Extractos del mensaje de Amma de Año Nuevo
“ Damos la bienvenida al 2022 con grandes expectativas, igual que cuando empezamos a ver el crepúsculo del amanecer y anticipamos ese glorioso amanecer tras la oscuridad de la noche. Que este nuevo año llene las vidas de todos con felicidad, buen ánimo, paz y prosperidad. Amma sabe que la gente todavía está intranquila- que su miedo tiene que desaparecer por completo. Aún así, esto es lo que el corazón de Amma desea.
Damos la bienvenida al nuevo año con espectáculos pirotécnicos exquisitos, juegos de luces preciosos y deseándonos unos a otros un muy feliz año nuevo. Sin embargo, estas celebraciones y expresiones de felicidad son breves. Pronto, la gente está de nuevo inmersa en sus estrechos pensamientos y acciones. Si las luces externas y las expresiones de felicidad no son capaces de llenarnos de luz o de hacer que nuestra mente sea más capaz de discernir, ¿cuál es la finalidad de estas celebraciones?
Eso no significa que las celebraciones no sean necesarias. Amma simplemente siente que junto con esas celebraciones, debemos también entender la verdad suprema subyacente. Hoy en día, la gente tiene muy pocas oportunidades de olvidarlo todo y celebrar. Están muy inmersos en sus vidas y problemas diarios con sus trabajos e hijos y otras responsabilidades. Para propulsar un barco hacia adelante en un río lleno de musgo, primero tenemos que quitar el musgo. Según el barco continúa avanzando, el musgo ha de ser retirado una y otra vez. Así, las cosas que hacemos para que nuestra vida continúe avanzando son solamente arreglos temporales. La felicidad que obtenemos no procede del conocimiento verdadero. Aunque no hay nada de malo en conseguir felicidad de este modo, también debemos buscar el gozo que proviene de ayudar a los pobres y a quienes sufren. Así pues, Amma no está diciendo que no debamos celebrar. Dejemos que la gente celebre y sea feliz al menos de este modo.
¿Cuál es la manera correcta de dar la bienvenida al nuevo año? Primero, debemos hacer auto-introspección. Valorar sinceramente en la balanza de tu mente lo bueno y lo malo que has hecho durante el pasado año. Con seriedad, tratar de diferenciar entre dharma y adharma. Trata de perdonar a quienes se han equivocado y de amar a quienes te disgustan. Encuentra en ti la capacidad para olvidar y contenerte. Trata de hacer todas tus acciones como una ofrenda a Dios, y de aceptar sus resultados como la voluntad de Dios, con valentía y determinación. Incorpora los actos de desinterés en tu vida. Al menos trata de hacer algunas pequeñas acciones desinteresadas cada día; ya que no has estudiado las escrituras, es posible que no seas capaz de hacerlo por completo. Alimenta tu sentido de responsabilidad social. Cambia la actitud de que estás separado del mundo, y actúa con el conocimiento de que eres un miembro de esta enorme familia universal. Este es el modo en que debemos dar la bienvenida y celebrar el nuevo año, cambiando nuestra actitud y actuando conforme a ello.
El Año Nuevo no está destinado a ser malgastado estando de fiesta bajo el influjo de drogas y alcohol, haciendo ruido cuando el reloj da las 12. Recientemente cerca de Ernakulam algunos borrachos se enzarzaron en una pelea con la policía. Como estaban borrachos, no tenían ni idea de en qué lío se estaban metiendo. Incluso prendieron fuego a un coche de policía. La policía les golpeó. Si no hubiesen estado tan borrachos, podrían al menos haber corrido y escapado. Pero todos se quedaron allí. No eran conscientes de las consecuencias-de que podían haber sido arrestados y encerrados.
Algunas personas dicen que las drogas y el alcohol exterioriza nuestro amor interior. ¿Qué amor? Bajo los efectos de drogas y alcohol, la gente pierde incluso su nivel básico de conciencia. Y entonces no saben qué hacen o con quién hablan. Por un lado, abrazarán a extraños diciendo “¡Oh querido hermano!”. Y por otro, no dudarán en clavar un cuchillo a alguien. ¿Es eso amor? Esto es lo que vemos y oímos a nuestro alrededor. Amma sólo lo menciona-eso es todo.
Cuando perdemos la conciencia, lo perdemos todo. Por tanto, debemos mantener la conciencia alerta y permanecer despiertos todo el tiempo, en toda circunstancia. Nuestro objetivo en la vida debería ser despertar a ese estado de estar despierto de forma constante. De otro modo, aunque los números del calendario vayan cambiando, no habrá cambios ni en nosotros ni en el mundo que nos rodea.
El poder de la mente humana es asombroso. Si nuestros pensamientos y sentimientos son buenos, entonces el mundo a nuestro alrededor también será bueno. En gran medida, si lo intentamos, nuestra mente puede ver lo bueno en todo. Puede encontrar gozo y belleza en todo. Del mismo modo, si lo intentamos, podemos hacer que el próximo año sea bello y significativo.
Cuando hablamos acerca del poder de la mente, debemos también considerar los propósitos de Año Nuevo. Año Nuevo es momento de evaluar los fracasos y éxitos del año anterior y de fijar propósitos firmes acerca de cómo debemos avanzar. Cuando establecemos un propósito de Año Nuevo, debemos tener algo en mente: debe ser realista. Por ejemplo, si un alcohólico se compromete a no tocar una gota de alcohol en este nuevo año-como suele ocurrir-las posibilidades de mantener su compromiso son menores. Así que es importante fijarse objetivos más modestos. Cuando tenemos éxito en esos, entonces podemos fijar objetivos mayores. Los pequeños fracasos en el camino no deberían acabar con nuestro propósito. Si hay esfuerzo por nuestra parte, la gracia de Dios fluirá hacia nosotros...
Entramos el nuevo año con un capital muy valioso. ¿Qué es este capital? Es el tiempo-el momento presente-que está en nuestra mano. Es la suma total de los momentos presentes que poseemos la que decide la dirección y el progreso del nuevo año. El dinero de la cuenta del año pasado se transfiere a la cuenta de este año. Pero eso nunca sucede con el tiempo. El tiempo que pasa es tiempo perdido; nunca se puede recuperar. ¿Puede alguien de 40 años volver a ser un niño? ¿Puede volver a su juventud? El tiempo perdido no puede ser recuperado. Incluso si, en un negocio, perdemos dinero al principio, podemos recuperarlo luego. Pero el tiempo perdido no puede ser recuperado nunca. Se ha ido para siempre. Tampoco podemos tomar prestado tiempo del futuro. Por tanto, hemos de estar atentos a usar nuestro tiempo de manera efectiva. Debemos utilizar el momento presente adecuadamente.
El pasado año puede habernos dado muchas buenas experiencias y malas experiencias. Sin embargo, no debemos quedarnos atrapados en ellas. Trata de recordar únicamente las experiencias que son útiles. Limpia tu mente de toda la podredumbre adherida del pasado año. Entonces, decora tu mente cada día con pensamientos y valores de virtud. Pensamientos positivos, paciencia, compasión, amabilidad, etc, son cualidades divinas.
En algunos lugares, hay una tradición en Año Nuevo que consiste en quemar la esfinge del “Anciano Triste”. Quemar esta esfinge significa quemar toda la infelicidad del año anterior, y dar un nuevo paso hacia el año entrante con energía renovada.
Cuando envejecemos, nos convertimos como en un rey que ha perdido su corona. Si le pedimos a nuestros ojos que lean, dicen, “¡No, no lo haremos!” Si le pedimos a nuestra nariz que tome aliento profundamente, nuestra nariz dice, “¡No, no lo haré!” Si le pedimos a nuestra lengua que hable, nuestra lengua dice, “¡No, no lo haré!” Si le pedimos a nuestras manos que cojan algo, dicen, “¡No, no lo haremos!” Si le pedimos a nuestras piernas que corran, dicen “¡No, no lo haremos!” Así, somos como un rey que ha perdido su corona; los súbditos del reino han dejado de obedecernos. Le dicen a nuestra mente que se calle y los deje en paz. Tenemos que energetizar esa vieja mente y rejuvenecerla, hacerla entrar en el nuevo año con vigor renovado. Este es el principio que hay detrás de quemar la esfinge del Anciano Triste.
Que cada uno de nosotros seamos capaces de realizar un mejor año nuevo pleno de más felicidad, prosperidad, paz y justicia, que el año anterior. Que 2022 sea el año auspicioso en el que la humanidad alcanza nuevos horizontes y escala cimas más altas. Que la gracia nos bendiga para poder trabajar hacia este objetivo y salir victoriosos.
Cuando Amma dice esto, Amma sabe que una nueva llama se encenderá dentro del corazón de mis hijos. Pero, por otra parte, la oscuridad parece que se va extendiendo; no se ha eliminado por completo. Nuevas variantes y enfermedades aparecen. Si la gente pierde sus trabajos o inversiones empresariales, volverán a entrar en shock. Si crecemos cansados, no seremos capaces de avanzar. Hasta ahora hemos sabido cómo salir adelante. Del mismo modo, las cosas saldrán adelante. Podremos superar también este obstáculo. Hijos míos, tened fe en esto y permaneced valientes. Y trabahad duro para lograr este objetivo. Como Amma siempre dice, como todas las otras decisiones, la felicidad es también una decisión. Toma una decisión firme de que “Venga lo que venga, seré feliz. Venga lo que venga, seré valiente.”
Tanto si reímos o lloramos, los días pasarán. Si lloramos, solo perderemos. Nos haremos más débiles, perderemos la salud, y perderemos el sueño. Entonces, mucha gente convierte sus vidas en una gran pérdida.
No podemos salir a través de una puerta cerrada. Si ponemos el esfuerzo, seguro que una puerta se abrirá ante nosotros. Por tanto, hijos míos, no lloréis ante la puerta cerrada. Si lo intentamos, antes o después, una puerta se abrirá y seremos capaces de salir. Nosotros mismos somos la luz y la oscuridad de nuestro propio camino. Hijos míos, no perdáis vuestra fuerza mental. Esta es nuestra verdadera riqueza. Si perdemos eso, todo estará perdido. Mantente firme en tu confianza en ti mismo.
Para que un coche arranque, su batería ha de estar cargada. De otro modo, aunque el depósito de gasolina estuviese lleno, el coche no arrancaría. Del mismo modo, aunque tengamos la fuerza de Dios en nosotros, solo podemos movernos si nuestra batería de confianza en nosotros mismos está cargada. Si perdemos esto, seremos incapaces de despertar nuestros talentos. Así que aférrate a la confianza en tí mismo.
Amma envía sus deseos de Año Nuevo a todos y cada uno de vosotros. ¡Que la gracia bendiga a todos mis hijos! ¡Envío abrazos y besos amorosos de Amma a todos mis hijos!