Revista Matruvani (Diciembre 2017)
Diciembre 2017
4 MENSAJE DE AMMA
Milagros, mahatmas y maternidad
10 SÁTSANG
El arte de la relajación
Swami Purnamritananda Puri, India
EXPERIENCIA
21 Curada con un beso
Amibika Amma, India
26 Los saris de Amma
Bhavani R. Rao, India
30 PALABRAS DE SABIDURÍA
SANÁTANA DHARMA
31 Reflexiones sobre el Libro de Dios - 5 -
Swami Paramatmananda Puri, Estados Unidos
40 Bhávana
Swami Amritagitananda Puri, India
48 OBRA HUMANITARIA
Dos tipos de educaciones
Bhavani R. Rao, India
ALREDEDOR DE AMMA
53 Ofrenda
Smitha S. K., Estados Unidos
53 Cuentos de la India
Chidanand (Bill Woollam), Canadá
60 INFORMACIONES
64 CONTACTOS
Matruvani es la revista espiritual de Amma y se publicó por primera vez en 1984. A día de hoy, la revista sigue en activo y ha ido creciendo, se distribuye mediante suscripción en todo el mundo y se publica en 15 lenguas distintas. Se calcula que llega a unos 5 millones de lectores.
La revista está disponible mensualmente en inglés y en los idiomas indios, y trimestralmente para el resto de idiomas, incluyendo el español. Los contenidos hablan sobre historias espirituales, experiencias de devotos y seguidores de Amma, y el mensaje de Amma.
Para suscribirte a Matruvani, accede a esta página o envía un email a This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Si quieres más información sobre la revista puedes consultar su página oficial en ingles
Relaciones con los demás
Enseñanzas de Amma, compartidas por Luis
Relaciones con los demás
Me gustaría compartir con vosotros, esta tarde, un satsang que Amma da a un grupo de devotos como respuesta a las quejas de una mujer sobre su marido. En esta respuesta, Amma habla no sólo a la mujer sobre cómo mejorar su vida matrimonial, sino que nos da las pautas a todos nosotros sobre cómo mejorar nuestra vida y acercarnos a Dios, a través de las relaciones que establecemos en el día a día.
Durante el Darshan de esta mañana una devota se ha quejado ante Amma de su marido. Ha descrito con todo detalle lo poco que coopera y su falta de cariño. Ha dicho que quería dejarle porque la situación se le hacía insoportable.
Enjugándole las lágrimas, Amma le ha dicho: “Hija, es difícil evitar las situaciones problemáticas. No eres la única que tiene estos problemas. En todas partes del mundo, la gente sufre tu misma situación. Si intentas huir de ella, otra situación difícil te estará aguardando; no importa dónde vayas o qué elijas hacer con tu vida, los problemas surgirán. Podría ser peor, lo sabes. Nunca estarás en paz ni serás feliz si no tienes paciencia y humildad. La vida en familia se hará insoportable mientras sus miembros carezcan de estas virtudes. Hoy en día es muy difícil encontrar una familia en la que tanto el esposo como la esposa sean pacientes; pero uno de ellos, o él o ella, deberían ejercer la paciencia. En la mayoría de los casos, ambos son “pacientes sin paciencia”, pero a menos que haya un equilibrio, a menos que haya un poco de paciencia por ambos lados, será imposible alcanzar una vida familiar armoniosa.
Los seres humanos tienden a huir de las situaciones difíciles. Creéis que ello os salvará o que os ayudará a deshaceros de vuestro dolor. Es posible que paséis a otra situación que esperáis sea más cómoda. Al principio, puede que os sintáis de maravilla y en paz, después de haber hecho el cambio. No os dais cuenta de que, simplemente, estáis corriendo hacia otro problema. Si vais a vivir con vuestros padres, parientes o amigos, nada más llegar se os recibirá con cariño. Ellos mostrarán simpatía y amor por vosotros en todo lo que digan y hagan. Os abrazarán y llorarán; intercambiaréis promesas y os humedeceréis los hombros de lágrimas. Pero después de unos días, o en una semana, dos como mucho, la situación cambiará. Esto ocurrirá porque cuando huisteis de la situación anterior no abandonasteis el ego, éste os siguió. Lo llevasteis con vosotros y, con él, toda vuestra impaciencia y falta de humildad. Así que, tras una breve estancia en el nuevo lugar, se empieza a manifestar la negatividad. Empezáis a sacar faltas de alguien de la familia o a la situación en la que os halláis. Perdéis la paciencia con vuestro padre o madre, con un hermano o hermana, con un amigo, y ellos reaccionan, porque también ellos tienen sus propios vasanas. No soportan vuestra impaciencia y desobediencia. Pronto os daréis cuenta de que habéis ido de un problema a otro. Y de que es posible que la nueva situación sea incluso peor que la que abandonasteis. Cuando estabais junto a vuestro esposo, por lo menos éste no os echaba de casa. Tras una discusión, solía arrepentirse y llegaba la reconciliación. Pero ahora, es posible que vuestros parientes o amigos os pidan que os vayáis. Y lo único que habéis ganado con todo esto es más resentimiento, más frustración y más sentimientos negativos.
Hija, tanto si vives en familia como sola, no alcanzarás ni felicidad ni éxito sin la capacidad mental de adaptarte a cualquier situación. Este es uno de los principios más básicos de la vida. Es posible que pienses que para ser feliz tienes que vivir sola, pero incluso entonces, tendrás problemas. Mientras seas presa de los prejuicios y las ideas preconcebidas, no te liberarás de las dificultades de la vida.
Sin embargo, deshacerse del ego no es tarea fácil. Hija, crees que tu marido no coopera y que no te ama, pero debe haber habido épocas en las que él se mostraba cariñoso y ayudaba en casa. Amma no puede creer que sea tan malo. Si es como tú dices, debe de ser un monstruo. "
Amma se detuvo un instante y contempló la cara de la mujer. Esta respondió: “No por supuesto que no lo es. A veces es muy dulce y cariñoso”.
Con una sonrisa, Amma volvió a preguntar a la mujer: “¿Cómo te sentías cuando él se mostraba tierno y cariñoso?” La mujer se ruborizó y contestó: “Me sentía cómoda y feliz. También yo era cariñosa con él”. “¿Y cuando se mostraba insensible y difícil?”, quiso saber Amma. “Me enfadaba y distanciaba”, respondió la mujer.
Con una sonrisa traviesa, Amma prosiguió: “Hija, esas reacciones y sentimientos son normales. Por naturaleza, los seres humanos tienen estos sentimientos los unos a los otros. Sin embargo, deberías intentar respetar y admirar las buenas cualidades de tu esposo. Cuando él no se muestra cariñoso ni coopera, tú reaccionas, ¿no es cierto? ¿Y no ha habido veces en las que tú empezaste la pelea?” La mujer bajó la cabeza. No tenía nada que decir.
Amma continuó: “Así pues, tú reaccionas ante él. No te preocupes, no pasa nada. Pero en esos momentos, en lugar de reaccionar, procura escuchar con paciencia, procura mantener la calma. Más tarde, cuando él esté de buen humor, cuando tengas una oportunidad, puedes hablarle con mucho amor. Entonces, él escuchará y comprenderá porque su mente estará en calma. No le lances tus ideas cuando está enfadado pues no te escuchará. Aprende a quedarte callada en esas ocasiones; no escuches a tu ego. Cuando él se haya ido de casa, siéntate en la sala de meditación o en un lugar tranquilo donde puedas meditar y pensar profundamente.
Mientras estés allí, recuerda todo el incidente. Trata de recordar cómo empezó la pelea. Si comenzó cuando le insististe en que hiciera algo y él se negó, deberías intentar recordar alguna vez en la que te compró algo o te hizo un favor en cuanto se lo pediste. Recuerda lo agradable que estaba entonces. Piensa en otra ocasión en la que fue paciente y compasivo cuando tú te mostraste impaciente y ruda. Recuerda las noches que pasó en vela a tu lado cuando te hospitalizaron. Intenta valorar el amoroso cuidado y las palabras de consuelo que tanto te ayudaron en aquéllos momentos. Tenía que trabajar todo el día y, aun así, se tomó tiempo y molestias para que te sintieras feliz y cómoda. Piensa en unas cuantas ocasiones en la que intentó hacer las paces después de que discutierais por una tontería. Así mismo, recuerda lo enfadada e impaciente que te mostraste durante todo el incidente y qué desagradable fuiste al dirigirte a él.
Si tienes en cuenta estos recuerdos, sin duda, te sentirás mejor. Esos momentos de soledad te permitirán ver el incidente con mayor claridad y comprensión. Es posible que sientas remordimientos por tu dureza e impaciencia. Para cuando tu esposo regrese a casa por la tarde, estarás preparada para mirarle a la cara y recibirle con una gran sonrisa. Primero, le ofreces una buena taza de café y, mientras lo bebe, le pides perdón por cómo te comportaste a la mañana. Después, le preguntas si se le ha pasado el dolor de cabeza que tenía. Suponte que dice: “No, todavía me dura”. Entonces, coges un poco de bálsamo y se lo frotas por la frente y, a continuación, le preguntas, con mucho amor, cómo le ha ido en la oficina. Intenta consolarle si su jefe fue duro con él.
Tu esposo te mirará anonadado: “¿Es esta la misma mujer con la que me he peleado a la mañana?”. Incluso se derretirá el resentimiento o la rabia que pudo haber sentido. Su actitud cambiará. Lleno de remordimiento, pedirá perdón por su conducta. Y ahí tendrás la oportunidad de explicarle todo lo que quieras. Puedes decirle cualquier cosa, que él te escuchará con interés. Entonces, te dirá lo que quiera decir y tú le escucharás con mucha atención. Así, lo que comenzó como una pelea se transformará en un gran acontecimiento, Se convertirá en una oportunidad para reconciliarse y compartir. Os sentiréis llenos de mutuo amor, felices y relajados.
La vida de casados no es ninguna broma. Es algo que debería tomarse muy en serio. Las relaciones pueden llegar a ser un camino hacia Dios, hacia la libertad y paz eternas, siempre que tengáis la actitud adecuada. No penséis en separaros en seguida cada vez que os sintáis incómodos. Luchad por adaptaros. Tened paciencia, no una ni dos, sino muchas veces.
Los seres humanos son muy impacientes, pero Dios es inmensamente paciente y cuidadoso con su creación. La impaciencia destruye. Pensad en la advertencia que veis en la señal de tráfico: “La velocidad mata”. La velocidad es impaciencia. Los seres humanos son impacientes, siempre tienen prisa. A veces, es necesario darse prisa; pero la mayoría de las veces mata. Cuando deis un medicamento a alguien que está enfermo, no os apresuréis. Aunque la medicina deba administrarse en seguida, aunque se trate de una emergencia, no os apresuréis. Si lo hacéis, en ese estado de agitación, puede que vuestras manos tiemblen al poner el agua en la boca del enfermo para que trague las pastillas. Os podéis equivocar y meterle el agua en la nariz, lo cual creará problemas. Con la prisa, le podéis dar al paciente demasiada medicina o incluso la que no era. Tened paciencia. La verdadera es amor. Cuando amáis, no podéis apresuraros. Debéis tener paciencia.
Mirad cuánto cuidado y paciencia derrama Dios sobre su creación. Puede que una diminuta flor no dure más que un día. Pero, aun así, Dios es cuidadoso y paciente con ella, proporcionándole el agua y calor que necesita para florecer. Para que un huevo se abra o nazca un niño, se necesita mucha paciencia y cuidado. Hacen falta nueve largos meses de nutrición antes de que nazca el niño. Dios no tiene ninguna prisa.
Pensad en el sufrimiento que vuestra madre soportó cuando estuvisteis en su vientre durante nueve largos meses. Ella cargó con vosotros sin quejarse y, llena de felicidad, aguantó la incomodidad y el dolor. Ella fue capaz de hacerlo porque sabía que el dolor desaparecería en cuanto os viera, en cuanto viera la hermosa cara de su bebé. Hija, deberías soportar el dolor con paciencia pensando en la vida tan armoniosa y pacífica que tendrás si lo haces. No importa quien tenga la culpa. A veces, será tu marido y, otras veces, serás tú. Pero, sea quien sea el responsable, intenta hacer lo que Amma te ha dicho, y a ver qué ocurre.
Practicad el perdón. Si todavía tenéis dificultades en una relación, aun a pesar de haberos esforzado mucho, considerad que es vuestro destino, vuestro karma. Llegados a este punto, lo soportaréis, aceptando que las dificultades son vuestro Prarabdha karma. Si la situación se os hace insoportable, tal vez podáis pensar en la separación o el divorcio. Pero, antes de llegar ahí, desempeñad bien vuestro papel. Esforzaos para ver, al menos, si la relación puede funcionar o no. Si permitís que se rompa cometeréis un error imperdonable. Es un pecado y tendréis que pagar por ello”.
Amma miró a la mujer llena de compasión. Estaba llorando de nuevo, pero, esta vez, eran lágrimas de arrepentimiento. Se había dado cuenta de su error. Con las lágrimas, pidió a Amma que la perdonara por sus faltas. El remordimiento que sentía se reflejaba en su voz: “Ahora comprendo que yo también tengo culpa y no sólo por hoy, sino siempre. Yo también soy responsable de nuestros conflictos. Yo soy la que los desencadenó. Si me hubiera quedado en silencio y actuado como Amma me ha aconsejado, esto no habría ocurrido. Amma me ha abierto los ojos. De hoy en adelante, intentaré hacer todo lo que pueda para controlarme y callarme en esas ocasiones. Actuaré tal y como Amma me ha indicado.”
“Hija”, dijo Amma, “ante una situación parecida, si puedes pararte un momento y tener paciencia, tus problemas se resolverán con facilidad. Pero reaccionamos por costumbre. Cuando nos sale la rabia, no nos detenemos para ver con claridad; no sabemos esperar. En medio de una situación desagradable, ¿puedes observar lo que está ocurriendo? ¿Eres capaz de dejar de pensar que alguien te está insultando y maltratando? ¿Puedes olvidarte de que te está tratando injustamente y dejar partir el deseo de hacer algo al respecto? No abuses. No reacciones. Intenta darte cuenta de que el verdadero problema no es lo que está ocurriendo sino cómo estás reaccionando. Cuando veas que vas a reaccionar mal, detente. Deja de hablar. Dile a tu mente: “No, no digas nada ahora. Ya tendrás una oportunidad para presentar el asunto de forma más efectiva. Pero, ahora, cállate.”
Durante esta pausa, trata de pensar en algo positivo, algo que eleve, algo dulce, algo inolvidable para ti. Intenta recordar un acontecimiento agradable. Centra toda tu energía y pensamientos en ello. Si logras hacerlo, no te molestarán ni enfadarán las ridículas palabras ni la insoportable cara de la otra persona.
Si puedes, intenta que esta pausa dure cada vez más. Siempre que te sientas un poco enfadada o disgustada, experimenta. Para empezar, escoge alguna tontería a la que estés acostumbrada a reaccionar. Por ejemplo, digamos, que tu marido suele golpear la mesa con los dedos cuando está absorto en sus pensamientos y a ti se te hace insoportable. En vez de decir algo, imagina que son gotas de lluvia cayendo sobre el tejado. Entonces, recuerda alguna vez en la que tú y tu marido os visteis atrapados en la lluvia y juntos corristeis a refugiaros bajo una marquesina. En lugar de enfadarte o disgustarte, deja que tu imaginación y tus recuerdos te lleven a un estado positivo, incluso cariñoso.
A su debido tiempo, cuando hayas aprendido a superar estas situaciones que te provocan, podrás, poco a poco comenzar a poner a prueba tu experimento en situaciones más serias y molestas. A medida que practiques, verás que estás cambiando y ya no reaccionarás. Sólo responderás. Experimentarás mucha más paz y alegría en tu matrimonio y en tu vida familiar en general. Tu cambio de actitud y la paciencia que muestres también creará un cambio positivo en los demás.
Cuando tu marido vea que ya no reaccionas, cuando se dé cuenta de que ya no aceptas sus insultos y su furia, de que ya no te afectan, se sentirá avergonzado. ¿Qué ocurre cuando un soldado descubre que sus armas ya no son efectivas ni poderosas? Las tira. De igual manera, cuando tu esposo vea que sus armas, las palabras que profiere contra ti, ya no te hieren, las abandonará y se callará. Además, le tratarás con más afecto y cuidado. Este es un gran regalo. Tus sonrisas y atenciones amorosas, tus cuidados y palabras de consuelo actuarán como un bálsamo para él y le aliviarán. Olvidará todo: su rabia, sus fallos y cualquier resentimiento que haya abrigado. Cuando después de haber trabajado duro todo el día y de que el jefe le haya regañado, vuelva a casa con la cabeza llena de problemas, entrégale ese regalo (a él o a ella, no importa si es el esposo o la esposa quien muestre esta actitud), él o ella se convertirá en tu mejor amigo y admirador. En la relación se desarrollará un gran amor y preocupación. Por lo tanto, hija, antes de enfadarte, haz una pausa, espera y sé paciente.
Amma os va a contar una historia. En una ocasión, un profesor había sido invitado a dar un discurso. Él no había preparado bien el discurso y, por lo tanto, su disertación no fue muy buena. Unos día más tarde, recibió una carta de alguien que le había escuchado. La carta decía lo siguiente: “Estimado señor, si no es usted muy entendido en el tema, sería más juicioso no hablar antes que dar ideas falsas y crear una mala impresión en su público”. La carta la firmaba una mujer.
Después de leer la carta, el profesor se enfureció. Se sentó de inmediato ante su máquina de escribir y tecleó una respuesta feroz y agresiva a aquella crítica, seleccionando las palabras más duras. En cuanto terminó, fue a echarla, pero ya habían recogido el correo de aquel día. Así que dejó la carta y, cuando la vio sobre su mesa a la mañana siguiente, pensó: “Tal vez no he sido muy amable con esa persona. Voy a leerla de nuevo antes de echarla al correo”. La abrió, la leyó y se sorprendió al ver que había reaccionado con extrema dureza. Se dijo a sí mismo: “La verdad es que no es una carta muy amable. Definitivamente, no puedo enviarla tal y como está”. Entonces, se sentó y escribió otra que, aunque contenía expresiones e imágenes más suaves, seguía siendo abusiva.
Cuando estaba a punto de enviar la segunda carta, pensó: “Veamos, voy a releer esta carta. Tal vez el tono no sea el adecuado todavía. Si mi actitud cambió tanto en unas horas, es posible que todavía pueda cambiar. Así, después de volver a leer la carta y ver que el tono seguía siendo demasiado severo, escribió otra. Sin embargo, no acababa de sentirse satisfecho. La modificó y la volvió a escribir unas cuantas veces más, hasta que, al final, la había transformado en una carta de amor. En ella, el profesor reconocía sus errores y estaba de acuerdo con la mujer. Incluso le alabó que ella le hubiera señalado los inconvenientes. “La gente como usted es realmente útil. Le estoy muy agradecido”, escribió. “Si no está casada, me gustaría pedirle que fuera mi esposa. Esperando con ilusión una respuesta positiva, suyo afectuosamente…”
El veneno que el profesor emitió al principio, se transformó en néctar. A veces, podéis tomar una decisión errónea o juzgar a alguien de manera equivocada o actuar sin discernimiento. Pero, si sois capaces de hacer una pausa, esperar con paciencia y considerar la cuestión, no os meteréis en problemas. Esto es lo que ganáis si tenéis paciencia y consideración. Por ello, hija, ten paciencia y considera bien las cosas antes de actuar. Amma está contigo. No te preocupes.”
En ese momento, la mujer cayó en el regazo de Amma. “Amma, ¡perdóname por mis errores!”, dijo llorando. “¡Perdóname! Voy a intentar no repetirlos de nuevo. Perdóname”. Amma consoló a la mujer y le ayudó a calmarse expresándole todo su amor y compasión. Antes de que se fuera del ashram unos minutos más tarde, la mujer estaba en paz y sonreía abiertamente, una clara señal de que había soltado su dolor.
En los Lalita Sahasranama, se adora a Devi como Tapatrayagni-samtapta-samah-ladana-chandrika, que significa “La luz de luna que alegra los corazones de aquellos atormentados por el fuego de la miseria”. Se explica que esta miseria está causada por los órganos de los sentidos, tanto los internos como los externos, por el mundo objetivo del que son mediadores, y por los poderes sobrenaturales que están más allá del mundo visible. Este mantra también se puede aplicar a una Gran Alma como Amma, quien es la encarnación de Devi o de la Madre Divina. Por medio de sus compasivas y tranquilizadoras miradas, de sus profundas palabras y su toque divino o por medio de su mera presencia, Amma otorga esta bendición de sanar los corazones humanos. Únicamente un Maestro Realizado que ha alcanzado el estado de Perfección puede salvar a los seres humanos de esta triple miseria. Un ser de estas características puede, por sí mismo, dar reposo y consuelo a los afligidos por sufrimientos que provienen del nacimiento, la ancianidad y la muerte.
Me gustaría terminar el sat-sang de hoy con un bhajan en honor a la Madre Divina:
Ni soy erudito
Ni nací bajo una buena estrella.
Oh, Madre, aunque sepas esto,
No me sonrías y te alejes
Cuando fijo con intensidad mis pensamientos en Ti.
Oh, encarnación de la Compasión,
Libérame de mi ignorancia
Y concédeme la pura inteligencia.
Aun entre los placeres mundanos,
Nunca estoy feliz.
Siempre te estoy observando,
Oh Gobernanta de todos los mundos.
Dadora de la verdadera grandeza,
Enciende la lámpara de la visión equitativa
Dentro de mi más profundo Ser.
Oh Madre, El ruiseñor de mi mente
Ha volado hasta tus Pies de Loto.
Para impedir que se vaya,
Por favor, cierra tus pétalos y envuélvelo.
Oh, Tú, que eres más grande que los grandes,
Deja que me sumerja en lo más profundo
Para disfrutar de tu Néctar de Felicidad.
Oh, Quintaesencia de los cuatro Vedas,
Me postro ante ti.
Tu corriente de Amor fluye hacia mí
En forma de furia.
Tu aterradora risa
Es como una amable sonrisa para mí.
Al comprender la naturaleza irreal
De este mundo de ensoñación,
Lo he abandonado.
Nunca me separará de Ti,
Que has derramado tu nectarina Gracia sobre mí.
Amor y Compasión
Enseñanzas de Amma, compartidas por Luis
Amor y Compasión
Me gustaría compartir con todos vosotros una historia que narra uno de los devotos de Amma, durante los primeros tiempos del ashram. Es un satsang de Amma sobre el Amor y la Compasión Divinas.
Era casi mediodía, Amma estaba sentada en la cabaña del brahmachari Nealu pelando raíces de tapioca. Esta cabaña fue la primera que se construyó en el ashram y en ella vivió Amma durante casi 2 años. En aquél tiempo, parte de la cabaña se utilizaba como almacén y cocina y allí se preparaban las comidas para Amma y el primer grupo de brahmacharis.
Entrada ya la mañana, Amma regresó de casa de unos vecinos devotos con unas raíces de tapioca en las manos. Mostrándoselas a todos, Amma dijo con la inocencia de un niño: “Amma las ha arrancado con sus propias manos, ahora las guisará y cuando estén cocidas Amma se las dará a sus niños”.
Amma insistió en pelarlas y guisarlas Ella misma. Mientras pelaba y preparaba las raíces de tapioca uno de los brahmacharis preguntó: “Amma, ¿el amor y la compasión son lo mismo o son cosas distintas?”.
“Cuando el amor se convierte en Amor Divino, la compasión llena también el corazón. El Amor es el sentimiento interior y la compasión es su expresión. En la compasión se expresa el interés, de todo corazón, que sientes por alguien, por un ser humano que sufre. Así que amor y compasión son dos caras de una misma moneda; las dos coexisten.
Existen el amor y el Amor. Tú amas a tu familia, a tu padre, a tu madre, hermano, hermana, marido, esposa, etc. Pero no amas a tu vecino. Amas a tus hijos pero no amas a todos los niños. Amas a tu padre y a tu madre, pero no amas a todo el mundo como les amas a ellos. Amas a tu religión pero no a todas las religiones. Igualmente, amas a tu país pero no amas a todos los países. Por lo tanto, eso no es Amor, es sólo amor. Lograr la transformación de amor en Amor es el fin de la espiritualidad. En la plenitud del Amor florece la hermosa, la fragante flor de la compasión.
El amor con minúsculas es limitado, su mundo es un pequeño mundo que contiene sólo a unas cuantas personas y a unas cuantas cosas; es estrecho y cambiante. En ese pequeño mundo no hay grandes elevaciones; lo que aparentemente son cumbres no son, en realidad, picos muy altos; sólo se elevan un poco sobre el nivel del suelo, sólo un poco. Dentro de nada, esas pequeñas elevaciones se habrán convertido en terreno llano. En el amor hay altibajos; en su momento los “altos” desaparecerán y sólo habrá “bajos”. Este cambiante amor sólo puede transformarse en amor permanente si el sentimiento de “yo” y “mío” desaparecen.
Mientras exista el sentimiento de “yo” habrá otro de “tú”, y así el amor será siempre personal, se da entre dos personas: para amar hay que ser dos. El amor se hace impersonal sólo cuando los dos desaparecen. En este estado de Unidad hay un constante flujo de amor. A partir de este punto el Amor comienza a fluir de su auténtica fuente y en su fluir no piensa en lo que hay en el otro extremo. Nada obstruye el flujo del Amor: es como el fluir de un río que no puede hacer otra cosa más que fluir. El río no piensa en el otro extremo, en el océano, pero la unión del uno con el otro sucede naturalmente en el curso de su fluir. No hay cálculos de ningún tipo en esta unión. Igualmente, cuando el Sol brilla, brilla simplemente, no piensan en lo que sus rayos van a encontrar en el otro extremo, en la Tierra. El encuentro tiene lugar, simplemente.
De igual forma, cuando los obstáculos (el “ego”, el miedo, el sentimiento de “el otro”) desaparecen uno no puede ser más que amor. No se espera nada a cambio, no importa si se recibe o no algo a cambio; sólo se fluye. Cualquiera que vaya al río, será bañado por él, tanto si la persona está sana como si está enferma, tanto si es un hombre como si es una mujer, tanto si es rico como si es pobre. Cualquiera podrá sumergirse en él cuantas veces quiera. Al río de Amor no le importa que alguien se bañe o deje de bañarse en él. No importa si alguien critica o insulta al río de Amor, él sigue fluyendo. Cuando el constante flujo de Amor se desborda y se expresa a través de cada palabra y cada acción, lo llamamos compasión.
Compasión es la conciencia expresada a través de vuestras acciones y vuestras palabras. Compasión es el arte de no herir. La compasión no puede herir a nadie, porque compasión es conciencia manifestada. La Conciencia no puede herir a nadie, igual que el cielo no puede herir o el espacio no puede herir. La manifestación de la conciencia, la compasión, no puede herir a nadie. Aquél que tiene compasión sólo puede ser compasivo.
La compasión no ve las faltas de los otros, no ve las debilidades de la gente. No hace distinción entre gente buena y mala. La compasión no puede dibujar una línea entre dos países, dos fes o dos religiones. La compasión no tiene ego, por lo tanto no hay miedo, codicia o pasión. La compasión simplemente perdona y olvida. La compasión es como un pasillo, todo puede pasar por ella, nada permanece allí. La compasión es el amor expresado en toda su plenitud.”
Alguien preguntó: “Eso es lo que hace a un verdadero maestro espiritual, ¿no es cierto?”
“Sí”, respondió Amma, “un verdadero maestro espiritual es ambas cosas: Amor y Compasión en toda su plenitud. A veces su amor se expresa como disciplina. Normalmente se experimenta un cierto dolor cuando se está siendo disciplinado, pero la compasión del Gurú no libra de ello. Cuando se corrige o se riñe a alguien, se hiere a su ego, se machaca su individualidad; esto es lo que menos le gusta a la gente. No quieren que se les llame la atención o se les corrija aun si están equivocados, por lo que la corrección entraña dolor. Tanto si es el padre el que disciplina al hijo, la madre a la hija o el profesor al estudiante, el dolor es inevitable; el segundo se sentirá herido por el primero y en muchos casos reaccionará. En muchas ocasiones, aun sintiéndose herido no expresará su reacción. Es posible que obedezca, pero al mismo tiempo se sentirá muy disgustado interiormente. Habrá gran dolor en su interior; puede que quiera protestar pero por temor no hará nada. Es posible que esa situación se repita una y otra vez, y que sus heridos sentimientos, junto con la ira y el odio se vayan acumulando en su mente. Llegado cierto punto, toda esta acumulación de sentimientos negativos explotará. Es una lástima que esto ocurra en el proceso ordinario cuando se está intentando disciplinar a otra persona, aun cuando ello sea como consecuencia del amor. Aunque este disciplinar nazca del amor del padre o de la madre, a veces el dolor permanece allí sin curar.
Por otro lado, en la relación Maestro-discípulo, no hay sentimientos heridos en la mente del discípulo. La razón es que el discípulo acepta las correcciones y reprimendas del Maestro con una actitud positiva; se rinde completamente al Gurú; sabe que todo lo que el Gurú hace es por su bien. Pero el factor más importante es la compasión del Gurú, la cual tiene un tremendo poder curativo. Todo el dolor, el odio y otras actitudes negativas serán curadas por la compasión del Gurú. Puede que en ocasiones el discípulo se sienta herido, que se enfade con el Gurú cuando este le riñe o le corrige, pero la compasión desbordante del Gurú curará esa herida, ayudando al discípulo a ser positivo. La compasión del Gurú disculpará el enfado del discípulo, la compasión del Gurú todo lo perdona. La Suprema Compasión del Gurú envuelve al discípulo completamente y suaviza todos los sentimientos negativos.
Este efecto calmante de la compasión del Gurú ayuda al discípulo a sentirse relajado, así es capaz de recibir y absorber las correcciones del Gurú con actitud positiva. La compasión hace que el discípulo sienta que es una parte del Gurú, que él es el Gurú mismo, que el Gurú le ama inmensamente y que lo hace todo por su más alto bien. Sintiendo la compasión del Gurú y observando su renunciación y generosidad, el discípulo comprende que el Gurú no puede, en absoluto, ser egoísta. Así el discípulo no acumula ningún sentimiento negativo, aunque sienta dolor o se enfade de vez en cuando. Así el Gurú puede corregirle sin que ningún rastro de las reacciones del discípulo quede en su interior. El padre o la madre no pueden eliminar los restos de las reacciones de la mente de su hijo o hija porque ellos no tienen compasión, porque el Amor no ha florecido completamente en ellos. Son egoístas en sus palabras y en sus actos, y por ello aplican la disciplina a la fuerza en sus hijos; la mayoría de las veces imponen sus ideas a sus hijos ignorando sus sentimientos. En cambio, el Gurú no puede imponer la disciplina en sus discípulos porque él no es una persona, él no es el cuerpo, él no es el ego. Él es la conciencia.
Después de haber castigado o reprendido a un hijo por sus errores, los padres pueden llamarle y tratarlo con mucho cariño, pero el pensamiento de que le han reñido y obligado a obedecer permanece en su mente. En realidad los padres hacen lo siguiente: fuerzan a sus hijos a hacer las cosas de cierta forma en lugar de ser un ejemplo para ellos; no puede ser de otra forma, ya que son individuos limitados que actúan desde sus egos. Cuando actúan desde el ego no pueden hacer otra cosa más que tratar de imponer su voluntad en los otros, aunque lo hagan en nombre del amor. En nombre del amor imponen sus egos a sus hijos; el hijo lo siente y, aunque después lo traten con cariño y afecto, los heridos sentimientos del niño permanecen intactos. El disgusto y la ira permanecen.
En la relación Gurú-discípulo, en cambio es diferente, no hay forzamiento; la sed interna que el discípulo siente por ir más allá de las limitaciones de su ego, junto con el desinteresado Amor y Compasiva guía del Maestreo, ayuda a que su discípulo deje de almacenar ira en su interior.
Cuando uno vive en el amor, cuando todo el propio ser se transforma en Amor, uno se hace compasivo. El Amor llena el corazón y rebosa en forma de compasión. En ese estado en que la mente y los pensamientos han sido consumidos por el fuego del Supremo Amor, cuando la mente del buscador se convierte en algo semejante al espacio, lo que le hace descender es la compasión. Amor y compasión son básicamente lo mismo; son dos caras de una misma moneda”.
“La grandeza de nuestros antiguos santos es indescriptible. Sin su compasión el mundo actual sería un infierno. Es su compasión y renunciación lo que lo sostiene. Todas las acciones incorrectas llevadas a cabo por el egoísmo de la gente son compensadas por las acciones amorosas y compasivas efectuadas por seres espirituales, que son los únicos verdaderos benefactores del mundo. Su compasión supera nuestra comprensión; fluye incluso hacia aquéllos que intentan destruirlos. Amma os va a contar una historia. Una vez un rey llevó al príncipe, su único hijo, a la ermita de un gran santo. Allí le iba a ser infundido el conocimiento de los Vedas y de los textos de otras Escrituras. Ese era el tipo de educación que existía en aquellos días. Tanto si se trataba de un príncipe como de una persona corriente, los jóvenes debían pasar varios años de educación y disciplina bajo la guía de un Maestro. Durante este período de tiempo los estudiantes debían permanecer con el Maestro sin tener ningún contacto con sus padres o familia.
Cuando el rey y su hijo llegaron a la ermita, todo estaba en silencio; parecía que allí no había nadie. Mirando por los alrededores encontraron finalmente al santo sentado bajo un árbol. Estaba en profundo samadhi, totalmente absorto en el más absoluto olvido de todo lo que le rodeaba. Cuando finalmente el santo salió de su meditación, se postró inmediatamente ante el rey y le ofreció asiento.
Al rey, sin embargo, no le pareció que estuviese siendo tratado de la forma adecuada, teniendo en cuenta, sobre todo, que había tenido que andar por los alrededores en busca del santo y esperar a que saliese de la meditación. En lo más profundo sentía que había sido herida la imagen que de sí mismo se había forjado. Estaba acostumbrado a que le esperasen, no a tener que esperar a los demás, y eso era algo que no podía tolerar. Sintió como humillante que él tuviese que esperar a los otros. Después de todo, él era el rey y había que estar siempre dispuesto a servirle. Su ego estaba herido y comenzó a hervir de indignación. Lanzó al santo una fulminante mirada mientras trataba de contener la rabia que crecía en su interior.
“Su real Majestad”, dijo el santo educadamente, “¿puedo conocer el motivo de vuestra visita?” Llegado este punto, la furia del rey explotó: “¿Acaso intentas burlarte de mí? ¿Después de recibirme de esta manera me preguntas cuál es el motivo de mi visita? ¿Dónde están los residentes de este ashram? ¿Dónde está tus discípulos?”, y añadió sarcásticamente: “¿Puedo también tener su Darshan?”
El santo se excusó por no haber dado al rey un adecuado recibimiento; le explicó que desde que el ashram era una escuela de disciplina a los estudiantes se les enseñaba a seguir estrictamente la rutina de su horario de estudio, trabajo, realización de ritos y shadana. “Yo mismo me encontraba en meditación”, añadió el santo.
Con esta aclaración el rey rugió, furioso: “¿Tratas también de insultarme?” Viendo que sus palabras no hacían más que provocar la ira del rey, el santo dejó de hablar, se sentó tranquilamente y permaneció en silencio.
Furioso como estaba, el rey consiguió controlar su rabia al tiempo que recordaba el motivo de su visita. Recordó que había ido a llevar a su hijo allí para que el santo lo educase. Aunque estaba enfadado porque su ego había sido herido, el rey controló su temperamento. No deseaba que el príncipe perdiera la ocasión de recibir una educación de 1ª clase bajo la guía de un maestro que tenía la más alta reputación del país gracias a su sabiduría y conocimiento. Por eso, cambió rápidamente de talante y haciendo gala de humildad se excusó por su exabrupto emocional y rogó al gran maestro que aceptase a su hijo como discípulo.
El santo que era la encarnación de la paciencia y la misericordia, aceptó rápidamente al príncipe como sishya. Cuando se hubieron puesto de acuerdo, el rey se alejó del santo con el rostro sonriente pero con el ego vapuleado.
El príncipe era un estudiante brillante y un brillante discípulo. Su obediencia, disciplina y devoción al Gurú le llevaron a ser el favorito del santo. Transcurrieron 12 largos años durante los cuales el santo le enseñó todo lo que sabía. El príncipe se convirtió no sólo en un verdadero maestro en conocimiento de las Escrituras, sino también en el uso de todas las armas. Aunque ahora era un hermoso muchacho, el príncipe era humilde y continuaba siendo un devoto discípulo del gran santo.
Al fin, la educación del príncipe había acabado y llegó el día de abandonar a su amado y reverenciado Gurú. Con dolor en el corazón y con los ojos llenos de lágrimas el príncipe se presentó ante el Maestro y con humildad y gratitud le habló así: “Oh tú, que eres santo, mi querido Maestro, yo te pertenezco. Todo lo que tengo te pertenece, no soy nada ante tu gloria, ¿cómo podría pagarte por todo tu amor y compasión? Este humilde siervo espera tus palabras, ¿qué puedo ofrecerte como gurudakshina?”
El santo acarició cariñosamente a su querido discípulo. Lágrimas de alegría rodaban por sus mejillas mientras decía: “Deja que sea algo concreto, oh, Venerable, aun mi vida misma estoy dispuesto a dejarla a tus santos pies.” Abrazando a su querido estudiante el santo le dijo que en aquél momento no deseaba nada pero que se lo pediría llegado el momento. Con el permiso y las bendiciones del santo, el príncipe regresó al reino para vivir con sus padres, el rey y la reina.
El rencoroso rey había estado esperando el día en que su hijo regresase tras haber finalizado sus estudios. No había transcurrido ni tan solo un día desde que el príncipe había regresado, cuando el rey, cuya mente estaba distorsionada por el deseo de vengarse de la humillación que su ego había sufrido, envió a sus soldados para que prendiesen fuego a la ermita del santo. Tanto este como los eremitas fueron severamente torturados por los soldados y abandonados después en el bosque sin comida, ropa ni cobijo. Cuando los soldados le informaron de lo bien que había cumplido su encargo, el cruel y egoísta rey se sintió feliz al pensar que había dado una buena lección al santo. A los pocos días del incidente, el rey anunció que pronto se retiraría y que su hijo sería coronado. Antes de su coronación y de entrar en esa nueva etapa de su vida, el príncipe deseaba recibir el permiso y la bendición de su amado Maestro. Montando un corcel cabalgó hasta la ermita, ignorando totalmente la cruel acción de su padre. Al desmontar de su caballo, el príncipe creyó que se había equivocado de camino y que había llegado a otro lugar. El lugar donde había estado la ermita, estaba desierto. Tras vagar por allí durante un rato, encontró a su amado Maestro sentado bajo un baniano y profundamente absorto en meditación. Ahora, mirando a su alrededor pudo darse cuenta de que la ermita había sido incendiada hacía poco. El príncipe esperó hasta que el santo salió de la meditación. Cuando finalmente abrió los ojos, el príncipe se postró ante él y le preguntó qué era lo que le había ocurrido a la ermita. “Nada, hijo mío”, respondió el gran alma, “algún incendio del bosque, no te preocupes por eso. Dime la razón de tu visita”.
El príncipe sintió que algo andaba mal e insistió repetidamente en saber qué es lo que le había ocurrido a la ermita, pero el santo no dijo ni una sola palabra. Finalmente los otros estudiantes se decidieron a hablar y le explicaron la verdad. En cuanto oyó la terrible historia, el príncipe quedó conmocionado y totalmente paralizado. De vuelta a la conciencia su dientes rechinaron de rabia, su mano se dirigió automáticamente hacia el mango de su afilada espada y, al instante siguiente, el furioso príncipe saltó sobre su caballo. “¡Estás muerto, cobarde!”, rugió, e inició una trepidante cabalgada.
Con un ágil movimiento, el santo saltó ante el caballo. Intentó detener al príncipe, pero estaba tan furioso que todos los intentos por calmarle resultaron vanos; todos los consejos y advertencias del santo cayeron en oídos sordos. A su lado, el príncipe estaba furioso y determinado a vengar todo lo malo que su padre le había hecho a su Maestro. Finalmente, el santo dijo: “Muy bien, puedes irte. Pero antes de que te marches quiero que me des el gurudakshina que me prometiste. ¡Y lo quiero ahora!”Al oír estas palabras de su Gurú, el príncipe desmontó de su caballo y rogó al Gurú que pidiese lo que quisiese. El gran santo respondió sonriendo. “Quiero que liberes a tu padre del castigo que estás a punto de imponerle. Este es el gurudakshina que deseo de ti”. El príncipe se quedó sin habla y todo lo que pudo hacer fue contemplar el radiante y compasivo rostro de su Gurú; después rompió a llorar y cayó de rodillas ante sus benditos pies.”
Así finalizó Amma la historia. La forma de explicarla había sido tan viva que había creado una atmósfera saturada de divino Amor y Compasión. Profundamente afectados, los brahmacharis y brahmacharinis derramaban lágrimas en silencio al sentir y experimentar, verdaderamente la compasión del santo.
Un bramahchari se puso a cantar espontáneamente una canción en honor de Amma. Mientras la cantaba derramaba lágrimas de alegría y devoción…
Tanto si están abiertos o cerrados
Mi madre reside siempre en mis ojos.
Con miradas llenas de compasión
A todos nos abraza.
Fundiendo el corazón con una lluvia de Amor,
Mi Madre es, en verdad, un océano de felicidad.
Aun un ladrón y un tirano son,
Para mi Madre, sus hijos queridos.
La denigren o la adoren, de Ella fluyen siempre, ríos de Amor.
La dulzura que gusta la lengua no es la perfecta dulzura.
Perfecta dulzura es el Amor de Dios,
Y el sentido que permite disfrutar de ella
se obtiene sólo a través de mi Madre.
Amma en Valencia 2017, 4 al 6 de diciembre
Programa de Actividades
PROGRAMA DE ACTIVIDADES
LUNES 4 diciembre
- 09:45 Apertura de puertas y reparto de números (tickets) para el darshan (abrazos).
- 11:00 Llegada de Amma y meditación.
- 11:30 Inicio del darshan (abrazos) y actuaciones musicales, hasta las 23:00.
MARTES 5 diciembre
Mañana
- 08:45. Apertura de puertas y reparto de números (tickets) para el darshan (abrazos).
- 10:00 Llegada de Amma y meditación.
- 10:30 Inicio del darshan (abrazos) y actuaciones musicales hasta las 16h.
Tarde-noche
- 18:00 Reparto de números para el darshan (abrazos).
- 19:30 Llegada de Amma y charla espiritual.
- 20:00 Bhajans (cantos devocionales).
- 22:00 Inicio del darshan (abrazos) y actuaciones musicales hasta las 03:30. aproximadamente.
Mañana, (igual que el martes)
- 08:45 Apertura de puertas y reparto de números (tickets) para el darshan (abrazos).
- 10:00 Llegada de Amma y meditación.
- 10:30 Inicio del darshan (abrazos) y actuaciones musicales hasta las 16h.
Tarde-noche
- 17:45 Reparto de números para el darshan (abrazos) y entrada del pabellón.
- 19:00 Ceremonia por la Paz Mundial (Atma Puja).
- 21:00 Inicio del darshan de Devi Bhava y actuaciones musicales hasta la mañana del día siguiente.
* En sus charlas, Amma aconseja sobre cómo vivir una vida más feliz y con más paz. Igualmente, suele hablar de temas importantes para el mundo de hoy.
* La entrada es libre y gratuita.Asímismo, todo el contacto con Amma es totalmente gratuito y abierto a todo el mundo.
* Para recibir un abrazo de Amma, es necesario un ticket / tocken que se reparte antes de comenzar el programa (por la mañana y por la tarde). Ten en cuenta que el número de tickets es limitado, por lo que es aconsejable venir con cierta antelación.
* Las donaciones para las obras caritativas de Amma son bienvenidas.
Amma's 2017 European Tour
AMMA'S 2017 EUROPEAN TOUR
Before planning your trip, please confirm dates and schedules on the local websites in each country as listed below.
Deberes hacia Amma – 2ª parte
Enseñanzas de Amma y comentarios de Ânand
Deberes hacia Amma – 2ª parte
*Pregunta: ¿Si somos nada, si somos nadie, cómo podemos hacer lo correcto?
*Sólo con esta actitud, nuestras acciones serán santificadas.
*Es el sentimiento de: soy nada, soy nadie, lo que nos hace más humildes.
*Dios es el Hacedor.
*Si amamos más y más a Amma, practicaremos lo que nos dice sin problemas.
*El decir la verdad, llevar la mayor disciplina en nuestra vida, controlar nuestra rabia y nuestras palabras, ser amables con todo el mundo.
*Nadie debe ser herido por nuestras acciones.
*El poder de la rabia puede crear desastres.
*Cuando te contestan mal, aunque sea por teléfono, causa un daño terrible al que hablamos y a nosotros mismos.
*Tratar de hablar con suavidad, incluso si alguien nos agrede con su rabia.
*Si te sientes atacado por alguien, trata de irte o evitar entrar en la dinámica.
*La rabia, no la reprimas, ni explotes. Trasciéndela.
*Si cuando aparece la rabia, te paras, observa como va bajando, y mientras baja y baja, cuando llegue a la mitad de su intensidad, te darás cuenta que ya puede entrar el discernimiento, y permitirnos ver que aquella persona a lo mejor tiene parte de razón.
*De la oscuridad nos deshacemos, aportando Luz.
*Debemos aplicar la paciencia, el discernimiento.
*Si reprimimos nuestra rabia, es como ponerle un paño caliente a una herida.
*La paciencia es la cualidad principal que un aspirante espiritual debe tener.
*La paciencia es el más grande de los antibióticos.
*La paciencia nos ayuda a controlar nuestra mente y nuestras emociones.
*El deber hacia Amma, es ser sincero hacia la Meta de la vida.
*Los bramacharis, no deben usar peine para rasparse la cabeza, ni dejarse el pelo largo. Han de vestir sencillo, esto como deberes externos, y estar enfocados interiormente.
*Debemos tener pureza de palabra y brindar la sonrisa sincera.
*Ejercer control sobre los sentidos, que no se disipe la energía a través de los sentidos.
*No hablar mucho.
*Hablar mucho es muy malo.
*Al hablar hacerlo sobre cosas espirituales.
*Practicar un día de silencio a la semana.
*Practicar un día de ayuno a la semana, para que descansen los intestinos.
*Purgarnos dos veces al mes, se remueve la excreta y se remueven y eliminan o liberan sentimientos negativos.
*Si perdemos nuestro semen, perdemos mucha fuerza.
*El retener el semen convierte la energía sexual, en energía espiritual, y avanzas como un cohete hacia la Meta.
*El más mínimo esfuerzo nos ayudará a progresar.
*En este momento somos marionetas en manos de nuestros sentidos.
RESUMEN
La persona que pregunta piensa que el sentirnos nada, el sentirnos nadie, nos impide hacer lo que nos corresponde, piensa que no nos deja hacer lo correcto.
Y Amma le responde:
“Que teniendo esta actitud, nuestras acciones serán santificadas”.
“Es el sentimiento de soy nada, soy nadie, lo que nos hace más humildes”.
“Dios es el Hacedor”.
En cambio nosotros pensamos que si somos nada, si somos nadie, nos convertimos en seres inútiles, que no servimos para nada.
Pero hay que interpretar bien el verdadero sentido del mensaje de Amma.
Lo que Amma nos quiere transmitir es, que trabajarnos el sentimiento de soy nada, soy nadie, permite que nuestro ego: yo, yo, yo... deje espacio libre, esto es humildad, y este espacio lo ocupa la Divinidad.
Entonces nuestras acciones se convierten en acciones santas, porque proceden de la Divinidad y no del yo, y no del ego.
Así es como permitimos que Dios sea el Hacedor.
El practicar soy nada, soy nadie, es un acto de humildad que aporta paz a nuestra vida.
La práctica de soy nada, soy nadie, no nos debilita, al contrario nos hace más fuertes. La fortaleza del espacio que dejamos en nuestro interior para que lo ocupe Amma.
En el libro Desde el corazón de Amma escrito por swamiji en el que relata sobre una selección de las preguntas que le hacen a Amma en sus tours por Occidente, y en los que el big swami actúa de traductor.
En este libro hay una pregunta de un compositor famoso de Estados Unidos, que dice así:
Amma: cada vez me cuesta más componer, no sé que me pasa, ¿me puedes ayudar?
Amma respondió: “¿Qué espacio hay?”.
El hombre se quedó anonadado: No entiendo nada Amma, ¿qué me quieres decir? ¿qué significa esto del espacio? ¿qué espacio hay?
Pero Amma se limitó a mirarle y repetir: “¿Qué espacio hay?”.
El mensaje que le daba Amma en su respuesta era ¿Cómo quieres que te ayude si no me dejas entrar en ti?
Si todo lo haces tú, pues este es el resultado, que te salen unas composiciones musicales que no te gustan.
Si dejas un poco de espacio a lo divino te será mucho más fácil la inspiración.
En esta respuesta encontramos la esencia de la práctica del soy nada, soy nadie. Una práctica que nos hace grandes, humildes, y muy fuertes.
Esta práctica aplicada con sinceridad, es uno de los deberes que más merece la pena trabajarnos, o el que más.
Amma nos habla de otros deberes hacia Ella, en los que podemos aplicarnos:
“Si amamos más y más a Amma, practicaremos lo que nos dice sin problemas”.
“El decir la verdad, llevar la mayor disciplina en nuestra vida, controlar nuestra rabia, y nuestras palabras, ser amable con todo el mundo, nadie debe ser herido por nuestras acciones”.
“El poder de la rabia puede crear desastres”
“Cuando te contestan mal, causa un daño terrible al que hablamos, y a nosotros mismos”.
“Tratar de hablar con suavidad, incluso si alguien nos agrede con su rabia, trata de irte, o evitar entrar en esta dinámica”.
“La rabia, no la reprimas, ni tampoco explotes, trasciende la rabia”.
“Si cuando aparece la rabia, te paras y observas, verás que va bajando, y al ir bajando, bajando, cuando llega a la mitad de su intensidad, ya puede entrar el discernimiento, y permitirnos ver que aquella persona, a lo mejor tiene parte de razón”.
“De la oscuridad nos deshacemos, aportando Luz”.
“Debemos aplicar la paciencia y el discernimiento”.
“Si reprimimos nuestra rabia, es como ponerle un paño caliente a una herida”.
“La paciencia es la cualidad principal que un aspirante espiritual debe tener, es el más grande de los antibióticos, y nos ayuda a controlar nuestra mente, y nuestras emociones”.
Como vemos uno de los deberes hacia Amma que más énfasis hace Amma en este satsang es la rabia, por el daño que nos puede hacer a nosotros, y a los demás.
Y que lo mejor es trascenderla, ni reprimirla, ni dejar que ocurra una explosión.
Para ello nos receta un medicamento, porque como la rabia es una enfermedad, Amma nos indica el antibiótico más poderoso que podemos usar para trascender la enfermedad, esto es la paciencia.
Si nos entrenamos en practicar la paciencia, cuando aparezca la rabia, pararemos la efervescencia de los momentos iniciales, y podrá entrar con más facilidad la reflexión que nos ayudará a situar las cosas en su lugar.
Una de las prácticas que nos ayuda a trascender la rabia es centrarnos en los hechos, más que en las personas.
No fijarse tanto en la persona, y centrarse más en el hecho que ha ocurrido o está ocurriendo.
Shubamrita swami explica algunas veces una vivencia personal, en relación a hechos y personas.
Eran los principios que el swami vivía en Amritapuri, y estaba viendo uno de sus deportes favoritos, el criket, y al mismo tiempo criticando a uno de los jugadores que hacía acciones incorrectas, y agredía a los jugadores del equipo contrario.
Cuando se termino el juego, Amma le llamó y le preguntó:
¿Cómo ha ido el partido hijo?
A pesar del calor de Amritapuri, el swami se quedó helado, Amma sabía que había expresado rabia, hacia el jugador iracundo.
Amma continuó: Céntrate en condenar las acciones incorrectas hijo, y deja de lado las personas.
Si nos centramos en los hechos, ya frenamos la ira, la ira no es tan fuerte ni poderosa que si va dirigida a la persona causante del hecho negativo, aunque la incluye cuando nos referimos a un tipo de acción incorrecta, como era que en un deporte lo correcto no es la agresión a otros deportistas.
Amma también nos habla de otros deberes, como la disciplina, llevar una vida disciplinada.
Aplicar la disciplina para encaminar nuestras acciones en lo correcto, como decir la verdad.
A veces hay personas que dicen la verdad, pero no dicen toda la verdad, omiten parte de la misma. Si en esta manifestación la parte de verdad no comunicada, tergiversa la visión global de lo ocurrido, no es la verdad. Simplemente es una mentira.
Una manifestación incorrecta de la verdad, puede ser una mentira.
Por esto Amma sigue dándonos más deberes:
“Tener pureza de palabra y brindar nuestra sonrisa”.
“Hablar mucho es muy malo, si hablas hazlo sobre cosas espirituales”.
“Control sobre los sentidos, que no se disipe la energía a través de los sentidos”.
“En este momento somos marionetas en manos de nuestros sentidos”.
Deberíamos de ser conscientes de la gran cantidad de energía que despilfarramos al hablar, es uno de los sentidos a vigilar, el gusto a la palabra.
La reflexión está en preguntarnos: ¿tengo apetencia de hablar?
Pues voy a hacerlo hablando de temas espirituales, voy a hacerlo hablando de prácticas espirituales, y sino estoy callado.
¿Habéis experimentado la paz del silencio?
A través del silencio experimentamos la paz inherente en cada uno de nosotros.
Practicando el talking, talking, charlar, y charlar, se altera el campo emocional.
Son bastantes los deberes que Amma nos da en este satsang, y además nos invita a que le mostremos el amor que sentimos hacia Ella practicándolos:
-El trascender la rabia.
-Llevar una vida disciplinada.
-La pureza de palabra. Decir la verdad.
-Y el más importante, como hemos comentado al principio, y vemos en sus palabras:
“Nos decimos yo soy fulanito de tal, y tengo esto, esto y esto, pero a medida que el amor hacia Amma crece, el yo soy nada, yo soy nadie, aparece en nuestro corazón”.
“El deber hacia Amma es ser sincero, sinceridad hacia la Meta de la vida”.
“El más mínimo esfuerzo nos ayudará a progresar”.
Si con toda sinceridad hacemos el mínimo esfuerzo de empezar el día dirigiéndonos a Amma, y hacemos lo mismo al cerrar el día, estaremos en una práctica que nos ayudará a amar más a Amma, y a poner en práctica los deberes que nos indica.
Por ejemplo, podríamos empezar el día así:
-Gracias Madre, por la noche que me has dado, la pongo a Tus pies, a Ti te la entrego.
-Pongo a Tus pies, a Ti te ofrezco y te entrego todo el día de hoy, Madre.
-En este día que ahora empieza Madre, permite que te entregar, mi ego, mi mente, mi intelecto. Por favor Madre acéptalo y hazme un instrumento Tuyo.
-También te entrego este cuerpo, esta vida, este ser, por favor Madre acéptalo y hazme un instrumento Tuyo.
-El ego, la mente, el intelecto, mi cuerpo, mi vida, mi ser, que permanezcan en Tus sagrados pies por toda la eternidad.
-Por favor Madre, que en mi mente sólo haya Tus pensamientos, que por mi boca, sólo salgan Tus palabras, que mis actos provengan todos de Tu Voluntad. Por favor Madre, hazme un puro instrumento Tuyo.
-Madre, soy nada, soy nadie, Tú eres Todo, Todo es Tuyo, Tú eres la Verdad. Quiero ser un instrumento Tuyo Madre, por favor.
-Por favor Madre que no se cumpla mi voluntad, que se cumpla únicamente Tu Voluntad en mí.
-Recitar unas cuantas veces el Lokah,..
Para la noche antes de dormirnos explicarle a Amma lo más significativo de lo vivido en este día, y pedirle ayuda para todos aquellos temas que no hayamos sido capaces de traspasar, pedirle a Amma, la Luz que necesitamos para desbloquear temas que hemos vivido en este día y que no nos sentimos con la suficiente fuerza para afrontarlos con ecuanimidad.
Esta es una práctica la de empezar el día y cerrar el día, que nos ayuda a ofrecerle muchos de los deberes que nos pide nuestra amada Amma.
OM NAMAH SHIVAYA
Deberes hacia Amma – 1º parte
Enseñanzas de Amma y comentarios de Ânand
Deberes hacia Amma – 1º parte
*Pregunta ¿Cómo podemos alcanzarte? ¿Cuál es nuestro dharma y nuestros deberes hacia Ti?
*Primera parte de la pregunta: tener amor a la Meta de la vida.
*Si realmente amamos a Amma, amaremos a Dios, y a la Meta de la vida.
*El amor ha de ser a toda la Creación, y más que eso, a tu propio ser.
*Aunque ahora no estamos maduros para comprender esto, para comprenderlo necesitamos entrenar a nuestra mente y tener más y más control de nuestra mente.
*Si para una persona ordinaria son necesarias 10 vidas para Realizarse, a un devoto de Amma, le basta con 1 vida.
*El estar en presencia de Amma purifica más rápido nuestra mente, y nos ayuda a alcanzar la Meta más rápido.
*Y lo mismo ocurre con aquellos que son sinceros en su entrega a Amma.
*El estar al lado de un Ser Realizado, te va llevando a alcanzar este estado.
*Si verdaderamente amamos a Amma, irán desapareciendo los malos hábitos.
*Hay gente que gastaba mucho dinero, porque tenía mucho, y ahora ha venido aquí y ayuda a otros con su dinero.
*Hay gente que no tiene control sobre la rabia, pero poco a poco va ocurriendo el cambio.
*El amor hacia Amma ha de ser expresado en nuestras acciones, y darnos cuenta que otra persona ha nacido en nosotros, y así poco a poco nos transformamos totalmente, y nuestra mente se vuelve más expansiva.
*La actitud de nuestra mente posesiva va a desaparecer a medida que este amor hacia Amma crece, y va a entrar la expansión de conciencia.
*Nos decimos, yo soy fulanito de tal, y tengo esto, esto y esto, pero a medida que el amor hacia Amma crece, el yo soy nada, yo soy nadie, empieza a aparecer en nuestro corazón.
*Cuando esto ocurre, empezamos a sentir que todo nos pertenece, y experimentamos la bienaventuranza divina.
*Pero para esto, debemos ser sinceros.
*El amor ha de ser sincero, y de esta manera no nos veremos como seres individuales, sino como seres universales.
*En cuanto al dharma, es el amor hacia Amma, y poner poco a poco en acción, lo que Amma quiere que hagamos.
*Sólo una persona que haya trascendido el ego, se puede volver en una ofrenda al mundo.
RESUMEN
Cuando alguien es capaz de preguntarle a Amma: cuál es el verdadero dharma, cuál es el deber que le corresponde para servirla.
Cuando la misma persona pregunta como puede llegar, adonde Ella mora.
Deberíamos observar sus actos, pues si ha habido sinceridad en la pregunta, podremos aprender muchísimo del comportamiento de esta persona.
Sus actos nos servirán de referencia para andar correctamente el camino hacia Dios.
Algunas de las cosas que nos dice Amma en su respuesta:
“Tener amor a la Meta de la vida”
“Si realmente amamos a Amma, amaremos a Dios, y a la Meta de la vida”.
“El amor ha de ser a toda la Creación, y más que eso a tu propio Ser”.
“Aunque ahora no estamos maduros para comprender esto, para comprenderlo necesitamos entrenar a nuestra mente, y tener más y más control de nuestra mente”.
“El servir a Amma nos ayuda a alcanzar la Meta más rápidamente”
“El estar al lado de un Ser realizado te va llevando a alcanzar este estado”.
El primer deber hacia Amma es amor, amor a Dios, amor a la Creación, empezando por amarte a ti mismo, como parte del Universo, y ahí no deberíamos confundirnos con un amor a nosotros mismos, defendiendo errores procedentes de nuestra naturaleza, el amor al que Amma se refiere, es un amor a nuestra verdadera esencia.
Otro deber hacia Amma, si buscamos a Dios habiéndola elegido como nuestra Maestra, es servir a su Obra Humanitaria, y/o estando al lado de Su cuerpo, o estando el máximo de tiempo posible en uno de sus ashrams, en contacto con Su Omnipresencia.
¿Cuáles son los puntos de referencia que nos pueden ayudar en nuestro comportamiento?
En primer lugar la propia Amma, con el mensaje de una manera de vivir ejemplar, que es muy difícil de seguir.
En segundo lugar los swamis, los swamis tienen muy claro los mensajes de Amma, y su manera de actuar nos sirve de punto de referencia.
Los swamis que más relación tengo es con el swami Ramakrishna como presidente de la Fundación que da soporte legal a todas las actividades de Amma en España, y en la que Amma me designó vicepresidente y director gerente, para despachar todos los temas referentes a la Fundación, y con Shubamrita swami, pues aunque vaya de amarillo para mi es un gran swami, y es el representante de Amma en Europa.
Ellos no discuten nunca, pero defienden con firmeza los puntos que tienen claros, después de escuchar con atención el punto de vista de los demás.
En la relación que tengo con ellos observo que son poco amigos de dar coba, o un reconocimiento que podemos esperar por una labor o seva que pensemos que hemos hecho bien o muy bien, porque dicen que esto es humo, y el humo no sirve de nada, si acaso intoxica y perjudica.
Nuestro acercamiento a Amma, nuestro acercamiento allí donde Amma mora, se basa en nuestra relación personal con Ella, con Amma.
Con todo y con esto, les veo a los swamis cambios profundos, muy significativos, en el paso de los años, veo como va creciendo su ecuanimidad, observo una mirada profunda, una mirada limpia, una mirada que transmite la paz que emerge de su interior, y todo con más intensidad en la medida que transcurre el tiempo.
Lo más significativo en los swamis es su entrega, swami Ramakrishna en julio me dijo por email que estaban terminando el tour por Estados Unidos, y ya se preparaban para volver a India.
En aquel momento no debía saber nada de que Amma le iba a pedir que se quedaran dando satsangs por Estados Unidos, y que le ha debido ir alargando su estancia allí, pues no sé si ha vuelto a India todavía.
Shubamrita swami lo mismo, ve a hacer un tour con retiros y charlas por Europa, ahora desplázate al ashram de Alemania durante un mes, para resolver temas allí, le dice Amma, y el swami no tiene ninguna duda.
Los swamis saben perfectamente que lo que Amma les pida es lo mejor para ellos.
Y es lo mejor para ellos porque es lo mejor para el mundo, este es el amor a Amma, este es el amor a la Meta.
Entonces, los swamis son unos excelentes puntos de referencia para aprender de sus actos, para aprender de su comportamiento, que nos puede ayudar muchísimo a cumplir con nuestros deberes personales con Amma.
¿Qué más cosas responde Amma a la persona que desea cumplir con sus deberes con Ella?
“Si verdaderamente amamos a Amma, irán desapareciendo los malos hábitos”.
“Hay gente que gastaba mucho dinero, porque tenía mucho, y ahora al estar con Amma ayuda a otros con su dinero”.
“Hay gente que no tiene control sobre la rabia, pero poco a poco va ocurriendo el cambio”.
“El amor a Amma ha de ser expresado en nuestras acciones, y darnos cuenta que otra persona ha nacido en nosotros, así nos transformaremos totalmente, y nuestra mente estará más expansiva”.
“La actitud de nuestra mente posesiva va a desaparecer a medida que este amor hacia Amma crece, y va a entrar la expansión de conciencia”.
“Debemos ser sinceros, el amor ha de ser sincero, y de esta manera no nos veremos como seres individuales, sino como seres universales”.
“Lo mismo ocurre con aquellos que son sinceros en su entrega a Amma”.
Y vemos que para que ocurran verdaderos cambios en nuestra vida, cambios que nos hagan sentir mejor, cambios que nos permitan dejar leer la vida de una manera sosegada, es importante que nuestra relación con Amma esté plena de sinceridad.
En lo que podemos, podemos, y en lo que no podemos, o creemos no poder, pues comunicarlo en nuestra relación personal con Amma, con la más profunda sinceridad.
Es muy bueno tener conversaciones personales con Amma, hay que creer en su Omnipresencia, y contarle todas nuestras debilidades, para que nos ayude a cumplir nuestros deberes con Ella.
En nuestras acciones se ve reflejado nuestro amor a Dios, nuestro amor a la Meta, nuestro amor a Amma.
Y cuando tengamos dudas acudir a dos barómetros o medidores:
¿Cuál es la opinión de quien tiene la responsabilidad en este tema?
Pues dar nuestra opinión y actuar de acuerdo a quien tenga la responsabilidad de la decisión.,
Cuando estemos solos y la decisión ha de ser 100% nuestro criterio, preguntarse:
¿De qué manera se beneficia más el mundo?
Y actuar en consecuencia nos guste más o nos guste menos.
Para cumplir nuestros deberes con Amma, debemos tener una absoluta confianza en la Divinidad, en que Ella sabe y conoce todos nuestros pensamientos, todas nuestras acciones.
Me explicaba una persona la semana pasada, que su mujer había tenido una crisis, y ya no creía en nada, y decía que me dé Amma alguna prueba, sino no creo en nada.
Su marido oró a Amma pidiéndole que le diera alguna pista a su mujer, para que se diera cuenta de que Dios existe, y en menos de dos días hubo las señales que calmaron y devolvieron la confianza a su mujer.
El poder de la oración por los demás.
Nuestros deberes con Amma podríamos resumirlos en estos conceptos:
Amor a Amma, amor a Dios, amor a la Meta de la vida. Este amor lo demostramos en nuestros actos diarios.
Comunicarnos con Amma con total sinceridad.
Confianza absoluta en la divinidad de Amma.
Cumpliendo con nuestros deberes con Amma, recogeremos los beneficios, que según Ella misma dice, son estos:
“Si para una persona ordinaria, son necesarias 10 vidas para realizarse, a un devoto de Amma le basta con 1 vida”.
Y para ello sólo es necesario respetar nuestro dharma hacia Ella, que según Amma es este:
“En cuanto al dharma, es el amor hacia Amma, poniendo poco a poco en acción lo que Amma quiere que hagamos”.
Hace ya algunos años un swami, le preguntó a Amma:
¿Amma cuando me voy a realizar?
Amma le respondió: Vas a hacer absolutamente todo lo que te diga? Vas a dejar de hacer todo aquello que te diga? Si es así en dos años te realizas.
Un puro ejemplo que cumpliendo nuestros deberes con Amma, conoceremos a Dios en esta vida.
OM NAMAH SHIVAYA
Cuando alguien te agrede
Enseñanzas de Amma y comentarios de Ânand
Cuando alguien te agrede
*Pregunta: Cuando dos personas riñen, los dos se perjudican. También ocurre con celos y otras reacciones ¿Cómo se puede proteger uno?
*He contestado a esta pregunta millones de veces, los dos se perjudican, el agresor y el agredido.
*Cuando alguien se enfada, luego le entra remordimiento, y este remordimiento crea una herida en ti, y ocurre lo mismo con el otro.
*Estas heridas no son fáciles de sanar.
*Si no hay un verdadero perdón, permanecerán incluso después de la muerte.
*Si uno interioriza y trata de ver profundamente y no ve los motivos por los que sufre, es que son lecciones del pasado.
*Y esto ocurre con los celos, la lujuria,...
*Y ocurre, porque perdemos el sentido del discernimiento y nos volvemos esclavos de nuestras emociones.
*Este actuar inconsciente crea estas heridas.
*¿Podemos protegernos?
*Podemos protegernos si practicamos, si nos hacemos conscientes,.
*Se trata de controlar tus negatividades.
*Si alguien te agrede, y tienes una actitud de paciencia y perdón, lo mantendrás de lado, no te afectará la agresión.
RESUMEN
La persona que pregunta lo hace sobre la base de que cuando dos personas riñen, se perjudican ambas, y lo que le interesa es saber como protegerse de las agresiones.
Y Amma confirma una vez más que efectivamente el perjuicio es tanto para el agresor como para el agredido.
Puede haber diferentes tipos de agresión, aunque a las que se refiere esta persona, son a las agresiones verbales, procedentes de celos y otras reacciones.
Por este motivo Amma expresa:
“Cuando alguien se enfada, luego le entra remordimiento, y este remordimiento crea una herida en ti, y una herida en el otro”
“Estas heridas no son fáciles de sanar”.
“Si no hay un verdadero perdón, estas heridas permanecerán incluso después de la muerte”.
“Si uno interioriza y trata de ver, y no ve los motivos por los que sufre, es que los motivos están en acciones del pasado”.
“Y esto ocurre con los celos, la lujuria,... porque perdemos el sentido del discernimiento y nos volvemos esclavos de nuestras emociones”.
“Este actuar inconsciente crea estas heridas”.
Cuando a través del discernimiento adquirimos conciencia, no nos afectan las agresiones de los demás, lo que consideramos agresiones, tanto activas como por omisión.
O sea, tanto la acción verbal en que alguien manifiesta su ira hacia nosotros, como por omisión, o sea, cuanao alguien no nos dirige la palabra.
Amma nos dice como debemos protegernos de las agresiones:
“Si practicamos, si nos hacemos conscientes, se trata de controlar tus negatividades, y si alguien te agrede y tu tienes una actitud de paciencia y perdón, lo mantendrás de lado, no te afectará la agresión”.
No podremos hacernos conscientes si no practicamos, la práctica en este caso está en hacer un entrenamiento, entrenarnos cuando estamos tranquilos, para evitar la reacción en el momento en el que creemos que nos están agrediendo.
El entrenamiento nos llevará a la respuesta, y nos evitará la reacción.
Amma cuenta una historia, diciéndonos el porque debemos evitar la reacción:
“Una persona iracunda que te agrede es una persona enferma, es un ser que está al borde del precipicio; si tu reaccionas de la misma manera, es como si te abrazaras a esta persona, y entonces caéis los dos al fondo del abismo”.
Entonces... ¿cómo deberíamos actuar antes las agresiones que nos hacen?
También lo explica Amma en una historia:
“Si alguien te trata mal, ten paciencia con él/ella, si no baja el tono, continúa siendo amable con la persona, responde suavemente, si sigue en sus trece, invitale a tomar un café, y si sigue incordiándote dile que le invitas a comer a un restaurante que le guste; si aún y así continúa en su estado de agresión, vete, y si te sigue, aprieta a correr, y si te persigue y te va a alcanzar, párate coge un palo, y dile: no te acerques que te voy a dar, levanta el brazo con el palo, pero no lo bajes”.
He vivido personalmente esta enseñanza protagonizada por la propia Amma, en mi primer tour con Ella por el norte de la India.
En las paradas que se hacen con Amma de una ciudad a otra, para mitigar el cansancio de los largos viajes, y en las que Amma nos da de comer, o nos da chai. En aquel entonces, hace alrededor de 15 años, viajábamos 8 ó 9 autobuses de los cuales, la mayoría eran ocupados por bramacharinis y bramacharis, y en estas paradas sobre todo las bramacharinis corrían frenéticamente para estar al lado de Amma.
En una de las paradas que hicimos, alguien estaba indicando donde se sentaría Amma al llegar, Amma siempre llegaba más tarde que los autobuses en el lugar de la parada, y las bramacharinis todas en tropel iban hacia allí, levantando una gran nube de polvo, la India es muy polvorienta; pero a los pocos minutos desplazaban la silla de Amma a otro lugar, y otra vez el grupo de bramacharinis corriendo y levantando la consiguiente polvareda, y así tres o cuatro veces.
Finalmente llegó Amma, y se dirigió a un lugar diferente de donde la había preparado la silla, y las bramacharinis corriendo de nuevo en tropel para estar al lado de Amma.
Amma se enfadó y les dijo: esto no es amor, esto es ego, y si tuviera un palo a mano, os daría con el palo. A su lado estaba swamiji que casualmente mantenía un palo en su mano, y se lo cedió a Amma. Amma levantó el brazo con el palo en Su mano, pero no lo bajó.
Lo que Amma nos quiere transmitir es que debemos comportarnos con paciencia, ante las agresiones que suponemos nos hacen, y actuar con firmeza amorosa, después de agotar todos los recursos que disponemos para no abrir heridas a los demás, ni abrirnos heridas a nosotros mismos.
Deberíamos de ser conscientes, y nos lo dice Amma en este satsang que nos podemos abrir heridas que no seamos capaces de sanar en esta vida, y pasen a otras vidas.
Estos puedes ser los escollos que nos encontramos en esta vida, y que si no somos capaces de sanar, tendremos que volver para sanarlos en la próxima, o próximas vidas.
Estos escollos son o están en las personas que nos encontramos en esta vida, y por lo que sea nos es difícil la relación con ellas, sin darnos cuenta que son precisamente las personas que necesitamos para atravesar estos obstáculos, y expandir la conciencia, evitándonos volver en otras vidas.
¿Podemos evitar a estas personas?
Claro que las podemos evitar, pero debemos saber que a la vuelta de la esquina nos encontraremos con Juanito, que tiene las mismas características que el Pepito, del que nos hemos deshecho, y que tanto nos molestan a nosotros.
Amma nos dice dos cosas:
Por una parte: “No huyas de nada, no huyas de nadie”.
Por otra: “Que a las personas que vivimos en un ashram, e incluso fuera, como somos todos piedrecitas cortadas, con cantos vivos, Amma nos pone a todos dentro de un cilindro y lo remueve con fuerza, para que todas las piedrecitas en el roce entre ellas se vayan puliendo”.
Si vamos recogiendo los mensajes de Amma, convertiremos lo que consideramos agresiones en motivos de crecimiento, de expansión de conciencia.
Si hacemos caso a los consejos de Amma, no agrediremos a nadie, ni por activa, ni por pasiva, expondremos de una manera razonada nuestra opinión, y aceptaremos la respuesta.
Con esta actitud ni nos abriremos, ni abriremos en los demás nuevas heridas, al contrario iremos sanando las heridas que podamos arrastrar del pasado.
Uno de los entrenos principales para por una parte no agredir, y por otra situarnos en la actitud adecuada si nos sentimos agredidos, es practicar el que no nos importe tener la razón.
Cuando queremos tener la razón a toda costa, o estamos dispuestos a agredir, o no estamos dispuestos a responder adecuadamente a la agresión.
El que no nos importe tener la razón, es un actitud de humildad, y este entrenamiento nos puede liberar de mucha tensión en nuestra vida.
Vivir sin tanta tensión nos hace ser más objetivos a las circunstancias que Amma nos va creando a todos, para expandir la conciencia, y en lugar de querer tener la razón, sentimos una profunda gratitud hacia Amma por permitirnos servirLa y seguir Sus enseñanzas desde la actitud adecuada.
OM NAMAH SHIVAYA
Como parar a la mente – 3ª parte
Enseñanzas de Amma y comentarios de Ânand
Como parar a la mente – 3ª parte
*Pensamientos sobre acciones del pasado.
*Debemos olvidar todas las acciones que henos hecho en el pasado.
*El pasado es un cheque cancelado.
*Actuando de esta manera nuestro futuro se convierte en bienaventuranza.
*Nuestra mente es como una pizarra, podemos escribir con tiza blanca, y saldrá una canción alegre que nos dará alegría y entusiasmo.
*Pero si utilizamos la tiza negra, el poema será trágico y nos pondrá tristes, nos dará disgustos.
*Nosotros somos los que elegimos que tiza usar.
*Si usamos la tiza de la humildad, saldrán poemas alegres.
*Alegría para nosotros y para todo el mundo.
*Quizás hayamos hecho acciones malas en el pasado, pero no es necesario darle vueltas a este tema.
*Si utilizamos el pincel de la humildad para pintar el cuadro de la vida, saldrá un cuadro hermoso que dará luz y alegría, como el arco iris.
*Por eso debemos tratar de transformar nuestra vida y hacerla alegre, a través de la humildad.
*En nuestro cuarto, hoy, tenemos dos tipos de fruta almacenados.
*Puede haber frutas buenas y frutas malas.
*Tomen las buenas y tiren las malas.
*De la misma manera, tomen lo bueno de ustedes y pasen de largo lo malo.
*Cuando hacemos un esfuerzo positivo, podemos superar los efectos negativos de acciones pasadas.
*Realizando acciones positivas en el presente, trascendemos las acciones negativas del pasado.
*Amma está muy contenta cuando sus hijos hacen acciones desinteresadas.
*Hasta este momento no hemos hecho un buen uso de nuestra vidas, que es tratar de convertirnos Uno con Dios.
*Debemos tratar de llevar a cabo las mejores acciones para alcanzar la Meta.
*No nos entristezcamos por las acciones pasadas.
*El presente está en nuestras manos, y debemos tratar de hacer el mejor uso de él.
*Parábola: Érase una vez un rey que salió alrededor de su reino, y se encontró con un leñador frágil y enfermo, al que preguntó: ¿por qué estás en tan malas condiciones?
No gano mucho dinero, le dijo el leñador, corto madera y hago carbón, pero el dinero no me llega para toda la familia, yo mismo paso hambre. Vivimos de esta manera.
El rey sintió compasión hacia el leñador, y les dijo a sus soldados, que le dieran al leñador un lugar amplio y con muchos árboles, para que se convirtiera en millonario.
Después de un tiempo volvió a pasar el rey por el lugar, y se tropezó con el leñador que seguía igual, pálido y enfermo.
¿Qué te pasa, le preguntó el rey?
El leñador, contestó: el carbón ha bajado de precio y no consigo ganar lo suficiente para comer.
Eran árboles de sándalo los que te di, le dijo el rey, es que eres bobo?. Si los hubieras vendido como sándalo serías millonario.
Pero mira, allí queda un árbol de sándalo, córtalo, no lo quemes, véndelo como sándalo y podrás vivir feliz el resto de tu vida.
Tenemos este árbol de sándalo en nuestro interior y debemos usarlo de la mejor manera posible, y lograr la paz y la felicidad. La paz de nuestra vida.
Tratar de poner nuestro esfuerzo en esta dirección.
RESUMEN
Definitivamente el parar a la mente está en función de ser consciente, depende del estado de conciencia en que cada uno de nosotros se encuentre.
Como Amma nos recuerda: “Tener conciencia”.
Sólo haciéndonos muy conscientes podremos observar de qué color es nuestra mente, de qué color son nuestros pensamientos.
Amma nos dice:
“Nuestra mente es como una pizarra, podemos escribir con tiza blanca, y nos saldrá una canción alegre, que nos dará alegría y entusiasmo, pero si usamos la tiza negra, el poema será trágico y nos pondrá tristes, nos dará disgustos”.
“Nosotros decidimos que tiza usar”.
“Si usamos la tiza de la humildad saldrán poemas alegres”.
“Alegría para nosotros y para todo el mundo”.
O sea, que el color de la tiza con el que dibujamos en la pizarra de nuestra vida, indica el como deseamos recorrerla, lo elegimos nosotros, según nos indica Amma.
Es cierto que aparecen pensamientos en nuestra mente que están en función de nuestra naturaleza, sin irlos a buscar de forma premeditada, y ahí es donde entra nuestra conciencia. Conciencia para observarlos y si no nos gustan, hacer el esfuerzo de cambiar el color de la tiza.
A veces acuden pensamientos a nuestra mente que proceden de cosas que hemos vivido en el pasado.
Sobre los pensamientos del pasado Amma nos transmite:
“Pensamientos sobre acciones del pasado”.
“Debemos olvidar todas las acciones que hemos hecho en el pasado”.
“El pasado es un cheque cancelado”.
“Es de esta manera que nuestro futuro se convertirá en bienaventuranza”.
“Quizás hayamos hecho acciones malas en el pasado, pero no es necesario volver a este tema”.
Mejor no engancharnos a lo que ha ocurrido en el pasado. Si aparecen en nuestra mente pensamientos de algo que ha sucedido en el pasado, y que nos causan malestar, es preferible dejarlos pasar, no seguirlos, introducir voluntariamente en nuestra mente pensamientos de otro color, por ejemplo, y aunque sean del pasado, pensar en vivencias que hayamos tenido con Amma, y su solo recuerdo desvanecerá la fuerza de los otros pensamientos, que no sólo nos producen dolor, sino que frenan nuestro crecimiento.
Si vivimos intensamente lo que estamos haciendo en este momento, en cada momento de nuestra vida, no daremos opción a que entren en nuestra mente los pensamientos que nos recuerdan un pasado negativo.
Esta es una de las maneras de defenderse de una dependencia del pasado, pues cuando dependemos del pasado, invitamos a que entre la depresión en nuestra vida.
Por esto Amma nos anima a no estar pendientes del pasado, y nos dice cómo hacerlo:
“Con el pincel de la humildad, pintaremos un cuadro de la vida, hermoso que dará luz y alegría, como el arco iris”.
“Por esto debemos tratar de transformar nuestra vida y hacerla alegre a través de la humildad”.
“En nuestro cuarto, hoy, tenemos dos tipos de fruta almacenados, puede haber buena y mala. Tomen la buena y tiren la mala”.
“De la misma manera, tomen lo bueno de ustedes y tiren lo malo”.
“Cuando hacemos un esfuerzo positivo, podemos superar los efectos negativos de acciones pasadas”.
“Realizando acciones positivas en el presente, trascendemos las acciones negativas del pasado”.
“No nos entristezcamos por las acciones del pasado”.
En estos mensajes Amma nos quiere transmitir que no debemos sentirnos culpables por un pasado sobre el que no podemos actuar.
De hecho Amma, que no hace distinciones de ningún tipo, ha dado dharsan a prostitutas, ladrones, y gente de mal vivir, que han acudido a Ella con un gran remordimiento y sentido de la culpabilidad; y Amma les ha dicho: “Bien, acepto vuestro arrepentimiento, hasta aquí las acciones erróneas realizadas. A partir de ahora olvida el pasado, y cambia totalmente tu manera de actuar”.
No sentirnos culpables, tirar lo malo, y quedarnos con lo bueno. Todos tenemos cosas positivas en las que apoyarnos para salir adelante. Debemos confiar en nosotros mismos.
Si le hacemos caso a Amma pintaremos la pizarra de nuestra vida con el pincel de la humildad.
Se trata de introducir en nuestra mente, hay que hacer un buen entrenamiento, pensamientos como:
-No voy a discutir con nadie.
-No voy a sentirme más importante que los demás.
-No voy a querer que prevalezca siempre mi opinión.
-Seré un favorecedor de las situaciones que Amma me cree, etc.
Así potenciaremos todas nuestras cualidades positivas, y desde la humildad crecerá la alegría en nuestra vida.
Proporcionaremos alegría en nuestro alrededor.
Los pensamientos de humildad, es uno de los colores que más embellecen nuestra mente.
Amma nos invita a reflexionar en el sentido de que a través del presente podemos cambiar la dirección de nuestra vida, o potenciarla si ya estamos en la dirección correcta:
“Hasta este momento no hemos hecho un buen uso de nuestra vida, que es tratar de convertirnos Uno con Dios”.
“Debemos tratar de llevar a cabo las mejores acciones para alcanzar la Meta”.
“El presente está en nuestras manos y debemos hacer el mejor uso de él”.
En la parábola del leñador del bosque y el rey, Amma nos deja muy claros todos los mensajes que contiene está parábola.
No importa lo mucho que hayamos podido desperdiciar hasta este momento de nuestra vida, como el leñador que quemó tantos árboles de sándalo, como a él, nos queda un árbol de sándalo, que representa una inmensa riqueza, en la que nos podemos apoyar para focalizarnos en la búsqueda de Dios.
Focalizar nuestra vida en la búsqueda de Dios aporta paz a la mente y felicidad a nuestra vida.
Nos dice Amma: “Tratemos de poner los esfuerzos en esta dirección”.
Si quisiéramos hacer un resumen de las tres partes de este satsang, que trata de como calmar a la mente, nos encontraríamos con estas recomendaciones.
En realidad son recomendaciones que engloba un solo grupo:
Prácticas espirituales.
¿Qué prácticas espirituales nos indica Amma?
-Reflexionar sobre nuestros pensamientos, pero abordándolos uno a uno.
-Para erradicar los pensamientos negativos que perturban a la mente, adoptemos la práctica de potenciar los pensamientos positivos.
-En los pensamientos positivos no nos olvidemos de introducir la humildad. Desde la práctica de la humildad aparece una actitud de respeto hacia el otro, de respeto hacia la otra, y una firmeza amorosa de hacernos respetar.
-En las tres partes de este satsang, Amma nos ha hecho notar la importancia que tienen las acciones desinteresadas, o seva.
-En esta tercera parte Amma dice: “Que se siente muy contenta cuando ve a sus hijos, realizando acciones desinteresadas, o seva”.
-Por otra parte si queremos potenciar la felicidad del día, cuando disponemos de un espacio de tiempo, en lugar de irnos a tomar un café, o sentarnos delante de la TV, nos sentamos en un rincón de la casa, o en el mismo coche, si nos encontramos fuera de casa, nos concentramos en la respiración, sin forzarla, dejando que la misma respiración lleve su ritmo, y al inspirar mentalmente pronunciamos MAAAAAA, y al espirar mentalmente pronunciamos OMMMMMM.
Si cambiamos los 20 minutos de tomar un café, por 20 minutos de estar con nosotros mismos, el día será diferente, en positivo. Nuestra mente estará más calmada.
-Y por último, quien tiene un inmenso poder para calmar a la mente es el mantra.
-El mantra personal que nos da Amma, es el cordón umbilical que nos une a Ella.
-Con la recitación del mantra no es necesario que nos ocupemos de las tormentas de la mente, el propio mantra se encarga de ir poniendo a la mente en paz.
-Amma nos dice que no podemos quitar la sal de un vaso de agua de mar. La solución la tenemos en ir añadiendo agua dulce al vaso de agua salada, de esta manera el agua del vaso se va convirtiendo en agua dulce, se va quitando la salubridad que había.
-Para una mente agitada, el mantra es el agua dulce que la irá calmando.
Estas son las prácticas espirituales que nos llevarán a calmar a la mente, y podremos llegar donde está el swami Paramatmananda.
El swami Paramatmananda ha practicado con muchas disciplina, aún y con los inconvenientes que ha tenido que traspasar, sobre todo físicos, y aunque los desconozco, los mentales.
El swami reside en AIMS, el hospital de Amma en Cochín, donde atiende a la gente que va a consultarle cosas.
No hace mucho tiempo una devota de Amma, le preguntó: ¿Swami, tú ya estás realizado?
El swami respondió: Tengo la mente en paz.
Que a todos nos sea posible tener la disciplina del swami para llegar a tener una mente en paz.
OM NAMAH SHIVAYA