La amabilidad es contagiosa
La gente de la casa permitió que el mendigo y el perrito durmieran en su terraza.
Publicado: 3 de julio de 2022
Por Mata Amritanandamayi
Los problemas actuales de la sociedad son motivo de grave preocupación. Es muy importante conocer la causa de estos problemas y luego encontrar soluciones. Pero el cambio tiene que comenzar con el individuo. Cuando un miembro de la familia cambia para mejor, toda la familia se beneficia; incluso ayuda a la sociedad a progresar. Así que debemos esforzarnos por cambiarnos a nosotros mismos primero. Cualquier cambio que nosotros experimentemos influirá en las personas que nos rodean, y esto, a su vez, ayudará a otros a cambiar para mejor.
No podemos cambiar a otros simplemente aconsejándolos o regañándolos. Debemos predicar con el propio ejemplo. Solo a través del amor desinteresado podemos influir positivamente en las personas. Es posible que el cambio no sea visible de inmediato, pero no debemos desanimarnos. Debemos continuar con nuestros esfuerzos. Esto al menos creará un cambio positivo en nosotros.
Problemas de prejuicio
Si podemos evaluar las situaciones con paciencia, podremos definitivamente despertar el amor y la compasión en nuestros corazones.
Publicado: 17 de julio de 2022
Por Mata Amritanandamayi
Hijos, si examinamos la forma en que respondemos a las situaciones que se nos presentan, veremos que, la mayoría de las veces, las nociones preconcebidas dan forma a nuestras respuestas. Debemos aprender a considerar las circunstancias de nuestra vida sin prejuicios. Deberíamos ser como el sastre, que vuelve a tomar medidas cada vez que un cliente quiere un nuevo encargo. No confeccionará la prenda en base a medidas tomadas previamente. Sabiendo que la talla de uno puede cambiar en un lapso corto, el sastre tomará medidas nuevas cada vez. Aquí hay una lección importante que debemos aprender: nunca des nada por sabido.
Hay victoria en el fracaso
No debemos tener miedo al fracaso. Si tenemos miedo, nunca seremos capaces de tener éxito, no obtendremos nada de la vida.
Publicado: 31 de julio de 2022
Por Mata Amritanandamayi
Hijos, la vida no es solo para los ganadores sino también para los perdedores. Por lo general, las personas piensan y hablan solo sobre su éxito y sus logros. Pero para obtener un logro real y duradero, también debemos pensar y prestar más atención a nuestros fracasos. Nos gusta atribuirnos el mérito de nuestros logros, pensando que se deben a nuestra eficiencia y nuestras habilidades, mientras culpamos a nuestros compañeros de trabajo y a otros por nuestros fracasos. Es parte de la naturaleza humana afirmar que los demás son responsables de nuestros fracasos, diciendo que si hubieran pedido nuestro consejo, todo habría ido mejor.
Todo esto se debe a que tenemos una actitud equivocada con respecto al fracaso. El hecho de que una persona haya fracasado prueba que ha aceptado un desafío, que ha sido audaz. Cualquier acción entraña un desafío. Aprender a conducir, escalar una montaña, escribir un examen, ir a pescar en alta mar o incluso que un niño pequeño aprenda a caminar es un desafío. En cada actividad, hay involucrada una cierta cantidad de riesgo, de intrepidez. Cuando se emprende una tarea, tanto el éxito como el fracaso son resultados posibles. Así que a veces tenemos éxito y otras veces fallamos.
Una vida sin prejuicios, es una vida llena de amor
"Aquí hay una lección importante que debemos aprender: nunca des nada por sabido“, dice Mata Amritanandamayi.
Publicado: 14 de agosto de 2022
Por Mata Amritanandamayi
Hijos, si observamos como respondemos ante las situaciones que se nos presentan, veremos que la mayor parte del tiempo son nociones preconcebidas las que dan forma a nuestras respuestas. Debemos aprender a considerar las circunstancias de nuestra vida sin prejuicios. Deberíamos ser como el sastre, que cada vez que un cliente le hace un nuevo encargo le toma otra vez las medidas. No hará la ropa utilizando las medidas que tomó anteriormente. Sabiendo que la talla de uno puede cambiar en poco tiempo, el sastre tomará nuevas medidas cada vez. Aquí hay una lección importante que debemos aprender: nunca des nada por sabido.
Solo la entrega al divino garantiza la paz duradera
Depender de Dios no significa que no tengamos que afrontar dolores y problemas en la vida. Tendremos que afrontarlos, pero las dificultades se reducirán en buena parte.
31 Octubre 2023
Por Mata Amritanandamayi (Amma).
Hijos, el cambio está en la naturaleza de la vida. Cosas buenas y malas pueden ocurrir sin preaviso. Nada dura para siempre en este mundo. El amigo de hoy puede ser el enemigo de mañana. Dios es nuestro único amigo verdadero. Podemos tener mucha familia y bienestar económico, pero ellos nunca pueden darnos una felicidad duradera. Solo la entrega al divino puede garantizar la paz y contentamiento duraderos en esta vida. No obstante, podemos cultivar un vínculo interno con Dios. Regamos las raíces del árbol, no las ramas. Solo así, el agua llegará a todas las partes del árbol. Del mismo modo, en el amor a Dios amamos a toda la creación. Así no nos esclavizaremos con exceso por apego a nadie mientras llevamos una vida familiar.
Todo se revela a una mente en calma
Si solo ingerimos comida basura, enfermaremos. Del mismo modo, los malos pensamientos debilitan la mente. En su lugar, debemos estimular la mente alimentándola con pensamientos puros,
Hijos, la mente es un fluir de pensamientos. No para de pensar ni un momento. A veces el flujo de tráfico en las carreteras puede ser tremendo y otras veces tranquilo. Pero eso no sucede con los pensamientos. A veces su flujo no disminuye ni durante el sueño. La naturaleza de la mente le incita a darle vueltas al pasado y a inquietarse por el futuro. Igual que el cuerpo necesita de alimento y sueño, la mente necesita una dieta saludable de pensamiento positivo. Si solo nos alimentamos de comida basura nuestro cuerpo enfermará. Del mismo modo, los malos pensamientos debilitan la mente. Así que, debemos elevar la mente alimentándola con pensamientos puros. Solo así, tendremos paz.
Ayuda al prójimo y te ayudarás a ti mismo
Dio un gran donativo al sacerdote, quién nunca le dio las gracias ni le alabó por su acto.
Hijos, todas las religiones dan mucha importancia al servicio desinteresado que purifica la mente y nos hace gratos a recibir la gracia de Dios. No obstante, el servicio que rendimos no debe tener expectativas. No debemos esperar ni una palabra de agradecimiento o aprecio. Si lo hacemos sería como trabajar a cambio de un salario. Ese trabajo no ayuda a purificar la mente. Cuando actuamos sin ningún deseo de ganancia personal, el egoísmo se va de nuestros corazones, al menos mientras estamos trabajando. Ese es el trabajo que purifica la mente.
El dolor es una señal de que es tiempo de cambiar
La felicidad es nuestro estado natural. Pero cuando damos una importancia que no tienen, a temas que causan dolor, nuestra mente crea una fijación en ellos.
Dejad que los pájaros del dolor vuelen sobre vuestra cabeza, pero nunca les permitáis que aniden sobre ella.
Por Mata Amritanandamayi
Hijos, a sabiendas o no, buscamos felicidad a través de todas nuestras acciones. Ansiamos ser libres de todo dolor. No obstante, nuestra búsqueda puede que no sea informada o consciente. Cada experiencia de dolor conlleva un mensaje. Suponed que accidentalmente tocamos un fogón encendido y nos quemamos la mano mientras trabajamos en la cocina. Suponed que no sentimos dolor. ¿Cómo sería? Es a causa de sentir dolor que retiramos la mano del fogón inmediatamente. De ese modo, el dolor que sufrimos en nuestra vida diaria es un recordatorio de que “es tiempo de cambiar”. A menudo, intentamos hacer cambios externos y esto puede proporcionarnos un alivio temporal, pero si deseamos liberarnos del dolor para siempre, debemos cambiar nuestra actitud radicalmente.
El tiempo siempre es favorable, solo tenemos que quererle.
Si nos sentamos a esperar tiempos mejores, muchas cosas pasarán ante nosotros sin apercibirnos.
Hijos, el tiempo es nuestra mayor riqueza. Si perdemos un millón de dólares podemos recuperarlo, pero nunca se puede recuperar el tiempo perdido. Muchos reconocen el valor del tiempo en los últimos momentos de su vida. Alejandro el Grande, constructor de uno de los mayores imperios de la antigüedad, solo compendió el valor del tiempo en su lecho de muerte. Consciente de que la muerte podía alcanzarle en cualquier momento, dijo a quienes le rodeaban: “Si hay alguien que pueda prestarme al menos un suspiro, estoy dispuesto a darle a cambio la mitad de mi reino. En una oferta por conquistar naciones y amasar riquezas he despilfarrado la salud y un tiempo precioso. Ahora me doy cuenta de que no puedo mantener a raya a la muerte ni por un momento a pesar de todas mis riquezas.”
El Ser, fuente principal de la felicidad y paz eternas
La espiritualidad nos da el conocimiento de quién y qué somos, nos hace conscientes de nuestras responsabilidades, de vivir de tal modo que beneficie, a nosotros y al mundo.
Hijos, todos queremos paz y felicidad. Pero a veces nos enfrentamos al dolor, la frustración y la decepción. ¿Por qué no tenemos paz ni felicidad? Si queremos disfrutar de paz y felicidad, tenemos que empezar por tener una comprensión correcta de la vida. El dinero no importa, no tiene sentido, si no sabemos ni cuanto tenemos.
De modo similar, mientras desconozcamos nuestra verdadera naturaleza, no podremos vivir en armonía con el mundo, ni cumplir con nuestro dharma (nuestro destino en la vida) adecuadamente. Un grupo de viajeros caminaba hacia un pueblo distante. Pasado un tiempo llegaron a un bosque. Cerca, había un estanque. Pusieron sus pertenencias en la orilla y se fueron a nadar. Cuando volvieron, sus cosas habían desaparecido. Los ladrones se habían llevado todo.