Puede que sea difícil, pero debemos seguir intentándolo. Aunque fallemos cien veces, una sola victoria es un gran éxito. Tal vez suspendamos una prueba varias veces, pero una vez aprobada, no hace falta repetirla.
Las aguas de los tres ríos sagrados están en los pies del Gurú Supremo y obtenemos el beneficio de mil peregrinaciones, cuando entregamos nuestros gustos y aversiones a los pies del Maestro y le servimos desinteresadamente. Su presencia es el pico más alto del Himalaya, es como bañarse en las aguas más sagradas.
Nuestro ego se transforma en las aguas de compasión, y se transforma en una ofrenda al mundo. Nuestro corazón desborda este amor, al igual que la leche se desborda al hervir, y fluye por todo el mundo, despertando estos pensamientos en los discípulos, “No debo deshonrar a mi Gurú de ninguna forma y para lograrlo me cuestiono, ¿cómo debo tratar a la gente?” Debemos ver a los demás como partes del cuerpo de nuestro Gurú y así, servirles. Al enfadarnos con alguien debemos intentar ver la sonrisa de nuestro Maestro en vez de la cara de esa persona y aunque el enfado persista, cuando vemos la sonrisa del Gurú podremos controlar esa emoción. Los pensamientos son variados y al organizarlos y ordenarlos, sabremos de cuales debemos deshacernos; es entonces cuando creamos poesía.
No podemos escribir todo, porque eso requiere mucha concentración y contemplación. Hay personas que dicen a Amma, “Me siento muy enfadado con alguien en particular” y Amma contesta, “Cuando sientas ese enfado, imagina la cara de Amma mirándote con una sonrisa.” Más tarde, un devoto dijo a Amma, “Al principio cuando lo imaginé, seguí sintiendo enfado, pero conseguí no expresarlo. Finalmente, mi sensación cambió.”
El amor hacía el Maestro inspira bondad en quien nos rodea y ayuda a despertar el bien en nosotros mismos. Tenemos agua divina en nuestro interior, pero no buscamos en el lugar apropiado, sino en el desierto, el desierto del ego y ahí no encontraremos agua. Si plantamos una semilla en una roca, ¿la semilla brotará? ¿Las semillas brotan en el desierto? Las semillas solo brotan en el agua de la compasión y del amor altruista.
Debemos amar y servir a todos y todo, como si fuera parte del cuerpo del Maestro y aunque parezca difícil, debemos seguir intentándolo; aunque fallemos cien veces, una sola victoria, es una gran victoria. Tal vez suspendamos una prueba varias veces, pero una vez aprobada, no hace falta repetirla.