Por ejemplo, hay un tiempo específico para plantar arroz, durante la temporada de lluvias. Antiguamente las estaciones eran cíclicas y el agua llegaba en el momento adecuado, pero hoy en día, debido a nuestra forma errónea de vivir (adharma), la Naturaleza ha perdido su ritmo y debido a las lluvias torrenciales en época de cosecha, todo se echa a perder. Aunque nos esforzamos lo suficiente en el momento adecuado, no tenemos el factor de gracia. Debido a nuestro adharma la Naturaleza ha perdido su ritmo.
A veces decidimos hacer un viaje largo y salimos de casa a las 10 de la mañana en punto. Aunque salgamos más temprano, puede que quedemos atrapados en un atasco de tráfico y no lleguemos al aeropuerto a tiempo, o una vez lleguemos al aeropuerto, puede que el avión tenga problemas técnicos o que las condiciones climáticas sean malas y el vuelo deba ser cancelado. En este caso, nos esforzamos lo suficiente, pero faltó el factor de la Gracia y no pudimos llegar a nuestro destino.
Mientras estemos en este mundo, nuestra actitud debe ser siempre, “Soy un instrumento en las manos de Dios y el me guía.” De esta forma, no nos desviaremos del camino del dharma.