Cuando surge la capacidad de discernir entre lo verdadero y lo falso y actuar en consecuencia con la discriminación y conciencia adecuadas, entonces la oscuridad desaparece. La mente se llena de luz divina. La conciencia de “Yo soy todo” surge dentro de nosotros. Una vez que surge este conocimiento, solo hay paz suprema.
El amor de una madre trasciende al lenguaje. La representación de este amor materno es la Madre Universal Divina, Jagadamba. La Madre Universal Divina mantiene y guía cada aspecto consciente e inconsciente de la creación en el universo, con amor y afecto. Se dice que Jagadamba se ha encarnado varias veces, por el bienestar del mundo y para proteger el dharma. Con el fin de mantener la creación, la Madre Divina infundió su energía maternal a todas las mujeres, protegiendo al niño en el útero e incluso después. Ella sostiene a todas ellas con amor ilimitado. Cuando un niño está en peligro, habitualmente es la madre la que corre en su ayuda. La maternidad es el máximo exponente de la paciencia, sacrificio, tolerancia, y compasión. Por eso, cuando vemos expresiones similares en cualquier otra parte nos referimos a ellas como “Madre”. Así es como hemos llegado a llamar a la naturaleza, la tierra, los ríos, los Vedas y las vacas como “Madre”.
La veneración del poder cósmico que sostiene todo el universo nos colmará con todas las bendiciones posibles. Esa es la energía que sostiene al universo. Si nos damos cuenta de esto y desarrollamos una actitud infantil de entrega y amor incondicional hacia esta energía universal, nuestra vida será bendecida.
Que las mujeres, que deben ser veneradas como la Diosa Durga, nunca sean atacadas ni acosadas en callejones o vehículos. Que las mujeres, que deben vivir como la Diosa Lakshmi, nunca vivan en la pobreza. Que a las mujeres, que deben ser veneradas como la Diosa Sarasvati , nunca se les niegue la educación. Que ninguna mujer, que debe ser venerada como la Diosa Kali, sea rechazada o criticada por su tez oscura. Que las mujeres ganen el respeto y la posición que merecen en la sociedad.
Que la gracia bendiga a mis hijos para lograr esto. Amma ofrece sus hijos al Paramatman para recibir esta gracia.