Satsang: Sat: Verdad, Ser. Sanga: unirse a.
SINTESIS SATSANG 09.06.2024
Enseñanzas de Amma, compartidas por Luis
Gustos y aversiones
Hijos, si estudiamos el Bhagavad Gita, veremos que, si queremos tener paz en nuestras vidas, debemos eliminar nuestros gustos y aversiones. Esta única frase, “gustos y aversiones”, lo explica todo. Al decir que deberíamos dejar nuestros gustos y aversiones, hemos extraído la esencia del Gita. Si somos capaces de dejarlos, alcanzaremos la plenitud. Todo aspirante espiritual debería tener esta intención.
Muchos de los hijos que han venido a vivir al Ashram eran prometedores profesionales. Pero lo que hacían no determina necesariamente lo que hacen en el Ashram. Puede que alguien haya sido antes profesor universitario. Si le pregunta a Amma qué debería hacer, quizás Ella le conteste: “Hijo, ve a limpiar el establo, lava las vacas y retira el estiércol”. Si él contesta: “¡No, Amma, sería mejor que hiciera otra cosa! No tengo experiencia en retirar estiércol”, Amma le dirá: “De acuerdo, hijo, entonces haz lo que quieras”. Esto es porque ha venido a hacer lo que le gusta. Si es así, dejémosle que lo haga.
Por el contrario, si la persona recién llegada es un verdadero aspirante espiritual, no dirá eso. “He acudido a Amma para avanzar espiritualmente. Cualquier cosa que me diga que haga será para mí crecimiento espiritual. Me habrá mandado este trabajo para que elimine mis apegos y mi egoísmo. Por tanto, debo obedecer a Amma, que me dice esto por mi propio bien”. Un verdadero discípulo tendrá esta actitud. Al pensar “Yo, que soy un profesor universitario, ¿voy a retirar estiércol de vaca?”, el primer buscador no se da cuenta de que, si lo hiciera, lo que retiraría serían las impurezas de su mente.
Al obedecer las palabras del Gurú y aceptar la tarea que le ha asignado, estamos creando en nosotros un reino espiritual de inestimable valor.
El hombre salió de viaje. Sólo había un camino para llegar a su destino. En el trayecto se tuvo que enfrentar a numerosos peligros y dificultades. Harto, decidió volverse. Pero si lo hacía, no llegaría a su destino ya que sólo había ese camino. No tenía otra opción más que superar cada obstáculo, así que siguió hacia adelante.
Todo aspirante espiritual debería ser así. Sea cual sea la dificultad, no debería flaquear o plantearse dejarlo, sino avanzar con resolución. Al obedecer las palabras del Gurú, el discípulo obtiene la fuerza para superar cualquier obstáculo. Sin embargo, cuando Amma dice algo, muchos hijos le preguntan: “Amma, ¿no vale si lo hago de esta otra manera?”. Entonces Amma contesta: “¡Vale! Hazlo como quieras”. Al cabo del tiempo, a través de la experiencia personal y la contemplación, aprenderán la lección correcta. Algunos, sin embargo, tendrán que pasar por diferentes experiencias para darse cuenta de lo que es correcto.
Pero un verdadero discípulo, incluso si Amma le dice: “Haz lo que quieras”, pensará: “Amma me ha dado permiso para que haga lo que quiera y yo le he dicho lo que quería. Pero, de hecho, Ella no se ha mostrado a favor. Me ha dado la libertad de hacer lo que me plazca. Pero, ¿acaso no dice que tenemos que dejar nuestros gustos y aversiones? Yo tengo tanto unos como otros. A Amma no le hace falta pensar qué me gusta o no. Ella sólo tiene que decirme lo que es bueno para mí.” También hay hijos que le dicen esto a Amma. Sin embargo, cuando otros hijos le dicen lo que les gusta y Amma les contesta: “No hagas eso. Deberías hacer esto otro por tu propio bien”, es posible que sus mentes piensen: “Esto es esclavitud y me están explotando”. Sabedora de esto, Amma no fuerza a nadie a hacer nada. Por eso no especifica ningún trabajo en concreto.
Un buscador resuelto a llegar a la meta entenderá lo que hay que hacer cuando oiga las palabras de Amma. Para llegar a comprenderlo, el buscador sólo tiene que dejar a un lado sus gustos y aversiones y escuchar sin reservas las palabras de Amma. Si el buscador está realmente decidido a alcanzar la meta, conocer las Escrituras y tiene una verdadera sed de realizar a Dios, aceptará resuelto y contento lo que el Gurú le diga. No tendrá en cuenta ningún otro pensamiento. Incluso si al principio no le gusta, se enfrentará a ello y cultivará una actitud de amor. Pero quienes no se toman con seriedad la vida espiritual pensarán que ese trabajo no es adecuado para ellos. ¿Acaso un médico no elimina las bacterias perjudiciales del organismo de un paciente? ¿Qué hay en nuestro estómago? ¿Qué sale de nuestra nariz? ¿No escupimos cosas? ¿Cuántas cosas malolientes no habrá en el mundo además de las que expulsamos de nuestro cuerpo? Si pensamos de esta manera, el olor a excremento de vaca no nos molestará. Si así lo deseamos, podemos cultivar el gusto por cualquier situación.
En una ocasión, un hombre olió heces mientras caminaba. Les advirtió a los que venían detrás: “No vayáis por ahí. Hay un olor terrible a excrementos. Id por otro camino.” El excremento llamó al hombre y le dijo: “Acabas de decir que huelo mal y que nadie pase por mi lado. No te olvides de una cosa. No hace muchas horas, yo era un delicioso pastel. Era una colorida, fragante y sabrosa fruta. Pero después de entrar y salir de gente como tú, me he convertido en esto.”
Cuando echamos la culpa a algo, no nos acordamos de nuestro propio estado. Si reflexionamos como es debido sobre nosotros mismos, nunca seremos capaces de encontrar fallos en los demás. Por tanto, deberíamos desarrollar la capacidad de ver cada situación como un testigo desapegado. Una vez que tengamos esa actitud, obtendremos la fuerza para enfrentarnos a cualquier situación.
¿Qué le supuso dejar su hogar en nombre de la espiritualidad y venir aquí a esa persona con un alto nivel de formación y con un trabajo excelente, pero que dudaba de hacer el trabajo que Amma le había asignado? En la mayoría de los lugares de trabajo puede haber traslados entre departamentos y oficinas. Sin embargo, cuando recordamos que tenemos que ganarnos la vida, que nos hace falta el dinero, obedecemos esas órdenes. No rechistaremos ante nuestros superiores. En el trabajo te pueden trasladar hasta la cima de una montaña, sin que haya autobús hasta allí y tengas que caminar muchos km para llegar o escalar la montaña. Pero si no encontramos otro trabajo no lo dejaremos.
De manera parecida, hay un solo camino hacia la meta espiritual: dejar los gustos y aversiones. El que lo sabe no puede rechazar o aferrarse a nada. Esta es la esencia de la enseñanza del Gita. “Samatvam yoga ucyate” (“el yoga es la ecuanimidad”). Esta es la plenitud de sahaja samadhi. Es ver a Dios en todos y en todo. No hay nada que no sea Dios.
El Sanatana Dharma no sólo sostiene que hay un solo Dios, sino que no hay nada que no sea Dios. Entiéndelo y contempla a Dios en todo. Para hacerlo, debemos renunciar a nuestro gustos y aversiones.
Matruvani marzo 2013