Satsang de la semana
Domingo, 13 Agosto 2017 11:16
Como obtener la Gracia
SINTESIS SATSANG 12.08.2017
Enseñanzas de Amma y comentarios de Ânand
Como obtener la Gracia
*Pregunta: ¿Cómo podemos convertirnos en recipientes de la Gracia del Guru?
*Cuando llevamos a cabo una acción de ayuda, saliéndonos de nuestro camino, nos sentimos contentos, porque hacemos lo adecuado, y esto nos abre el corazón.
*Si hacemos una acción buena, el resultado será bueno y a la inversa.
*Puedes recoger el fruto de una acción al segundo siguiente de haber realizado la acción, o en tiempos más lejanos.
*Ejemplo: Si le das de comer a un niño hambriento, su felicidad llega a ti inmediatamente.
*El pode r realizar acciones de ayuda, ya viene de vidas pasadas, y los méritos nos siguen a otras vidas, y nos ayudan a irnos purificando.
*La Gracia del Guru la podemos atraer cuando tenemos compasión.
*Muchas veces has de salirte de tu propio camino, para hacer otras cosas.
*Si piensas: no hago más que lo que me toca, no es bueno.
*Debes comprender las situaciones donde se te necesita, y hacer un poco más de lo que corresponde, así atraes la Gracia del Guru.
*Los pequeños detalles atraen la Gracia del Guru.
*Cuando los devotos vienen al ashram, los que residimos en él deberíamos atenderlos y tener toda la paciencia con ellos, sin favoritismos hacia unos o hacia otros, sin rechazar a nadie.
RESUMEN
Lo más grandioso que nos puede ocurrir es que nos llegue conscientemente la Gracia del Guru, la Gracia de Dios.
Y para ellos debemos convertirnos en recipientes.
Un recipiente se va llenando si mantiene su boca de entrada bien abierta.
El receptáculo somos nosotros, pero debemos estar dispuestos a que la Gracia entre en el receptáculo.
¿Cómo hacerlo?
Podemos ver el mensaje de Amma:
“Cuando llevamos a cabo una acción de ayuda, saliéndonos de nuestro camino nos sentimos contentos, porque hacemos lo adecuado, y esto nos abre el corazón”.
“Muchas veces has que salirte de tu propio camino, para hacer otras cosas”.
Amma nos está indicando una de las maneras en las que podemos hacernos o estar receptivos a la Gracia.
La vida de hoy, es un tipo de vida en el que la mayoría de la gente va deprisa, la mayoría de las personas va corriendo, para llegar no sabemos dónde.
Vamos con una programación fija en busca de lo que creemos que nos interesa, de lo que creemos que nos conviene.
Y entonces es cuando llega el Maestro y nos dice: no es exactamente por ahí. Cuando vas corriendo, piensa en la conveniencia de parar de vez en cuando.
Reflexiona hasta tener la certeza de que lo que estás persiguiendo es lo más conveniente para ti.
A esto hace referencia Amma cuando nos dice que muchas veces debemos salirnos de nuestro propio camino, lo que quiere decir, no obcecarse en nuestra propia programación, para que nos podamos dar cuenta de que alguien está pidiendo ayuda, o que nos demos cuenta de que alguien necesita ayuda, y estemos alerta para ofrecérsela.
Así es como nos pondremos en sintonía con otros mensajes de Amma:
“Si hacemos una acción buena, el resultado será bueno, y a la inversa”.
Cuando hacemos una buena acción, estamos abriendo la boca del recipiente por donde ha de entrar la Gracia del Maestro.
Para realizar buenas acciones debemos mantenernos despiertos y alerta a las propuestas de la vida.
Si lo hacemos, y las realizamos seguro que recibiremos los frutos correspondientes:
Así habla Amma de los frutos:
“Puedes recoger el fruto de una acción al segundo siguiente, o en tiempos más lejanos”.
“Ejemplo: Si le das de comer a un niño hambriento, su felicidad llega a ti inmediatamente”.
Rompe tu propio ritmo de vida, para ayudar a los demás, este es uno de los mensajes de Amma en este satsang.
De esta manera obtendrás la Gracia del Guru.
Amma nos propone otras maneras para convertirnos en receptáculos o recipientes de la Gracia del Guru:
“El poder realizar acciones de ayuda, ya viene de vidas pasadas, y los méritos nos siguen a otras vidas, y nos ayuda a irnos purificando”.
“Comprender las situaciones donde se te necesita, y haciendo un poquito más de lo que te corresponde, atraes la Gracia del Guru”.
“Si piensas: no hago más que lo que me toca, no es bueno”
“Estos pequeños detalles atraen la Gracia del Maestro”.
Las personas que en otras vidas ya adquirieron el hábito de ayudar a los demás, no tienen que hacer tanto esfuerzo en esta vida para realizar estas acciones, pero el tener que hacer un poco más de esfuerzo, no puede ser un obstáculo, no nos puede servir de freno para efectuar este tipo de acciones.
De este pequeño esfuerzo nos habla Amma en estos mensajes.
Por ejemplo, si estás viviendo en tu casa, y tienes unas labores que hacer, y te entra la desgana para terminarlas, o te atrae más ver la televisión, haz el esfuerzo de terminar la tarea. Si lo haces sentirás la satisfacción interior de haber cerrado el ciclo, y haberlo cerrado bien y en el momento adecuado. El esfuerzo lleva en sí mismo gratificación.
Si estás trabajando en una empresa, no te fijes, ni escuches las opiniones de los demás. Si hay algo importante o urgente que hacer, realiza el esfuerzo de atenderlo aunque tengas que salir del trabajo más tarde.
No pienses: lo voy a hacer y tampoco me lo agradecerán, además el jefe o la jefa no me aprecia.
No pienses eso, y haz el esfuerzo de dejar terminado el trabajo, aunque tengas que salir más tarde.
En realidad cuando estamos realizando una tarea estamos inmersos en nuestra relación personal con Dios, y no con las personas.
Y estos esfuerzos satisfacen a Dios.
Así abrimos la boca de nuestro recipiente a la Gracia.
Si estás en el ashram, identifícate con la tarea que se te pida, pues tanto lo que te piden, como la propia tarea, te llega directamente de Dios. Es un servicio directo a la Madre Divina.
La actitud ideal nos la muestra Amma en estos mensajes:
“Comprende la situación del ashram y donde se te necesita, haciendo un poco más de lo que te toca”.
“Así es como atraes la Gracia del Guru, y no pensando: yo ya hago lo que me toca. Esta no es una buena actitud”.
En relación a hacer lo que no te toca, recuerdo que en cierta ocasión, cuando vivía en Amritapuri, y Amma todavía daba dharsan (abrazar a las personas una por una) en el Templo Kali, el templo pequeño, en la cola de personas que iba avanzando para recibir el dharsan de Amma, unos metros antes de llegar a la propìa Amma una persona que se encontraba indispuesta vomitó.
Nadie hacía el gesto de limpiar aquello, y la gente se apartaba de la suciedad y continuaba avanzando para recibir el dharsan, mientras iba avanzando la cola apareció un niño de 10 ó 12 años, y al ver toda aquella suciedad y mal olor, salió de la cola, se fue a buscar unos cubos, agua y bayetas y dejó el lugar más limpio que una patena.
Amma nos recordó este hecho durante unas cuantas semanas.
Decía Amma: que pensaba continuamente con este niño, que hizo lo que no le tocaba, y lo hizo en el momento adecuado y correctamente.
Cuando nuestra imagen ocupa un espacio en la mente del Guru, llueven Sus bendiciones sobre nosotros. Obtenemos Su Gracia.
Creo que hay gente que vive o visita el ashram asiduamente, así como personas que viven en sus casas, que reciben dharsan de Amma continuamente, porque están en armonía con este mensaje, con esta enseñanza de Amma, y en cambio hay otras personas que deberían leer y tener presente este mensaje varias veces al día.
A este esfuerzo de hacer un poco más de lo que toca, y hasta tener la disposición de hacer lo que no te toca, o sea lo que te indiquen si te lo piden, se le llama Tyaga, y la Tyaga está considerada una gran virtud, una virtud que mantiene abierto el receptáculo para que se llene de la Gracia del Guru.
La diferencia del ser humano que practica Tyaga y el que no la practica está muy clara, el que la tiene siempre está dispuesto a ayudar, y el que no la práctica se hace el desentendido, o le encuentra pegas a todo.
En relación a Tyaga Amma explica la historia de dos hombres que llevaban mucho tiempo luchando, estaban los dos exhaustos, y en este punto uno de ellos pensó: no puedo más me voy a dejar caer en el próximo encontronazo, y el otro hombre pensó: si en el próximo encontronazo no cae mi rival, en el siguiente me dejaré caer. Voy a sacar las fuerzas de donde sea para darle el último empujón.
Hizo un poco más de lo que podía, y el resultado fue la victoria.
No es esto exactamente lo que Amma pide: llegar a la extenuación, pero es un ejemplo muy gráfico de lo que es Tyaga.
Los swamis son unos grandes practicantes de Tyaga.
He tenido la oportunidad de dormir algunas veces en el cuarto con Shubamrita swami, y le veo dormirse tecleando la tablet o el móvil, haciendo seva, servicio a los demás.
Hay una tercera recomendación de Amma, para obtener Su Gracia.
“Cuando los devotos vienen al ashram, los que residimos en él, deberíamos atenderlos y tener toda la paciencia con ellos, sin favoritismos hacia unos o hacia otros, sin rechazar a nadie”.
“La Gracia del Guru, la podemos obtener cuando tenemos compasión”.
A veces el atender a los demás no es fácil, pues al ashram llega gente de todos o casi todos los estados de conciencia, y adoptamos o podemos adoptar varios tipos de conducta o actitud.
Una puede ser que tengamos una cierta aversión a atender a la gente, con lo que no les trataremos adecuadamente, veremos todos los defectos de aquella persona, y difícilmente podremos sentir compasión por aquellas personas, porque ni siquiera tendremos una comunicación real con ellas.
Otra actitud puede ser el sentirnos maestros, con lo que nos situamos de consejeros de las personas que están llegando, les invadimos de consejos, y no nos enteramos de lo que verdaderamente quiere expresar aquel ser. Como estamos en nuestro yo, tampoco nos es posible sentir la compasión.
Hay otro tipo de conducta que es el escucharles atentamente, responder con sumo cuidado y delicadeza a sus preguntas, si las hace, y si en algún momento muestra enfado, tener paciencia con aquella persona.
Tanto en la relación con las personas nuevas o menos habituales que vienen al ashram, como en nuestras relaciones humanas, el principio debería ser el centrarse en la acción correcta, porque todo lo que no sea centrarse en la acción correcta, desarrolla amiguismo, y el amiguismo no sólo nos aleja de la compasión, sino que nos aleja del camino de búsqueda de Dios.
Si hay la certeza de actuar correctamente, aunque la otra persona se enfade por no haber satisfecho sus deseos, no importa, orar por él/ella, desalojar la ira si aparece, y mantenerse ahí, sin hacer que nuestra felicidad dependa de que la otra persona se enfade o no, con nosotros.
Si nos apoyamos en la acción correcta, y nos mantenemos ahí, dialogando directamente con Dios, hablando con la Madre Divina, no sólo no sentiremos conflicto interno, o tristeza, sino que habrá un momento que podremos sentir compasión por la otra persona.
Hoy nos ha mostrado Amma, tres maneras para convertirnos en receptáculos de Su Gracia:
-Romper nuestro ritmo de vida, para hacer buenas acciones.
-Tyaga, hacer un poco más de lo que nos toca, para aquello que sea necesario.
-Compasión. Centrarse en la acción correcta, y no desarrollar amiguismo, despierta la compasión.
Las tres maneras forman parte del servicio al Guru.
A través del servicio al Guru, obtenemos Su Gracia.
OM NAMAH SHIVAYA
Enseñanzas de Amma y comentarios de Ânand
Como obtener la Gracia
*Pregunta: ¿Cómo podemos convertirnos en recipientes de la Gracia del Guru?
*Cuando llevamos a cabo una acción de ayuda, saliéndonos de nuestro camino, nos sentimos contentos, porque hacemos lo adecuado, y esto nos abre el corazón.
*Si hacemos una acción buena, el resultado será bueno y a la inversa.
*Puedes recoger el fruto de una acción al segundo siguiente de haber realizado la acción, o en tiempos más lejanos.
*Ejemplo: Si le das de comer a un niño hambriento, su felicidad llega a ti inmediatamente.
*El pode r realizar acciones de ayuda, ya viene de vidas pasadas, y los méritos nos siguen a otras vidas, y nos ayudan a irnos purificando.
*La Gracia del Guru la podemos atraer cuando tenemos compasión.
*Muchas veces has de salirte de tu propio camino, para hacer otras cosas.
*Si piensas: no hago más que lo que me toca, no es bueno.
*Debes comprender las situaciones donde se te necesita, y hacer un poco más de lo que corresponde, así atraes la Gracia del Guru.
*Los pequeños detalles atraen la Gracia del Guru.
*Cuando los devotos vienen al ashram, los que residimos en él deberíamos atenderlos y tener toda la paciencia con ellos, sin favoritismos hacia unos o hacia otros, sin rechazar a nadie.
RESUMEN
Lo más grandioso que nos puede ocurrir es que nos llegue conscientemente la Gracia del Guru, la Gracia de Dios.
Y para ellos debemos convertirnos en recipientes.
Un recipiente se va llenando si mantiene su boca de entrada bien abierta.
El receptáculo somos nosotros, pero debemos estar dispuestos a que la Gracia entre en el receptáculo.
¿Cómo hacerlo?
Podemos ver el mensaje de Amma:
“Cuando llevamos a cabo una acción de ayuda, saliéndonos de nuestro camino nos sentimos contentos, porque hacemos lo adecuado, y esto nos abre el corazón”.
“Muchas veces has que salirte de tu propio camino, para hacer otras cosas”.
Amma nos está indicando una de las maneras en las que podemos hacernos o estar receptivos a la Gracia.
La vida de hoy, es un tipo de vida en el que la mayoría de la gente va deprisa, la mayoría de las personas va corriendo, para llegar no sabemos dónde.
Vamos con una programación fija en busca de lo que creemos que nos interesa, de lo que creemos que nos conviene.
Y entonces es cuando llega el Maestro y nos dice: no es exactamente por ahí. Cuando vas corriendo, piensa en la conveniencia de parar de vez en cuando.
Reflexiona hasta tener la certeza de que lo que estás persiguiendo es lo más conveniente para ti.
A esto hace referencia Amma cuando nos dice que muchas veces debemos salirnos de nuestro propio camino, lo que quiere decir, no obcecarse en nuestra propia programación, para que nos podamos dar cuenta de que alguien está pidiendo ayuda, o que nos demos cuenta de que alguien necesita ayuda, y estemos alerta para ofrecérsela.
Así es como nos pondremos en sintonía con otros mensajes de Amma:
“Si hacemos una acción buena, el resultado será bueno, y a la inversa”.
Cuando hacemos una buena acción, estamos abriendo la boca del recipiente por donde ha de entrar la Gracia del Maestro.
Para realizar buenas acciones debemos mantenernos despiertos y alerta a las propuestas de la vida.
Si lo hacemos, y las realizamos seguro que recibiremos los frutos correspondientes:
Así habla Amma de los frutos:
“Puedes recoger el fruto de una acción al segundo siguiente, o en tiempos más lejanos”.
“Ejemplo: Si le das de comer a un niño hambriento, su felicidad llega a ti inmediatamente”.
Rompe tu propio ritmo de vida, para ayudar a los demás, este es uno de los mensajes de Amma en este satsang.
De esta manera obtendrás la Gracia del Guru.
Amma nos propone otras maneras para convertirnos en receptáculos o recipientes de la Gracia del Guru:
“El poder realizar acciones de ayuda, ya viene de vidas pasadas, y los méritos nos siguen a otras vidas, y nos ayuda a irnos purificando”.
“Comprender las situaciones donde se te necesita, y haciendo un poquito más de lo que te corresponde, atraes la Gracia del Guru”.
“Si piensas: no hago más que lo que me toca, no es bueno”
“Estos pequeños detalles atraen la Gracia del Maestro”.
Las personas que en otras vidas ya adquirieron el hábito de ayudar a los demás, no tienen que hacer tanto esfuerzo en esta vida para realizar estas acciones, pero el tener que hacer un poco más de esfuerzo, no puede ser un obstáculo, no nos puede servir de freno para efectuar este tipo de acciones.
De este pequeño esfuerzo nos habla Amma en estos mensajes.
Por ejemplo, si estás viviendo en tu casa, y tienes unas labores que hacer, y te entra la desgana para terminarlas, o te atrae más ver la televisión, haz el esfuerzo de terminar la tarea. Si lo haces sentirás la satisfacción interior de haber cerrado el ciclo, y haberlo cerrado bien y en el momento adecuado. El esfuerzo lleva en sí mismo gratificación.
Si estás trabajando en una empresa, no te fijes, ni escuches las opiniones de los demás. Si hay algo importante o urgente que hacer, realiza el esfuerzo de atenderlo aunque tengas que salir del trabajo más tarde.
No pienses: lo voy a hacer y tampoco me lo agradecerán, además el jefe o la jefa no me aprecia.
No pienses eso, y haz el esfuerzo de dejar terminado el trabajo, aunque tengas que salir más tarde.
En realidad cuando estamos realizando una tarea estamos inmersos en nuestra relación personal con Dios, y no con las personas.
Y estos esfuerzos satisfacen a Dios.
Así abrimos la boca de nuestro recipiente a la Gracia.
Si estás en el ashram, identifícate con la tarea que se te pida, pues tanto lo que te piden, como la propia tarea, te llega directamente de Dios. Es un servicio directo a la Madre Divina.
La actitud ideal nos la muestra Amma en estos mensajes:
“Comprende la situación del ashram y donde se te necesita, haciendo un poco más de lo que te toca”.
“Así es como atraes la Gracia del Guru, y no pensando: yo ya hago lo que me toca. Esta no es una buena actitud”.
En relación a hacer lo que no te toca, recuerdo que en cierta ocasión, cuando vivía en Amritapuri, y Amma todavía daba dharsan (abrazar a las personas una por una) en el Templo Kali, el templo pequeño, en la cola de personas que iba avanzando para recibir el dharsan de Amma, unos metros antes de llegar a la propìa Amma una persona que se encontraba indispuesta vomitó.
Nadie hacía el gesto de limpiar aquello, y la gente se apartaba de la suciedad y continuaba avanzando para recibir el dharsan, mientras iba avanzando la cola apareció un niño de 10 ó 12 años, y al ver toda aquella suciedad y mal olor, salió de la cola, se fue a buscar unos cubos, agua y bayetas y dejó el lugar más limpio que una patena.
Amma nos recordó este hecho durante unas cuantas semanas.
Decía Amma: que pensaba continuamente con este niño, que hizo lo que no le tocaba, y lo hizo en el momento adecuado y correctamente.
Cuando nuestra imagen ocupa un espacio en la mente del Guru, llueven Sus bendiciones sobre nosotros. Obtenemos Su Gracia.
Creo que hay gente que vive o visita el ashram asiduamente, así como personas que viven en sus casas, que reciben dharsan de Amma continuamente, porque están en armonía con este mensaje, con esta enseñanza de Amma, y en cambio hay otras personas que deberían leer y tener presente este mensaje varias veces al día.
A este esfuerzo de hacer un poco más de lo que toca, y hasta tener la disposición de hacer lo que no te toca, o sea lo que te indiquen si te lo piden, se le llama Tyaga, y la Tyaga está considerada una gran virtud, una virtud que mantiene abierto el receptáculo para que se llene de la Gracia del Guru.
La diferencia del ser humano que practica Tyaga y el que no la practica está muy clara, el que la tiene siempre está dispuesto a ayudar, y el que no la práctica se hace el desentendido, o le encuentra pegas a todo.
En relación a Tyaga Amma explica la historia de dos hombres que llevaban mucho tiempo luchando, estaban los dos exhaustos, y en este punto uno de ellos pensó: no puedo más me voy a dejar caer en el próximo encontronazo, y el otro hombre pensó: si en el próximo encontronazo no cae mi rival, en el siguiente me dejaré caer. Voy a sacar las fuerzas de donde sea para darle el último empujón.
Hizo un poco más de lo que podía, y el resultado fue la victoria.
No es esto exactamente lo que Amma pide: llegar a la extenuación, pero es un ejemplo muy gráfico de lo que es Tyaga.
Los swamis son unos grandes practicantes de Tyaga.
He tenido la oportunidad de dormir algunas veces en el cuarto con Shubamrita swami, y le veo dormirse tecleando la tablet o el móvil, haciendo seva, servicio a los demás.
Hay una tercera recomendación de Amma, para obtener Su Gracia.
“Cuando los devotos vienen al ashram, los que residimos en él, deberíamos atenderlos y tener toda la paciencia con ellos, sin favoritismos hacia unos o hacia otros, sin rechazar a nadie”.
“La Gracia del Guru, la podemos obtener cuando tenemos compasión”.
A veces el atender a los demás no es fácil, pues al ashram llega gente de todos o casi todos los estados de conciencia, y adoptamos o podemos adoptar varios tipos de conducta o actitud.
Una puede ser que tengamos una cierta aversión a atender a la gente, con lo que no les trataremos adecuadamente, veremos todos los defectos de aquella persona, y difícilmente podremos sentir compasión por aquellas personas, porque ni siquiera tendremos una comunicación real con ellas.
Otra actitud puede ser el sentirnos maestros, con lo que nos situamos de consejeros de las personas que están llegando, les invadimos de consejos, y no nos enteramos de lo que verdaderamente quiere expresar aquel ser. Como estamos en nuestro yo, tampoco nos es posible sentir la compasión.
Hay otro tipo de conducta que es el escucharles atentamente, responder con sumo cuidado y delicadeza a sus preguntas, si las hace, y si en algún momento muestra enfado, tener paciencia con aquella persona.
Tanto en la relación con las personas nuevas o menos habituales que vienen al ashram, como en nuestras relaciones humanas, el principio debería ser el centrarse en la acción correcta, porque todo lo que no sea centrarse en la acción correcta, desarrolla amiguismo, y el amiguismo no sólo nos aleja de la compasión, sino que nos aleja del camino de búsqueda de Dios.
Si hay la certeza de actuar correctamente, aunque la otra persona se enfade por no haber satisfecho sus deseos, no importa, orar por él/ella, desalojar la ira si aparece, y mantenerse ahí, sin hacer que nuestra felicidad dependa de que la otra persona se enfade o no, con nosotros.
Si nos apoyamos en la acción correcta, y nos mantenemos ahí, dialogando directamente con Dios, hablando con la Madre Divina, no sólo no sentiremos conflicto interno, o tristeza, sino que habrá un momento que podremos sentir compasión por la otra persona.
Hoy nos ha mostrado Amma, tres maneras para convertirnos en receptáculos de Su Gracia:
-Romper nuestro ritmo de vida, para hacer buenas acciones.
-Tyaga, hacer un poco más de lo que nos toca, para aquello que sea necesario.
-Compasión. Centrarse en la acción correcta, y no desarrollar amiguismo, despierta la compasión.
Las tres maneras forman parte del servicio al Guru.
A través del servicio al Guru, obtenemos Su Gracia.
OM NAMAH SHIVAYA