Después de su narración, cuando Amrita Priya ha ido a recibir el darshan de Amma, le ha hecho una pregunta inesperada, ¡una prueba sorpresa en sí misma!
Amma ha relatado una escena de la epopeya: “Cuando Sita vio por primera vez a Rama, su presencia le encantó. Ella rogó, ¿por qué el arco es tan pesado? Por favor, reduce su peso.” Fue la súplica silenciosa de su corazón para que Rama fuera el indicado. Entretanto, los otros reyes presentes, que deseaban desposar a Sita y se sentían amenazados por la destreza de Rama, rogaban secretamente: “Que el arco caiga sobre sus pies y le rompa una pierna” o “Que le rompa las manos cuando intente levantarlo”. No obstante, los súbditos allí reunidos, sintieron que Rama era el candidato perfecto para Sita y rogaron para que tuviera la fuerza para levantar y tensar el arco.”
Con brillo en sus ojos, Amma preguntó a Amrita Priya: “¿Qué oración fue la correcta?”
Sin perder un suspiro, Amrita Priya respondió: “La oración de los súbditos.” De todos los rincones de la asamblea estallaron los aplausos.
La lección de Amma, apoyada por la respuesta de Amrita Priya, era clara. En la vida, cuando nos enfrentamos a retos y dilemas, no beneficia que roguemos para que la situación desaparezca, ni para que las cosas sucedan en contra de los obstáculos que percibimos. Es al revés, debemos rogar por obtener la fortaleza para afrontar y superar cualquier situación complicada.
Esta hermosa lección sobre la oración y la fuerza interior, sacada de las leyendas del Ramayana, e iluminada por la sabiduría de una niña de siete años, permanecerá sin duda con muchos de nosotros durante mucho tiempo.