50 gramos, al día siguiente le faltaron 80 gramos, y así durante varios días.

-Con lo que decidió ir a denunciarle a la policía.

-Acudió el ganadero a la policía, y ante la amenaza de encerrarle en la cárcel, el ganadero contestó: lo que ocurre es que yo no tengo balanza, y le devuelvo al panadero la misma cantidad de mantequilla, que el pan que me entrega.

*Con nuestras acciones igual, la vida nos devuelve lo mismo que entregamos.

*Cuando tienes un poco de miedo a las consecuencias de lo que hagas, es lo que te ayuda a actuar correctamente.

RESUMEN

¿Qué significa Tú eres el Hacedor?

Tu eres el Hacedor quiere decir que nos debemos poner a un lado, y dejar paso a la Divinidad.

Lo que significa que quien Todo lo ha creado conecte, o sea que le dejemos conectar con la chispa que Él ha puesto dentro de cada uno de nosotros.

Y todas las acciones que hagamos pasen por esta conexión, sin otras interferencias.

A esto le llamamos el convertirnos en instrumentos de Dios.

A esto le llamamos el convertirnos en instrumentos de la Madre del Universo.

¿Fácil verdad?

Pues mira, de fácil nada, al contrario, ahí es donde radica el esfuerzo personal, al que se refiere la persona que pregunta.

El cual dice: Si Dios lo hace Todo, y Dios también es quien nos premia y quien nos castiga, ¿qué pintamos nosotros aquí? ¿Dónde está el esfuerzo que Tú nos pides Amma?

Amma dice:

“Dios no es un juez que da un veredicto basado en los argumentos de las dos partes. Dios es compasivo, y si nosotros hacemos esfuerzo todavía lo es más, y atraemos la Gracia de Dios, que es Todo”.

“Cuando tenemos la noción de yo soy el hacedor,, nos causa problemas, pues si pensamos esto, tenemos que experimentar los frutos, pero si tenemos el sentimiento de que no soy el hacedor, es shradda, es humildad”.

“Realizar las acciones en estado de alerta”.

“Ejemplo: si en un pequeño pueblo hay un policía, ayuda a que haya menos crímenes, porque la gente le tiene miedo”.

“Cuando tenemos el sentimiento de yo soy nada, Dios es Todo, esta humildad es la que vale”.

“Arjuna: yo no soy el que esta luchando en esta batalla, es el Señor quien lo está haciendo a través de mí”.

“Este entendimiento le proporcionó la Verdad”.

“Es la actitud equivocada la que nos causa problemas”.

“Si tú eres consciente de que Dios es el Hacedor, tú eres instrumento de Dios, y recibes el fruto como prasad del Señor”.

No es fácil de comprender, y  mucho menos de llevar a la práctica, pero evidentemente hay  que hacer el esfuerzo, y merece la pena hacerlo.

Dios nos ha hecho divinos. Y a esta chispa de divinidad la ha dotado de libre albedrío.

Originalmente actuábamos divinamente con esta chispa conectada a la Fuente. Luego desde el libre albedrío empezamos a actuar por nuestra cuenta. Apareció el primer pensamiento, le seguimos, se produjo la acción, así una y otra vez, y creamos nuestra propia personalidad: el ego.

Esta chispa divina que somos, creación de Dios, ha quedado sepultada por esta personalidad, que hemos creado nosotros.

Y esta personalidad nos hace creer que somos muy guapos, que somos muy listos, que somos más que los demás.

Y nosotros lo creemos a pies juntillas.

Pero esto no es lo que somos.

Esta personalidad, el ego, es nuestra propia creación.

La creación de Dios es esta chispa que cada uno llevamos dentro, y que nos da la fuerza y energía necesaria para vivir, en este cuerpo. Y esto es lo que somos.

Dios es la Esencia que le da vida a Todo.

Dios es la Conciencia que Todo lo penetra.

Dios es le fuerza, es la energía que mantiene todo el Universo.

Dios es la Verdad. Dios es la única Verdad.

¿Dónde está la dificultad de que Dios se convierta en el Hacedor en nuestra vida cotidiana?

Pues la dificultad la tenemos en la personalidad que nosotros hemos creado, y con la que estamos identificados.

Creemos que somos esto que el ego nos dice, y repite que somos, y que evidentemente no somos.

Ahí es donde tenemos la dificultad que nos impide convertirnos en instrumentos de Dios, en instrumentos de Amma.

No dejamos que la chispa divina que somos, se conecte con la Gran Hoguera, que es Dios.

Lo único que desea Dios es conducir el vehículo de nuestra vida, el vehículo con el que hacemos esta travesía.

Y nosotros nos resistimos, nos resistimos porque tenemos miedo a tener accidentes, y claro no le cedemos el volante a Dios.

Queremos conducir nosotros, y conduciendo nosotros es precisamente cuando se producen los accidentes, que si conduciera Amma no ocurrirían.

Entonces, para que Dios se vaya convirtiendo en el Hacedor de nuestra vida, deberíamos potenciar la confianza.

Deberíamos potenciar la confianza en Dios, la confianza en Amma, los que la seguimos como a nuestra Maestra.

A través de la confianza van desapareciendo estos miedos a ceder el volante a la Madre Divina.

Y... ¿cómo hacerlo?

Ante situaciones que sean difíciles de resolver para nosotros, ante situaciones en las que tengamos serias dudas de como actuar. Parar. Reflexionar. Pedir: Amma soy nada, soy nadie, ayúdame a resolver esta situación. Que se resuelva de acuerdo a Tu Voluntad. No dejes que mi ego se entrometa, ni se ponga por el medio.

Ha de ser una petición hecha desde el corazón, con total disposición a actuar de manera dhármica, buscando la acción correcta.

Pues sólo actuará Dios a través nuestro, si tenemos la total convicción de actuar correctamente, tanto si nos gusta más, como si nos gusta menos.

En la medida que vayamos practicando, aumentará la confianza, y a través de la confianza, le vamos cediendo el volante a nuestra amada Madre.

Cada vez que Ella conduce, lo notamos, estamos más tranquilos.

Así nos vamos convirtiendo poco a poco en instrumentos de Dios.

Así se va convirtiendo Dios en el Hacedor en nuestra vida, y va ocupando nuestro corazón, que es lo que desea.

En algunas religiones como a la que a mi me educaron, te quedabas con la idea de que Dios era un señor sentado en un hermoso sillón, en el cielo, que te daba un cachete cuando no hacías algo bien, y  que te daba un caramelo si te portabas mejor.

Cuando descubres que Dios no es este señor, sentado en el cielo, que está juzgando lo que haces para castigarte si lo haces mal, se te quita un gran peso de encima.

Y desaparece en gran medida el sentido de culpabilidad.

Te vas dando cuenta que Dios está dentro de ti, y lo único que desea es ayudarte.

Ayudarte a liberar a tu alma.

Y el alma se libera en la medida que nos desapegamos de aquello que consideramos nuestro.

Así nos lo recuerda Amma:

“Estamos muy envueltos en el mundo material, y nos cuesta despertar al mundo espiritual”.

“Ejemplo: Hay alguien que está viendo en la T.V. su novela favorita, y le avisan de que Dios acaba de llegar para entregarle la Iluminación, y contesta, no, la novela es una vez a la semana, y Dios puede venir todos los días”.

“Pero si le dicen la silla se está quemando. Saldrá volando”.

“Debemos estar conscientes de cada una de nuestras acciones, y esto nos llevará a ser más conscientes de Dios”.

“Tenemos la ilusión de que lo hacemos todo, pero en realidad Todo le pertenece a Dios”.

“¿De dónde viene esta fuerza que experimentamos en momentos determinados? De Dios”.

“La fuerza que nos permite actuar viene de Dios”.

“No hay nada que podamos llamar nuestro”.

“Cuando tienes un poco de miedo a las consecuencias de lo que haces, es lo que te ayuda a actuar correctamente”.

Para que Dios sea el Hacedor, deberíamos poner a Dios en primer lugar en nuestra vida.

Deberíamos cambiar la actitud del yo hago, por la de; mejor que lo hagas Tu.

Ahora mismo estamos en que yo soy el que hago, y también el que estoy pendiente del resultado de lo que hago.

Y adonde tenemos que llegar es: Dios mío, que se cumpla Tu Voluntad en mí, y no la mía. Y aceptar el resultado de la acción sea el que sea.

Pero para llegar a este punto tenemos que renunciar a muchas de las cosas del mundo material, como nos dice Amma.

Tenemos que desapegarnos de mucho de lo que nos gusta y de lo que no nos gusta, para que no nos pase como al hombre que mira la t.v., y le dijo a Dios que volviera otro día, a pesar de que Dios estaba allí para liberarle de todo sufrimiento y darle la Iluminación.

Nos falta conciencia de Dios.

Nos falta tener más presente a Dios en nuestros quehaceres diarios.

Hace algunos años íbamos con Amma en un tour de Europa, e hicimos una parada en los Alpes. Todos estábamos embelesados con el maravilloso paisaje. Todo eran alabanzas para el lugar, y  Amma nos dijo: “ustedes se toman el chocolate, y gozan con su sabor, pero no se acuerdan de quien lo hizo”.

Lo que Amma nos quería decir es que era un buen momento para recordar a Dios: Dios mío, que grandeza la tuya. Gracias por ofrecerme este bello paisaje, que sólo puede existir por Tu Gracia.

Al estar tan inmersos en lo material, perdemos la conciencia de que no solamente Dios existe, sino que es de Dios, desde tondo procede.

Esta es la conciencia a la que debemos de llegar, y es este tipo de conciencia la que nos proporciona la calidad de vida que todos anhelamos.

¿Cómo conseguir este estado?

Esto es algo que no se alcanza de hoy para mañana.

Hay que practicar la meditación, hay que recitar el mantra, hay que hacer voluntariado para una causa justa, hay que practicar el agradecimiento a Dios durante el día: al iniciar una tarea, y al terminarla.

Todas estas prácticas van cambiando poco a poco nuestra manera de leer la vida.

Nos vamos dando cuenta de que todo lo que tenemos, Dios nos lo puede quitar en un suspiro.

Por lo que nos vamos desapegando de lo nuestro, porque lo nuestro, no es nuestro, Todo le pertenece a Dios.

Nosotros somos simples administradores de lo que D/ios nos hace llegar a nuestra vida, tanto bienes, como personas.

Y en la medida que esto ocurre, nos aficionamos a la práctica de las buenas acciones, porque nos damos cuenta, como nos dice Amma en este satsang, que la vida te puede devolver lo mismo que le entregas.

Y nos pone el ejemplo del panadero y el ganadero. El panadero se queja de que no le llega 1 kilo de mantequilla como intercambio por 1 kilo de pan, pero el ganadero se limitaba a darle el mismo peso de mantequilla, que recibía de pan.

Cuando te centras en hacer buenas acciones, cuando te centras en realizar acciones correctas, Dios es el Hacedor.

Sino es así eres tú quien esta actuando desde lo que crees que eres, desde la conciencia del ego.

Dios mío, practicaré y oraré para que Tu seas el Hacedor en mi vida.

OM NAMAH SHIVAYA

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