SINTESIS SATSANG 22.09.2018
Enseñanzas de Amma, compartidas por Ânand
Fe -  1ª parte

*Dos preguntas de Amma para nosotros:

*1.- ¿Porqué tendría uno que mantener su mente enfocada en Dios?

       ¿Porqué tendría uno que estar pendiente de las cosas del mundo?

*2.- ¿Cuáles tendrían que ser las características de un devoto verdadero?

       -Un bhakti yogi: yoga de la devoción.

       -Un jnaña yogi: yoga de la sabiduría o discernimiento,...   o

       -Un karma yogi: yoga de la acción desinteresada.

       -Todos llevan a la Realización.

*Cuando Cristo curó a gente de enfermedades y ellos agradecieron el milagro, Jesús dijo: es tu fe lo que te ha curado.

*Con un poco de fe uno puede mover montañas.

*¿Cómo es la verdadera fe?

*¿Cómo cultivar la fe?

*Abrir las puertas de nuestros corazones, para que pueda entrar la Luz de Dios.

*Como mantenemos las puertas de nuestros corazones cerradas, la Luz del Maestro queda fuera.

*Abre la puerta de tu corazón y permite que esta Luz entre.

*Uno puede estar viviendo al lado de una emisora, pero no se entera del programa de la emisora si no la sintoniza.

*Interviene swamiji, que es quien está traduciendo el satsang, y dice que en su charla de ayer expuso que lo importante  no es estar más o menos cerca del cuerpo de Amma, por lo que todos nos peleamos, pues Amma es una emisora que recibe y emite, y lo importante es estar sintonizado con esta emisora.

*Amma de nuevo: Cuando esta sintonía llega a ser perfecta, la Luz de Dios entra.

*Una vez un Maestro tenía una Luz en su mano y pedía a sus discípulos: por favor abran la puerta que quiero dar Luz a sus vidas.

-Y le preguntaron los discípulos, ¿porqué no la abres Tú?

-No puedo les contestó, solamente se puede abrir desde dentro, no se puede abrir desde fuera. Sólo hace falta abrirla un poco, un pequeño resquicio.

*Dios espera permanentemente para entrar, pero no le dejamos ni una pequeña rendija o resquicio.

*Cada uno responde de acuerdo a su actitud mental.

*Si tenemos fe, la sintonía llegará a ser perfecta. 

*Podremos mover montañas.

*Una historia: Una vez una persona oyó esto. Vivía en una montaña y su amadísima novia en la otra parte de la montaña.

-Y dijo, voy a rezar: Oh! Señor, mueve la montaña para poder ver a mi adorada.

-Y así lo hacía durante todas las noches.

-Cuando se levantaba por las mañana enseguida iba a ver si la montaña se había movido

-Y así día tras día.

-Al cabo de un tiempo se decepcionó porque la montaña no se movía.

-Dijo: bueno, ya lo sabía, no vale la pena orar.

-Ya sabía yo que esta oración no tiene ningún poder.

*Esto es precisamente falta de fe.

*La verdadera fe, es aceptar absolutamente todo, sin una sombra de duda.

*La fe es el sustrato de todo.

RESUMEN

¿Qué es la fe?

Oímos diferentes afirmaciones o refranes acerca de la fe.

Dos de los más populares son:

La fe mueve montañas, del que Amma nos habla en este satsang,...   o

La fe es creer en lo que no se ve.

Sea como sea lo mejor que nos puede ocurrir es que hagamos girar toda nuestra vida alrededor de un eje. El eje de la fe.

Quiere decir que la rueda de la vida nos puede llevar por circunstancias que necesitamos vivir a consecuencia de nuestro karma.

Y estas circunstancias de la rueda de la vida que no para de girar nos pueden hacer tambalear.

Pues en estos momentos de tribulación nuestro único soporte es el eje sobre el que gira esta rueda; la rueda de la vida.

Este soporte, este eje, si está preñado de fe, es el que nos dará la estabilidad necesaria para vivir estas tribulaciones de una manera consciente y serena.

En realidad todo gira alrededor de la fe.

Apoyarnos en el bastión de la fe le da sentido hasta a lo que nos parece que no lo tiene.

Y cuando algo nos parece que no tiene sentido, es sencillamente porque no lo aceptamos.

Por ejemplo, cuando un ser querido muere, hay tanto sufrimiento por la pérdida, que nuestra fe se tambalea.

En cambio es la fe lo único que nos puede liberar del sufrimiento.

Cuando mi hermana se quedó viuda hace unos años, para ella lo que contaba es que Dios le había quitado a su marido, y tenía a su marido constantemente en la mente, le echaba mucho de menos. ¿Qué clase de Dios es este que se lleva a quién más quiero? Así es como lo vivía.

Sólo le podemos dar la vuelta a este estado de sufrimiento a través de la fe.

Esta semana ha estado en el ashram una mujer de media edad, a la que se le murió una hermana hace un año, ocurrió de repente, de un día para otro.

Eran dos hermanas que estaban muy compenetradas, había una armonía total en el compartir de sus vidas y los proyectos que había en la vida de ambas.

Fue espantoso, decía la mujer, pasé un tiempo con mucho, muchísimo sufrimiento.

Ahora, a pesar de su edad ha empezado a estudiar una carrera, una carrera presencial en la Universidad, y está rodeada de jóvenes de entre 18 y 20 años.

Se siente contenta y feliz de haber tomado esta decisión; una decisión que ha tomado por sí misma, pero que la motivación en el día a día la encuentra recordando las conversaciones que tenía con su hermana, y su manera de ver los proyectos de ambas en la vida, pues ahora percibo como si ella estuviera aquí conmigo, como si no se hubiera ido, decía.

Además es una carrera de ayuda social.

La fe está detrás de esta motivación.

Le fe nos inspira y nos libera.

Cuando alguien está pasando por un trance amargo, hay que estar a su lado compartiendo su dolor, no es el momento de decirle: agárrate a la fe. El recurrir a la fe viene después.

Creo que fue en el 2003, que ocurrió el tsunami en Sri Lanka y el sur de la India.

Los alrededores del ashram se vieron afectados y murió bastante gente alrededor de Amritapuri, sobre todo niños, que por su poco peso se los llevaba la fuerza del agua, y gente mayor.

Los supervivientes de las familias que habían tenido pérdidas de seres queridos venían a recibir el dharsan de Amma, estaban destrozados de dolor, y en aquellos momentos Amma no les decía, no te preocupes ha ocurrido lo mejor para ellos, para tu marido, para tu esposa, para tu hijo, para tu hija, para tu abuelo, para tu hermana,...    pues es un tema kármico y  tenía que ocurrir así.

Al contrario, les consolaba poniéndose al nivel del dolor que sufrían, y lloraba con ellos, y por otra parte les proporcionaba cobijo y comida a los que se habían quedado sin casa.

Más tarde aparecía la fe para seguir adelante con la fuerza necesaria.

El impacto lo recibimos, digerimos el impacto y recurrimos a la fe, como la mejor medicina, recurrimos a la fe como único apoyo.

Amma dice en este satsang que cuando Cristo curó a gente de enfermedades y le agradecían el milagro, les respondía que era su fe lo que les había sanado.

O sea que la fe genera una energía armonizadora de las leyes cósmicas.

Así es como nos lo cuenta Amma en este satsang:

“¿Cómo es la verdadera fe?”

“¿Cómo cultivar la fe?”

“Con un poco de fe, uno puede mover montañas”.

“Abrir las puertas de nuestros corazones, para que pueda entrar la Luz de Dios”.

“Como mantenemos las puertas de nuestros corazones cerradas, la Luz del Maestro queda fuera”.

“Abrir las puertas de nuestro corazón y permitir que esta Luz entre”.

“Una vez un Maestro tenía una Luz en su mano, y pedía a sus discípulos: por favor, abran la puerta que quiero dar Luz a sus vidas”.

“Los discípulos le preguntaron: ¿porqué no la abres tú?”

“No puedo, les contestó el Maestro, solamente se puede abrir desde dentro esta puerta, no se puede abrir desde fuera, sólo hace falta abrirla un poco, un pequeño resquicio”.

“Dios espera permanentemente para entrar, pero no le dejamos ni una pequeña rendija”.

“Cada uno responde de acuerdo a su actitud mental”.

O sea que la respuesta a como tener fe, la respuesta a saber como es la fe, la respuesta a como cultivar la fe, es abrir la puerta de nuestro corazón.

En muchas ocasiones Amma nos repite: “Abre aunque sólo sea una pequeñísima esclecha o rendija la puerta de tu corazón, y por allí entrará mi Luz, por allí mi Amor penetrará tu corazón”.

Entonces, ya sabemos la importancia de tener fe, también nos ha dicho Amma que hacer para conseguir tener fe: Abrir la puerta de nuestro corazón, aunque sólo sea un poquito.

La pregunta ahora podría ser: ¿y cómo logro abrir la puerta de mi corazón?.

Así nos lo transmite Amma:

“Uno puede estar viviendo al lado de una emisora, pero no se entera del programa de la emisora, si no la sintoniza”.

Dice swamiji, que es quien traduce: Lo importante no es estar más o menos cerca del cuerpo de Amma, por lo que todos nos peleamos, pues Amma es una emisora que recibe y emite, y lo importante es estar sintoinizado con esta emisora.

“Cuando esta sintonía llega a ser perfecta, dice Amma, la Luz de Dios entra”.

O sea que para tener fe, tenemos que abrir la puerta de nuestro corazón, y la puerta de nuestro corazón la abrimos si sintonizamos con la Voluntad de Amma, si sintonizamos con esta emisora que Amma es, y que no tiene ningún límite de cobertura, llega a todos los rincones del Universo.

De nuevo puede aparecer la pregunta de rigor en este punto:

¿Cómo sintonizo con la emisora de Amma?

La respuesta evidentemente también nos la da Amma, al principio del satsang:

“¿Porqué uno tendría que mantener su mente enfocada en Dios?”

”¿Porqué uno tendría que estar pendiente de las cosas del mundo?”

”¿Cuáles tendrían que ser las características de un devoto verdadero?”

“Un bhakti yogi: yoga de la devoción”.

“Un jnaña yogi: yoga de la sabiduría o discernimiento”.,...   o

“Un karma yogi: yoga de la acción desinteresada”

“Todos te llevan a la Realización”.

Practicar uno o más de los tres yogas nos sintonizará con la emisora cósmica que Amma es.

En el día a día Amma nos propone practicar dos tipos de yoga, el de la devoción, y el de la acción desinteresada.

Estos dos yogas, la práctica de estos dos yogas nos sintonizan con Su emisora, con la práctica de estos dos yogas nos armonizamos con la Voluntad de Amma, y una vez sintonizados, se abre la puerta de nuestro corazón.

Cuando se abre la puerta de nuestro corazón, entra la Luz de Amma, Su Amor nos penetra, y estos dos componentes de Luz y de Amor, nos llevan no sólo a tener fe, también nos llevan al otro yoga, el de la sabiduría.

Dice Amma:

“Que si tenemos fe la sintonía llegará a ser perfecta. Podremos mover montañas”.

Lo que no nos tendría que pasar es tener una fe débil, una fe endeble, como la persona de la historia que nos cuenta Amma, quien rezaba todos los días para que se moviera la montaña y poderse comunicar con su amada, y al ver que no ocurría, al ver que la montaña continuaba en su sitio, abandonó la plegaria.

Debemos tener una perseverancia en el bhakti yoga, debemos mantener una perseverancia en el karma yoga, seguir, continuar, sin desesperarnos, manteniendo el entusiasmo, pase lo que pase.

Pues esto es mantener la mente más enfocada en Dios, y no tan enfocada en el mundo.

Esta perseverancia de días, semanas, meses, años, es lo que nos lleva a tener una fe más y más fuerte.

No puedo valorar por mi mismo, si tengo fe, si no tengo fe, o cuanta fe tengo, pero intento no perder el entusiasmo y el perseverar con el karma y bhakti yoga que a través de las circunstancias me hace llegar Amma.

Ayer me llamó el arquitecto que se encarga del Plan Especial de obras de ampliación del ashram, unas obras en las que llevamos perseverando desde hace más de 9 años.

Se debía de celebrar una reunión, que se está postergando desde hace meses porque faltaba un papel, y si no había este papel, no se podía celebrar la reunión a pesar de nuestra insistencia.

Pues ayer fueron ellos los que llamaron a nuestro arquitecto, para celebrar esta reunión en dos días, sin pedirlo nosotros.

Cuando subí al cuarto y repasé los correos que había enviado la semana pasada a algunas personalidades anunciando la venida de Amma para primeros de octubre, me di cuenta que algunos textos por mucho que los había firmado Ânand, no los había escrito Ânand, y de ahí salió el resultado de una reunión muy positiva, pero inesperada.

La perseverancia aumenta la fe.

Como también alimenta la fe, el aceptar absolutamente todo sin una sombra de duda.

La fe es el sustrato de todo.

Gracias.

OM  NAMAH  SHIVAYA