De hecho, era un día también especial para Amma. Dos meses antes en India, Amma había expresado el deseo de regalar a cada niño un nuevo equipo de ropa y éste era el día. Cuando Amma se sentó con sus hijos africanos, lo primero que hizo fue dar el regalo de equipo de ropa y zapatos y también caramelos a cada niño.

Amma acercó su silla a los niños cuando empezaron a cantar bhajans. Empezaron con Ganesha Sharanam, que habían aprendido durante tres días de campamento vacacional. Entonces Amma pidió a los niños que bailaran. Cantaron Kali Durge Namoh Namah y todos se unieron a la danza. Fue muy bonito. Amma cantó y aplaudió mientras cantaban todos, estaba feliz. Fue un hermoso momento como si Amma siempre hubiera estado ahí.

Cuando acabó la danza, Amma preguntó a los niños por lo primero que hacen por la mañana. Los niños dijeron que lo primero que hacen es rezar. Amma los pidió que reciten la oración  Lokah Samastah Sukino Bhavantú durante cinco minutos todos los días, imaginando que la paz y felicidad descienden sobre todos los seres del mundo en todo el planeta.

También preguntó Amma a los niños por sus sueños y ambiciones. Las respuestas fueron variadas. Unos querían ser pilotos, otros abogados, otros cantantes. Algunos respondieron que ¡querían ser como Amma!

Amma visitó la casa de los niños, inspeccionando las aulas de clase y el huerto de permacultura.  También dio instrucciones para mejorar la instalación.

La preciosa memoria de la visita de Amma permanecerá en los corazones de los niños del hogar Amrita Watoto Boma largo tiempo.