Ciertos aspectos de Onam son únicos. Es una cadena que une el pasado, el presente y el futuro. Celebramos Onam para recordar los buenos tiempos que se perdieron en la antigüedad, recuerdos de una época en la que prevalecía la prosperidad, la igualdad y la hermandad. Onam también despierta expectativas por el regreso de una época así en el futuro.
Onam pertenece al presente también porque cuando lo celebramos, nos olvidamos de todo y vivimos en el aquí y ahora.
Al mismo tiempo, Onam no es solo una ocasión para celebrar y disfrutar, es también una ocasión para recordar la importancia de ciertos valores: la importancia de compartir, proteger la Naturaleza, la humildad y el sacrificio, la importancia de entregarnos a Dios, de ser caritativos y de realizar nuestras acciones con espíritu de yajña (ofrenda, sacrificio) Estos son algunas de las cosas que Onam nos enseña.
De hecho, preguntas como "¿Existió realmente Mahabali?" O "¿Existía Kerala en la época de Mahabali?" no son muy relevantes. Lo importante son los valores y enseñanzas que transmite Onam. Nuestra celebración de Onam solo tendrá verdadero significado cuando nos esforcemos por absorber firmemente estos valores en nuestra vida.
Aunque Mahabali era una buena persona, tenía algunas deficiencias. Su actitud fue: “Soy un gran emperador. Soy el gobernante de los tres mundos. Nadie hace tanto bien como yo”. En realidad, no tenemos ningún poder propio. Mahabali no entendió que solo por la gracia divina podemos lograr cualquier cosa.
Vamana le pidió a Mahabali tres pies de tierra. Mahabali respondió: “Soy el dueño de los tres mundos. No me pidas cosas tan triviales. Pide lo que sea, y se te dará”. Esta es la actitud que muchos desarrollan cuando comienzan a ganar fama, posición y prosperidad en la vida. No es suficiente si realizamos buenas acciones; tenemos que hacerlo humildemente, sin ego.
Recordad, incluso los campeones olímpicos tienen que bajar la cabeza cuando suben al podio para recibir sus medallas.
El festival de Onam es una expresión de unidad. Cuando todos se reúnen para dibujar y decorar los pookkalams, cocinar el banquete, participar en los bailes y juegos festivos, todas las diferencias se desvanecen. La unidad es el pilar del progreso y la armonía en la sociedad. No es suficiente si estamos unidos en Onam. Necesitamos ser capaces de adoptar tales ideales a lo largo de nuestras vidas. Hagamos nuestro mejor esfuerzo y dejemos el resto a la voluntad de Dios.
La escritora es una líder espiritual y humanitaria de renombre mundial.