Igual que los programas de Amma se organizan con el esfuerzo cooperativo de muchas personas, debemos ver la unidad a nuestro alrededor. Necesitamos cultivar la habilidad de percibir la unidad en nuestro entorno.

Si observamos la naturaleza, vemos que trabaja en unidad a pesar de la cantidad inmensa de diversidad. Hay un hilo que une todo en este universo. Creemos que el creador y la creación no son dos, el creador en sí mismo se ha convertido en la creación que nosotros respetamos en cada cosa y en todas las cosas. Cuando disfrutamos de la creación necesitamos recordar al creador, igual que cuando disfrutamos de un dulce delicioso queremos saber quién le ha producido.

Hablando de la necesidad de un conocimiento correcto en nuestra acción, Amma narró una anécdota: “Hubo una vez cuatro hombres que trabajaban plantando un jardín. El primero cavaba los surcos, el segundo ponía las semillas, el tercero las cubría con tierra y el cuarto las regaba. Pasaron unas semanas y las plantas no brotaban. Alguien que los había observado trabajando en el jardín preguntó porqué no había plantas. El cuarto hombre dijo que él había regado la tierra, el tercero que él había cubierto las semillas, el primero dijo que él había cavado los hoyos. Todo dijeron que la culpa era del segundo hombre que no había plantado las semillas.  

Así, necesitamos del conocimiento antes de actuar para que los frutos de nuestro esfuerzo maduren, de lo contrario nuestras acciones serán en vano. El conocimiento es esencial para cualquier acción. Sin conocimiento es como verter leche en un recipiente sucio; echará a perder todo nuestro trabajo.”  

Porqué veneramos la Naturaleza.

“Tenemos que enseñar a los niños desde muy pequeños a respetar la naturaleza. El amor hacia la naturaleza, el respeto, convierte nuestras acciones en adoración.

 “Amma viaja a Norteamérica todos los años. Cuando Amma estaba en Canadá para su programa anual, notó que había una catarata artificial en el hotel en que se realizaba el programa. En el estanque bajo la catarata Amma vio muchas monedas y preguntó por su causa. Resultó que varios indios de Tamil Nadu habían estado en el hotel. Los indios  adoran a los ríos como Devi, es su samskara, por lo que ofrecieron monedas a la catarata como lo habrían hecho a un río. Todo es divino en la naturaleza y así le ofrecemos algo como símbolo de nuestra gratitud.

Cuando Amma era una niña solía ir al río y su madre la instruía para que no orinara en el agua. No debía hacer eso porque el río era Devi. Algunas veces el agua estaba muy fría y Amma sentía la urgencia de orinar pero ella se retenía con el pensamiento de las palabras de su madre. Este era el resultado de su samskara.

Estas prácticas, tales como no orinar en el agua, no son por el beneficio del río, sino por el nuestro. Nosotros somos quienes volvemos al río día tras día para bañarnos y beber agua. Nuestro control conserva la pureza del agua para nuestro propio uso y beneficio. Este tipo de actitud conduce a la pureza, interna y externa. No basta con la gratitud hacia seres humanos, también necesitamos tener gratitud hacia los objetos no sensibles.

El sastre antes de usar la aguja se inclina ante ella, porque sin este instrumento no podría ejercer su profesión. Del mismo modo el escritor se inclina ante la pluma antes de escribir, porque sin la pluma no podría escribir ni una palabra. Cuando tenemos la actitud de inclinarnos nos hacemos receptivos a la gracia de Dios. Este es el propósito de la Ayudha puja. Es una veneración de todos los instrumentos que usamos en nuestra vida cotidiana. Esa samskara forma parte de la vida en India.”

Acción, Actitud, Adoración

“Cuando tenemos la actitud correcta, toda acción es una adoración.” Citando un ejemplo de los Puranas, Amma transmitió la historia de Daksha, quien egoístamente realizó un yagna  que fue causa de una terrible guerra. Tambien citó cómo Arjuna luchó en la guerra y su actitud de entrega al Señor Krishna transformó su lucha en un yagna.

Amma concluyó diciendo: “La entrega crea una senda que nos conduce a nuestro propio ser. Tenemos la fuente del poder infinito dentro de nosotros pero para conectar con ella tenemos que entregarnos.”

La gente estaba silenciosa cuando Amma terminó, sintiéndose humilde tras sus palabras.

Entonces Amma empezó una ronda de bhajans acompañada por el sonido atronador de la lluvia y el chasquido de los relámpagos. Fue un suceso para recordar, llenos de la actitud contemplativa de devoción y pasión ante el asalto de la naturaleza.