Lunes, 30 Noviembre 2020 21:43

La espiritualidad es compasión en acción

Medios

La verdadera espiritualidad es compasión en acción. Comienza y culmina en compasión.  Si pudiéramos transformar la compasión por medio de una simple palabra en una senda de acción, podríamos resolver el 90% de los problemas de la humanidad.

La pobreza es una plaga terrible de la humanidad, que destruye toda bondad y talento. Es la causa de toda degradación moral.

Una vez, durante un programa de Amma en el extranjero, un grupo de niños sin techo que más menos vivían en el metro subterráneo de la ciudad, vino a recibir darshan. Habían hecho dibujos para Amma. La mayor parte de los dibujos eran escenas violentas de bombas, misiles y barcos de guerra. Un niño había hecho un dibujo de Jesús y su madre María con un arma de fuego en las manos. Cuando Amma preguntó al niño porqué había dibujado a Jesús con un arma, él dijo: “Cuando él tiene hambre, ¿no necesita comer? Si tiene un arma puede sacarla y asaltar a alguien.”

Amma preguntó: “Hijo, ¿el único modo de conseguir dinero es apuntar a alguien con un arma?”

El niño respondió: “Eso es lo que hace mi papá”.

¿”No podría trabajar tu padre para ganar dinero?” preguntó Amma.

Respondió el niño: “Mi padre tiene salud para trabajar. Ha ido a muchas entrevistas, pero nadie le ha empleado jamás. Nadie emplea a gente como nosotros. Por eso mi papá usa un arma. Así nos mantiene.”

Las experiencias personales y las situaciones presenciadas por los niños dejaron huellas profundas en sus mentes. La pobreza y el sentido de inferioridad  se manifiesta a menudo en tendencias violentas, incluso a muy temprana edad. Así es como se erosionan los valores en la sociedad. Se necesitan especialmente el amor y la compasión en tales situaciones.

Hay mucha gente cínica con respecto a la espiritualidad. “¿Qué es la espiritualidad?” La verdadera espiritualidad es compasión  en acción, comienza y culmina en compasión. Si pudiéramos transformar  la compasión por medio de una simple palabra en una senda de acción, podríamos resolver el noventa por ciento de los problemas de la humanidad.

El primer paso para ayudar a otros es impartir conocimiento. A pesar de medicarse regularmente, si un diabético continúa comiendo dulces su nivel de azúcar en sangre aumentará. Así que el control en la dieta y las modificaciones en el estilo de vida son tan importantes como la medicación.

Amma recuerda un incidente  que tuvo lugar en uno de los pueblos que adoptamos como parte del Proyecto Amrita SerVe o Proyecto de vida en laboratorios. Inicialmente,  enseñamos a un grupo nuclear de cada pueblo a construir aseos y dejamos que ellos los construyeran. Cuando tiempo después revisitamos los pueblos, notamos que la gente no los estaba usando. Abrían la puerta de los nuevos servicios y miraban dentro como si estuvieran visitando un templo, después cerraban la puerta e iban a aliviarse por allí cerca, como era su costumbre. En ese momento empezamos a educar a los aldeanos , explicando que defecar al aire libre   conduce a la contaminación del agua y suelo, que más tarde contaminarán nuestros alimentos y esto llevará a todo tipo de infecciones parasitarias, como helminto, etc. Esto ayudó a crear una conciencia muy necesaria en esa comunidad.

Cuando intentamos amar o servir sin conocimiento, aquellos a quienes servimos,  acaban a menudo causando daño  a la sociedad y a ellos mismos. Para que el servicio sea beneficioso  tiene que ir de la mano del discernimiento. Esta es la esencia del desarrollo sostenible.

Un pez estaba saltando en el río. Un mono que había venido a aplacar su sed, vio al pez y pensó: “Ese pobre pez está sufriendo, atrapado por la corriente. ¡Debo salvarle!” En su compasión impulsiva, el mono corrió a atrapar al pez y ponerlo sobre la orilla. El pez empezó a dar bocanadas de aire y murió poco después.

Si el mono hubiera intentado comprender al pez  antes de sacarlo del agua, si le hubiera preguntado, ¿debo sacarte del agua? El pez habría respondido, ¡oh no, no hagas eso, porque moriría!” Actuar sin comprensión es parecido al intento del mono de salvar al pez. El corazón y el intelecto deben ir juntos en todas nuestras acciones. 

Una vez un hombre trajo a Amma a un chaval de diez años. Quería que Amma le educara en el ashram y le contó la historia de cómo el chico se había quedado huérfano. Su padre había muerto hacía dos años  y su madre y su hermana habían ido a trabajar a una fábrica de velas cerca de su casa.  Entonces su madre fue diagnosticada de una enfermedad crónica del riñón y no podía trabajar porque estaba confinada al lecho. Su hermana ganaba muy poco, lo justo para llegar a fin de mes. 

Mas tarde, la ley estableció que los menores no podían trabajar. El dueño de la fábrica de velas fue detenido y la compañía cerró.  Todos los niños que trabajaban allí fueron dejados en paz. Consternada por la pérdida de su única fuente de ingresos, la madre envió a su hijo por la mañana a la escuela  y después envenenó a su hija y a ella misma.

Cerrar tales fábricas es justificable, pero a menudo olvidamos a las familias  de menores que dependen de esas factorías para sobrevivir. En nuestro intento de resolver un problema,  si solo vemos un aspecto del mismo e ignoramos el otro, la gente que no tiene otro recurso sufre sus repercusiones.

La gente pregunta, “¿Cuál es el significado de la espiritualidad?” La espiritualidad nos ayuda a desarrollar el discernimiento  para distinguir entre lo que es esencial y lo que es excesivo. Por ejemplo, necesitamos un reloj para saber la hora. Tanto un reloj de cien euros como uno de cincuenta mil, hacen lo mismo. Si compramos el de cien euros  y utilizamos el resto del dinero para ayudar a los pobres, habremos hecho un gran servicio a la sociedad. Aunque veamos mil soles reflejados en mil cubos de agua, solo hay un sol.  Así mismo, la conciencia dentro de todos nosotros es una y la misma. Con esta actitud, podremos cultivar una mente que tenga en cuenta a los otros antes que a nosotros mismos.  Lo mismo que la mano derecha corre a confortar a la mano izquierda si está herida, podemos servir y amar al prójimo como lo haríamos con nosotros mismos.

En el mundo hay dos tipos de pobreza. El primero se debe a la carencia de alimento,  vestido y refugio. El segundo es la pobreza de amor y compasión. Tenemos que abordar primero el segundo tipo de pobreza. Porque si tenemos amor y compasión, podremos servir y ayudar de todo corazón a los que carecen  de alimento, vestido y refugio.

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