Aceptación y Desapego

Amma habló de aceptación y desapego. “El que está realizado también tiene una actitud de aceptación. Conoce la naturaleza del mundo, como un barco flotando en el océano, el barco está en el agua pero el agua no está en el barco. Viven en el mundo sin que el mundo de un sorbo en ellos. Incluso si ellos actuan en el mundo, el mundo no los ata, son libres.

Cuerpo y mente

Después de explicar el estado de realización, Amma empezó a hablar de la distinción entre cuerpo y mente: “Para mantener el cuerpo que necesitas tienes que comer, como otros, pero la mente de un maestro realizado es diferente. En lo que concierne a la comida, los mahatmas pueden vivir como una pitón,  comiendo una o dos veces por semana.  La comida es necesaria para el cuerpo, pero la materia de su dieta no tiene importancia. La mente es lo importante a considerar. Como un maletero y un científico, uno usa la cabeza para transportar equipaje, el otro la usa para descubrir nuevas verdades naturales. Del mismo modo, alguien que está realizado, a pesar de tener la misma anatomía que otros, usa su mente de forma diferente.”

La mente espiritual y la mente mundana

Amma prosiguió con algunos ejemplos para explicar la diferencia entre la mente del buscador espiritual y la mente del hombre común. “El hombre común es como una bombilla de 10 o 20 voltios, pero el buscador espiritual es como un transformador. Cuando la mente se dispersa pierde su poder. Así como un río tiene muchos pequeños afluentes, si los desvías a todos en uno es cuando reune la fuerza para generar energía. Como una lente enfocada al sol tiene el poder de quemar. La diferencia entre el hombre común y el buscador espiritual es el grado de focalización en su mente.

Así, si consideramos varias muestras de agua a diferentes temperaturas podemos entender que el agua hirviendo está libre de gérmenes mientras que agua a más bajas temperaturas puede contener  varias y numerosas impurezas. Del mismo modo que hay agua salada, agua dulce y agua filtrada. Todas ellas son ejemplos de agua, es su calidad lo que las hace diferentes.

Maximizar la presencia de un Mahatma

Amma habló de cómo podemos obtener el máximo de la presencia de un Mahatma: “Disfrutemos de la presencia de un Mahatma desarrollando una actitud de paciencia. El tacto, pensamiento y mirada de un Mahatma tienen la capacidad de beneficiar al mundo entero, como la gallina que incuba sus huevos solo con el tacto o el pez que incuba el huevo solo con su mirada vigilante o la tortuga  que incuba poniendo los huevos bajo la arena y mantiene el lugar en su mente. El Mahatma es así, beneficia al mundo con su tacto, mirada y pensamiento.  Hagamos feliz a un mahatma con nuestras acciones y actitud altruista y humilde.”

Amma explicó los beneficios de la presencia de un mahatma. “Los mahatmas son como un río. Fluyen sin esfuerzo y sin cesar. Si cavas un hoyo en la orilla el agua del río fuirá en él. Con su humildad, los mahatmas fluyen hacia nosotros y nos llenan de su gracia. Para gozar de la presencia de un mahatma debemos abrir el corazón, solo así podremos disfrutar de la presencia de un mahatma.”

Las acciones y cuerpo de un Mahatma

Más tarde ella habló de la relación entre un mahatma y su cuerpo físico. “Para el mahatma todo es Brahman. Como la flor que se marchita, el cuerpo inevitablemente desencarnará un día. El mahatma no tiene apego al cuerpo. De hecho, no hay nada que perder, nada que descartar. Es como el sol, que aunque vemos su salida y su puesta nunca sale ni se pone, siempre está brillando. El Atman es así, no cambia. Como las limaduras de hierro moviéndose en presencia de un imán, el Atman es el imán, no se mueve, aunque el cuerpo del mahatma se mueva. Todas las acciones de un mahatma son en beneficio del mundo.”

El mahatma es como un cacahuete o un coco seco, no están apegados a la cáscara, que simboliza el cuerpo del mahatma. En cualquier momento pueden separarse del cuerpo como una serpiente se separa de su piel, pero mantienen el cuerpo en beneficio del mundo. Todas sus acciones proceden únicamente del Dharma.

Actualmente la gente se divierte argumentando acerca de la filosofía del Vedanta pero no desean vivirla.” – concluyó Amma.

Los devotos estaban sobrecogidos por el sátsang de Amma, que era un raro destello en el trabajo interior de su propio Ser.  

El sol se ponía sobre la sala y los bhajans de la tarde iban a comenzar pronto. Con la mente en calma y meditativa todos contemplaban las palabras de Amma. El simple pensamiento del profundo estado de desapego y generosidad del mahatma era suficiente para llenar a cada persona con reverencia y esperanza. Era claro para todos que tales seres autorrealizados no solo son una bendición para toda la humanidad, sino también un profundo catalizador de cambio para aquellos que comparten el éxtasis de su compañía.