El Bhagavatam define a Sri Krishna como una purna avatara, una encarnación completa. La palabra avatara significa “descender” y significa el descendimiento de Dios al género humano y a la vida humana. Bhagavan era un purna avatara que siempre permaneció en el Ser verdadero. Siempre completo, sin altibajos ni problemas mentales. No obstante, es como el policía que se disfraza para capturar al ladrón. Sri Krisnha descendió al nivel del hombre. Un actor puede encarnar muchos papeles, pero bajo todos ellos, sigue siendo él mismo. Así mismo, Bhagavan no tiene altibajos, siempre permaneció dentro de su propio ser. Pero en lenguaje común, se le denomina como un descendimiento, como un descenso a la pocilga para vivir con los cerdos y elevarlos. Amma no dice que los humanos sean cerdos, pero incluso los cerdos son útiles al mundo. Cuando mueren, incluso sus pezuñas y su piel son útiles.
Por otra parte los humanos siguen contaminando la tierra y su medio ambiente, incluso después de su muerte, con los productos químicos que se emplean en sus entierros. Amma no quiere herir los sentimientos de nadie. Hay un dicho, ‘lo que es un juego para el gato es la muerte para el ratón’. Amma dice esto porque con frecuencia vemos a gente que no hace donativos caritativos, desprovistos de Dharma, acaparando codiciosamente y acumulando lo que no es suyo y encontrando felicidad en hacer daño a otros. Desperdiciamos solo comiendo y bebiendo el precioso regalo que es el nacimiento humano. Cómo vivir la vida de un modo que nos traiga paz, esto es lo que enseñó Bhagavan con su ejemplo, asumiendo muchos papeles para acercar esta enseñanza a todos a su propio nivel.
Cuando Dios, que no tiene ni nacimiento ni muerte, vive con forma humana en este mundo, permite que la humanidad conecte con el principio de Dios y que establezca una profunda relación con Él. Nos permite, de forma tangible, ver con nuestros propios ojos, oir con nuestros oídos y tocar con nuestras manos a Dios, que hasta ahora era invisible, inaudible e intocable.
Bhagavan Krishna proclama en la Bhagavad Gita, “Mi devoto nunca perecerá”. Bhagavan ha jurado proteger al devoto que depende completamente de él, diciendo que lo rescatará en cualquier caída. Cuando las negatividades de la arrogancia y el egoísmo, etc., aparezcan en el devoto, Bhagavan las cortará en capullo, creando las circunstancias apropiadas.
Para los seguidores del camino de bhakti, jnana o karma, la vida del Señor es una escritura completa. Contiene todas las enseñanzas necesarias para ese camino. Hay muchas lecciones por aprender de ella. Este mundo y la naturaleza son la forma visible de Dios, son Dios, de hecho. Nuestra vida es el prasad, la ofrenda bendita de Dios. ¿Qué hacemos cuando recibimos prasad? Comerlo. Del mismo modo, esta vida, que es el mahaprasad de Dios tiene que ser aceptada y recibida absorbiendo correctamente sus principios subyacentes. Esta es una lección que Sri Krishna enseñó al mundo.
Bendice tu propia vida, absorbiendo las lecciones de las vidas de grandes mahatmas. Cuando hacemos esto, nuestra vida llenará de modo natural de felicidad y y paz las vidas de otros. Esta es la acción más compasiva que podemos realizar por nosotros mismos, por nuestras familias y por el mundo. Es también la mejor forma de servicio que podemos ofrecer a la sociedad. Que el Paramatman os bendiga para que llevéis paz y felicidad en vuestro camino. Que la gracia bendiga a mis hijos.
