Ha pasado todo un año de lucha para superar este reto formidable.

Ahora está empezando un nuevo año.

Ciertamente 2020 ha sido un tiempo de prueba para la especie humana. 

Aunque se han perdido muchas vidas, hagamos frente a esta pandemia sin perder la esperanza, con confianza, guardando una oración en el corazón.

En el comienzo de 2021, avancemos con optimismo, pero sin olvidar el fuerte aviso que nos han dado, Dios y la Madre Naturaleza.

Mucha gente vive estos días como si estuvieran perdidos en una profunda selva oscura, manteniendo la esperanza de ser liberados por los primeros rayos de sol.

Están esperando los primeros rayos del nuevo año para dejar atrás toda la oscuridad del 2020 y para que la vida recupere la normalidad.

Amma reza al Paramatman para que todos los deseos y oraciones de sus hijos se hagan realidad. Para que haya paz, felicidad y salud en todo el mundo. Una y otra vez, Amma reza al Paramatman para que el mundo se vea libre del agobio del virus Corona que se ha llevado cientos de miles de vidas.

Podemos sentir que el mundo exterior permanece cubierto por la oscuridad.

No obstante estos tiempos presentan la mejor oportunidad para encender nuestra lámpara interior y disipar esa oscuridad externa con nuestra luz interior.

Continuad todos intentando encender esa llama interior.

Es fundamental que cultivemos las cualidades de la paciencia, la fuerza mental y el optimismo para ayudarnos a hacer frente a esta adversidad, y a las adversidades de la vida.

Si cultivamos esas cualidades, automáticamente podremos generar cambios en nuestras circunstancias externas. 

El fervor y el entusiasmo no bastan sólo en el día de Año Nuevo.

Tenemos que asegurarnos de su permanencia en nosotros cada día del año.

Hacer esto, no sólo llena de belleza nuestras vidas, también extiende el entusiasmo a nuestro prójimo.

De este modo, podemos crear un florecer de primavera a nuestro alrededor.

Ojalá que los hijos de Amma sean los mensajeros de la paz y amor en la tierra.

¡Que la paz y la felicidad llenen las vidas de mis  hijos.! ¡Que la gracia bendiga a los hijos de Amma.!

RESUMEN

En este extracto del mensaje que Amma nos transmitió para el año que acaba de empezar, y del que ayer pudimos ver la primera parte en la retransmisión quincenal desde Amritapuri, destaca el encabezamiento del mensaje:

   Haced que la primavera florezca en nuestro alrededor

De hecho cronológicamente  aunque estemos en pleno invierno nos acercamos a la primavera. Enseguida que el invierno acabe vamos a entrar en esta próxima estación, la primavera.

Todos recordamos y deseamos que sea primavera, porque la primavera nos deleita con temperaturas agradables, a consecuencia de las cuales, florecen los bosques, florecen los campos, todo es un florecer, es la estación del despertar.

La Naturaleza después de los meses que ha estado dormida, después de los meses que ha estado hibernando, despierta y nos ofrece su esencia, una esencia  que abre nuestros corazones, con sólo mirar a nuestro alrededor nos sentimos en comunión con esta explosión de colorido, con estos olores que dimanan las flores, con el run, run del volar de las abejas que ya salen de sus colmenas para pasearse por toda la alfombra florecida de su entorno, y que es su razón de ser, con el cantar de los pájaros que deleita nuestro espíritu. Hay pájaros como el mirlo que en la primavera cantan mucho más, pero sobre todo cantan de una manera especial y diferente, sólo durante la primavera. Escuchar el canto de los mirlos en primavera, invita a la meditación, pues su cantar traspasa los sentidos.

Bienvenida la primavera solemos decir, cuando ya empiezan a cambiar las temperaturas, y atisbamos la aparición de las primeras flores. Como los almendros que son de las primeras flores que aparecen en primavera, y que le dan un aspecto divino a los campos, con sus copiosas flores blancas y rosadas.

Bien, esto es un pequeño reflejo de la primavera.

Cuando  mencionamos la palabra primavera, parece como si se nos abrieran los corazones.

Sentimos bienestar, un bienestar general.

Pues bien a esto precisamente nos invita Amma en este 2021.

Nos invita a que nos apliquemos a que la primavera florezca en nuestro alrededor.

¿Qué significa esto?

Esto significa como Ella mismo dice que aunque la humanidad esté en pleno invierno, un invierno duro, un invierno oscuro, que como hijos conscientes de la Madre Divina que somos, nos convirtamos en portadores de esperanza, que derramemos a nuestro alrededor el amor desinteresado que Amma prodiga, para levantar los ánimos allí donde más decaídos estén.

Y para realizar esta labor de hacer que la primavera florezca en nuestro alrededor, tenemos que aplicarnos en que en primer lugar aparezca en nuestros corazones, pues sólo así tendremos la fuerza suficiente para mostrar a los demás que el invierno al que estamos sometidos, no va a estar siempre con nosotros.

Mostrarles a los demás que después de un invierno muy crudo, necesariamente aparecerá la primavera, y cuando se traslada nuestra atención a la primavera, las cosas en nuestro interior cambian.

Cambian para mejor, pues es en nuestro interior donde vamos a encontrar la fuerza necesaria para traspasar el invierno en el que estamos.

Nos referimos al invierno del corona virus, aunque durante la vida hay diferentes inviernos, depende del karma de cada uno de nosotros, y el tener la atención puesta en la primavera, es la única manera que nos permitirá vivirlos sin caer en la tristeza, sin caer en el desánimo.

Hay que tener presente que el virus corona, tiene una gran parte positiva, y así lo debemos intentar vivir, procurando recoger las enseñanzas que lleva bajo el brazo para cada uno de los seres humanos que ocupamos el planeta.

Me comentaban el otro día, que alguien ha dicho que después del invierno del coronavirus, viene un gran y extenso progreso en lo espiritual, que en este caso es lo que representa a la primavera.

Y de hecho ya se conocen algunos casos, como el de una abuela que explicaba que su nieto, de 21 años, ha estado afectado por el coronavirus, incluso estuvo hospitalizado. Ahora ya ha pasado la infección, ahora ya está bien. Y decía su abuela que este joven a partir de que ha pasado el coronavirus ha cambiado totalmente su actitud ante la vida, su comportamiento ha cambiado radicalmente. En una palabra no se le conoce, es otra persona. Los valores con los que lee la vida después del coronavirus, son totalmente diferentes a como había vivido hasta este momento.

Con este objetivo ha venido el coronavirus, y este es el objetivo de todas las circunstancias que nos toca vivir en la forma de invierno oscuro.

Amma nos dice en este mensaje de año nuevo: que podemos sentir que el mundo exterior permanece cubierto por la oscuridad, pero que estos tiempos, estas circunstancias, nos presentan la mejor oportunidad de encender nuestra lámpara interior, y esta luz interior, será con la que disiparemos esta oscuridad externa. Que tengamos total confianza de que esto es así. Que tengamos confianza de que esta es la Verdad.

Entonces... ¿Cómo encender esta lámpara interior?

El interruptor que enciende la lámpara interior, está en las palabras que Amma nos transmite:

“Es fundamental que cultivemos las cualidades de la paciencia, la fuerza mental y el optimismo, para ayudarnos a hacer frente a la adversidad por la que atravesamos, y a las demás adversidades de la vida”

“Si cultivamos estas cualidades automáticamente podremos generar cambios en nuestras circunstancias externas”.

Si intentamos practicar la paciencia, y lo conseguimos, aparece la fuerza mental, pues con la paciencia frenamos las propuestas de la mente, con la paciencia conseguimos que no prevalezcan en nuestras decisiones las invitaciones a las que nos somete la mente, sino que tomamos la decisión más conveniente en cada momento desde el discernimiento.

Y al darnos cuenta de que este proceso funciona, el optimismo hace acto de presencia.

Una de las personas que he hablado por teléfono esta semana, me contaba que hace unos meses se rompió el pie. Los médicos le diagnosticaron un muy largo tiempo con muchos dolores, una recuperación larga, y que el pie no le quedaría bien, y le produciría dolor.

El hombre se desanimó, pensaba que ya no podría hacer nunca más, muchas de las cosas que le gustaban, aparte de los dolores que padecía, y a los que se vería sometido.

Pero intensificó sus oraciones, y su práctica espiritual, y poco a poco, su mente empezó a cambiar, poco a poco empezó a preguntarse:

¿Porqué me habrá ocurrido esto?

¿Qué enseñanza tengo que aprender de esta situación?

Son preguntas que se hacía ya desde la aceptación total de lo que entendía como una adversidad que había llegado a su vida para dejarle alguna o algunas enseñanzas, y que esto es lo que verdaderamente importa.

Con esta actitud encendió la lámpara interior, y la luz que dimana esta lámpara ha cambiado la situación externa, y la situación en la que prometía quedar su pie, ha cambiado la dirección, ya no es la misma, y los médicos le dicen que no sólo el diagnóstico, sino que la recuperación del pie es totalmente diferente a lo vaticinado, y que quedará bien.

Con su actitud, mirando hacia dentro, y siguiendo los mensajes de Amma, ha pasado de la tristeza al optimismo, y en consecuencia su entorno más próximo ha recibido estos impactos positivos que él está viviendo. Ha aparecido la primavera en esta casa, ha aparecido la primavera en esta familia.

Recientemente Amma ha repetido uno de sus mensajes, de adonde nos lleva una actitud de paciencia, practicada al unísono con el agradecimiento.

“Cuando estés delante de la comida ten paciencia, de lo contrario favoreces la aparición de la gula. Antes de empezar a comer, agradece cada grano de arroz que llega a tu plato. Da gracias al trabajo que ha hecho la naturaleza para que sea posible. Da gracias al agricultor que cultivó, cuidó, e hizo todo el trabajo para que este alimento pudiese llegar a tu plato, da gracias al transportista que se ha encargado de transportarlo, y a todas aquellas personas, sin cuyo esfuerzo no podrías tener este grano de arroz a tu disposición. Da gracias a la persona que lo ha cocinado. Gracias a la Naturaleza y a todas estas personas te podrás tomar este grano de arroz para que tu cuerpo se alimente y se mantenga sano.”

 Esta es una de las piezas del puzzle de las enseñanzas de Amma en donde está instalada la paciencia, en donde está instalado el agradecimiento, y que al practicarla, y practicarla no sólo un día, el primero que leas u oigas el mensaje, y luego dejar de hacerlo. Al practicarla todas las comidas, vas encendiendo esta luz que hay en tu interior, y que de una manera imperceptible va cambiando tu proceder en muchas cosas en la vida. Y tu entorno que percibe que tu conciencia va siendo otra, también cambia.

Estamos pasando la oscuridad del invierno, y esta es la manera que va apareciendo una sensación primaveral en tu vida, y en la de tu familia, y en la de tus amigos, y en la de tus compañeros de trabajo. Simplemente porque esta luz de tu interior que no sólo has encendido, sino que la mantienes encendida, va de dentro hacia afuera, y de esta manera es como las cosas de afuera cambian.

Si esta actitud de agradecimiento, de paciencia, la aplicamos no sólo en la comida, sino a otros ámbitos u acciones de nuestra vida, potenciaremos esta luz interna, y podremos tener, podremos transmitir una primavera mucho más florida.

Por ejemplo, siente un profundo agradecimiento hacia Dios, cada día al levantarte, por haberte dado una noche de descanso, y permitirte empezar un nuevo día, para vivir lo que tengas previsto para este día, y pídele a Amma que todo lo que te toque vivir esté en armonía con la Voluntad del Señor.

Durante el día, con cada cosa que hagas, o las que sientas más significativas, antes de empezar la tarea, ofrece a Dios la tarea que vas a desarrollar, y al terminar agradece a Dios, que haya estado presente en la realización de esta tarea, y que sólo gracias a Dios ha finalizado bien.

Es una manera de mantener encendida la luz de tu interior.

A más tiempo encendida la luz de dentro, en más relativas se convertirán las cosas del exterior, y no te afectarán de la misma manera. Y esto también es luz para los demás, pues la mejor enseñanza que puedes transmitir es el ejemplo. Nuestro ejemplo es lo que hace llegar la primavera a nuestro entorno,  y esta es la petición que Amma nos hace en este mensaje de año nuevo.

Amma nos ama tanto, tanto, que es imposible medir la dimensión de este amor puro que derrama sobre cada uno de nosotros.

Una de las personas que me ha llamado por teléfono esta semana, me contó una historia real que ha vivido en su vida. El amor de una madre física hacia su hijo, esta  historia me hizo recordar y hasta cierto punto vivir el Amor que Amma derrama sobre todos Sus hijos.

Era un niño que iba a colegio, y un cierto día el maestro le entregó un sobre cerrado, para que lo diera a su madre, con la condición de que él no debía leer el mensaje.

El niño llegó a casa y entregó el sobre cerrado a su madre, quien lo leyó atentamente.

El niño le preguntó a su madre, cual era el contenido de lo que decía el escrito.

Y su madre le dijo que desde el colegio le decían: que él, que su hijo era un genio, y que los maestros se veían incapacitados para transmitirle las enseñanzas del colegio.

Entonces la madre empezó a comprar libros, a leerlos, a hacer que su hijo los leyera. En cada momento le daba el libro o libros que creía más adecuados para él, todo ello envuelto de una gran paciencia y un desmesurado amor de madre hacia su hijo.

Que por cierto Amma dice que en el mundo, el amor más próximo al amor puro, es el amor de madre.

El niño, estudiaba, comprendía cada vez mejor el conocimiento que le hacía llegar su madre, y terminó adquiriendo una gran sabiduría que le permitía vivir la vida de manera magistral, y vivirla de acuerdo a unos principios y valores inestimables, los valores verdaderos.

Llegó el día que su madre murió, y el niño pudo continuar su vida felizmente con todo el fundamento que su madre le facilitó.

Después de que su madre ya se había ido, cierto día, sin saber como, le llegó a sus manos la carta que desde el colegio, le enviaron a su madre en referencia a él mismo, y vio que el contenido no era el que le dijo su madre. El mensaje decía:

Señora, su hijo tiene tantas limitaciones, tantas, que en el colegio no nos vemos capacitados para transmitirle ninguna de nuestras enseñanzas.

Pues este es el amor que Amma siente por cada uno de Sus hijos.

A pesar de todas nuestras limitaciones, está ahí transmitiéndonos los mensajes verdaderos que pueden cambiar nuestras vidas, y tiene la paciencia de repetirlos, y de repetirlos una y otra vez, para que entre en nosotros el conocimiento necesario que haga cambiar nuestras vidas, para que llegue la primavera a cada uno de nosotros, y la podamos transmitir a aquellos, y la podamos transmitir a aquellas con quienes nos relacionamos.

Que la Madre Divina, que Amma nos bendiga.

Muchas gracias.

OM NAMAH SHIVAYA