Podemos encender una lámpara o una vela en una habitación oscura y contemplar la llama por un buen tiempo. La llama no debería parpadear.

También podemos visualizar una llama en nuestro corazón o en un punto entre las cejas. Podemos enfocarnos en la refulgencia interna que surge cuando miramos la lámpara.

Aquellos a quienes les guste meditar en una forma se pueden imaginar su ishta-devata (forma de Divinidad preferida) de pie, en medio de la llama. Pero es mejor visualizar al ishta-devata de pie en medio de las llamas de un fuego sacrificial, porque entonces podemos imaginarnos ofreciendo nuestros celos, ego y otras negatividades en el ardiente fuego del sacrificio.

Para los principiantes, es más sencillo meditar en una forma que no sin forma. La meditación en Istha Devata ayuda a la mente a enfocarse en Él o Ella (la divinidad).

Las cualidades Sátvicas de la Divinidad entonces crecerán en nosotros.

Coloca una foto pequeña de tu Deidad favorita en frente de ti. Siéntate y mira la foto por algún tiempo. Cierra los ojos e intenta visualizar dicha forma con claridad en la mente. Cuando la claridad de la forma decae, abre otra vez tus ojos y vuelve a mirar la foto. Entonces vuelves a cerrar los ojos y te imaginas que estas conversando con tu Ishta Devata. Mentalmente abrázalo o abrázala, y reza, “Oh Señor, por favor no me abandones”.

Si meditamos constantemente de esta manera, la forma del ishta Devata descenderá con claridad hacia el corazón.

La naturaleza de la mente es vagar. Por lo tanto, la meditación es como tratar de hundir madera hueca dentro del agua; cuando la soltemos, subirá a la superficie de inmediato. Así es la mente. Por lo tanto, en las etapas iniciales de la meditación, es posible que necesitemos aplicar cierta presión sobre la mente para que medite. Pero una vez que adquirimos el gusto por la meditación, ya no necesitamos forzar la mente. La meditación se volverá gozosa.

Si practicamos meditación con regularidad, la mente se calmará hasta que se convierta en un nítido cristal. El Ser Supremo relucirá en la calma de la mente como el reflejo del sol en las aguas de un lago tranquilo. Satva es una de las 3 gunas (atributos o modos de existencia), conteniendo a rajas y tamas. Sattva se asocia con la armonía, bondad, verdad y serenidad.

El escritor es un líder espiritual y humanitario de renombre mundial.