Para estimular a sus hijos, Amma compartió una anécdota. Amma dijo: “La vida mundana es como escalar una alta montaña. Cuando los montañeros escalan una montaña ajustan una cuerda salvavidas a su cintura que también se amarra a la montaña. Si resbalan, la cuerda impide su caída. De modo parecido, si amarramos nuestra mente con la cuerda salvavidas de la devoción a Dios, no importa las dificultades que tengamos que afrontar, seremos capaces de seguir adelante en la vida sin sentir cansancio ni debilidad mental. Esto es algo que debemos recordar siempre.
Incluso cuando muchas situaciones en la vida no estén bajo nuestro control, aún podemos planificar y controlar cómo vamos a responder. Muchas veces, la respuesta es la causa de la mayoría de los problemas en la vida.
Una vez un hombre estaba desayunando con su hijo antes de ir al trabajo. Mientras comían el niño se alteró y accidentalmente golpeó la taza de café de su padre y éste cayó sobre su camisa. El hombre se enfadó y gritó a su hijo. Fue a cambiarse pero no había otra camisa planchada a juego con sus pantalones. Así que gritó a su mujer por su descuido pero ella se lo tomó mal y le gritó a él y en un momento estuvieron en una gran pelea.
Cuando el hombre volvió abajo el hijo seguía sentado frente al desayuno llorando. La esposa ya se había ido a trabajar, rabiosa. Así que el padre tuvo que preparar al hijo para ir a la escuela. Para entonces el bus escolar ya había pasado y a falta de otra opción decidió dejarle en la escuela de camino a su trabajo.
Como era tarde, condujo deprisa. Pronto la policía le paró y le multó. Así que eso aún le demoró más. Llegaron tarde a la escuela y el maestro le recriminó.
El hombre tenía que haber estado en la oficina a las 10 de la mañana en una reunión importante. Llegó a las 10.45. Algunos de los VIPs llegados para la reunión se habían impacientado y se habían ido. Su jefe, muy enfadado le recriminó.
Le dijeron que fuera inmediatamente a la sala de conferencias con todos los documentos necesarios. Para su horror se dio cuenta que con las prisas había olvidado su cartera. Su jefe, enfurecido, le despidió en el acto.
El hombre podría haber actuado de otro modo. Cuando el café se derramó en la camisa y su hijo empezó a llorar, podía haber dicho: “Está bien. De ahora en adelante ten más cuidado”. Y nada de esto habría ocurrido. Este hombre no tenía control sobre que el café se derramase, pero todo lo ocurrido después fue una ramificación de su modo de reaccionar al hecho.
Asi suceden las cosas en la vida. No tenemos control sobre un 10% de nuestras experiencias vitales, pero el 90% restante depende de nuestras reacciones al primer 10%. Así que si somos capaces de responder en lugar de reaccionar en tales situaciones, definitivamente las cosas pueden volverse a nuestro favor.
La situación actual en el mundo no está bajo nuestro control. Pero hay algo que siempre podemos mantener controlado, nuestra actitud mental. Seamos fuertes y optimistas. Para esto, tenemos que enfocarnos en lo Eterno. Debemos agarrarnos fuertemente a los pies del Paramatman. Esta fe firme enfocada al Paramatman puede llevarnos más allá de cualquier limitación. Esa fe y el enfoque son como un cohete acelerador que lleva a un satélite más allá de la órbita de gravitación de la tierra.”
Amma concluyó su mensaje diciendo que recuerda a sus hijos constantemente. Que los ve a todos en su corazón. Que envía a todos sus hijos su amor infinito, besos y fuertes abrazos. Y también que Amma reza para que la gracia haga posible que Amma pueda encontrarse de nuevo con sus hijos físicamente muy, muy pronto.”