El pasado 4 de Noviembre tuvo lugar en un domicilio particular de la sierra de Madrid, un concierto del pianista Ciryl Marie (Murali). Al evento acudieron casi unas cincuenta personas, que pudieron disfrutar del virtuosismo de Murali interpretando obras de Bach, Mozart, Liszt, Franck y Debussy.
El pasado sábado 11 de noviembre se celebro un curso de iniciación a la meditación IAM, de un día de duración, organizado por el grupo de Satsang de Madrid, en el centro de Yoga las Tablas, un espacio acogedor y bien cuidado que disfrutaron mucho los asistentes.

Revista Matruvani (Diciembre 2017)

Índice

Diciembre 2017


 

4 MENSAJE DE AMMA

Milagros, mahatmas y maternidad

10 SÁTSANG

El arte de la relajación
Swami Purnamritananda Puri, India

EXPERIENCIA  

21 Curada con un beso
     Amibika Amma, India

26 Los saris de Amma
     Bhavani R. Rao, India

30 PALABRAS DE SABIDURÍA

     SANÁTANA DHARMA


31 Reflexiones sobre el Libro de Dios - 5 -  
     Swami Paramatmananda Puri, Estados Unidos

40 Bhávana
     Swami Amritagitananda Puri, India

48 OBRA HUMANITARIA
     Dos tipos de educaciones
     Bhavani R. Rao, India

    ALREDEDOR DE AMMA
53 Ofrenda
     Smitha S. K., Estados Unidos
53 Cuentos de la India
     Chidanand (Bill Woollam), Canadá

60 INFORMACIONES

64 CONTACTOS

Matruvani es la revista espiritual de Amma y se publicó por primera vez en 1984. A día de hoy, la revista sigue en activo y ha ido creciendo, se distribuye mediante suscripción en todo el mundo y se publica en 15 lenguas distintas. Se calcula que llega a unos 5 millones de lectores.


La revista está disponible mensualmente en inglés y en los idiomas indios, y trimestralmente para el resto de idiomas, incluyendo el español. Los contenidos hablan sobre historias espirituales, experiencias de devotos y seguidores de Amma, y el mensaje de Amma.

Para suscribirte a Matruvani, accede a esta página o envía un email a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Si quieres más información sobre la revista puedes consultar su página oficial en ingles

Visitar el Ashram de Amritapuri

Aviso importante

Aunque el Ashram de Amritapuri no está totalmente abierto al público como lo estaba antes de la pandemia, ahora hay algunas oportunidades limitadas para visitar el Ashram.

Para obtener el permiso para visitar el Ashram, por favor haz click en el enlace correspondiente y sigue las instrucciones.

Todos los titulares de pasaportes extranjeros (incluidos los titulares de OCI) deben hacer clic aquí.

Todos los ciudadanos indios deben hacer clic aquí.

Allí encontrareis instrucciones específicas sobre cómo solicitar permiso para visitar Amritapuri.

Por favor, recuerda que nadie puede visitar el ashram sin el permiso directo por escrito de las autoridades de Mata Amritanandamayi Math.

Más información: https://www.amritapuri.org/eservices/stay

ACTIVIDADES DEL ASHRAM

CLASES DE MEDITACIÓN Y YOGA iam

Ofrecemos clases gratuitas de la meditación INTEGRATED AMRITA MEDITATION ® (IAM). Para más información sobre próximos cursos en Amritapuri, enviad un email a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.. Durante la mayor parte del año ofrecemos clases de yoga diarias.
También ofrecemos cursos intensivos de yoga que van desde cuatro días hasta dos semanas. Por favor, consultad la web: amritayoga.com para conocer fechas y obtener más información.

SERVICIO VOLUNTARIO (SEVA) amrita yoga

Todos los trabajos que se hacen en Amritapuri están realizados por voluntarios. Si estás interesado en participar, podemos ayudarte a encontrar el mejor medio de contribución a partir del tiempo que tengas previsto estar, de tu condición física y de las necesidades que tenga el ashram.
Amma nos enseña que realizar acciones desinteresadas y servicio a los demás nos purifica del egoísmo y abre nuestros corazones para amar a todo el mundo de forma incondicional.

Escanea este código con tu Smartphone para conocer más sobre nuestra web. O puedes consultar nuestra página amritapuri.org/ashram
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PROGRAMA DIARIO

  • 4:50 – 6:00 Recitado del Lalita Sahasranama (Archana)
  • 6:30 – 9:00 Meditación, yoga y otras prácticas en silencio
  • 9:00 – 10:00 Desayuno
  • 10:00 - 11:00 Archana
  • 10:00 – 13:00 Seva u otras actividades
  • 13:00 – 14: 00 Comida
  • 14:00 – 17:00 Seva u otras actividades
  • 17:30 – 18:30 Meditación y otras práctica en silencio
  • 18:30 – 20:00 Bhajans
  • 20:00 – 21:00 Cena

mataashramSE REQUIERE INSCRIPCIÓN PREVIA

Todos los visitantes internacionales tienen que registrarse online antes de su visita en amritapuri.org/visit. Para grupos de seis o más personas, por favor inscribirse con un mínimo de 7 días de antelación.

ALOJAMIENTO Y COMIDA

Aunque procuramos que las parejas dispongan de habitación privada, los hombres y mujeres que viajan solos deben compartir alojamiento. Todas las habitaciones son sencillas, disponen de colchones en el suelo y un baño. En algunos casos también podemos ofrecer habitación privada a personas que viajan solas. Por favor, solicítalo cuando realices tu inscripción online en amritapuri.org/visit. Las comidas sencillas, al estilo indio, también están incluidas con tu alojamiento. Se dispone de comida al estilo occidental, no muy picante.
No podemos aceptar tarjetas de crédito o debito, cheques de viaje o cheques personales de fuera de la India. Hay una oficina bancaria en los terrenos del ashram donde podrás cambiar moneda extranjera, cheques de viaje y obtener dinero en efectivo de tarjetas Visa o MasterCard. También hay muchos cajeros automáticos ATM en los alrededores.

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SERVICIOS DISPONIBLES EN AMRITAPURI
  • Asistencia Médica: Servicios de Asistencia médica holísticos; Hospital y Farmacia• Ayurveda; Clínica Médica y Farmacia Alopática
  • Banco, cajero automático (ATM)
  • Bibliotecas para niños y adultos (con libros espirituales en diferentes idiomas)
  • Comida occidental y de la India -Diferentes opciones
  • Departamento Ecológico
  • Fax y teléfono para llamadas internacionales, servicio de fotocopias, Internet
  • Servicio de costura
  • Servicio de lavandería, piscina
Amritapuri tiene una biblioteca para niños con materiales educativos y espirituales para niños. Las áreas de juego están limitadas, pero se anima a los padres a que traigan los juguetes, libros y materiales que prefieran sus hijos.
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¿CÓMO LLEGAR AL ASHRAM DE AMRITAPURI?

Los aeropuertos más cercanos son Trivandrum (120 km al sur de Amritapuri) y Cochin (160 km al norte). El viaje desde Trivandrum es de unas 3 horas. Desde el Aeropuerto Internacional de Cochin el viaje es de unas 4 horas. Si deseas que te enviemos un taxi del Ashram para recogerte, por favor encárgalo online en la web: amritapuri.org/visit. Por favor, encarga el taxi con una antelación mínima de 24 horas respecto a tu hora de llegada.

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SI VIAJAS EN AUTOBÚS O EN TREN

Si tienes previsto llegar en autobús o tren, Kayamkulam (12 km. Al norte de Amritapuri) y Karunagappally (10 km. Al sur) son las mayores ciudades a las que llegar. Desde allí puedes tomar un auto-rickshaw hasta Paravakadavu (puedes pedirle al conductor que te lleve a “Amritapuri Ashram, seaside”. Al llegar, dirígete directamente a la Oficina Internacional frente al templo, que está abierta casi las 24 horas.

Giras de Amma programadas: Por favor, ten en cuenta que Amma viaja con frecuencia y que a veces puede cambiar en poco tiempo la programación de sus giras. Amma acostumbra a estar en Amritapuri en agosto y septiembre, y algunas semanas de diciembre y enero.
Siempre seréis bienvenidos en Amritapuri. No obstante, si deseas saber si Amma estará allí durante tu estancia, puedes comprobarlo en amritapuri.org y pulsa sobre “Yatra”.
Todos pueden participar en las gira de Amma por la India, para ello envía un e-mail a: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo..

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M.A. Math, Amritapuri P.O., Kollam Dt., Kerala 690546, India
Tel: (int 0091) 476 289 6399 Fax: (int 0091) 476 289 7678
Email: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Web principal: amritapuri.org
Web Europea: amma-europe.org
Web de Estados Unidos: amma.org
Puedes ver a Amma en Facebook: Facebook.com/MataAmritanandamayi
Algunos vislumbres de la vida diaria en el ashram en Facebook.com/Amritapuri

 

6-8 Noviembre Tulón, Francia – Europa Yatra 2017

Los asistentes a los programas de Amma en el estadio Zenith Omega en Tulón, sur de Francia, llenaron una vez más la Arena durante los tres días. Hubo una ceremonia especial de celebración del trigésimo aniversario de sus visitas a Europa y el vigésimo al sur de Francia. Durante la ceremonia Amma recibió dos premios por su trabajo durante toda su vida como líder espiritual y humanitaria.

Los soldados de la asociación Paz Internacional presentaron a Amma su Medalla de Oro conmemorativa por la Paz. El Presidente de la organización Laurent Attar-Bayrou dirigió unas palabras a los asistentes: “Como militares procedentes de varios países hemos luchado, con las armas en la mano, a favor de la paz bajo el casco azul de Naciones Unidas. Hoy afirmamos que la paz duradera procede únicamente de los corazones y las mentes de los hombres. Los que luchan contigo, Amma, han comprendido esto y nosotros también. Tu lucha Amma, es nuestra lucha. Amma, tú das sentido a la vida,  dando esperanza a los que nada tienen. Esta esperanza es la verdadera esencia de la humanidad. Contigo y mediante tu ejemplo y gozo, los pobres encuentran plenitud y los ricos ganan humildad. Totalmente dedicada a tu misión, tú haces temblar los muros de la indiferencia. Siembras esperanza en esta tierra. De esta agua haces brotar amor. Desde estos cielos haces que los corazones florezcan y brillen.”  
Investigadores del Hospital Amrita han transformado una substancia hallada comúnmente en los huesos en un arma potente que puede encontrar y matar células tumorales.

Los científicos del Hospital Amrita han encontrado que pequeñas partículas de fosfato de calcio, un biomineral que es un componente natural del hueso, dopado con similares pequeñas partículas de hierro, puede convertirse en lo que llaman los científicos médicos en un agente teranóstico, es decir, una substancia que sirve tanto al proceso diagnóstico como al terapéutico.

El equipo dirigido por Shantikumar Nair y Manzoor Koyakutty, del centro de nanociencia y medicina molecular Amrita, ha demostrado que estas nanopartículas de fosfato cálcico dopadas con hierro , con un mínimo de 10 pliegues más pequeños que la más pequeña partícula de polvo, conducidas a un hígado cuyos tejidos estén afectados por un tumor, pueden ser cicatrizados mediante ondas de radio. 
2-4 Noviembre. Hof Herrenberg, MA Center, Alemania – Europa Yatra 2017

La gira europea 2017 comenzó con tres días de programas en su centro de Hof Herrenberg, Brombachtal, Alemania. Este es el trigésimo año consecutivo  que Amma ha visitado Alemania. Los hijos de Amma de varios puntos de Alemania y de toda Europa acudieron en manada a Brombachtal para participar en el programa inaugural de la gira.

Amma fue recibida en Alemania por el Sr. Willie Kredel, alcalde de Brombachtal y el Sr. Stefan Kelbert, alcalde de Michelstadt, como parte de la ceremonia que celebró la trigésima visita de Amma a Alemania.

En sus declaraciones, el alcalde Kredel reflejó, “el año pasado empecé mi discurso con un ¡wow! porque en Brombachtal no vemos con frecuencia tanta gente de tantas nacionalidades en un solo lugar. Sinceramente, me siento orgulloso de tener este centro de Hof Herrenberg en Brombachtal. Produce gozo ver tantos rostros de tantas personas amorosas, muchos de ellos llenos de expectación. Hemos apoyado y continuaremos haciéndolo estos eventos en cualquier forma que podamos hacerlo. Sabiendo que Amma es una persona tan fantástica, que hace tanto bien en el mundo, me llena aún de mayor gozo.
17 y 18 de octubre de 2017

Celebración de Diwali en Amritapuri


Diwali se celebró en Amritapuri de muchas maneras. Por la mañana  Amma fue recibida por un grupo de Tamil Nadú cuando se dirigía al estrado para dar el darshan. Iban vestidos con un atuendo muy atractivo y llevaban en sus manos diyas (lámparas de aceite) . Cantaban himnos de Lakshmi, la diosa de la prosperidad. Por la noche, al final del darshan, otro grupo de niños del norte de la India, se alinearon al paso de Amma, vestidos con su atuendo tradicional y cada uno sostenía una diya en sus manos. Cerca de la residencia de Amma, los soldados destinados en el ashram, también celebraron Diwali con Amma. Amma encendió la lámpara y las bengalas con ellos. Amma dibujó adornos divertidos en el aire con su bengala, animando con Mata Rani Ki Jay y Bharat Mata Ki Jay! Antes de regresar a su cuarto, Amma distribuyó dulces a los soldados. Había rangolis frente al cuarto de Amma y las pequeñas y bonitas diyas decoraban el tramo de escalera de Amma.
Domingo, 19 Noviembre 2017 21:35

Relaciones con los demás

SATSANG 18.11.2017

 

Enseñanzas de Amma, compartidas por Luis

 

Relaciones con los demás

Me gustaría compartir con vosotros, esta tarde, un satsang que Amma da a un grupo de devotos como respuesta a las quejas de una mujer sobre su marido. En esta respuesta, Amma habla no sólo a la mujer sobre cómo mejorar su vida matrimonial, sino que nos da las pautas a todos nosotros sobre cómo mejorar nuestra vida y acercarnos a Dios, a través de las relaciones que establecemos en el día a día.

Durante el Darshan de esta mañana  una devota se ha quejado  ante Amma de su marido. Ha descrito con todo detalle lo poco que coopera y su falta de cariño. Ha dicho que quería dejarle porque la situación se le hacía insoportable.

                Enjugándole las lágrimas, Amma le ha dicho: “Hija, es difícil evitar las situaciones problemáticas. No eres la única que tiene estos problemas. En todas partes del mundo, la gente sufre tu misma situación. Si intentas huir de ella, otra situación difícil te estará  aguardando; no importa dónde vayas o qué elijas hacer con tu vida, los problemas surgirán. Podría ser peor, lo sabes. Nunca estarás en paz ni serás feliz si no tienes paciencia y humildad. La vida en familia se hará insoportable mientras sus miembros carezcan de estas virtudes. Hoy en día es muy difícil encontrar una familia en la que tanto el esposo como la esposa sean pacientes; pero uno de ellos, o él o ella, deberían ejercer la paciencia. En la mayoría de los casos, ambos son “pacientes sin paciencia”, pero a menos que haya un equilibrio, a menos que haya un poco de paciencia por ambos lados, será imposible alcanzar  una vida familiar armoniosa.

                Los seres humanos tienden a huir de las situaciones difíciles. Creéis que ello os salvará o que os ayudará a deshaceros de vuestro dolor. Es posible que paséis a otra situación que esperáis sea más cómoda. Al principio, puede que os sintáis de maravilla y en paz, después de haber hecho el cambio. No os dais cuenta de que, simplemente, estáis corriendo hacia otro problema. Si vais a vivir con vuestros padres, parientes o amigos, nada más llegar se os recibirá con cariño. Ellos mostrarán simpatía y amor por vosotros en todo lo que digan y hagan. Os abrazarán y llorarán; intercambiaréis promesas y os humedeceréis los hombros de lágrimas. Pero después de unos días, o en una semana, dos como mucho, la situación cambiará. Esto ocurrirá porque cuando huisteis de la situación anterior no abandonasteis el ego, éste os siguió. Lo llevasteis con vosotros y, con él, toda vuestra impaciencia y falta de humildad. Así que, tras una breve estancia en el nuevo lugar, se empieza a manifestar la negatividad. Empezáis a sacar faltas de alguien de la familia o a la situación en la que os halláis. Perdéis la paciencia con vuestro padre o madre, con un hermano o hermana, con un amigo, y ellos reaccionan, porque también ellos tienen sus propios vasanas. No soportan vuestra impaciencia y desobediencia. Pronto os daréis cuenta de que habéis ido de un problema a otro. Y de que es posible que la nueva situación sea incluso peor que la que abandonasteis. Cuando estabais junto a vuestro esposo, por lo menos éste no os echaba de casa. Tras una discusión, solía arrepentirse y llegaba la reconciliación. Pero ahora, es posible que vuestros parientes o amigos os pidan que os vayáis. Y lo único que habéis ganado con todo esto es más resentimiento, más frustración y más sentimientos negativos.

                Hija, tanto si vives en familia como sola, no alcanzarás ni felicidad ni éxito sin la capacidad mental de adaptarte a cualquier situación. Este es uno de los principios más básicos de la vida. Es posible que pienses  que para ser feliz  tienes que vivir sola, pero incluso entonces, tendrás problemas. Mientras seas presa de los prejuicios y las ideas preconcebidas, no te liberarás de las dificultades de la vida.

                Sin embargo, deshacerse del ego no es tarea fácil. Hija, crees que tu marido no coopera y que no te ama, pero debe haber habido épocas en las que él se mostraba cariñoso y ayudaba en casa. Amma no puede creer que sea tan malo. Si es como tú dices, debe de ser un monstruo. "

                Amma se detuvo un instante y contempló la cara de la mujer. Esta respondió: “No por supuesto que no lo es. A veces es muy dulce y cariñoso”.

                Con una sonrisa, Amma volvió a preguntar a la mujer: “¿Cómo te sentías cuando él se mostraba tierno y cariñoso?” La mujer se ruborizó y contestó: “Me sentía cómoda y feliz. También yo era cariñosa con él”. “¿Y cuando se mostraba insensible y difícil?”, quiso saber Amma. “Me enfadaba y distanciaba”, respondió la mujer.

                Con una sonrisa traviesa, Amma prosiguió: “Hija, esas reacciones y sentimientos son normales. Por naturaleza, los seres humanos tienen estos sentimientos los unos a los otros. Sin embargo, deberías intentar respetar y admirar las buenas cualidades de tu esposo. Cuando él no se muestra cariñoso ni coopera, tú reaccionas, ¿no es cierto? ¿Y no ha habido veces en las que tú empezaste la pelea?” La mujer bajó la cabeza. No tenía nada que decir.

                Amma continuó: “Así pues, tú reaccionas ante él. No te preocupes, no pasa nada. Pero en esos momentos, en lugar de reaccionar, procura escuchar con paciencia, procura mantener la calma. Más tarde, cuando él esté de buen humor, cuando tengas una oportunidad, puedes hablarle con mucho amor. Entonces, él escuchará y comprenderá porque su mente estará en calma. No le lances tus ideas cuando está enfadado pues no te escuchará. Aprende a quedarte callada en esas ocasiones; no escuches a tu ego. Cuando él se haya ido de casa, siéntate en la sala de meditación o en un lugar tranquilo donde puedas meditar y pensar profundamente.

                Mientras estés allí, recuerda todo el incidente. Trata de recordar cómo empezó la pelea. Si comenzó cuando le insististe en que hiciera algo y él se negó, deberías intentar recordar alguna vez en la que te compró algo o te hizo un favor en cuanto se lo pediste. Recuerda lo agradable que estaba entonces. Piensa en otra ocasión en la que fue paciente y compasivo cuando tú te mostraste impaciente y ruda. Recuerda las noches que pasó en vela a tu lado cuando te hospitalizaron. Intenta valorar el amoroso cuidado y las palabras de consuelo que tanto te ayudaron en aquéllos momentos. Tenía que trabajar todo el día y, aun así, se tomó tiempo y molestias para que te sintieras feliz y cómoda. Piensa en unas cuantas ocasiones en la que intentó hacer las paces después de que discutierais por una tontería. Así mismo, recuerda lo enfadada e impaciente que te mostraste durante todo el incidente y qué desagradable fuiste al dirigirte a él.

                Si tienes en cuenta estos recuerdos, sin duda, te sentirás mejor. Esos momentos de soledad te permitirán ver el incidente con mayor claridad y comprensión. Es posible que sientas remordimientos por tu dureza e impaciencia. Para cuando tu esposo regrese a casa por la tarde, estarás preparada para mirarle a la cara y recibirle con una gran sonrisa. Primero, le ofreces una buena taza de café y, mientras lo bebe, le pides perdón por cómo te comportaste a la mañana. Después, le preguntas si se le ha pasado el dolor de cabeza que tenía. Suponte que dice: “No, todavía me dura”. Entonces, coges un poco de bálsamo y se lo frotas por la frente y, a continuación, le preguntas, con mucho amor, cómo le ha ido en la oficina. Intenta consolarle si su jefe fue duro con él.

                Tu esposo te mirará anonadado: “¿Es esta la misma mujer con la que me he peleado a la mañana?”. Incluso se derretirá el resentimiento o la rabia que pudo haber sentido. Su actitud cambiará. Lleno de remordimiento, pedirá perdón por su conducta. Y ahí tendrás la oportunidad de explicarle todo lo que quieras. Puedes decirle cualquier cosa, que él te escuchará con interés. Entonces, te dirá lo que quiera decir y tú le escucharás con mucha atención. Así, lo que comenzó como una pelea se transformará en un gran acontecimiento, Se convertirá en una oportunidad para reconciliarse y compartir. Os sentiréis llenos de mutuo amor, felices y relajados.

                La vida de casados no es ninguna broma. Es algo que debería tomarse muy en serio. Las relaciones pueden llegar a ser un camino hacia Dios, hacia la libertad y paz eternas, siempre que tengáis la actitud adecuada. No penséis en separaros en seguida cada vez que os sintáis incómodos. Luchad por adaptaros. Tened paciencia, no una ni dos, sino muchas veces.

                Los seres humanos son muy impacientes, pero Dios es inmensamente paciente y cuidadoso con su creación. La impaciencia destruye. Pensad en la advertencia que veis en la señal de tráfico: “La velocidad mata”. La velocidad es impaciencia. Los seres humanos son impacientes, siempre tienen prisa. A veces, es necesario darse prisa; pero la mayoría de las veces mata. Cuando deis un medicamento a alguien que está enfermo, no os apresuréis. Aunque la medicina deba administrarse en seguida, aunque se trate de una emergencia, no os apresuréis. Si lo hacéis, en ese estado de agitación, puede que vuestras manos tiemblen al poner el agua en la boca del enfermo para que trague las pastillas. Os podéis equivocar  y meterle el agua en la nariz, lo cual creará problemas. Con la prisa, le podéis dar al paciente demasiada medicina o incluso la que no era. Tened paciencia. La verdadera es amor. Cuando amáis, no podéis apresuraros. Debéis tener paciencia.

                Mirad cuánto cuidado y paciencia derrama Dios sobre su creación. Puede que una diminuta flor no dure más que un día. Pero, aun así, Dios es cuidadoso y paciente con ella, proporcionándole el agua y calor que necesita para florecer. Para que un huevo se abra o nazca un niño, se necesita mucha paciencia y cuidado. Hacen falta nueve largos meses de nutrición antes de que nazca el niño. Dios no tiene ninguna prisa.

                Pensad en el sufrimiento que vuestra madre soportó cuando estuvisteis en su vientre durante nueve largos meses. Ella cargó con vosotros sin quejarse y, llena de felicidad, aguantó la incomodidad y el dolor. Ella fue capaz de hacerlo porque sabía que el dolor desaparecería en cuanto os viera, en cuanto viera la hermosa cara de su bebé. Hija, deberías soportar el dolor con paciencia pensando en la vida tan armoniosa y pacífica que tendrás si lo haces. No importa quien tenga la culpa. A veces, será tu marido y, otras veces, serás tú. Pero, sea quien sea el responsable, intenta hacer lo que Amma te ha dicho, y a ver qué ocurre.

                Practicad el perdón. Si todavía tenéis dificultades en una relación, aun a pesar de haberos esforzado mucho, considerad que es vuestro destino, vuestro karma. Llegados a este punto, lo soportaréis, aceptando que las dificultades son vuestro Prarabdha karma.  Si la situación se os hace insoportable, tal vez podáis pensar en la separación o el divorcio. Pero, antes de llegar ahí, desempeñad bien vuestro papel. Esforzaos para ver, al menos, si la relación puede funcionar o no. Si permitís que se rompa cometeréis un error imperdonable. Es un pecado y tendréis que pagar por ello”.

                Amma miró a la mujer llena de compasión. Estaba llorando de nuevo, pero, esta vez, eran lágrimas de arrepentimiento. Se había dado cuenta de su error. Con las lágrimas, pidió a Amma que la perdonara por sus faltas. El remordimiento que sentía se reflejaba en su voz: “Ahora comprendo que yo también tengo culpa y no sólo por hoy, sino siempre. Yo también soy responsable de nuestros conflictos. Yo soy la que los desencadenó. Si me hubiera quedado en silencio y actuado como Amma me ha aconsejado, esto no habría ocurrido. Amma me ha abierto los ojos. De hoy en adelante, intentaré hacer todo lo que pueda para controlarme y callarme en esas ocasiones. Actuaré tal y como Amma me ha indicado.”

                “Hija”, dijo Amma, “ante una situación parecida, si puedes pararte un momento y tener paciencia, tus problemas se resolverán con facilidad. Pero reaccionamos por costumbre. Cuando nos sale la rabia, no nos detenemos para ver con claridad; no sabemos esperar. En medio de una situación desagradable, ¿puedes observar lo que está ocurriendo? ¿Eres capaz de dejar de pensar que alguien te está insultando y maltratando? ¿Puedes olvidarte de que te está tratando injustamente  y dejar partir el deseo de hacer algo al respecto? No abuses. No reacciones. Intenta darte cuenta de que el verdadero problema no es lo que está ocurriendo sino cómo estás reaccionando. Cuando veas que vas a reaccionar mal, detente. Deja de hablar. Dile a tu mente: “No, no digas nada ahora. Ya tendrás una oportunidad para presentar el asunto de forma más efectiva. Pero, ahora, cállate.”

                Durante esta pausa, trata de pensar en algo positivo, algo que eleve, algo dulce, algo inolvidable para ti. Intenta recordar un acontecimiento agradable. Centra toda tu energía y pensamientos en ello. Si logras hacerlo, no te molestarán  ni enfadarán las ridículas palabras ni la insoportable cara de la otra persona.

                Si puedes, intenta que esta pausa dure cada vez más. Siempre que te sientas un poco enfadada o disgustada, experimenta. Para empezar, escoge alguna tontería a la que estés acostumbrada a reaccionar. Por ejemplo, digamos, que tu marido suele golpear la mesa con los dedos cuando está absorto en sus pensamientos y a ti se te hace insoportable. En vez de decir algo, imagina que son gotas de lluvia cayendo sobre el tejado. Entonces, recuerda alguna vez en la que tú y tu marido os visteis atrapados en la lluvia y juntos corristeis a refugiaros bajo una marquesina. En lugar de enfadarte o disgustarte, deja que tu imaginación y tus recuerdos te lleven a un estado positivo, incluso cariñoso.

                A su debido tiempo, cuando hayas aprendido a superar estas situaciones que te provocan, podrás, poco a poco comenzar a poner a prueba tu experimento en situaciones  más serias y molestas. A medida que practiques, verás que estás cambiando y ya no reaccionarás. Sólo responderás. Experimentarás mucha más paz y alegría en tu matrimonio y en tu vida familiar en general. Tu cambio de actitud y la paciencia que muestres también creará un cambio positivo en los demás.

                Cuando tu marido vea que ya no reaccionas, cuando se dé cuenta de que ya no aceptas sus insultos y su furia, de que ya no te afectan, se sentirá avergonzado. ¿Qué ocurre cuando un soldado descubre que sus armas ya no son efectivas ni poderosas? Las tira. De igual manera, cuando tu esposo vea que sus armas, las palabras que profiere contra ti, ya no te hieren, las abandonará y se callará. Además, le tratarás con más afecto y cuidado. Este es un gran regalo. Tus sonrisas y atenciones amorosas, tus cuidados y palabras de consuelo actuarán como un bálsamo para él y le aliviarán. Olvidará todo: su rabia, sus fallos y cualquier resentimiento que haya abrigado. Cuando después de haber trabajado duro todo el día y de que el jefe le haya regañado, vuelva a casa con la cabeza llena de problemas, entrégale ese regalo (a él o a ella, no importa si es el esposo o la esposa quien muestre esta actitud), él o ella se convertirá en tu mejor amigo y admirador. En la relación se desarrollará un gran amor y preocupación. Por lo tanto, hija, antes de enfadarte, haz una pausa, espera y sé paciente.

                Amma os va a contar una historia. En una ocasión, un profesor había sido invitado a dar un discurso. Él no había preparado bien el discurso y, por lo tanto, su disertación no fue muy buena. Unos día más tarde, recibió una carta de alguien que le había escuchado. La carta decía lo siguiente: “Estimado señor, si no es usted muy entendido en el tema, sería más juicioso no hablar antes que dar ideas falsas y crear una mala impresión en su público”. La carta la firmaba una mujer.

                Después de leer la carta, el profesor se enfureció. Se sentó de inmediato ante su máquina de escribir y tecleó una respuesta feroz y agresiva a aquella crítica, seleccionando las palabras más duras. En cuanto terminó, fue a echarla, pero ya habían recogido el correo de aquel día. Así que dejó la carta y, cuando la vio sobre su mesa a la mañana siguiente, pensó: “Tal vez no he sido muy amable con esa persona. Voy a leerla de nuevo antes de echarla al correo”. La abrió, la leyó y se sorprendió al ver que había reaccionado con extrema dureza. Se dijo a sí mismo: “La verdad es que no es una carta muy amable. Definitivamente, no puedo enviarla tal y como está”. Entonces, se sentó y escribió otra que, aunque contenía expresiones e imágenes más suaves, seguía siendo abusiva.

                Cuando estaba a punto de enviar la segunda carta, pensó: “Veamos, voy a releer esta carta. Tal vez el tono no sea el adecuado todavía. Si mi actitud cambió tanto en unas horas, es posible que todavía pueda cambiar. Así, después de volver a leer la carta y ver que el tono seguía siendo demasiado severo, escribió otra. Sin embargo, no acababa de sentirse satisfecho. La modificó y la volvió a escribir unas cuantas veces más, hasta que, al final, la había transformado en una carta de amor. En ella, el profesor reconocía sus errores y estaba de acuerdo con la mujer. Incluso le alabó que ella le hubiera señalado los inconvenientes. “La gente como usted es realmente útil. Le estoy muy agradecido”, escribió. “Si no está casada, me gustaría pedirle que fuera mi esposa. Esperando con ilusión una respuesta positiva, suyo afectuosamente…”

                El veneno que el profesor emitió al principio, se transformó en néctar. A veces, podéis tomar una decisión errónea o juzgar a alguien de manera equivocada o actuar sin discernimiento. Pero, si sois capaces de hacer una pausa, esperar con paciencia y considerar la cuestión, no os meteréis en problemas. Esto es lo que ganáis si tenéis paciencia y consideración. Por ello, hija, ten paciencia y considera bien las cosas antes de actuar. Amma está contigo. No te preocupes.”

                En ese momento, la mujer cayó en el regazo de Amma. “Amma, ¡perdóname por mis errores!”, dijo llorando. “¡Perdóname! Voy a intentar no repetirlos de nuevo. Perdóname”. Amma consoló a la mujer y le ayudó a calmarse expresándole todo su amor y compasión. Antes de que se fuera del ashram unos minutos más tarde, la mujer estaba en paz y sonreía abiertamente, una clara señal de que había soltado su dolor.

                En los Lalita Sahasranama, se adora a Devi como Tapatrayagni-samtapta-samah-ladana-chandrika, que significa “La luz de luna que alegra los corazones de aquellos atormentados por el fuego de la miseria”. Se explica que esta miseria está causada por los órganos de los sentidos, tanto los internos como los externos, por el mundo objetivo del que son mediadores, y por los poderes sobrenaturales que están más allá del mundo visible. Este mantra también se puede aplicar a una Gran Alma como Amma, quien es la encarnación de Devi o de la Madre Divina. Por medio de sus compasivas y tranquilizadoras miradas, de sus profundas palabras y su toque divino o por medio de su mera presencia, Amma otorga esta bendición de sanar los corazones humanos. Únicamente un Maestro Realizado que ha alcanzado el estado de Perfección puede salvar a los seres humanos de esta triple miseria. Un ser de estas características puede, por sí mismo, dar reposo y consuelo a los afligidos por sufrimientos que provienen del nacimiento, la ancianidad y la muerte.

                Me gustaría terminar el sat-sang de hoy con un bhajan en honor a la Madre Divina:

 



Ni soy erudito

Ni nací bajo una buena estrella.

Oh, Madre, aunque sepas esto,

No me sonrías y te alejes

Cuando fijo con intensidad mis pensamientos en Ti.

Oh, encarnación de la Compasión,

Libérame de mi ignorancia

Y concédeme la pura inteligencia.

Aun entre los placeres mundanos,

Nunca estoy feliz.

Siempre te estoy observando,

Oh Gobernanta de todos los mundos.

Dadora de la verdadera grandeza,

Enciende la lámpara de la visión equitativa

Dentro de mi más profundo Ser.

Oh Madre, El ruiseñor de mi mente

Ha volado hasta tus Pies de Loto.

Para impedir que se vaya,

Por favor, cierra tus pétalos y envuélvelo.

Oh, Tú, que eres más grande que los grandes,

Deja que me sumerja en lo más profundo

Para disfrutar de tu Néctar de Felicidad.

Oh, Quintaesencia de los cuatro Vedas,

Me postro ante ti.

Tu corriente de Amor fluye hacia mí

En forma de furia.

Tu aterradora risa

Es como una amable sonrisa para mí.

Al comprender la naturaleza irreal

De este mundo de ensoñación,

Lo he abandonado.

Nunca me separará de Ti,

Que has derramado tu nectarina Gracia sobre mí.

Domingo, 19 Noviembre 2017 21:25

Amor y Compasión

SATSANG  11.11.2017

Enseñanzas de Amma, compartidas por Luis

Amor y Compasión

Me gustaría compartir con todos vosotros una historia que narra uno de los devotos de Amma, durante los primeros tiempos del ashram. Es un satsang de Amma sobre el Amor y la Compasión Divinas.

Era casi mediodía, Amma estaba sentada en la cabaña del brahmachari Nealu pelando raíces de tapioca. Esta cabaña fue la primera que se construyó en el ashram y en ella vivió Amma  durante casi 2 años. En aquél tiempo, parte de la cabaña se utilizaba como almacén y cocina y allí se preparaban las comidas  para Amma y el primer grupo de brahmacharis.

Entrada ya la mañana, Amma regresó de casa de unos vecinos devotos con unas raíces de tapioca en las manos. Mostrándoselas a todos, Amma dijo con la inocencia de un niño: “Amma las ha arrancado con sus propias manos, ahora las guisará y cuando estén cocidas Amma se las dará a sus niños”.

Amma insistió en pelarlas y guisarlas Ella misma. Mientras pelaba y preparaba las raíces de tapioca uno de los brahmacharis preguntó: “Amma, ¿el amor y la compasión son lo mismo o son cosas distintas?”.

“Cuando el amor se convierte en Amor Divino, la compasión llena también el corazón. El Amor es el sentimiento interior y la compasión es su expresión. En la compasión se expresa el interés, de todo corazón, que sientes por alguien, por un ser humano que sufre. Así que amor y compasión son dos caras de una misma moneda; las dos coexisten.

Existen el amor y el Amor. Tú amas a tu familia, a tu padre, a tu madre, hermano, hermana, marido, esposa, etc. Pero no amas a tu vecino. Amas a tus hijos pero no amas a todos los niños. Amas a tu padre y a tu madre, pero no amas a todo el mundo como les amas a ellos. Amas a tu religión pero no a todas las religiones. Igualmente, amas a tu país pero no amas a todos los países. Por lo tanto, eso no es Amor, es sólo amor. Lograr la transformación de amor en Amor es el fin de la espiritualidad. En la plenitud del Amor florece la hermosa, la fragante flor de la compasión.

El amor con minúsculas es limitado, su mundo es un pequeño mundo que contiene sólo a unas cuantas personas y a  unas cuantas cosas; es estrecho y cambiante. En ese pequeño mundo no hay grandes elevaciones; lo que aparentemente son cumbres no son, en realidad, picos muy altos; sólo se elevan un poco sobre el nivel del suelo, sólo un poco. Dentro de nada, esas pequeñas elevaciones  se habrán convertido en terreno llano. En el amor hay altibajos; en su momento los “altos” desaparecerán y sólo habrá “bajos”. Este cambiante amor sólo puede transformarse en amor permanente si el sentimiento de “yo” y “mío” desaparecen.

Mientras exista el sentimiento de “yo” habrá otro de “tú”, y así el amor será siempre personal, se da entre dos personas: para amar hay que ser dos. El amor se hace impersonal sólo cuando los dos desaparecen. En este estado de Unidad hay un constante flujo de amor. A partir de este punto el Amor comienza a fluir de su auténtica fuente y en su fluir no piensa en lo que hay en el otro extremo. Nada obstruye el flujo del Amor: es como el fluir de un río que no puede hacer otra cosa más que fluir. El río no piensa en el otro extremo, en el océano, pero la unión del uno con el otro sucede naturalmente en el curso de su fluir. No hay cálculos de ningún tipo en esta unión. Igualmente, cuando el Sol brilla, brilla simplemente, no piensan en lo que sus rayos van a encontrar en el otro extremo, en la Tierra. El encuentro tiene lugar, simplemente.

De igual forma, cuando los obstáculos (el “ego”, el miedo, el sentimiento de “el otro”) desaparecen uno no puede ser más que amor. No se espera nada a cambio, no importa si se recibe o no algo a cambio; sólo se fluye. Cualquiera que vaya al río, será bañado por él, tanto si la persona está sana como si está enferma, tanto si es un hombre como si es una mujer, tanto si es rico como si es pobre. Cualquiera podrá sumergirse en él cuantas veces quiera. Al río de Amor no le importa que alguien se bañe o deje de bañarse en él. No importa si alguien critica o insulta al río de Amor, él sigue fluyendo. Cuando el constante flujo de Amor se desborda y se expresa a través de cada palabra y cada acción, lo llamamos compasión.

Compasión es la conciencia expresada a través de vuestras acciones  y vuestras palabras. Compasión es el arte de no herir. La compasión no puede herir a nadie, porque compasión es conciencia manifestada. La Conciencia no puede herir a nadie, igual que el cielo no puede herir o el espacio no puede herir. La manifestación de la conciencia, la compasión, no puede herir a nadie. Aquél que tiene compasión sólo puede ser compasivo.

La compasión no ve las faltas de los otros, no ve las debilidades de la gente. No hace distinción entre gente buena y mala. La compasión no puede dibujar una línea entre dos países, dos fes o dos religiones. La compasión no tiene ego, por lo tanto no hay miedo, codicia o pasión. La compasión simplemente perdona y olvida. La compasión es como un pasillo, todo puede pasar por ella, nada permanece allí. La compasión es el amor expresado en toda su plenitud.”

     Alguien preguntó: “Eso es lo que hace a un verdadero maestro espiritual, ¿no es cierto?”

“Sí”, respondió Amma, “un verdadero maestro espiritual  es ambas cosas: Amor y Compasión en toda su plenitud. A veces su amor se expresa como disciplina. Normalmente se experimenta un cierto dolor cuando se está siendo disciplinado, pero la compasión del Gurú no libra de ello. Cuando se corrige o se riñe  a alguien, se hiere a su ego, se machaca su individualidad; esto es lo que menos le gusta a la gente. No quieren que se les llame la atención o se les corrija aun si están equivocados, por lo que la corrección entraña dolor. Tanto si es el padre el que disciplina al hijo, la madre a la hija o el profesor al estudiante, el dolor es inevitable; el segundo se sentirá herido por el primero y en muchos casos reaccionará. En muchas ocasiones, aun sintiéndose herido no expresará su reacción. Es posible que obedezca, pero al mismo tiempo se sentirá muy disgustado interiormente. Habrá gran dolor en su interior; puede que quiera protestar pero por temor no hará nada. Es posible que esa situación se repita una y otra vez, y que sus heridos sentimientos, junto con la ira y el odio se vayan acumulando en su mente. Llegado cierto punto, toda esta acumulación de sentimientos negativos explotará. Es una lástima que esto ocurra en el proceso ordinario cuando se está intentando disciplinar a otra persona, aun cuando ello sea como consecuencia del amor. Aunque este disciplinar nazca del amor del padre o de la madre, a veces el dolor permanece allí sin curar.

Por otro lado, en la relación Maestro-discípulo, no hay sentimientos heridos en la mente del discípulo. La razón es que el discípulo acepta las correcciones  y reprimendas del Maestro con una actitud positiva; se rinde completamente al Gurú; sabe que todo lo que el Gurú hace es por su bien. Pero el factor más importante es la compasión del Gurú, la cual tiene un tremendo poder curativo. Todo el dolor, el odio y otras actitudes negativas serán curadas por la compasión del Gurú. Puede que en ocasiones el discípulo se sienta herido, que se enfade con el Gurú cuando este le riñe o le corrige, pero la compasión desbordante del Gurú curará esa herida, ayudando al discípulo a ser positivo. La compasión del Gurú disculpará el enfado del discípulo, la compasión del Gurú todo lo perdona. La Suprema Compasión del Gurú envuelve al discípulo completamente y suaviza todos los sentimientos negativos.

Este efecto calmante de la compasión del Gurú ayuda al discípulo a sentirse relajado, así es capaz de recibir y absorber las correcciones del Gurú con actitud positiva. La compasión hace que el discípulo sienta que es una parte del Gurú, que él es el Gurú mismo, que el Gurú le ama inmensamente y que lo hace todo por su más alto bien. Sintiendo la compasión del Gurú y observando su renunciación y generosidad, el discípulo comprende que el Gurú no puede, en absoluto, ser egoísta. Así el discípulo no acumula ningún sentimiento negativo, aunque sienta dolor o se enfade de vez en cuando. Así el Gurú puede corregirle sin que ningún rastro de las reacciones del discípulo quede en su interior. El padre o la madre no pueden eliminar los restos de las reacciones de la mente de su hijo o hija porque ellos no tienen compasión, porque el Amor no ha florecido completamente en ellos. Son egoístas en sus palabras y en sus actos, y por ello aplican la disciplina a la fuerza en sus hijos; la mayoría de las veces imponen sus ideas a sus hijos ignorando sus sentimientos. En cambio, el Gurú no puede imponer la disciplina en sus discípulos porque él no es una persona, él no es el cuerpo, él no es el ego. Él es la conciencia.

Después de haber castigado o reprendido a un hijo por sus errores, los padres pueden llamarle y tratarlo con mucho cariño, pero el pensamiento de que le han reñido y obligado a obedecer permanece en su mente. En realidad los padres hacen lo siguiente: fuerzan a sus hijos a hacer las cosas de cierta forma en lugar de ser un ejemplo para ellos; no puede ser de otra forma, ya que son individuos limitados que actúan desde sus egos. Cuando actúan desde el ego no pueden hacer otra cosa más que tratar de imponer su voluntad en los otros, aunque lo hagan en nombre del amor. En nombre del amor imponen sus egos a sus hijos; el hijo lo siente y, aunque después lo traten con cariño y afecto, los heridos sentimientos del niño permanecen intactos. El disgusto y la ira permanecen.

En la relación Gurú-discípulo, en cambio es diferente, no hay forzamiento; la sed interna que el discípulo siente por ir más allá de las limitaciones de su ego, junto con el desinteresado Amor y Compasiva guía del Maestreo, ayuda a que su discípulo deje de almacenar ira en su interior.

Cuando uno vive en el amor, cuando todo el propio ser se transforma en Amor, uno se hace compasivo. El Amor llena el corazón y rebosa en forma de compasión. En ese estado en que la mente y los pensamientos han sido consumidos por el fuego del Supremo Amor, cuando la mente del buscador se convierte en algo semejante al espacio, lo que le hace descender es la compasión. Amor y compasión son básicamente lo mismo; son dos caras de una misma moneda”.

“La grandeza de nuestros antiguos santos es indescriptible. Sin su compasión el mundo actual sería un infierno. Es su compasión y renunciación lo que lo sostiene. Todas las acciones incorrectas llevadas a cabo por el egoísmo de la gente son compensadas por las acciones amorosas y compasivas efectuadas por seres espirituales, que son los únicos verdaderos benefactores del mundo. Su compasión supera nuestra comprensión; fluye incluso hacia aquéllos que intentan destruirlos. Amma os va a contar una historia. Una vez un rey llevó al príncipe, su único hijo, a la ermita de un gran santo. Allí le iba a ser infundido el conocimiento de los Vedas y de los textos de otras Escrituras. Ese era el tipo de educación que existía en aquellos días. Tanto si se trataba de un príncipe como de una persona corriente, los jóvenes debían pasar varios años de educación y disciplina bajo la guía de un Maestro. Durante este período de tiempo los estudiantes debían permanecer con el Maestro sin tener ningún contacto con sus padres o familia.

Cuando el rey y su hijo llegaron a la ermita, todo estaba en silencio; parecía que allí no había nadie. Mirando por los alrededores encontraron finalmente al santo sentado bajo un árbol. Estaba en profundo samadhi, totalmente absorto en el más absoluto olvido de todo lo que le rodeaba. Cuando finalmente el santo salió de su meditación, se postró inmediatamente ante el rey y le ofreció asiento.

Al rey, sin embargo, no le pareció que estuviese siendo tratado de la forma adecuada, teniendo en cuenta, sobre todo, que había tenido que andar por los alrededores en busca del santo y esperar a que saliese de la meditación. En lo más profundo sentía que había sido herida la imagen que de sí mismo se había forjado. Estaba acostumbrado a que le esperasen, no a tener que esperar a los demás, y eso era algo que no podía tolerar. Sintió como humillante que él tuviese que esperar a los otros. Después de todo, él era el rey y había que estar siempre dispuesto a servirle. Su ego estaba herido y comenzó a hervir de indignación. Lanzó al santo una fulminante mirada mientras trataba de contener la rabia que crecía en su interior.

“Su real Majestad”, dijo el santo educadamente, “¿puedo conocer el motivo de vuestra visita?” Llegado este punto, la furia del rey explotó: “¿Acaso intentas burlarte de mí? ¿Después de recibirme de esta manera me preguntas cuál es el motivo de mi visita? ¿Dónde están los residentes de este ashram? ¿Dónde está tus discípulos?”, y añadió sarcásticamente: “¿Puedo también tener su Darshan?”

El santo se excusó por no haber dado al rey un adecuado recibimiento; le explicó que desde que el ashram era una escuela de disciplina a los estudiantes se les enseñaba a seguir estrictamente la rutina de su horario de estudio, trabajo, realización de ritos y shadana. “Yo mismo me encontraba en meditación”, añadió el santo.

Con esta aclaración el rey rugió, furioso: “¿Tratas también de insultarme?” Viendo que sus palabras no hacían más que provocar la ira del rey, el santo dejó de hablar, se sentó tranquilamente y permaneció en silencio.

Furioso como estaba, el rey consiguió controlar su rabia al tiempo que recordaba el motivo de su visita. Recordó que había ido a llevar a su hijo allí para que el santo lo educase. Aunque estaba enfadado porque su ego había sido herido, el rey controló su temperamento. No deseaba que el príncipe perdiera la ocasión de recibir una educación de 1ª clase bajo la guía de un maestro que tenía la más alta reputación del país gracias a su sabiduría y conocimiento. Por eso, cambió rápidamente de talante y haciendo gala de humildad se excusó por su exabrupto emocional y rogó al gran maestro que aceptase a su hijo como discípulo.

El santo que era la encarnación de la paciencia y la misericordia, aceptó rápidamente al príncipe como sishya. Cuando se hubieron puesto de acuerdo, el rey se alejó del santo con el rostro sonriente pero con el ego vapuleado.

El príncipe era un estudiante brillante y un brillante discípulo. Su obediencia, disciplina y devoción al Gurú le llevaron a ser el favorito del santo. Transcurrieron 12 largos años durante los cuales el santo le enseñó todo lo que sabía. El príncipe se convirtió no sólo en un verdadero maestro en conocimiento de las Escrituras, sino también en el uso de todas las armas. Aunque ahora era un hermoso muchacho, el príncipe era humilde y continuaba siendo un devoto discípulo del gran santo.

Al fin, la educación del príncipe había acabado y llegó el día de abandonar a su amado y reverenciado Gurú. Con dolor en el corazón y con los ojos llenos de lágrimas el príncipe se presentó ante el Maestro y con humildad y gratitud le habló así: “Oh tú, que eres santo, mi querido Maestro, yo te pertenezco. Todo lo que tengo te pertenece, no soy nada ante tu gloria, ¿cómo podría pagarte por todo tu amor y compasión? Este humilde siervo espera tus palabras, ¿qué puedo ofrecerte como gurudakshina?”

El santo acarició cariñosamente a su querido discípulo. Lágrimas de alegría rodaban por sus mejillas mientras decía: “Deja que sea algo concreto, oh, Venerable, aun mi vida misma estoy dispuesto a dejarla a tus santos pies.” Abrazando a su querido estudiante el santo le dijo que en aquél momento no deseaba nada pero que se lo pediría llegado el momento. Con el permiso y las bendiciones del santo, el príncipe regresó al reino para vivir con sus padres, el rey y la reina.

El rencoroso rey había estado esperando el día en que su hijo regresase tras haber finalizado sus estudios. No había transcurrido ni tan solo un día desde que el príncipe había regresado, cuando el rey, cuya mente estaba distorsionada por el deseo de vengarse de la humillación que su ego había sufrido, envió a sus soldados para que prendiesen fuego a la ermita del santo. Tanto este como los eremitas fueron severamente torturados por los soldados y abandonados después en el bosque sin comida, ropa ni cobijo. Cuando los soldados le informaron de lo bien que había cumplido su encargo, el cruel y egoísta rey se sintió feliz al pensar que había dado una buena lección al santo. A los pocos días del incidente, el rey anunció que pronto se retiraría y que su hijo sería coronado. Antes de su coronación y de entrar en esa nueva etapa de su vida, el príncipe deseaba recibir el permiso  y la bendición de su amado Maestro. Montando un corcel cabalgó hasta la ermita, ignorando totalmente la cruel acción de su padre. Al desmontar de su caballo, el príncipe creyó que se había equivocado de camino y que había llegado a otro lugar. El lugar donde había estado la ermita, estaba desierto. Tras vagar por allí durante un rato, encontró a su amado Maestro sentado bajo un baniano y profundamente absorto en meditación. Ahora, mirando a su alrededor pudo darse cuenta de que la ermita había sido incendiada hacía poco. El príncipe esperó hasta que el santo salió de la meditación. Cuando finalmente abrió los ojos, el príncipe se postró ante él y le preguntó qué era lo que le había ocurrido a la ermita. “Nada, hijo mío”, respondió el gran alma, “algún incendio del bosque, no te preocupes por eso. Dime la razón de tu visita”.

El príncipe sintió que algo andaba mal e insistió repetidamente en saber qué es lo que le había ocurrido a la ermita, pero el santo no dijo ni una sola palabra. Finalmente los otros estudiantes se decidieron a hablar y le explicaron la verdad. En cuanto oyó la terrible historia, el príncipe quedó conmocionado y totalmente paralizado. De vuelta a la conciencia su dientes rechinaron de rabia, su mano se dirigió automáticamente hacia el mango de su afilada espada y, al instante siguiente, el furioso príncipe saltó sobre su caballo. “¡Estás muerto, cobarde!”, rugió, e inició una trepidante cabalgada.

Con un ágil movimiento, el santo saltó ante el caballo. Intentó detener al príncipe, pero estaba tan furioso que todos los intentos por calmarle resultaron vanos; todos los consejos y advertencias del santo cayeron en oídos sordos. A su lado, el príncipe estaba furioso y determinado a vengar todo lo malo que su padre le había hecho a su Maestro. Finalmente, el santo dijo: “Muy bien, puedes irte. Pero antes de que te marches quiero que me des el gurudakshina que me prometiste. ¡Y lo quiero ahora!”Al oír estas palabras de su Gurú, el príncipe desmontó de su caballo y rogó al Gurú que pidiese lo que quisiese. El gran santo respondió sonriendo. “Quiero que liberes a tu padre del castigo que estás a punto de imponerle. Este es el gurudakshina que deseo de ti”. El príncipe se quedó sin habla y todo lo que pudo hacer fue contemplar el radiante y compasivo rostro de su Gurú; después rompió a llorar y cayó de rodillas ante sus benditos pies.”

Así finalizó Amma la historia. La forma de explicarla había sido tan viva que había creado una atmósfera saturada de divino Amor y Compasión. Profundamente afectados, los brahmacharis y brahmacharinis derramaban lágrimas en silencio al sentir y experimentar, verdaderamente la compasión del santo.

Un bramahchari se puso a cantar espontáneamente una canción en honor de Amma. Mientras la cantaba derramaba lágrimas de alegría y devoción…



Tanto si están abiertos o cerrados

Mi madre reside siempre en mis ojos.

Con miradas llenas de compasión

A todos nos abraza.

Fundiendo el corazón con una lluvia de Amor,

Mi Madre es, en verdad, un océano de felicidad.

Aun un ladrón y un tirano son,

Para mi Madre, sus hijos queridos.

La denigren o la adoren, de Ella fluyen siempre, ríos de Amor.

La dulzura que gusta la lengua no es la perfecta dulzura.

Perfecta dulzura es el Amor de Dios,

Y el sentido que permite disfrutar de ella

se obtiene sólo a través de mi Madre.

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