“Antes de participar en una comida, deberíamos dedicar un momento a agradecer el alimento que nutre nuestro cuerpo. Detrás de cualquier comida, hay una multitud de gente y de elementos naturales que han contribuido a esta creación. El sol aporta la energía para el crecimiento, las nubes traen la lluvia, las abejas polinizan las plantas, los agricultores trabajan para cultivar y cosechar los frutos. Luego está el transporte y venta de los alimentos que consumimos. Cada uno de estos elementos es una expresión de Brahman, la realidad principal.
En el mundo de hoy, mucha gente se siente autorizada a utilizar sus recursos, dinero o posesiones, del modo que los plazca, incluso si el resultado es de pérdida. Reivindican, “se debe a mi esfuerzo”, “es mi dinero”, etc., y adoptan una actitud de “puedo hacer lo que quiera, ¿quién eres tú para cuestionarme?”. No obstante, Amma nos anima a reflexionar sobre el origen de estos recursos y en el poder que nos permite trabajar y ganar. Admitiendo que finalmente todo procede de una fuente divina que fomenta la humildad y la gratitud.
Para ilustrar este punto, Amma compartió la anécdota de un hijo que hizo un regalo muy caro a su padre por su cumpleaños, que pagó con la tarjeta de crédito paterna. Esta historia sirve de recordatorio de que lo que poseemos, realmente no nos pertenece; todo lo que tenemos pertenece a Brahman.
Cuando expresamos gratitud, reconocemos que estos elementos no están separados de Brahman, la realidad suprema. Este reconocimiento nos permite sentir la experiencia de Brahmabhava, un estado supremo de ser, que expande nuestra conciencia espiritual.
Cuando recitamos Brahmarpanam, no solo expresamos gratitud por nuestra comida también rezamos por la salud y felicidad de todos los seres. Esta práctica nos incentiva a abrazar un estilo de vida altruista que transforma nuestras vidas en Yagna, una actitud continua de servicio al mundo.
Para practicar este ritual, debemos recitar el siguiente verso de la Bhagavad Gita antes de comer:
ब्रह्मार्पणं ब्रह्म हविर्ब्रह्माग्नौ ब्रह्मणा हुतम् ।
ब्रह्मैव तेन गन्तव्यं ब्रह्मकर्मसमाधिना ॥ ४-२४॥
brahma-arpaṇaṁ brahma haviḥ brahma-agnau brahmaṇā hutam
brahma ēva tēna gantavyam brahma-karma-samādhinā. (Gita 04-24)
Que significa: “El cazo es Brahman, la ofrenda es Brahman, la ofrenda es servida por Brahman en el fuego de Brahman. Brahman solo puede ser alcanzado por quien realiza una profunda contemplación de Brahman, con el que es conocido y logrado. Él ve Brahman en todo”.
Sri Krishna utiliza el ejemplo de Homa y los elementos usados, el cazo, el ghee, el fuego, los sacerdotes, los recitados y ofrendas, como una alegoría que explica la verdad suprema de que todo es Brahman.
Antes de recitar el Mantra, vierte varias cucharadas de agua en la palma de tu mano derecha, manteniéndola sobre el plato de comida. Tras finalizar el recitado del Mantra, haz tres círculos con la palma en la dirección del reloj. Entonces bebe un poco de agua de la palma. Esparce el resto del agua sobre la comida para santificarla.”
Amma también recordó a los ashramitas el valor de la paciencia en el crecimiento espiritual. Dijo: “También en el cielo se hace cola. Hay que tener paciencia. La paciencia es la primera cualidad necesaria para el desarrollo. Y el mejor momento para probarla es cuando nos sentamos a comer.
Recitar Brahmarpanam antes de comer es una poderosa práctica para cultivar la gratitud, el conocimiento espiritual y la paciencia. Mediante el reconocimiento de la interconexión entre todos los seres y elementos, podemos elevar nuestra conciencia y abrazar una vida dedicada a servir al mundo. Como Amma nos recuerda, la paciencia y la gratitud son aspectos esenciales de nuestro crecimiento espiritual.”